domingo, noviembre 30, 2008

El vicio envidiable de Aníbal

Este actor, director, autor y gerente cultural llegó desde Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, el 28 de junio de 1975. Aquí se hacia teatro importante, un teatro que comenzaba a desarrollarse con buenos pasos. “Y así fue creciendo, en calidad y cantidad, hasta ubicarse, durante los años noventa, entre los mejores del mundo. Fuimos referencia latinoamericana. Éramos un parámetro. Teníamos 22 compañías regionales, una Compañía Nacional, 14 teatros juveniles y más de 40 agrupaciones teatrales independientes. Había mucho movimiento y competencia. Teníamos un festival internacional y más de cinco eventos regionales. Y un apoyo muy importante del Estado y un presupuesto muy alto”, afirma Aníbal Grunn.
Insiste en recordar que había más espacios para la representación y las ciudades más importantes tenían por lo menos una sala grande. “Dolorosamente todo eso se fue perdiendo lentamente hasta llegar a nuestros días, cuando se hace poco teatro de alto nivel. Es decir, se hace poco comparado con otros años y con otros países de Latinoamérica. Se han cerrado salas y han ido desapareciendo los verdaderos creadores. Y ya todo es simplemente un recuerdo. Al hablar con los teatreros e incluso con el público te preguntan: ¿dónde está ese teatro de los ochenta, de los noventa? Había teatro de arte y teatro comercial de mucho nivel. Para beneplácito siento que en estos dos últimos años ha ido repuntando, ha ido creciendo. Pero hace falta mucho más”.
Trabaja todo el día y todos los días, pero se organiza. “Dispongo de horas para el trabajo y para el ocio o mi vida privada. No voy a negar que a veces se me enreda el papagayo, pero también confío mucho en que el tiempo de Dios es perfecto y Él me ayuda. Cuando trabajo en Caracas se me hace más difícil, porque debo tomar en cuenta el tiempo para ir de un sitio a otro. Pero ahí voy, no me puedo quejar. Voy a cumplir 61 años y tengo mucho trabajo”.
En Guanare coordinó el pasado 26 Festival de Teatro de Occidente y además protagonizó la tragedia Titus Andronicus, pieza poco representada de William Shakespeare, llevada a escena con gran estilo por el director venezolano Armando Holtzer.Reitera que todo es cuestión de saberse organizarse. “Planificar tus días y tus horas, porque tu trabajo, es lo más importante. Darle valor a las prioridades, no dispersarse, concentrarse en las tareas. Por otro lado, lo mejor de esta profesión es justamente eso: lograr realizar actividades tan disímiles una de otra, aunque todas estén involucradas con el teatro. Toda la vida he sido así, no puedo hacer solamente una cosa, siento que me sobra tiempo y que debo emplearlo en cosas positivas. Soy adicto al trabajo. Es mi único vicio, mi única adicción. Tampoco soy un aburrido o un monje de clausura. También tengo tiempo para mí, el suficiente”.
Ahora el Instituto de Artes Escénicas y Musicales realiza por cuarta vez consecutiva el Festival Internacional de Monólogos y en esta oportunidad le solicitaron que hiciera la dirección artística, es decir: planificar las funciones, conseguir los espectáculos que verá el público, etcétera. “Esta entrega está dedicada a la mujer y que sea sobre la mujer y que los artistas también sean mujeres. Se mostrará en Delta Amacuro, Apure, Yaracuy, Mérida y Miranda, pero la apertura será el martes 9 de diciembre en la Sala José Félix Rivas del Teatro Teresa Carreño. Hemos querido que sean las regiones quienes más disfruten de este evento. Es importante no sólo para el público si no también para las agrupaciones, que poco pueden realizar giras”.
Asegura que sí hay futuro, mientras haya un espectador que asista a las representaciones y un artista que las realice, siempre habrá oportunidades. “Mientras el hombre exista y tenga una historia que contar, el teatro no morirá. Es importante implementar las nuevas políticas culturales. Hay que ayudar a las agrupaciones a tener su propio espacio de representación. Si cada grupo tuviera una sala, no muy grande, un espacio donde poder desarrollar sus experimentaciones, sus talleres, sus obras, habría más teatro, más opciones, más fuentes de trabajo y para el público sería mucho más enriquecedor y mucho más agradable”.
“Trabajo es lo que tengo en estos días y especialmente con los monólogos femeninos. Viene Navidad, el Fin de Año y un proyecto muy grande que me llevará casi todo el 2009. Habrá cine, teatro y televisión, eso te lo aseguro. Sólo pido salud para mí, para mis amigos, a los que quiero y para el país. Salud, paz y trabajo. Parece una frase hecha pero es lo único que necesitamos”.
Tierra de gracia
Nunca ha pensado en retirarse a Buenos Aires. “Mi familia, que está toda allá, en Argentina, sabe que mi vida y mi muerte están en Venezuela. Este es el país que elegí para vivir, crecer, desarrollarme como artista y morir… claro dentro de muchos años, por supuesto. Pero es que yo no tengo nada que ir a buscar allá. Todo lo tengo acá: amor, dolor, felicidad, tristezas y los mejores amigos. Todo, absolutamente todo, lo que quiero está en esta Tierra de Gracia”.

viernes, noviembre 28, 2008

Creada red nacional de teatro y circo

A la tercera va la vencida o definitiva. Durante el siglo XX “nacieron” instituciones gremiales como la Federación Venezolana de Teatro y, después, la Asociación Venezolana de Profesionales del Teatro, las cuales desaparecieron por voluntad de sus miembros. Asi lo registra la historia oficial, pero las verdaderas razones aún no son publicables. Ahora, en la vigésima primera centuria, se erige la Fundación Red Nacional de Teatro y Circo de Venezuela. El tiempo dirá qué pasó con ella.
Proceso
Hay que recordar que, cumpliendo con el mandato emanado por el Congreso Nacional de Teatro Lara 2008, realizado en Barquisimeto,durante el pasado mes de julio, se llevó a cabo en Guanare, estado Portuguesa, durante los días 12 y 13 de noviembre, la segunda reunión nacional de representantes de teatro y circo de Venezuela, donde se revisó y realizó la redacción final del documento que constituirá la Fundación Red Nacional de Teatro y Circo de Venezuela.
El Festival de Teatro de Occidente sirvió como marco para la realización de esta cita —bajo los auspicios del Instituto de las Artes Escénicas y Musicales (IAEM)— donde reposadas discusiones y la validación de diversos puntos de vista fueron los hechos más relevantes de las jornadas de trabajo. La revisión en detalle de todos los aspectos técnicos y legales de este documento fueron objeto de discusión y estudio y, finalmente, redactados en su versión definitiva. Para esto, fue necesario en diversas oportunidades organizar comisiones de trabajo que, a la par de la discusión principal que se realizó en una dinámica de tipo plenaria, fueran definiendo aspectos específicos del papel de trabajo y puliendo las versiones finales de las cláusulas que estaban en revisión.
Así, un documento conformado por una exposición de motivos y nueve capítulos en los que estaban contenidas 26 cláusulas, fue revisado en profundidad y a la luz de las necesidades, fortalezas e inquietudes de cada región del país, dando como resultado una pieza legal en la que se destacan los valores de inclusión, respeto a la diversidad, compromiso con el desarrollo cultural en general y teatral y circense en particular.
Los participantes decidieron que la Fundación Red Nacional de Teatro y Circo de Venezuela debe funcionar en modo de red nacional, y su patrimonio podrá constituirse con los aportes y contribuciones especiales del estado venezolano, los bienes o ingresos provenientes del desarrollo de sus actividades, los aportes, cuotas o donaciones de sus miembros y con otros bienes o servicios que, por cualquier otro título, que pueda adquirir de personas naturales o jurídicas, nacionales y extranjeras.
También se estableció que pueden integrar esta nueva organización quienes ejerzan comprobadamente la profesión y oficio del arte teatral y circense, directa o indirectamente. Para tal fin, se crearán en los estados gremios que permitan afiliar a colectivos e individualidades, tomando en cuenta factores como los años de experiencia comprobada, la postulación de cinco miembros activos de la fundación, la presentación de los documentos probatorios y completar la aplicación de solicitud de ingreso adecuadamente.
Fue así como, en medio de un ambiente festivo y luego de haber firmado el acta que da inicio legal a la fundación, los teatreros celebraron la instauración de este organismo que, a partir de ahora, velará por sus derechos, por el desarrollo de estas manifestaciones artísticas en el país y por la igualdad de oportunidades para todos sus integrantes.
Directorio
Entre otras decisiones de importancia, los representantes de los teatreros y los circenses escogieron a los integrantes interinos del directorio de la Fundación Red Nacional de Teatro y Circo de Venezuela, para el período noviembre 2008 – noviembre 2009, el cual estará conformado por los siguientes voceros: principal del nodo metropolitano, Guillermo Díaz Yuma, suplente Arianne Bracho; principal del nodo Oriente: Pablo Ramírez, suplente Luis Acosta; principal del nodo de Centro Occidente: Alberto García, suplente Daniel Suárez Hermoso; principal del nodo Occidente – Los Andes :Fernando Acosta, suplente Jesús Blanco; principal del nodo Sur: Pablo Masabet, suplente César Betancourt; principal del nodo Centro: Julio Uzcátegui, suplente Eliana Martínez. También se estableció que, para mantener la equidad de la asamblea, siempre debe contar con un vocero de circo, que en esta ocasión está representado por Jaime Monroy como principal y Jonathan Silva como suplente.

