miércoles, marzo 31, 2010

El ejemplo que Caracas dio

No pertenece al grupo de aquellos teatreros de postín, ni tampoco está devengando un sueldo oficial. Simplemente es un meritorio trabajador del teatro que ha descubierto y practica la patriótica veta de las artes escénicas orientadas a difundir facetas claves de la historia venezolana y latinoamericana. Se trata del actor, autor, productor y empresario Jean Carlos Du Boulay, a quien se le ocurrió teatralizar los históricos sucesos del 19 de abril de 1810 en la colonial Santiago de Caracas y mostrarlos, precisamente ahora, cuando Venezuela se dispone a festejar los 200 años de su Grito de la Independencia, fecha básica de la fundación de una república que avanza hacia adelante, a pesar de los lastres internos y externos.
Jean Carlos Du Boulay (Caracas, 25 de Agosto de 1979) explica que desde niño lleva esa vena artística, “en especial por las artes escénicas y eso se debe a que disfruto enormemente el proceso creativo de darle vida a un personaje, de meterme en su piel y hacer vibrar las emociones del público, en especial en el teatro”.
-¿Por qué ha escogido el tema histórico, precisamente en estos tiempos? Se lo pregunto por el espectáculo “19 de Abril…El ejemplo que Caracas dio”, que escribió junto a Félix David Martínez, para exaltar la celebración del Bicentenario de la Independencia de Venezuela.
-Porque considero necesario que profundicemos más en nuestras raíces y desmembremos las estatuas y cuadros que nos recuerdan a los héroes, para así comenzar a percibir que sintieron aquellos hombres y mujeres de carne y hueso, quienes dieron tanto por la libertad. Esos héroes, encarnados ahora por actores, que tras un largo trabajo de investigación y ensayos, permiten trasladarse a épocas ya casi lejanas y así hacer renacer a esos personajes que les debemos precisamente nuestra actual independencia y soberanía.
Du Boulay –casado con Natasha Moll y padre de dos niñas- afirma que su espectáculo mostrado los días 27 y el 28 de marzo, a las seis de la tarde, en el Teatro Municipal de Caracas, tuvo tal fuerza y tal verdad, que el público se emocionó de tal manera que le grito “nooooooo” a Emparan, al personaje teatral por supuesto, y hasta cantó el Himno Nacional para acompañar así a la esclava, encarnada por Mariana Calderón, que había entonado una canción de cuna al culminar la función. “Esas cosas no ocurren frecuentemente en los teatros criollos. El público hizo su catarsis con nuestro relato escénico sobre el origen del grito primario de libertad. Nuestra historia parte del pintor Juan Lovera y de lo que él vio en aquella ciudad, aquel 19 de abril de 1810”
- ¿Qué quiere hacer con ese teatro histórico, hasta dónde piensa llegar, cómo lo proyecta y cómo lo escribe?
- No pretendo otra cosa que generar interés y conciencia por nuestra historia, tanto en Venezuela como en el exterior, hasta el punto de que seamos capaces de demandar o denunciar las mutilaciones que le han hecho a nuestras raíces, por los simples intereses de unos cuantos. Me resisto a la idea de ponerme algún límite, cuando escribí y estrene mi primera obra de teatro histórico Bolívar…La gloria de un general, protagonizada por Roberto Moll y dirigida por Dairo Piñeres, encendí una llama que se aviva más, cada vez que profundizo sobre un hecho histórico o algún personaje. Para escribir comienzo con un largo proceso de investigación, en donde consulto libros, hago recorridos históricos, me entrevisto con historiadores y especialistas; luego hago un perfil de cada personaje y es allí cuando comienzo a escribir. Como escritor y productor trato de cuidar todos los detalles tanto en el texto como en la producción.
-¿Qué le es más importante para su pieza teatral: la verdad histórica o lo que se quiere que ocurra en la escena?
-En eso no hay duda ninguna. Para mi, la verdad histórica es lo más importante, con una obra de este tipo se tiene que ser muy cuidadoso y ensayar mucho, ya que un descuido de un actor o incluso el cambio u omisión de una palabra podría cambiar el contexto y esto también incluye la selección musical.
-¿Ha leído el teatro de César Rengifo?
Sí, claro…de hecho me identifico mucho con Rengifo, incluso no solo comparto su devoción por el teatro, si no también su artístico manejo de la pintura, porque mis primeras expresiones artísticas fueron a través de las artes plásticas, desde los nueve años.
-¿Qué le ha dicho la gente o el público, en bien y en mal?
-En general, hemos tenido muy buenos comentarios; el público ha sabido agradecer el esfuerzo del equipo, que ha contado con el director Daniel Uribe. En especial he notado la reacción del público durante la obra, resulta fascinante escuchar como siguen los cantos patrióticos, aplauden, ríen, lloran y hasta se alteran, en suma, se generan emociones que nos motivan cada vez más. Ver al público cantando nuestro “Gloria al bravo pueblo” es algo que nos hizo llorar de emoción,
-¿Por que si usted es actor no participa en sus montajes?
-Como actor me di cuenta que me frustraba el hecho de que mi proceso creativo llegara hasta el personaje, entonces descubrí que dedicándome de lleno a la producción podía tener más libertad de creación. Es por eso que gracias a un selecto grupo de comediantes fue posible escenificar a nuestro 19 de Abril…El ejemplo que Caracas dio. Ellos son: Irving Gutiérrez, Dante Gil, Franklin Alviarez, Pedro Rodríguez, Oswaldo Paiva, Nelson Montilla, José Sedek, Franklin Alviárez, Nélson Montilla, Félix Martínez y Mariana Calderón.