miércoles, noviembre 26, 2008

Licenciados en teatro apuntalan la escena criolla

Un puñado de artistas del teatro criollo, formados o capacitados sobre los escenarios, aceptó someterse a los rigores de las disciplinas académicas para obtener, al final de un bien diseñado proceso teórico-práctico, denominado Profeser (Profesionales en servicio), una licenciatura en teatro, en las especialidades de producción, diseño o actuación teatral.
Todo comenzó en el Instituto Universitario de Teatro (Iudet) durante los años 90 y ahora -cuando nosotros lo hemos descubierto- emerge de la Facultad de Teatro de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Uneartes-Teatro) la tercera promoción del Profeser. Los integrantes de la cohorte 2006 aceptaron, para graduarse, trabajar en la producción, montaje y promoción de los profesionales espectáculos Don Juan en San Juan y Marat-Sade, versionados y dirigidos por Costa Palamides e Ibrahim Guerra. Esmerados productos artísticos que hemos visto y disfrutado, como lo hemos testimoniado en las respectivas reseñas publicadas.
El grupo que laboró con el director Guerra, en su peculiar Marat-Sade, lo componen Robert Alberto Álvarez Castro, Yurahy Castro Cáceres, Dora Farias Za­mora, Demis Gutiérrez, Rossana Hernández, Rolando Jiménez, Israel Moreno, Fabiola Pinto, María Elena Prieto, Jean Carlos Rodríguez, Ulrike Sánchez, Alonso Santana, Roselyn Sosa y Daniel Suárez. Y el equipo de producción reúne a Carlos del Castillo, Carmelo Castro, Ruffino Dorta, Inna López, Maigualida Gamero, Frank Silva y Durwin Vicentelli. En los diseños y realización se encuentran Jorge Marcelino Hernández, Jorge Mar­tínez, Armando Zullo, Andrés Izarra y Ioana Bunescu. Imposible olvidar el trabajo de Rolando Jiménez en el rol del revolucionario Marat.
Mientras que con Don Juan en San Juan de Palamides, trabajaron Delbis Cardona, Ludwig Pineda, Gloria Núñez, Gryselt Parra, Daifra Blanco, César Revanales, Ximena González, Lesbia Landínez, Doris Hoyos, Carmen Ji­ménez, Karl Hoffmann, Orlanis Barreto, Tony González, Luis Bernal, Firelly Blanco, Illery Valdéz, Dennis Alves, Graciela Mitchell y Carlos Rojas. Ahí, Delbis y Ludwig se destacaron por sus desempeños.
Por supuesto que lo que natura non da, Salamanca non presta. Los que no tienen talento, difícilmente serán buenos comediantes, aunque cosechen todos los títulos posibles. En resumen, los tra­ba­jadores de la escena ya tienen un respetable nivel académico y no podrán ser vistos como “empíricos” o “piratas”. Algunos serán docentes y harán posgrados, con lo cual gana toda la comunidad venezolana.
Así, más tarde, que nunca, el teatro criollo sigue avanzando, sin detenerse, aunque haga unas cuantas estaciones, sin descuidarla escena , en el claustro universitario.


martes, noviembre 25, 2008

Marat y Sade visitantes ilustres de Caracas

Un hombre desnudo en una bañera será asesinado a puñaladas todas las noches, para detener así la sangrienta revolución que lideriza e imponer con las bayonetas al régimen de un pequeño militar empeñado en ser emperador de Europa. Eso se podrá ver, hasta el 14 de diciembre, gratis en Rajatabla.Se trata del espectáculo Persecución y asesinato de Jean Paul Marat, tal y como fue representada en el sanatorio de Charenton por el marqués de Sade, de Peter Weiss, que hace temporada gracias al profesional y creativo trabajo del versionista y director Ibrahim Guerra y la endemoniada entrega de un selecto grupo de capacitados comediantes empeñados en graduarse como licenciados en Teatro de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Uneartes).
VERSIÓN SIGLO XXI
Este nuevo Marat-Sade –titulo periodístico e inteligible- es una creación literaria basada en la traducción al inglés del original alemán (1963), en la adaptación y el guión cinematográfico (1965) de Peter Brook y, además, en la traducción al español de Alfonso Sastre. “La diferencia de mi versión es que está en prosa, a diferencia de los textos utilizados, escritos en verso. Eso me permitió tratar los planteamientos políticos sin artificios poéticos y métricos, más allá de lo que la prosa abierta me permitía para procesar de manera cruda y directa los diferentes criterios conceptuales que componen la pieza”, puntualiza Guerra.
Marat-Sade no es otra cosa que una aparatosa metáfora de Peter Weiss (Berlín, 8 de noviembre de 1916/Estocolmo, 10 de mayo de 1982), para cuestionar revoluciones y regimenes democráticos y totalitarios surgidos de sangrientos procesos de cambios sociales y económicos, los cuales culminan por arrinconar o restringir las libertades individuales especialmente de todos los que no detentan el poder Él, que sufrió persecución de nazis y comunistas, terminó debatiéndose entre un anarquismo recalcitrante y un existencialismo extremo, al reconocer que las sociedades modernas sí habían inventado las revoluciones para derrotar al oscurantismo, pero no sabían después que hacer con ellas, se desgastaban y terminaban por autoconsumirse, para dar puerta franca a otros sistemas tan autoritarios y sangrientos como los derrocados. Y lo decía por todo lo que había ocurrido en los primeros 80 años del siglo XX, cuando ya la Cortina de Hierro empezaba su derrumbe.
Weiss utiliza segmentos de las historias de Jean Paul Marat, la revolución francesa, además de la rocambolesca y tragicómica saga del Marqués de Sade, para hacer teatro dentro del teatro. Inventa una representación sobre el asesinato de “el amigo del pueblo” a manos de una fanática mujer y la exhibe utilizando a los pacientes del asilo para locos o dementes de Charenton, donde precisamente Sade hacia de la suyas para no desaparecer como intelectual y entretener a la nueva burguesía que había creado el emperador Napoleón. Todo eso ambientado durante el 13 de julio de 1808.
Weiss reiteró las innegables contradicciones del neocapitalismo, donde conviven, y se muestran a diario los dientes, la violencia establecida y la violencia revolucionaria; donde el individuo lucha para que no lo devore un colectivismo impuesto a la fuerza; donde el arte es mercancía y sólo queda hacer otra revolución pero con compromisos, con libertad de mercados y tantos otros lemas que apestan por su vetustez. Es, pues, un pieza de total vigencia en esta vigésima primera centuria.
Tanto la versión literaria como el montaje, ambas creaciones del director Guerra, dejan dos preguntas para que las responda el público: ¿Fue Marat un dictador o un dirigente que solo buscaba el bienestar social a través de la igualdad de todos los ciudadanos? Y ¿por qué fueron los que lo acompañaron en el proceso revolucionario, que liquidó a todos los viejos esquemas de gobierno e instauró un nuevo orden social, quienes procuraron su muerte?
ESPECTÁCULO
El director Guerra utilizó todo el espacio teatral de la Sala Rajatabla para involucrar la acción escénica y el público, colocado de manera bifrontal para el espectáculo. La planta de movimientos, perfecta en su sincronía, era de norte a sur o de oriente a occidente, o circular, para crear así una sórdida atmósfera orgiástica que golpeaba los sentidos de la audiencia, la cual miraba el impactante “juego de tenis” entre el delirante Marat en su bañera o la monstruosa guillotina entregada a su “labor depurativa” , al tiempo que los directivos del asilo y el “divino” Sade disfrutaban, coordinaban o censuraban el rumboso ritual de los locos, que en este caso era uno diestro conjunto de actores venezolanos empeñados en culminar su Profeser de Uneartes-Teatro.
Ese depurado grupo de actuación lo componen: Robert Alberto Álvarez Castro, Yurahy Castro Cáceres, Dora Farias Zamora, Demis Gutiérrez, Rossana Hernández, Rolando Jiménez, Israel Moreno, Fabiola Pinto, María Elena Prieto, Jean Carlos Rodríguez, Ulrike Sánchez, Alonso Santana, Roselyn Sosa y Daniel Suárez. El equipo de producción reúne a Carlos del Castillo, Carmelo Castro, Ruffino Dorta, Inna López, Maigualida Gamero, Frank Silva, Durwin Vicentelli. Pero es imposible dejar de resaltar la entrega de Israel como Sade y de Rolando en su infernal personaje de Marat. Sin ellos no hay obra.
Este montaje de Guerra evoca a los mejores que hiciera Carlos Giménez en la Sala Rajatabla, gracias a la ruptura de su puesta en escena, al desenfado de sus actores y la vigencia de su predica filosófica. Todo eso muy bien servido por este espectáculo, que marca época.
Y por respeto a la historiografdia teatral criolla hay que recordar que hace 40 años esa pieza se montó en el viejo Ateneo de Caracas.La dirigió Horacio Peterson y en ella actuaron, entre otros, Fernando Gómez, Esteban Herrera, Miranda Savio, Manuel Poblete, Ligia Tapias y Héctor Myerston.¡Dos épocas, dos paises, pero un único teatro!

¿Reìr o llorar con el teatro de discapacitados?

Federico García Lorca enseña que el teatro es una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los seres humanos pueden poner en evidencia morales viejas o equivocadas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y el sentimiento de la humanidad. Y nosotros insistimos en que reír o llorar son bálsamos para la gente sensible que acude a los teatros. Y algo de eso pasa con los espectadores que presencien los 60 minutos del hermoso espectáculo San Marcos de Venecia, modesto, por su sencillez conceptual, y ejemplar teatro sobre dos discapacitados, que hace temporada en la Sala Horacio Peterson, producido por Eliseo Pereira para el Teatro Arena y con la extraordinaria performance de William Cuao y Juan Carlos Alfonzo.
No es frecuente degustar una creación teatral centrada en personajes con discapacidades físicas, psíquicas o/y sensoriales. Pocos escritores dramatizan situaciones con pacientes de síndrome de Down o limitaciones a su inteligencia o condiciones físicas. Hay un respeto, en el ámbito cultural, hacia esos seres que no son como la mayoría y carecen de “ese algo” que sólo está al alcance de Dios o la naturaleza.
Pero apareció Julio Cesar Alfonzo con su San Marcos de Venecia (2005) para plasmar la historia de Benedicto y Carlos María, tonticos o mongólicos del pueblo La Pastora de Tarure, y aludir a la discriminación en que viven y el trágico desenlace de una hermosa amistad. Fue escrita para reivindicar a los seres humanos con discapacidades intelectuales frente a los ojos de los “normales”.
Dice Alfonzo que uno de los objetivos dramáticos más resaltantes que se propuso mostrar es el profundo sentido humanitario que los mueve. Después quise mostrar la bota de la intolerancia pisoteando la flor de la bondad. Y con esta pieza teatral espero, con humildad, sensibilizar al espectador sobre este tema. Tal vez muchos piensen que San Marcos de Venecia trata sobre la amistad, -y también es así-, pero, primero, denuncio la intolerancia”. Y damos fé que lo que dice se ve o se detecta en la escena y conmueve al más duro de los espectadores o aquellos que viven con la cabeza entre el cemento.
Y si escribir o reflexionar sobre el día a día de discapacitados genera más de un nudo en la garganta o una catarata en los lacrimales, hacerlos carne y hueso en un escenario es también sumamente complejo, porque exige de los comediantes un exhaustivo trabajo interior con soporte en memorias visuales y emociones, hasta crear a Benedicto y Carlos Maria, quienes aman a Dios y practican su fe públicamente, están cercanos a la adolescencia y con serios problemas en el lenguaje, la locomoción y con gestos que denotan problemas cerebrales, pero con corazón y sentimientos como pocos, al tiempo que se conmueven por las dolencias de los otros, quienes precisamente no son como ellos.
El montaje se desarrolla sobre un rectángulo de sombras y luces, repleto de hojas secas y un modesto banco. Es la plaza que un desconocido denominó "San Marcos de Venecia", pero ahí un ser de carne y hueso llora su soledad, aunque en ocasiones lo acompaña el fantasma de su amigo, que se sacrifica para defenderlo.Creemos que este espectáculo requiere de un mayor trabajo con la iluminación, especialmente porque deben apuntalarse o cuidarse más las escenas oníricas, cuando el fantasma de Benedicto acompaña a Carlos María. Pero eso depende las condiciones técnicas de la sala donde lo exhiban.
¿Hay qué reír por la ingenuidad de los personajes o llorar ante la cruda realidad que la escena reproduce a una escala artística?¡Es un dilema más en esta Venezuela del siglo XXI!

domingo, noviembre 23, 2008

Historias humanas del pueblo

“Yo he servido con mucho amor y fidelidad a mi Rey, y no quiero perder la gracia que su soberana clemencia concede a los que como yo han defendido sus derechos con el arma en la mano. Con estas palabras inició el esclavo Ramón Piñero su petición de libertad en 1815, después de servir dos años en el ejército del Rey. De acuerdo a su testimonio la guerra llego a él un mes de septiembre de 1813, cuando laboraba en el hato San Diego perteneciente a su señor, en los llanos centrales de Calabozo. Ese día, los insurgentes llegaron a dicho lugar y, sin mediar explicaciones, tomaron preso a su amo, don Juan de Rojas, y lo colocaron en la cárcel de esa ciudad”.
Así comienza el libro Más allá de la guerra, instructivo texto sobre “la historia pequeña” de Venezuela, escrito por Ángel Almarza, José Bifano, Lionel Muñoz, Enrique Ramírez, Rosángel Vargas, Johanna Vergara y Alexander Zambrano, todos bajo la coordinación de la historiadora Inés Quintero, el cual ha sido editado por la Fundación Bigott.
La célebre historiadora niega que esta publicación de 256 páginas, dividida en ocho capítulos, sea un compendio sobre “la historia pequeña” criolla. “No, porque es una historia tan legitima como la otra, lo que pasa es que sus protagonistas son otros, son el pueblo, ese que vivió a lo largo de los 20 años de la guerra de la Independencia. Este trabajo, realizado por siete jóvenes venezolanos a lo largo de dos años, lo que trata, y creo que lo hemos conseguido, es rescatar el sentido narrativo del trabajo histórico, porque la historia también es relato, es narración, es literatura; aunque no sea un género literario no se puede desentender que el discurso debe ser descriptivo y no solo narración. Aquí hay un esfuerzo por narrar, por rescatar, por construir historias .Hemos tratado de centrarnos en el venezolano común, en el venezolano de a pie, para tratar de verlo y rescatarlo en un lapso donde hay una dimensión heroica. A nuestra historiografía hay que incorporar a otros personajes que también vivieron ese período”.
Insiste Inés Quintero en que Más allá de la guerra no es un simple compendio de “historia menuda”, porque sus investigadores-escritores sí partieron de una exhaustiva investigación, metodológica y fundamentada en los archivos que existen sobre la época estudiada, entre 1810 y 1830. “Ninguna de las historias de este libro están construidas sobre elucubraciones de los investigadores-escritores. Han sido creadas sobre informaciones fieles al Archivo General de la Nación, el Archivo de la Academia Nacional de la Historia y el Archivo Arquidiocesano de Caracas, pero redactadas o escritas con estilos modernos, más contemporáneos y más humanos”.
Esa época es quizá una de las menos estudiadas de la historia de nuestro país; sin embargo, fue en ese periodo cuando la vida del venezolano comenzó a cambiar significativamente. Los habitantes de Venezuela dejaron de ser súbditos de la corona y se convirtieron en ciudadanos, vieron abolir los fueros y privilegios y sancionar constitucionalmente la igualdad de todos los ciudadanos; desaparecieron los cargos hereditarios y venales y se dio inicio al ejercicio del voto y a las prácticas republicanas, entre otras cosas, comenta Inés Quintero, feliz coordinadora de este libro colectivo.
¿Por qué pelearon los esclavos en la guerra de Independencia? ¿Cómo pensaban y qué hacían los hombres y mujeres mientras se luchaba en el campo de batalla?, ¿seguían lidiando con el diario vivir? ¿Cuáles eran sus necesidades? ¿Cómo se divertían? ¿Eran todos patriotas? ¿Era posible contraer matrimonio? ¿Había vida universitaria? ¿Cómo participaron los sacerdotes en el conflicto?, son las preguntas que los autores del libro contestan generosamente con la rigurosidad que la investigación histórica amerita a lo largo de pulcros capítulos identificados como “Con el arma en la mano”, “Fuera de combate”, “Camino al altar”, “Amores contrariados”, “Tiempo para rezar”, “Desorden en la casa del señor”, “Entre dos fuegos” y “Piedra sobre piedra”. Y para que nadie dude de las informaciones ahí contenidas, están las citas de las fuentes utilizadas. Estamos seguros que más de una novela saldrá de esos apuntes de las respectivas investigaciones que adelantaron los siete historiadores, quienes contaron además con el apoyo de Joselín Gómez, estudiante de la Escuela de Historia de la UCV.
Esclavos realistas
A Ramón Piñero, como informa Más allá de la guerra, se le declaró “persona libre de esclavitud y servidumbre el 23 de diciembre de 1815, por sus comprobados servicios a la justa causa del rey, y su amo se vio beneficiado con el monto otorgado a cambio de un esclavo inútil y baldado” Pero este soldado esclavo no fue el único que logró esa gracia a cambio de sus servicios militares a favor de la Corona española, también está el caso que Juan José Ledesma, quien siendo esclavo llegó ser oficial de las tropas realistas.