sábado, marzo 27, 2010

Al maestro Levy Rossell

En los años 60 del siglo XX era “la gran esperanza blanca” del teatro venezolano. Había llegado de Nueva York y tras exhibir su espectáculo musicoteatral Vimazoluleka, en el Aula Magna y el Ateneo de Caracas, se le abrieron todos los caminos para convertirse en el gran director o en el gran pontífice de la escena criolla. Pero no fue así.
Aquel joven no era fácil de manipular o de comprar, tenía ideas propias y además era cultor de lo criollo, tampoco era de roscas ni cofradías. Tenía, y aún mantiene, conceptos personales que no negocia, algo raro en esta compra y venta en que se ha convertido no sólo la cultura venezolana.
Mas de 20 piezas escritas y montadas, cuatro mil actores y actrices a quienes ha capacitado y centenares de representaciones teatrales desde 1961, dentro y fuera de Venezuela, son parte de la cédula artística que ahora, en esta incierta centuria XXI, ostenta con orgullo el teatrero Levy Rossell Daal (Coro, 23 de abril de 1945).
Debutó con su Vimazoluleka - hibrido de teatro y música, escrito a los 16 años- en el viejo Ateneo, a mediados de 1966. Y desde entonces no ha dejado de trabajar profesionalmente con lo que aprendió de maestros como César Rengifo, Nicolás Curiel, Alberto Castillo Arráez, Eduardo Fernández Salomón y Joe Chaiquin.
Levy no se queja, pero cuando puede exclama:"He pasado unos años difíciles, porque se hacen festivales y nunca me invitan, hay proyectos enormes y con buenos prepuestos y nunca me llaman. Lo que he podido hacer ha sido con el apoyo de la gente que siempre ha creído en mí y en mis iniciativas. Pero no ha sido fácil, desde que fui presidente de Fundarte hasta estos momentos. Arte de Venezuela, mi institución cultural, todavía existe, pero no tiene subsidio ni ningún tipo de apoyo oficial, aunque eso viene desde hace mucho tiempo. Yo ni siquiera he podido recibir la pensión del IVSS”.
Él admite que su camino artístico ha sido largo y con trampas que incluso lo arrinconaron y hasta lo maltrataron. Aguantó con dignidad y ahora no le debe nada a nadie y está en paz con su conciencia. Él todavía es una gran carta para el desarrollo del teatro criollo, si le dan los apoyos necesarios, porque ganas de trabajar tiene, pero sin trigo o sin maíz no se pueden hacer ni panes ni arepas.
Al parecer, las semillas que como autor, actor, director y docente ha sembrado en todos los confines de Venezuela durante las ultimas cuatro décadas comienzan a dar frutos o al menos reconocimientos que aunque no llenan el estomago si alimentan, y bastante, al espíritu. Y por eso que, en la sala de conciertos de Unearte, la agrupación Sentimiento Escénico ha remontado su pieza Caracas...¡Urgente!, un espectáculo que no supera los 75 minutos, sobre un grupo de jóvenes, entre quienes no ha habido más relación que una presentación y un hola, se encuentran en el vacío de una matriz, donde al despertar comenzaran a desenvolverse con mucha ingenuidad, una exteriorización de sentimientos y motivaciones profundas hacia una realidad implacable y coincidente con cualquier tiempo y lugar.
Caracas...!Urgente! fue estrenada en 1972 con jóvenes como Guillermo y Marialena Dávila, Arístides Aguiar, Perla Vonacek, Carlos Mata y hasta el mismo Levy. Era un obra premonitoria sobre los cambios que sufriría la sociedad venezolana, los cuales ahora son correctamente subrayados por los interpretes Eliécer Mantilla, Andreina Suárez, Saymond Jonat, Alfonzo Lamus, Julio César Marcado, Yesenia Quintero, Rusbeth Ordóñez y Yilmar Barrera, contando además con la égida musical de Jomar Daboin Ruiz y Carlos Cacique, bajo la dirección general de Idelson Sojo. ¡Un homenaje al maestro con mucho cariño!