martes, noviembre 18, 2008

Vuelve la guillotina revolucionaria de Marat-Sade

La guillotina fue utilizada por los revolucionarios franceses para resolver rápidamente las decenas de miles de ejecuciones de sus enemigos o rivales, desde 1792. Pero ahora ese histórico y letal instrumento reaparece en la sala Rajatabla para eliminar a los tragicómicos personajes del espectáculo Persecución y asesinato de Jean Paul Marat, tal y como fue representada en el Sanatorio de Charenton por el Marqués de Sade de Peter Weiss, el cual, en versión escénica de Ibrahim Guerra y con la producción de la Facultad de Teatro de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Uneartes), se estrena este viernes en la sede de la Fundación Rajatabla , donde permanecerá hasta el 14 de diciembre, con funciones de jueves a sábados a las 8:00 PM y domingos a las 6:00 PM.
MÁS PROFESER
“Con la puesta en escena de Marat-Sade - titulo más corto y más fácil de recordar- los alumnos de la cohorte 2006 del sistema Profeser de Uneartes, cumplen uno de los requisitos para obtener su licenciatura en las menciones de Gerencia y Producción Teatral y Actuación, dos de las tres menciones, aparte de la de Docencia que ofrece el Profeser”, explica el director Guerra.
-¿Por qué Marat-Sade para graduar a los muchachos del Profeser?
-No son muchachos. Todos tienen más de diez años de experiencia teatral. Es uno de los requisitos que se les exige para su ingreso al plan de estudios Profeser (Profesionales en Servicio) de la Facultad de Teatro de Uneartes, donde obtienen, en algo más de de dos años, su licenciatura en producción, diseño o actuación teatral. La pieza exige un alto nivel de virtuosismo interpretativo, diseño escénico muy agudo y un sistema de producción complejo, es decir, las tres menciones del programa de estudios. Además, por ser, tal vez, la pieza más difícil e importante de los últimos siglos, no puede emprenderse y desarrollarse sino a través de un extenso trabajo de investigación histórica, teatral y de técnica escénica, es decir, el componente académico en el que se sustenta todo proceso universitario.
-¿Quienes son los graduandos?
-Gente experta del teatro local, todos poseen experiencia tanto académica como práctica. Son de distintas partes del país y agrupaciones teatrales. El grupo de actuación lo componen Robert Alberto Álvarez Castro, Yurahy Castro Cáceres, Dora Farias Zamora, Demis Gutiérrez, Rossana Hernández, Rolando Jiménez, Israel Moreno, Fabiola Pinto, María Elena Prieto, Jean Carlos Rodríguez, Ulrike Sánchez, Alonso Santana, Roselyn Sosa y Daniel Suárez. El equipo de producción reúne a Carlos del Castillo, Carmelo Castro, Ruffino Dorta, Inna López, Maigualida Gamero, Frank Silva, Durwin Vicentelli.
“En los diseños y realización se encuentran Jorge Marcelino Hernández, Jorge Martínez, Armando Zullo, Andrés Izarra y Ioana Bunescu, y el equipo docente lo componen Maria de las Casas McGill (vestuario), Johnny Gavlovski (asesoría y conducción psicológica), Julia Carolina Ojeda Pacheco (canto dramático), Enrique Bravo (música), Mildred Moreau (francés) y Alfredo Caldera (coordinación Institucional y ambientación lumínica). Me honra estar a la cabeza como productor y director general de tan extraordinario equipo”.
Hay que destacar que la entrada será libre para todas las funciones y ensayos generales. La distribución de boletos se hará a partir de las 11:00 AM, el mismo día de función, hasta agotarse la capacidad de la sala: 140 personas.
OBRA VIGENTE
El director Guerra reconoce que “el texto es una versión basada en la traducción al inglés del original alemán de Peter Weiss, en la versión inglesa y en el guión cinematográfico de Peter Brook, por demás, excelente, y de la traducción al español, muy débil, de Alfonso Sastre. La diferencia de la versión y de todos los textos sobre los cuales nos basamos, escritas en verso, es que está en prosa, lo cual me permitió tratar los planteamientos políticos sin artificios poéticos y métricos mas allá de los que la prosa abierta me permitía para plantear de manera cruda y directa los diferentes criterios conceptuales que componen la pieza”.
Guerra admite que logra establecer con claridad “la verdadera dialéctica entre la sexualidad animal y el erotismo perverso de la razón humana, de la vida vista desde una óptica de disfrute individual y perverso y la de un socialismo masificado e igualitario; entre el capital, el salario, la explotación y la propiedad privada y la distribución del producto natural, visto este como un bien común, todo en nombre de una misma causa, la defensa de una República recién fundada”.
-¿No está un poco vieja esta pieza?
- Si algo tiene la pieza es su absoluta vigencia, principalmente, en todos sus aspectos políticos, históricos, técnicos, sociales y estéticos. En el primero de ellos, se debate dialécticamente entre los conceptos y conjeturas socialistas que han sustentando todos los movimientos revolucionarios del mundo y los del individualismo existencial que expresan que la igualdad social, y personal, es tan perversa como la naturaleza misma, que, indefectiblemente, se destruye a si misma. En lo teatral, confluyen todas las ponencias y criterios sobre los cuales se ha desarrollado y sustentado el teatro de todos los tiempos y todas las apreciaciones que sobre el espacio escénico revolucionaron el teatro mundial a partir de la segunda mitad del siglo XX. Es la pieza que mejor representa la explosión creativa, la inventiva y la renovación que en todas las áreas de la existencia humana se produjeron durante el siglo pasado y que se prolongan hasta los años que vivimos en la actualidad. Es, sin lugar a dudas, una pieza obligada en la historia contemporánea del teatro mundial.
-¿La ha venezolanizado?
-No hace falta hacerlo, pues ya lo está. La pieza plantea los acontecimientos de enfrentamiento entre jacobinos (la rama radical de la revolución), liderizada, entre otros, por Jean Paul Marat, conocido como el amigo del pueblo, y que defendía los intereses de las grandes masas populares, representadas por trabajadores, campesinos y desposeídos de la población, y los girondinos, integrada por los dueños de los medios productivos, las tierras y de todos los bienes que ya les pertenecían y los que les fueron arrebatados a la monarquía y al clero, guillotinados y exiliados luego de la toma de la Bastilla, acontecimiento a partir de la cual se consolidó el proceso revolucionario francés. Aunque ambos sectores habían participado activamente en el proceso, unos ideándolo y otros activando las fuerzas sociales de choque, el enfrentamiento entre ellos no se hizo esperar luego de eliminado el enemigo común (monarquía y clero), pues quienes idearon la revolución pretendieron heredar los derechos de los ahora desterrados o muertos. No se si las misma preguntas que nos hicimos nosotros para analizar el texto original y que usaremos como fundamento promocional del espectáculo responde también la interrogante de su venezolanización: ¿Fue Marat un dictador, o un dirigente que solo buscaba el bienestar social a través de la igualdad de todos los ciudadanos?, ¿Por qué fueron los mismos que lo acompañaron en el proceso revolucionario que sustituyó todos los viejos esquemas de gobierno e instauró un nuevo orden social, quienes procuraron su muerte?, ¿es la Revolución una necesidad social o solo una quimera generada en la mente febril y delirante de un gobernante despótico?. Todas las revoluciones del mundo, sobre todo las producidas a partir de la francesa, han generado las mismas inquietudes.
-¿Qué extraño que sea en Rajatabla, un espacio donde antes hizo otro espectáculos históricos?
Tiene razón, la sala Rajatabla es un verdadero templo para mí. En este espacio construido a partir de los conceptos mas resaltantes del teatro que revolucionó al mundo, he desarrollado en gran medida mi vida teatral. Montajes como Los peces del acuario, La casa de Bernarda Alba, A 2,50 la cuba libre y Vida con mamá, marcan más que mi historia teatral, mi vida misma. En este caso, Marat-Sade la emprendo también como proyecto de vida. Independientemente del resultado público, en lo académico, artístico teatral, al igual que los demás proyectos, me ha abierto nuevas visiones del teatro que hago como escritor, productor y director. De hecho, con este trabajo he ampliado mi metodología de composición actoral. Antes, solo me remitía a lo lúdico sensorial del actor, ahora me he proyectado metodológicamente a lo psicológico y a la fundamentación musical sobre la cual se sustenta el pensamiento como base del proceso de memorización e interpretación del texto dramático.
-¿Se esta jugando algo este montaje?
-Como siempre, me estoy apostando al teatro. No tengo otra forma de verlo y hacerlo. Como todos mis trabajos anteriores, lo he emprendido como un proyecto de vida, por lo tanto, representa también un paso fundamental en mi visión del teatro y de las formas conceptuales, metodológicas y técnicas que tengo de resolver artísticamente mi visión escénica de la vida.

sábado, noviembre 15, 2008

Carme revive a Federico

La catalana Carme Portaceli es otra victima de Francisco Franco. Aquel nefasto régimen fusiló sin formula de juicio al poeta Federico García Lorca y lo sepultó en una fosa común, en el barranco de Viznar, al lado del profesor Dióscoro Galindo y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, en la madrugada del 19 de agosto de 1936, cuando la Guerra Civil daba sus primeros zarpasos. Ella, que está ahora en Caracas para montar y estrenar la pieza Así que pasen cinco años del malogrado vate granadino, lamenta no haber leído sus obras ni su poesía durante la etapa de la formativa adolescencia y sólo pudo hacerlo cuando el generalísimo se largó para siempre al Valle de los Caídos, después de 39 años de tiranía y tras aupar, a regañadientes, un difícil transito hacia una democracia monárquica, en la cual participan millones de españoles.
Carme, que comenzó su periplo en el teatro como asistente de dirección hacia 1981, montó durante la temporada de Pamplona de 2005, y después llevó a Madrid, La casa de Bernarda Alba. Ese fue su primer espectáculo lorquiano, y ahora, cuando ya ha contabilizado 45 puestas en escena con textos de Pinter, Tabori, Marivaux, Koltes, Kroetz y otros, prueba Así que pasen cinco años porque tiene “una profundidad muy grande, porque es Federico a pleno pulmón, porque se refiere a la verdad y el mundo mental ese donde se alojan todos nuestros fantasmas”.
Al pedirle más definición de lo que será su montaje caraqueño, el cual debe estrenar con el Taller Experimental de Teatro (TET) el 27 de noviembre, en la sede de la Asociación Cultural Humboldt y donde permanecerá hasta el venidero 7 de diciembre, puntualiza que es la historia de un joven que tiene que esperar un lustro para desear a su novia, pero cuando se cumple ese lapso y sale a buscarla, ella lo rechaza y lo manda a buscarse otra; aparece un maniquí que le insiste en que debe conseguirse otra y tener un hijo, él lo hace pero no la ama y le pide un lapso de cinco años para hacerlo. Es entonces cuando él se queda sin ese futuro y muere sin realizarse sexualmente.
Esta catalana, de verbo arrebatador y convincente personalidad, recuerda que García Lorca le dijo al mundo que hay que vivir, sentir y dejarse. “Que hay que estar despierto para sentir el propio impulso vital y no lo que te dicen que hay que hacer, que hay preguntarse muchas cosas a partir de lo que dice nuestra propia consciencia”.
Adelanta que su espectáculo es hiperrealista y tiene un escena un sofá blanco de ocho metros, además de un cortina de agua; pero en el tercer acto, que es el mundo mental, esta limpio y despojado de casi todo dispositivo y se usa todo el espacio escénico, y queda la imagen de un bosque con un piano de cola. Hay música y especialmente bandas sonoras. Crea un espacio sonoro, un mundo donde el espectador se sumerge y puede escuchar hasta su propio corazón.
Tras afirmar que García Lorca no era nada convencional, precisamente por conocer las profundidades del alma humana, advierte que con este montaje tiene una dificultad enorme, “porque no esta planteado desde un punto de vista naturalista. Es una obra donde la verdad está siempre presente. Se trata de una pieza que se le conoce como un drama imposible porque busca el teatro desde la verdad, que es lo que intento seguir y quiero mostrar a los venezolanos. Anticipo que le huyo a la peste del naturalismo, pero en cambio me acerco a la verdad del alma, que lo hace mental que lo hace enfrentarse con su infierno personal”.
Todavía no puede garantizar el definitivo tiempo escénico de su creación escénica, que es auspiciada por los Ministerios de Cultura de España y Venezuela, pero cree que no llegará a los 90 minutos, gracias, además, a que cuenta con un equilibrado elenco criollo donde destaca la primera actriz Haydee Faverola.
La joven democracia monárquica hispana no ha obstaculizado los montaje de los textos de García Lorca ni de otros “autores malditos” durante el franquismo, pero Carme se lamenta que sí haya espectáculos muy convencionales, donde hay geranios, albahaca y hasta patios andaluces y otros detalles folklóricos, que “ahogan la verdad del poeta”.
Cree que García Lorca y otros escritores de ideas avanzadas vetados por el franquismo deben ser representados con alta creatividad, ya que se vive el siglo XXI y los seres humanos afrontamos otras realidades, “precisamente ahora que hay un feroz capitalismo y un individualismo tan grande”. No se puede olvidar que Federico decía que nunca seria político, pero si era revolucionario,”porque no hay verdadero poeta que no sea revolucionario”.
Mausoleo rojo
A Federico, de 38 años, lo mataron por ser homosexual y además “rojo” o del Frente Popular que ganó las elecciones de febrero de 1936. Actualmente, el juez Baltasar Garzón, el mismo que le amargó el otoño al general Augusto Pinochet, propone abrir la tumba donde reposa al lado de otros hispanos. Buscará sus huesos para hacerles la prueba del ADN. Es seguro que el poeta más importante de España tenga así un mausoleo justo a su medida y su tarea precursora.

martes, noviembre 11, 2008

Tiempos caníbales

La venganza se come a temperatura ambiente y si se ha cocinado con la carne del enemigo, debe estar rodeada de singular teatralidad para que puedan expurgarse mejor las retaliaciones y ser ejemplar o didáctica. Tan siniestra conclusión, con ingredientes canibalescos, se desprende de la tragedia Titus Andronicus, una de las primeras piezas de William Shakespeare, la cual sido mostrada de buena manera estrujante y con decantada producción profesional por la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa y la Compañía Nacional de Teatro, y exhibida en el XXVI Festival de Teatro de Occidente, en Guanare.
Es posible que esta sea la primera vez que en Venezuela se representa completa tan insólita obra shakesperiana que denuncia a la traición como el más deleznable pecado posible entre seres humanos amigos y a su vez es una ejemplar critica al desenfadado abuso del poder en una república o un reino, o cualquier colectivo social. Está ambientada en la época de los césares romanos y exhibe como al victorioso general Titus Andronicus le llueven todas las desgracias por la acción perversa de la esposa del emperador, quien pierde la razón y no ve ni piensa sino por la cabeza de su pérfida mujer, que busca, y lo consigue, vengarse por las derrotas y humillaciones que antes le produjo el valiente guerrero. Al final, como casi siempre ocurre en el teatro, los malos son castigados con una cena donde engullen a los hijos de la damisela, en deliciosas raciones de pudín de carne... humana, por supuesto.
¿Por que Shakespeare llevó su obra a tales extremos? Hay leyendas de leyendas, ocurridas en tiempos pretéritos de la historia de la humanidad, pero lo cierto es que la obra es una colección de asesinatos, algunos por asuntos baladíes, que pueden asombrar al espectador contemporáneo que no lea periódicos ni vea los noticieros de la televisión, especialmente en Venezuela, donde las cifras de muertes violentas, algunas ejecutadas por sicarios o delincuentes desalmados, pasan de 100 por semana, según datos oficiales. Al parecer vivimos una especie de guerra civil no declarada y en ocasiones se acentúa para aterrorizar más a la población, en medio de los palos de ciego que dan las autoridades. Esto, por supuesto, no es exclusivo de esta Tierra de Gracia, basta informarse sobre lo que pasa en México o en Colombia, para sacar conclusiones sórdidas, como que vivimos una especie de Segunda Edad Media, donde los demonios andan sueltos y hasta comen gente
Titus Andronicus, dirigida con gran estilo por Armando Holzer, permite ponderar la profesional plantilla de comediantes de la agrupación guanareña, como Edilsa Montilla y Randy Montilla, reforzada por el primer actor Aníbal Grunn, quien da una irrepetible clase magistral de lo que puede hacer un comediante cuando se informa y construye su rol. A este artista le quedan mucho roles más por materializar, pero aquí ha dado un salto profesional que lo aleja y lo coloca en un exclusivo nicho de histriones excelentes.