17 años sin Carlos Giménez

Carlos Gimenez fue un importante hombre de teatro venezolano, nacido en Rosario, Argentina, el 13 de abril de 1946.Fundador del grupo Rajatabla y del Festival Internacional de Teatro; además del Taller Nacional de Teatro, Teatro Nacional Juvenil de Venezuela, Centro de Directores para el Nuevo Teatro, Asitej, el Iudet y Rajatabla Danza, y los que se quedaron en el papel esperando ser aprobados. Tiene en su haber más de 60 montajes en este país y en el extranjero.
Desarrolló una de las actividades más sobresalientes del teatro latinoamericano. Entre sus trabajos de mayor proyección internacional están: Señor Presidente (versión de la novela homónima de Miguel Ángel Asturias), Bolívar y La muerte de García Lorca de José Antonio Rial y El coronel no tiene quien le escriba, adaptación de la novela de Gabriel García Márquez. Montó obras de Shakespeare, Calderón de la Barca, Lope de Vega, Valle-Inclán, García Lorca, Beckett, Durrenmatt, Brecht, Tolstoi, Chejov, entre otras. Y este balance prolijo de las cosas óptimas que hizo Giménez se lo dejamos a la estudiosa actriz Miriam Pareja.
Nosotros, que lo conocimos cuando él era un enamorado feliz, un indocumentado ciudadano argentino y además un desconocido artista, en la redacción del diario La verdad, a mediados de 1970.Nos correspondió reseñar toda su carrera profesional en esta Tierra de Gracia, a la cual escogió para trabajar hasta su muerte, aquel 28 de marzo de 1993. Sobre ese periplo hicimos el libro Carlos Giménez/ Tiempo y Espacio (1993).
Hemos escrito hasta el cansancio sobre lo que hizo y hasta lo que dejó de hacer, y, por si eso fuera poco, también presenciar el hundimiento de casi todo lo que legó, salvo ese aliento vital que les insufló a unos cuantos artistas, impulso que les sirvió para emprender vuelo y destacar ahora, dentro y afuera de Venezuela.
Aníbal Grunn, otro tempestuoso argentino, inimitable trabajador de las artes escénicas, nos escribió para nuestro libro Carlos Giménez/ Antes y después (2003), una especie de “colofón”, del cual aquí transcribimos y suscribimos estas palabras:
“Carlos Giménez se nos fue sin decirnos nada, despacio, callado. Nos dejó solos, con algunas herramientas, con el dolor de la ausencia y del silencio. Algunos de sus proyectos no llegaron a ver la luz, otros se mantienen a golpes y contragolpes y los menos siguen en pie. Un hombre polémico al que todavía le pretenden cobrar por la factura de su inteligencia…para muchos su ausencia es irreparable, pero para otros se produjo un aire. Un aire ¿para que? Muchas veces me he preguntado, ¿donde están los detractores que tanto intentaron fastidiar su trabajo? ¿Qué han hecho luego? ¿Su obra creadora donde está? Porque el teatro venezolano desde 1993 hasta la fecha ha ido en caída vertiginosa hacia la desaparición y en el mejor de los casos, hacia la involución”.
“Tuvo muchos enemigos durante su vida y aún ahora después de muerto. Pero los principales enemigos son aquellos que no siguen haciendo teatro, los que detienen el proceso creador, los que no luchan, los que sienten que no hay nada que hacer. Los que han desertado y se sienten abatidos por la crisis, por la falta de subsidios. Los mas grandes enemigos de Carlos Giménez son aquellos que antes y ahora siguen creyendo que es necesario estar con el gobierno de turno y raspar un poquito de la olla para ver que me toca”.
Y remata Grunn afirmando que “no pretendo ser abogado del diablo ni justiciero. Pero me encantaría que nos volviéramos a unir, a juntar y que entre todos buscáramos la salida, el camino esta ahí. Un camino no se puede hacer creyendo que todo pasado fue mejor, sino reflexionado sobre un presente que nos ayude a ver el futuro”.
Si, han sido 17 años de lamentos y de angustiosas dudas por la ausencia eterna del capo Giménez, pero ahora, poco a poco, y como consecuencia de que no hemos flaqueado, en nuestro trabajo como cronistas del teatro, podemos vislumbrar que hacia el final del túnel ya se ven algunas lucecitas, cual mágicas luciérnagas que han de transformarse en verdaderos focos que iluminarán una nueva escena del teatro venezolano,d onde ya afloran autores, algunos con prestigio internacional, como Gustavo Ott y Elio Palencia; hay una populosa y aguerrida generación de actores y hasta un puñito de directores con audaz talento juvenil, como es el caso Luis Domingo González y Dairo Piñeres, y es imposible dejar por fuera la insurgente presencia de la Universidad Nacional Experimental de las Artes, la cual hará del teatro una profesión académica, donde hasta los pichones de dramaturgia, como nosotros, aprehenderemos algo.