Entre el negro Miguel y el mulato Obama

A 455 años de haber fracasado el reino del ex esclavo negro mandingo Miguel, a manos de soldados y capitanes del imperio español, en las tierras de los actuales estados Lara y Yaracuy, llega a la presidencia de Estados Unidos, por decisión de una mayoría multiétnica deseosa de hacer un cambio que relance su American Dream, el mulato Barack Obama, hijo de un negro keniano y una blanca. ¡Un inolvidable ayer trágico y un ahora de esperanzas para muchos!
Estos hechos históricos, uno con trágico final como se evoca en el escenario, gracias a La cantata del rey Miguel, y la otra que es una realidad en pleno desarrollo y bajo la curiosa mirada de todos los habitantes de este planeta, fueron evocados y confrontados el pasado viernes en la cálida Guanare, por el público presente en la inauguración del XXVI Festival de Teatro de Occidente, evento con 33 montajes nacionales y extranjeros, el cual se prolongará hasta el próximo domingo, en varias poblaciones de Portuguesa, Lara y Barinas.
HISTORIA NO CONTADA
El escritor Tomas Jurado Zabala, el director Carlos Arroyo, el grupo Teatro Negro de Barlovento y con la producción de la Compañía Nacional de Teatro, son los artífices del espectáculo La cantata del rey Miguel, que enseña una faceta casi desconocida, de la historia aún no contada de la conquista en Venezuela. Se desarrolla a través de parlamentos rítmicos donde se intercalan canciones, bailes, ritos, y otras manifestaciones culturales emergidas de un maravilloso sincretismo artístico, hasta lograr un espectáculo hermoso y aleccionador por sus formas y sus contenidos de esencia libertaria. Ahora se podrá degustar en Caracas este sábado y el venidero domingo durante la reapertura del Teatro Nacional, inaugurado hace más de 100 años por el general Cipriano Castro.
Para el veterano Jurado Zabala y director Arroyo, con más de 20 años en las lides teatrales, La cantata del rey Miguel tiene como temática a los negros esclavos en Venezuela y las luchas que dieron para conseguir la libertad aún a riesgo de perder sus vidas. El argumento se centra en la saga del negro mandinga Miguel que fue comprado en Puerto Rico para trabajar en las minas de oro de Buria, pero él se enfrentó a los españoles, fundó su propio reino libre y se convirtió en voz de rebelión ante el imperio de Madrid, que al final lo elimina, porque él decidió morir peleando antes que aceptar la rendición que se le ofrecía lo cual significaba conservar la vida, pero volver a la esclavitud. El capitán Diego de Losada, con caballería y novedosos implementos de combate, además de soldados entrenados rigurosamente para la guerra, aplastaron su movimiento, pero no su semilla y su ejemplo.
Arroyo puntualiza que “la historia oficial de Venezuela ha dado poca importancia, por no decir ninguna, a una serie acontecimientos que contribuyeron a darnos forma de nación, tal es el caso del negro Miguel, considerado el primer revolucionario de América, pues su idea de independencia quedó sembrada en el espíritu del venezolano a partir de su llegada a Venezuela en 1552, y su alzamiento antiesclavista inmediatamente después; hecho que significó un accidente importantísimo en la vida de los conquistadores, pues durante tres meses ese ex esclavo, con unos 50 más, entre negros e indios jiraharas, puso en jaque al imperio español, para morir en 1553”.
“Quienes han divulgado la historia de Miguel se han limitado a presentar los hechos como una aventurilla graciosa, cuestión que ha llegado a mostrarlo como un personaje caricaturesco sin ninguna importancia y por ende prácticamente desaparecido en las penumbras del olvido donde van a parar los personajes sin historia. Pero ésta es una saga de rebelión de negros muy singular, pues lo común era que el esclavo intentara huir, internarse en la selva y tratar de sobrevivir al amparo de indígenas o simplemente a la buena de Dios. Miguel jamás pensó en escaparse, pues tenía el convencimiento de que huir no era otra cosa más que prolongar la esclavitud, porque en cualquier lugar donde estuviera sería considerado un ser sin derechos. De este personaje excepcional se hace necesario resaltar su poder de convencimiento, su inteligencia, su valentía y su capacidad militar. Funda el reino libre de Curduvaré, a principios de 1553, Se erige rey, nombra un sacerdote y lo que sería una especie de ministro de guerra. Se declara hombre libre en territorio libre. Ordena la construcción de viviendas para los que siguen incorporándose y declara la libertad de todos los que están en su reino”.
ESPECTÁCULO
No menos de cinco años de estudios e investigaciones llevaron al autor y al director a la creación de una cantata como crisol escénico de las diversas manifestaciones de la cultura africana, con sus cantos, su música, sus bailes, sus creencias religiosas, su lengua y su actitud ante la vida. Se definió que se expresaría a través de “parlamentos rítmicos” para llevar la secuencia de la historia, y se intercalarían canciones, bailes, ritos y otras manifestaciones culturales afroamericanas. ¡Un teatro con danza o una danza con teatro gracias a ese hibridación del arte único del Teatro Negro de Barlovento con una estructura de espectáculo contemporáneo que relata con las imágenes del grupo y las palabras de Miguel y un cronista de los españoles, encarnado por el blanco Juan Carlos Azuaje.
El norte del espectáculo fue mostrar las raíces africanas presentes en el folklore criollo, pero a su vez es una especie de desagravio por las vejaciones y atropellos cometidos por el invasor europeo, además de exaltar la diversidad cultural entre negros e indígenas.
¡Venezuela y su teatro están vivos y actuales!

domingo, noviembre 09, 2008

Coca al estilo Hollywood

Cristóbal y Roberto, meritorios actores venezolanos que pasaron la barrera de los 30 años, ahora visten sendos overalls anaranjados en una cárcel de Florida, Estados Unidos. La policía los detuvo y los hizo enjuiciar, tras un rutinario cateo selectivo en el Aeropuerto Internacional de Miami, porque los obligaron a expulsar, desde sus intestinos, no menos de 200 dediles repletos de cocaína. Ellos hacen parte de una siniestra estadística de nos menos de cuatro mil criollos (según datos oficiales hasta el 2005) capturados allende las fronteras por idénticos o similares delitos de narcotráfico. Y mientras cumplen sus condenas, pergeñan lo que puede llegar a ser un guión cinematográfico o un texto teatral para contar sus peripecias en Caracas y el por qué aceptaron ser portadores de esas cargas letales: pretendían escapar de la frustración profesional en que habían caído, del desempleo y además creyeron el cuentito del American Dream, el cual sólo es una referencia en las piezas de Arthur Miller.
Dentro de cinco años, Cristóbal y Roberto regresarán a Caracas, si no tienen mayores contratiempos con sus regimenes carcelarios, para reanudar sus truncadas profesiones y hasta, posiblemente, ofrecerle al Centro de Directores para el Nuevo Teatro (CDNT) un espectáculo donde contarán sus experiencias como frustradas “mulas” del negocio de transportar estupefacientes, a sabiendas que podían ser descubiertos, lo cual ocurrió por una extraña delación, o morir si se les estallaba una sola de esas improvisadas capsulas de látex, las cuales engulleron para entregarlas a una organización a cambio de cinco mil dólares. Irrisoria suma que destinarían para su sobrevivencia en Hollywood, donde finalmente probarían suerte en los estudios cinematográficos, pero mientras esperaban el turno para los respetivos casting, lavarían carros, pasearían perros ajenos o trabajarían como mesoneros en hoteles, restaurantes o cafeterías. ¡Todo eso fue vana ilusión!
Ahora, Cristóbal y Roberto, encarnados por los comediantes Adrián Delgado y Javier Valcárcel, acompañados por Beatriz (Daniela Alvarado) y Regulo (Gonzalo Velutini), bajo la dirección de Daniel Uribe y con el texto de Marcos Purroy, dan vida al estremecedor espectáculo Hollywood Style, que hace temporada en la sala 1 del Celarg, producido, precisamente, por el Centro de Directores para el Nuevo Teatro.
Por supuesto que Cristóbal y Roberto, como Beatriz y Régulo, son auténticos personajes teatrales creados por Marcos Purroy, quien tiene otra pieza, Finger, estrenada en los años 90, donde se planteaba la saga de otros narcomulas, capturados en Europa. Él se ha atrevido a proponer de nuevo un argumento con dediles y “los polvos del diablo”, porque cree que el teatro debe tener una acentuada labor dictáctica, ya que a pesar de todo lo que se publica en los periódicos y se muestra insistentemente en el cine y la TV, además del cuñero de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), las desgraciadas estadísticas del período 2000-2007 contabilizan 14.746 compatriotas encarcelados por diversas actividades con el narcotráfico, al menos en centros de reclusión venezolanos.
Según Purroy, su Hollywood Style es la historia de tres amigos y un sueño, Cristóbal, Roberto y Beatriz, quienes ven el cúmulo de dificultades que les impiden cumplir las metas que se habían propuesto en sus vidas, como protagonizar unas novelas, unas películas y ganarse hasta varios premios por sus roles teatrales; además de pretender resolver unas nauseas existenciales con los seres humanos prototipos. Pero, otra vez, la fábula de “la manzana podrida” se hizo realidad y Regulo (encarnado de manera mefistofélica por Vellutini) los utiliza a todos y los vende cual Judas del siglo XXI.
El autor aprovecha la ocasión y suelta sus tiros contra la inseguridad y otras falencias presentes en la Venezuela de los últimos 20 años, pero no toma partido, sino que hace simple crónica periodística, lo cual le quedó perfecto y además oportuno. ¡El público inteligente traga y deduce!
El director Uribe, otro de los que usa “el espacio vacío” para crear sus montajes en estos tiempos de carestía, como recomienda Peter Brook, ha mostrado una de sus mejores espectáculos de las ultimas temporadas, por la simplicidad de la puesta en escena y por la explotación inmisericorde de sus actores, especialmente con Javier Valcárcel (está de premio) quien crea un personaje vodevilesco de antología, un cubano que cuenta sus peripecias para salir de la Isla.
Sueños peligrosos
El Centro de Directores para el Nuevo Teatro (fundado por Carlos Giménez y ahora en manos de Purroy y Uribe) insiste en mostrar espectáculos ácidos, sin romper una copa ni decir malas palabras, sino las precisas para espectadores inteligentes. Este Hollywood Style pretende ser un espectáculo al más puro estilo hollywoodense, donde la música y el show recuerdan que no hay nada más valioso en esta vida que la amistad, y que el amor no siempre es tan honesto, pero también invita a reflexionar sobre ¿qué tanto podemos arriesgaríamos por nuestros sueños?

martes, noviembre 04, 2008

Otra versión del putchs contra Allende

El poder de un gobernante no debe estar sustentado sólo en la lealtad de los militares, porque la traición de los altos o medios mandos puede derrumbar, cual castillo de naipes, su régimen. El gobierno de un presidente debe además estar cimentado en el pueblo que lo designó y en las leyes que rigen al Estado, pero ese colectivo social sí debe poseer capacidad para manifestarse y hacer realidad su apoyo al mandatario e imponer así el ordenamiento jurídico, porque si no todo será simplemente letra muerta y sin ninguna fuerza ante las armas y la violencia de quienes lo derroquen e instalen un mando provisional, mientras los lideres golpistas buscan, desesperadamente, legitimarse, a cualquier precio, tal como ha ocurrido desde los césares hasta casos recientes.
Ese presidente sabía que estaba en marcha un golpe de Estado y si fracasaba, después atentarían contra su vida. Y si se escapa, intentarían, en cuestión de meses, provocar una intervención extranjera o una consulta electoral para provocar su renuncia. Y si todo eso no lograba sacarlo de la silla presidencial, les quedaba incrementar la ya creciente corrupción de los funcionarios del gobierno que comandaba, aderezado todo eso con violencia criminal, huelgas y otros obstáculos posibles para impedir la gobernabilidad de la nación y precipitarla en un caos inédito. Había caído en desgracia y sus enemigos lo querían afuera, a cualquier costo, ante la mirada cómplice de los que disentían de su mandato y no hacían nada para impedir la ruptura del estatuto constitucional.
Esas estrategias políticas, nada desconocidas, y las historias posibles que de ellas se generarían, deben haber pasado por la cabeza de Salvador Allende aquel martes 11 de septiembre de 1973, cuando, acorralado en su oficina del presidencial Palacio La Moneda, sufrió el demoledor paso del tiempo del putchs neofacista, entre las 7:30 AM y las 2.30 PM, hasta que se suicidó para evitar otro escarnio. También se dice que lo mataron para simplificarle las cosas al gobierno de facto que instauró el general Augusto Pinochet, quien impuso una “dictadura desarrollista”, la cual duró 17 años y dejó miles de muertos y desaparecidos, además de millones de frustraciones.
Recordamos esa etapa trágica de la nación austral de este balcanizado continente, porque Producciones Mimí Lazo mostró en el Celarg las cuatro primeras funciones del monólogo Allende, la muerte de un presidente del periodista argentino Rodolfo Quebleen (1938), magistralmente encarnado por el primer actor Roberto Moll. Esta pieza, hasta ahora la única con tal temática y argumentación, fue escrita en inglés y exhibida en Nueva York y después en Caracas durante el año 2006. Ahora se le presenta aquí, por primera vez en castellano, y es posible que haga temporada y además recorra varias urbes venezolanas, durante los venideros meses de enero y febrero.
Quebleen investigó lo ocurrido en Santiago de Chile, aquel 11-S, y así creó una saga teatral, confrontada con hechos reales y un prolijo estudio sobre la personalidad de Allende. Lo que hizo el mandatario en esas últimas siete horas de su vida no está oficializado, pero sí esperó a que los militares negociaran, que hubiese un dialogo y se fijaran condiciones para impedir una masacre civil, pero eso nunca se dio. ¡El golpe de Estado carecía de retroceso y de escrúpulos!
El director Luis Fernández, con apoyaturas sonoras y flashes radiales, encerró al estremecedor Allende que creó orgánicamente Moll y lo entregó a una serie de tareas físicas para soportar y superar el tedio mientras llegaba la muerte. El final se materializa con una sombra sobre el presidente y un balde de agua-sangre que cae sobre el albo telón del foro para anunciar la tragedia que viviría esa nación hasta que se marchara Pinochet. ¡Lo ocurrido fue superior a todas las ficciones!
Creemos que el director Fernández puede aún enriquecer su montaje en función de la comodidad de los espectadores y para apoyar aún más el trabajo de su actor. Y para ello tiene documentales y fotografías sobre aquel fatídico 11S que harían más patética la predica antigolpista de esta pieza de Rodolfo Quebleen. Y eso se podría apreciar durante la próxima temporada.¡Inventamos o erramos!