Quemazones de Judas

Las comunidades venezolanas y sus artistas generan, conservan y además poetizan sus tradiciones, como es el caso de “La quema de Judas”, la cual se realiza el Domingo de Resurrección. Su razón original es recordar la traición de Judas Iscariote a Jesús de Nazaret, pero tiene un significado alegórico de la justicia popular, al aludir a la felonía de un personaje seleccionado para ser el Judas a su pueblo, comunidad o hasta el país.
En Cumaná se cuenta que el primer Judas incinerado, hacia 1499, fue representado como Américo Vespucio, porque éste, tras haberse presentado con espejitos y baratijas para ser trocadas por perlas y lograr que los indígenas le construyeran un bergantín, se marchó para jamás regresar. Los aborígenes al percatarse que el conquistador no retornaba decidieron hacer una especie de espantapájaros y colocarlo en el sitio donde habían fabricado la barraca para Vespucio, le prendieron fuego y bailaron al son de los tambores y chirimías.
Afirman que durante la Capitanía General de Venezuela cuando algún personaje de la vida pública cometía algún desatino esperaban su caída y lo judaizaban. La ceremonia, que ha persistido a través de los siglos, se inicia al escoger la persona de la comunidad que por sus acciones es considerada una amenaza para la sociedad y se hace merecedor de las burlas y el escarnio. Elaboran un muñeco, a semejanza del Judas seleccionado, con telas o ropas viejas, lo rellenan con fuegos artificiales, los cuales explotan una vez que el Judas sea ahorcado y quemado. Se le redacta una especie de testamento que identifica al Judas y hasta se le hace un resumen de su vida y de sus faltas, y se le agregan los últimos deseos del personaje de marras.
Se afirma que el primer Judas de Caracas se quemó en el año 1801 y luego se hizo común en Venezuela, especialmente en Caracas, en los estados orientales, además de Mérida, Lara, Cojedes y Aragua.
Venezuela no es el único país latinoamericano que rechaza a los traidores con la quema de muñecos simbólicos, pues también ocurre lo mismo en Brasil, Chile, Cuba, República Dominicana y hasta Nicaragua, donde queman al Judas el viernes, el sábado o el domingo de la Semana Santa.
Cine y teatro
Esta tradición inspiro al dramaturgo y cineasta Román Chalbaud (Mérida, 1931) para que escribiera la pieza teatral La quema de Judas en 1964. Ahí el delincuente Jesús María Carmona ingresa a la policía para intentar robar después a una agencia bancaria con unos amigos, malandros como el, pero un grupo guerrillero también lanza un operativo similar contra el mismo banco y él muere defendiéndolo al verse obligado a actuar. Posteriormente, las autoridades deciden usar su historia como ejemplo de la lealtad del funcionario muerto en el cumplimiento de su deber, pero descubren su verdadera identidad. Mientras tanto, en el barrio donde creció queman su imagen por considerarlo un traidor.Las mas reciente representacion de este texto se hizo durante la temporada de 2008, en Caracas.
Chalbaud ha dicho que todos los días sucedían y todavía ocurren hechos como los que cuenta en su pieza. “Prácticamente saqué de los acontecimientos reales las ideas para escribirla. Había asistido a varias quemas de Judas en San Agustín, en el Cementerio, en Capuchinos. Donde se denunciaba el horror de la traición y Judas era colgado e incinerado por el pueblo. Hacia 1974 decidimos filmar la película. No rodamos la obra teatral porque José Ignacio Cabrujas y yo escribimos un guión de cine basado en mi pieza. Hicimos una película realista. No traicionamos el texto original. Lo transformamos”.
Considera que si hiciera una segunda versión cinematográfica de La quema de Judas, proyecto que puede darse de un momento a otro, respetaría muchos de sus diálogos, de su poesía y de su magia.
Chalbaud subraya que siempre le interesaron las tradiciones venezolanas y por eso en su teatro y su cinematografía hay varias creaciones suyas. El predica con el ejemplo e invita a sus compatriotas que las lean o las vean, bien en las salas teatrales o en las de cine. En su primera obra teatral Caín adolescente aparecen varias de estas costumbres. El primer acto transcurre en Navidad, los pesebres, los aguinaldos. El segundo acto pasa en Carnaval: las máscaras, los templetes, la falsa alegría. Y el tercero culmina en Santa Teresa, durante Semana Santa, donde una voz gritó fuego el Jueves Santo dentro del templo. La gente corrió. Murieron 42 personas. Todo eso ocurrió y lo que hizo Chalbaud fue inventar que dos de los protagonistas de su Caín… murieran ahí ese día. Esta pieza la llevó al cine en 1955 y con ella inauguró su filmografía que pasa ya de 24 largometrajes.