Las mujeres matan a Don Juan en San Juan

Casi todos los excesos amorosos y sexuales tienen epílogos sangrientos y hasta mortales, la mayoría. Así lo demuestra la trama del delicioso espectáculo teatral Don Juan en San Juan.
Y esa sumatoria de verdades es lo que ha permitido, precisamente, al director y dramaturgo Costa Palamides (Caracas, 1959) utilizar los textos de Tirso de Molina, Moliere y José de Zorrilla, además de Pedro Calderón de la Barca y Sor Juana Inés de la Cruz, para escribir y llevar a escena una auténtica “comedia criminal”, que se transforma en divertido viaje teatral, pletórico de sátira crítica a la corrupción, la politiquería, el mercantilismo y la depravación mediática, por varias urbes latinoamericanas, pero donde las heroínas son las mujeres. ¡Fino batiburrillo, creado en “el espacio vacío” de Peter Brook, sobre eso que justifica la vida en este valle de lágrimas: el amor, con las denominaciones que se le puedan aplicar!
Es una pieza audaz y de avanzada conceptual, donde la muerte del héroe maligno, o sea Don Juan, no es por intervención divina, sino “una condena teatral”, contra la corrupción, que no es otra cosa que el desaforado sexismo, el narcotráfico, el secuestro y la inseguridad en los campos y en las ciudades, que nos ha llevado a una segunda edad media, donde las iglesias no son el refugio ni para los cuerpos ni las almas de los desamparados feligreses.
El novedoso montaje Don Juan en San Juan es un ingenioso alegato sobre la mujer latinoamericana, quien ya no está cercenada, sometida y sojuzgada, como en siglos pasados, sino que ya figura en las altas esferas del poder político, económico y cultural, pero sigue amando y criando a sus hijos, como ha sido siempre, sin estar sometida o esclavizada al macho y en capacidad para castigar y hasta tomar venganza cuando es irrespetada o violentada.
FIN DE CURSO
Este Don Juan en San Juan, que para nosotros resulta una grata rareza histórica, es el montaje profesional de los primeros 19 Licenciados en Teatro del sistema Profeser de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Uneartes), presentado durante los días 1 y 2 de noviembre en la sala Nicolás Curiel (sede del antiguo Iudet). También se exhibirá el 7 y 8 de este mes en el Ateneo de Maracay.El acto de grado de los “nuevos” profesionales de las artes escénicas está pautado para diciembre y ahí estarán, entre otros: Delbis Cardona, Ludwig Pineda, Gloria Núñez, Gryselt Parra, Daifra Blanco, César Revanales, Ximena González, Lesbia Landínez, Doris Hoyos, Carmen Jiménez, Karl Hoffmann, Orlanis Barreto, Tony González, Luis Bernal, Firelly Blanco, Illery Valdéz, Dennis Alves, Graciela Mitchell y Carlos Rojas.¡Bravo!
PROFESER
Costa Palamides aclara que su Don Juan en San Juan es además el primer montaje de los dos del Profeser (el otro es Marat Sade, de la mano de Ibrahim Guerra) en el marco teórico y práctico de Uneartes, para graduar licenciados en Teatro, en las especialidades de actuación, producción y diseño.
Don Juan en San Juan es un paseo, por la idiosincrasia latinoamericana, con un corrupto, seductor y pantallero. Hay mucho de show, porque es el show mediático y político de muchos de nuestros países. Más que una revista teatral en todo el sentido de la palabra, donde se revisa lo aprendido en el Profeser y es producto de una actitud revisionista de los estudiantes frente a varias pautas de este programa que tardó siete años en volverse a establecer y que era una gran necesidad de mejoramiento profesional del sector. He creído que un director debe tener conocimientos de dramaturgia. Cada puesta en escena es, en cierta forma, una dramaturguia, sea del espacio, del movimiento o de la praxis actoral. He reestructurado, versionado y adaptado a los clásicos para colocarlos en una perspectiva más contemporánea, siempre con respeto, porque el texto es la génesis del tipo de teatro que yo realizo”.
“El Profeser ha sido para mí una experiencia efervescente de saber y experiencia. Dar clase a profesionales es una vivencia de retroalimentación muy constructiva y oxigenante. Para mí ha sido un hallazgo inconmensurable trabajar con talentos de gran trayectoria, provenientes de Maracay, Barcelona, Puerto La Cruz, Ciudad Bolívar y Caracas”.
ESPALDARAZO
Puntualiza que “la creación de Uneartes, por parte de los Ministerios de Educación Superior y de la Cultura, es un espaldarazo para que la dirección y la dramaturgia entren en calidad de especializaciones en la Escuela de Teatro de Unearte. “Todos esperamos que esos básicos estamentos del teatro entren a los nuevos programas que están elaborando. La falta de ellas hace que el espectro de hacedores en esas materias sea minoritario frente a actores, productores, diseñadores y docentes. Ojalá lo logremos”.
Explica que el Programa de Formación en Servicio de Profesionales en Teatro (Profeser) lo adelantaba el Instituto Universitario de Teatro (Iudet) y ahora lo hace Uneartes, creada, según el decreto que publicó la Gaceta Oficial Nº 38.921, el miércoles 30 de abril de 2008.
El Profeser son 10 semestres que, en realidad, se reducen a tres periodos por año. Para graduarse, además de superar toda la carga académica, hay que presentar y defender una tesis de grado, haber cumplido con 120 horas de trabajo comunitario y además participar en un montaje de teatro profesional. En el Profeser se puede acreditar hasta el 80% de la carga académica, después de cumplir todos los requisitos que se exigen. El Profeser en este momento ofrece tres menciones: docencia, artes escénicas y gerencia y producción teatral.

sábado, noviembre 01, 2008

Miranda sigue vigente

Culmina la Primera Muestra de Dramaturgia Nacional “Homenaje a Gilberto Pinto”, integrada por las puestas en escena de las piezas Los dioses del sur de Vicente Lira, Contacto de Carmen García Vilar, La jaula big shop de Héctor Castro y José Amindra de Roberto Azuaje. El gesto de organizar un concurso y seleccionar, además de producir y representar cuatro obras, es un acto de características patrióticas -con todo el significado del término- gracias al grupo Rajatabla, ya que ha favorecido a escritores de la tan desasistida literatura dramática vernácula. Valioso esfuerzo para hacer conocer el verdadero estado de ese vital sector de las artes escénicas. Ojalá que la institución pueda organizar más eventos como este, sin miedo a los resultados, porque el país sí necesita ver y ponderar a sus poetas escénicos. ¡El teatro criollo debe estar permanentemente en escena y si está bien realizado, pues, será doblemente bueno!
Actualmente hace temporada, en la sala Rajatabla, el espectáculo José Amindra, creado por Dairo Piñeres a partir del texto de Roberto Azuaje (Caracas, 6 de octubre de 1965) y producido por Francisco Alfaro, quien también actúa al lado de Germán Mendieta, Pedro Pineda, Gerardo Luongo, Dora Farias, Rufino Dorta y el joven Jean Franco de Marchi, además de nueve estudiantes del Taller Nacional de Teatro.
Azuaje ha escrito su drama José Amindra, que se desarrolla, a lo largo de 90 minutos, sobre los dos últimos años de la vida de Francisco de Miranda. Escogió el aleccionador y siniestro lapso que vivió el Precursor de la Independencia Americana (Caracas, 28 de marzo de 1750/Cádiz, 14 de julio de 1816) en la prisión de Las Cuatro Torres, del arsenal de La Carraca. Ahí pasa revista a su rocambolesca vida, mientras redacta cartas y sueña, infructuosamente, como escapar para reanudar su magna tarea libertaria. ¡Indomable venezolano!
Escribió sobre Miranda -José Amindra le dio un premio de dramaturgia de Fundarte en el 2004- porque lo considera un ser carismático, noble, humano, sibarita, real y por la vigencia de su filosofía política para este siglo XXI, en especial su pasión por la unidad de las naciones americanas y su prédica sobre la necesaria independencia económica. “No es que el pensamiento mirandino sea superior como tal, sino que es la base de todos los movimientos libertarios en América Latina”, afirma el autor, que además es abogado.
En el ámbito de su prolija investigación para la dramaturguia de tan importante argumento, Azuaje respeta los textos históricos, particularmente las misivas de José Amindra (uno de los seudónimos del ilustre caraqueño) y hace un complejo hilado de situaciones, algunas ficcionadas y otras calcadas de relatos conocidos, hasta que la muerte se lleva al héroe hacia una fosa común. El dramaturgo lo despide con su versión del cuadro que Arturo Michelena recreó sobre Miranda reposando en La Carraca, pero antes –otro detalle del dramaturgo- degusta una hallaca, que le elabora la enamoradiza dueña de una taberna.
El director Piñeres (otro caraqueño, de 33 años) optó por una puesta en escena de características “historicistas”, apuntalada en el trabajo del escenógrafo Héctor Becerra, quien reconstruye las celdas donde recluyeron a Miranda, y en el vestuario correctamente reciclado. Y para animar más la propuesta dramatúrgica, pues creó al sobrio personaje del Miranda joven (Jean Franco de Marchi), especie de fantasma blanco que sigue al protagonista durante toda la jornada. Hay una creciente atmósfera de tensión, con algunos toques de humor, y una correcta guía para que fluyan parejas las actuaciones, donde destaca, como tenía que ser, Francisco Alfaro en el rol de Miranda.
Creemos que con un montaje más contemporáneo, especialmente con el vestuario y la parafernalia de la soldadesca, el espectáculo habría alcanzado mayores niveles de trasgresión, teniendo en cuenta la obvia vigencia política del texto. Pero lo mostrado resultó válido y bueno. ¡Eso es lo que hay!
Otras sagas
Una rápida reflexión sobre esa larga despedida del Miranda prisionero por los españoles, nos hizo buscar similitudes con las sagas de otros luchadores latinoamericanos, quienes también terminaron trágicamente, como son los casos, no bien aclarados, del colombiano Jorge Eliécer Gaitán, el argentino Ernesto “Che” Guevara, la inmolación o ejecución del chileno Salvador Allende y el accidente del panameño Omar Torrijos. Hay una especie de maldición o sino trágico que siempre ha perseguido a los próceres de este continente, versiones humanas de los mitos griegos de Prometo y Sisifo, como es el caso de José Amindra. Es posible que el destino les haya reservado, por ahora, esas luces en la oscuridad, esos tristes epílogos, en razón de los intereses que tocaron y también porque nuestros pueblos aún no han superado su ignorancia ancestral, que no es una fábula.