viernes, marzo 26, 2010

Importancia de la belleza femenina

Los artistas inventan las artes para acrecentar la sensibilidad y los niveles culturales de las comunidades de donde provienen, mientras que los políticos honestos, óptimos ciudadanos entregados a la pulcra administración del Estado, se dedican, entre otras tareas, a difundir y promocionar tales trabajos o productos. Las sagas de los pueblos, pues, son escritas por sus creadores y los funcionarios que ejecutan con eficacia sus labores. Todo eso explica porque la historia de la Grecia antigua no sería la misma sino hubiesen coexistido el gobernante Pericles y los poetas-dramaturgos Esquilo, Sófocles y Eurípides.
Arte desarrollista
Eso es lo que también han hecho, desde el 19 de mayo de 1993, los teatreros comandados por el dramaturgo Gustavo Ott en los antiguos espacios de la Lotería de Caracas, frente a la urbanización Artigas, hasta convertirlo en el actual Teatro San Martín del suroeste de la capital venezolana; transformándolo en un poderoso factor para la exhibición de nuevas generaciones de artistas, quienes han logrado, incluso, transcender las fronteras físicas del país y conquistar numerosos premios que aprestigian al gentilicio venezolano; todo, por supuesto, con el apoyo de las autoridades que sí han estado a la altura de sus compromisos, desechando tradicionales mezquindades caribeñas y patrocinando la diversión cultural de toda la comunidad metropolitana.
Reiteramos esas relaciones básicas entre el arte y el poder político, elemental ecuación de primer grado para un prototipo de gobierno democrático, porque precisamente Ott y su equipo han estrenado la obra Señorita y Madame, donde, gracias a sus metáforas se subraya la importancia de la gerencia del Estado para el crecimiento de sus creadores y demás habitantes de una nación, en este caso materializado por el periplo existencial de dos mujeres, quienes a lo largo del siglo XX se dedicaron a la fabricación y venta de productos básicos para la belleza física, tales como maquillajes cremas, perfumes, etcétera. Una pareja de féminas que se sacrificó para enseñar que la estética exterior es fundamental porque apuntala la felicidad humana.
Historia singular
Señorita y Madame es una pieza sobre el exquisito vínculo entre el odio y la admiración, según afirma su autor. En ella se plasman las perversiones del capitalismo y el nacionalsocialismo del siglo XX utilizando la rivalidad entre dos íconos de las fabricantes de belleza: la judía polaca Helena Rubinstein y la canadiense Elizabeth Arden. Es, sin lugar a dudas, una obra épica que el mismo Ott cataloga de brechtiana, porque propone avalizar del valor de la sensibilidad en tiempos de barbarie; de la inocencia como perversión y la sustitución de la dignidad por el prestigio. Y especialmente de la crisis de los valores éticos en medio del derrumbe de las ideologías ante el avance arrollador del mercado impuesto por el capitalismo y la innarable competencia entre las rivales, feroz competencia entre artistas y, al mismo tiempo, una pugna desesperada entre los conceptos de la belleza y el odio.
Pero si Señorita y Madame obliga a reflexionar sobre la belleza como un bien preciado, como texto teatral es un excelente reportaje, de correctos mecanismos periodísticos, sobre dos féminas que se empeñaron en ser las mejores en sus disciplinas, a costa de perder sus momentos íntimos de felicidad y todo en medio de los horrores del dueto de guerras mundiales y otras hecatombes. Es una manera inteligente y hasta digestiva para interpretar la historia de los primeros 70 años de la centuria pasada, a partir del mundo femenino europeo y gringo empeñado en alcanzar su independencia, utilizando además la belleza como arma contundente.
Es una temática y una argumentación aparentemente frívolas, pero no, nada de eso. Sus predicados advierten la cosificación de un amplio sector de la sociedad mundial ante el deseo de ser bellas…y hasta bellos también, utilizando incluso los bisturís y los implantes, etcétera. ¿Frankestein revivido?
El montaje, que logra Luis Domingo González, es placentero y didáctico, apuntalado en la simplicidad poética y humorística del texto, y además en el despliegue actoral de las protagonistas, especialmente las performances de Verónica Arellano y el apoyo de la versátil Irabé Seguías, además de la cuidada producción general, a cargo del actor David Villegas.
Autor premiado
Señorita y Madame, del caraqueño Gustavo Ott (Caracas, 1963), conquistó el premio del Cuarto Concurso de Escrituras Teatrales Contemporáneas del Caribe/Obra no francófona, organizado por ETC Caraibe, con el patrocinio de Fondo International para la Culture de Unesco, Culture France, le Ministère de L'outre-mer y el Ayuntamiento de Paris. Este evento bianual promueve a quienes escriben en francés, creole, inglés y español. Consiste en una beca de trabajo del 1 de abril al 30 de junio en la Cité International des Arts; traducción y edición de la obra en Francia, la presentación del espectáculo en el Festival de Limoges y además 4.000 euros en metálico.
Ficha artística
Obra: Señorita y Madame
Autor: Gustavo Ott
Elenco: Verónica Arellano (madame Helena Rubinstein), Valeria Castillo (señorita Elizabeth Arden), Irabé Seguías (en varios personajes), Mariana Alviárez, Jennifer Morales e Ysandra González.
Escenografía: Domingo Cova
Iluminación: Gerónimo Reyes.
Vestuario: Hermes González
Musicalización y videos: Alfonso Ramírez.
Dirección: Luis Domingo González
Productor general del TSMC: David Villegas



sábado, marzo 20, 2010

Amar ayuda a la vejez

No se puede pretender nunca envejecer y además vivir eternamente. La ancianidad y la muerte son fundamentales en ese combo existencial que los seres humanos recibimos al nacer. Todo lo que se haga, por ahora, para impedir o demorar tales etapas resulta inútil y hasta ridículo. Historias de esos intentos hay por doquier, aunque las artes literarias y las escénicas le han sacado provecho a la finitud y al desgaste físico y neuronal para elaborar obras con diversos mensajes y utilidades, y, hasta formular, postulados filosóficos.
Es por eso que durante el espectáculo teatral Conversaciones con mamá, la Madre le dice, con mucha convicción, a su hijo Jaime que “ser viejo es una ventaja que llega un poco tarde, la única manera de aprovecharla es compartiéndola con los demás", para hacerle entender que ella, a sus 70 años tiene derecho a seguir disfrutando la vida y para ello tiene un novio, el cuasi sexagenario argentino Gregorio, desde hace dos años largos, con quien quiere casarse.
Ese es uno de los conflictos que estremecerá al público que acuda a ese montaje que el Centro de Directores para el Nuevo Teatro muestra, bajo la pulcra dirección de Daniel Uribe. Obra ideal para la reflexión y que, además, identifica sentimientos propios, temas actitudes y acciones que no por cotidianas y familiares, dejan de ser complejas.
Del cine al teatro
Inicialmente Conversaciones con mamá es una película argentina, estrenada durante la temporada de 2004, cuya dirección y guión son de Santiago Carlos Oves. Ambientada en Buenos Aires, está basada en la crisis socioeconómica de la nación sureña, durante el 2001, se acentúa en las relaciones familiares, ya que los jóvenes quieren afirmar su identidad y su destino en medio del caos económico, al mismo tiempo que una viejita se enfrenta de nuevo con el amor y es obligada a desafiar la soledad."Es un largometraje que pretende enaltecer las virtudes de la ancianidad, apuntando a una sociedad que por lo general ignora que en la sencillez de su sabiduría está la profundidad de la vida misma", explica Oves.
La repercusión del filme Conversaciones con mamá fue de tal proporción en América Latina y hasta en el reino de España, que varios teatreros, entre ellos los venezolanos, buscaron el guión y solicitaron una versión teatral al dramaturgo español Jordi Galcerán, el autor de El método Grönhol. Esta se escenifica en Caracas y en contexto criollo, con los actores María Cristina Lozada y Gonzalo Velutini, quienes llevan el peso de la obra, donde los hilos conductores, con dosificado humor, plantean la crudeza de las relaciones materno-filiales, la incertidumbre ante la muerte, la soledad y las apariencias sociales. Ahí, Jaime tiene 50 años y la madre se las arregla sola y sobrelleva sus 70 con dignidad. Pero un día ocurre lo inesperado: la empresa para la cual trabaja Jaime lo deja en la calle. El y su mujer son los dueños del apartamento donde vive mamá. Jaime se da cuenta que no le queda alternativa, pero cuando decide visitar a la madre para anunciarle que debe vender el apartamento, sucede algo que desmorona todas sus expectativas y que producirá un cambio radical en su existencia: mamá tiene novio, 13 años más joven, con quien piensa quedarse a vivir en esa casa, cueste lo que cueste y caiga quien caiga.
Es imposible no sentirse afectado por todo lo que ocurre en escena. La risa aflora fácil, pero son los nervios de “que eso me puede pasar a mí” o “así era mi tía o mi mami”. La performance de María Cristina como la madre es algo nunca antes visto; disfruta su personaje, le saca punta a todos los diálogos y hace que sea una delicia ver a esa viejita defendiendo su derecho a la vida y al amor. Gonzalo, como Jaime, hace creíble su personaje, especialmente por la evolución de su historia y ante el final inesperado, aunque natural. Aleccionadora comedia dramática.
Supersticiosa y mandona
Solamente María Cristina Lozada -casada hace 40 años con Iván Garmendia y procreadores de Vanesa (36) e Iván (35), “pero aún sin nietos”- podía resolver a esa anciana. Porque ella no es de personajes fáciles ni derrotados. Ella no es tampoco Elvira la abandonada, salvo que presta su voz y su cuerpo para esa heroína que deberá comandar hasta el final a los Ancizar o hasta que llegue la revolución comunista de 1947, como lo advierte José Ignacio Cabrujas en El día que me quieras. En una ocasión, admitió que sí era supersticiosa, por lo que toca madera y hasta se persigna. Es equilibrada y reflexiva. Organizada y nada incoherente. Bastante mandona y además autoritaria. Advierte que no sabe guardar secretos, porque es muy cobarde con el dolor físico y apenas la amenazan con torturarla comienza a “cantarlo” todo, aunque no perdona la traición a un compañero o compañera. Reconoce que la violencia genera violencia, pero no sabe perdonar al terrorismo, del cual hay muchos tipos, y sugiere que la población venezolana debe esta atenta para combatirlo. Adora la televisión, porque es lo inmediato, pero en el teatro repite y tiene la posibilidad de mejorarlo cada día de función.
Ficha artística
Obra: Conversaciones con mamá
Autor: Santiago Carlos Ovés
Versión: Jordi Galcerán
Intérpretes: La madre (María Cristina Lozada) y el hijo Jaime (Gonzalo Velutini)
Vestuario: Oswaldo Escalante y Joaquín Nandez
Coreografía: Vittorio Marsón
Dirección: Daniel Uribe Osío
Producción: Marcos Purroy y Eduardo Fermín

jueves, marzo 18, 2010

Amantes sin destino y desautorizados

Des-autorizados, largometraje de la directora Elia Schneider, después de tres largos años de producción llega a las pantallas venezolanas, donde hay un elenco diestro y experimentado como Eric Wildpret, Juan Carlos Alarcón, Dad Dager y Samantha Dagnino. También participan 75 estudiantes de actuación y un trío de chicas: Aisha Stambouli, Minerva Borjas y Mariana Socorro, Las Desestresadas, que cantan al estilo años 60, de forma irónica y divertida y entrelazan la nada fácil historia. Fueron 70 horas de rodaje, con cámara HD, para 90 minutos de cine. Los fondos para ésta película -800 mil dólares- salieron del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (Cnac) e Ibermedia, sin embargo estas dos entidades sólo pusieron parte del total de la producción.
Público y crítica
Ahora el crítico de las mil cabezas, o sea el público, dirá la última palabra.
¿Y que opinión podemos emitir nosotros sobre Des-autorizados?
Hay que recordar que las artes se explican solitarias, desde escenarios, pantallas o cualesquier otro soporte donde reposen o se muestren. Obligadas a impactar de tal manera a sus audiencias y provocarles sus respectivas catarsis, las cuales estarán siempre en función de la carga cultural y la sensibilidad de cada uno de sus espectadores.
No obstante, periodistas y críticos nos rompemos el cerebro tratando de llegar al público con guías o planteamientos, supuestamente elementales, para facilitar la digestión de tal película, obra de teatro, novela, pintura, escultura, etcétera; a sabiendas que ayudamos, o perjudicamos poco, ya que los gustos culturales de una comunidad son incontrolables y de difícil manipulación; son insondables como los designios divinos. En síntesis, quedamos para propalar opiniones y/o razonados juicios hacia un sector elitesco o para nuestros amigos, y -esto nadie nos lo puede negar- ayudar a escribir la saga de tal o cual obra. ¡Somos utilísimos y hasta nos citan, después, por nuestras quijotescas tareas!
Des-autorizados
Afirmamos esto porque hemos disfrutado de la técnica y además racionalizado la historia y los contenidos de Des-autorizados, la tercera película de Elia K. Schneider (Caracas,1 de diciembre de 1962), la misma directora de Huelepega (2000), inspirada en la drogadicción de los niños de la calle, y Punto y raya (2004), que recrea una deliciosa fabula sobre el encuentro y el desencuentro de un soldado venezolano y otro colombiano en la frontera común. Esos largometrajes la convirtieron en la cineasta mas premiada de Venezuela, honores que le ganaron amigos, y enemigos también, pero que le han fomentado una audiencia fílmica respetable, esa que ahora deberá aupar el éxito taquillero, o el solitario fracaso, de Des-autorizados.
Elia, psicóloga, casada y madre del joven cineasta Joel Novoa, se hizo conocer por su fulgurante carrera como directora de audaces y originales experimentos teatrales, hasta que se dio cuenta que la caja negra escénica no era ya la adecuada para mostrar sus creaciones. Saltó al cine y ahora, cual insólita paradoja, con su tercera creación, ha retornado a la teatralidad, pero desechando unidades aristotélicas y jugando con imágenes y sonidos, y creando así una fantástica realidad como solo el cine permite hacer.
Esta obra fílmica es una historia que sucede toda en la imaginación de una escritora. En este caso es ella, Elia Schneider, quien escribe la saga de Elías, un dramaturgo que tiene conflictos con su arte y que además escribe una obra de teatro, Amantes sin destino, que Oscar, su productor, termina vendiendo a un mercenario que hace cambiar el argumento y con eso el destino de sus personajes. Federico y Nina, que son amantes y personajes de esa obra, salen de la obra de Elías para confrontarlo y pedirle que los deje existir.
Son tres historias solapadas en una y no hay nada que sea real. Al final no se sabe si Elías es real o es fantástico y si esto existió o es un producto de la imaginación, lo que sí sabemos es que la única verdad es la que imaginamos.
Creemos que el género de esta película es difícil definirlo pero se acerca a una comedia dramática-fantástica y de ideas y reflexiones sobre la vida
No es que Des-autorizados sea una aburrida película teatral. No, nada de eso. Del teatro tiene temáticas, escenas y técnicas, pero agigantadas por la fotografía y convertidas en monumental coreografía con seres humanos que parecen de papel.
Des-autorizados no transcurre en ninguna ciudad del mundo. Existe en el cerebro o en la imaginación de la directora Elia Schneider, quien se atreve a proponer una desolada reflexión sobre los dramas de los creadores teatrales, comprometidos con los falsos mecenas, y en medio de rocambolescas pasiones íntimas. Son tres historias que se mezclan y dejan al final un increíble desasosiego sobre la vida del artista en general. Una pagana trinidad y un actor, Erick Wildpret, bien apuntalado por los otros comediantes.

domingo, marzo 14, 2010

Ott: ahora el teatro es más fácil

Este viernes 19 de Marzo, a las 8pm, el Teatro San Martín de Caracas estrena la producción Señorita y Madame, obra del venezolano Gustavo Ott, con la cual ganó recientemente el 4ème Concours d'Écriture Théâtrale Contemporaine-ETCaraïbe 2009. Bajo la dirección de Luis Domingo González, esta inauguración es un adelanto a otros espectáculos que, de la misma pieza, están contemplados tanto en Francia como en Estados Unidos y Chile.
González explica que en este texto, como en ninguno otro, está la presencia del Teatro San Martín. “Parece escrito para esa sala. No sólo en el espacio físico, sino en su propuesta estética. El autor mantiene las constantes que sobre el tema de la belleza iniciamos en Miss (2002) y 120 vidas x minuto (2006) y que nos ha sumergido en una especie de neoexpresionismo brechtiano. Sombras, geometrías, carteles, nada decorativo, temas llenos de simbología, en especial lo relacionado con el poder; monstruos, catástrofes, desnudos, poesía. El actor habla desde su personaje y al público con distanciamiento brechtiano, pero lo interpreta subrayando estados de ánimo. Es decir, hay aquí una cuarta pared, pero con grandes ventanas. Y la obra lo enuncia en su texto. Por eso creo que se trata de una pieza que, además de contar una historia interesantísima, marca un destino estético".
"Para su autor, esta pieza es una épica sobre el exquisito vínculo entre el odio y la admiración. La obra habla del valor de la sensibilidad en época de barbarie, de la inocencia como perversión, de la sustitución de la dignidad por el prestigio y de la increíble inventiva desatada en el siglo XX a través de la rivalidad entre dos íconos de la belleza y el Marketing: Helena Rubinstein y Elizabeth Arden. La legendaria competencia entre esta dos rivales de la industria de los cosméticos es vista aquí como la disputa entre dos artistas que nos permiten entender de forma especial el cenit de la Industrialización, el advenimiento del fascismo, las debacles financieras, las guerras mundiales y la invasión de la publicidad moderna en nuestras vidas".
Un elenco de actrices liderizado por Verónica Arellano, en el papel de Helena Rubinstein; Valeria Castillo como Elizabeth Arden, Irabé Seguías con un abanico de cinco personajes, desde Goering hasta Revlon. Y con ellas, Mariana Alviárez, Jennifer Morales e Ysandra González. La escenografía es de Domingo Cova, iluminación de Gerónimo Reyes, vestuario de Hermes González, diseños de Manuel González, musicalización y videos de Alfonso Ramírez.
Por su parte, el productor general del TSMC, David Villegas, cree que esta es la puesta más ambiciosa del San Martín. “Además, antes de estrenarla, ya tiene un calendario agitadísimo, entre giras internacionales y temporadas, por casi dos años. Así, la presión es grande y hemos hecho todo lo posible para que nos quede un espectáculo sobresaliente. Y todo hecho en San Martín: con pura gente de teatro nacional, desde el texto, hasta el resultado final”.
Señorita y Madame será presentada, en su versión francesa, en el Festival de Limoges mientras que esta producción de Caracas viajará a los Temporales Internacionales de Chile en Julio próximo. El estreno en Miami, en inglés, será en Septiembre bajo la dirección del mismo autor.
Entrevista
Gustavo Ott (Caracas, 1962), quien abandonó el periodismo en los años 90 y se lanzó a la dramaturgia de lleno, además de la producción y la dirección, reconoce que ahora es más fácil que antes hacer teatro. “Hay menos reglas, menos ataduras, ya no nos ponemos las camisas de fuerza de la academia, las escuelas o los estilos. El canon ya no existe y, con Internet, ya no tenemos otra misión que no sea la obra de arte. Prefiero que el mundo se muera en el combate porque creo que hemos regresado a la idea Lacaniana sobre la realidad: si lo real existe, parte del horror. La angustia, que era individual (el personaje) y entretenida (contar la historia) ya no es suficiente. Surgen y siguen apareciendo en todo el planeta dudas monumentales, catastróficas, dudas que ponen en peligro la vida misma. Nuestro delirio es una provocación. En vez de cuestionarnos ¿para qué vivir? de pronto surge un dilema más colosal: ¿Por qué estamos muriendo? Nunca tantos hombres cuestionaron el estatus quo como lo hacen ahora, en todo el planeta. ¿Es esta una duda o más bien una furia, como la de quien está a punto de sacar un arma, de incendiar una casa, de mandarlo todo al infierno? ¿Está en el tema de la Utopía en el centro real de la intensidad de nuestro disgusto?”
- ¿Cuál es el tema de Señorita y Madame?
- Mi obra retrata el siglo XX con cremas antiarrugas, pintura de uñas, tiñes y lociones limpiadoras. Pero al tiempo presenta la belleza como un preámbulo a la lucha por la liberación de la mujer para luego entender que esa belleza no puede ser superficial ni indiferente. Odiamos, competimos y admiramos, pero siempre comprometidos.
-Mi obra es sobre el tema del odio y la admiración. Pero la pieza está montada sobre una base muy gruesa de claves y símbolos. Hay mucha poesía, varias técnicas, como si de pronto me hubiera convertido en todos los autores que admiro. Tiene mucha relación con otra pieza épica, Momia en el closet, musical que estrenaremos aquí pronto pero que ya se hizo en Washington y, en relación al tema de la belleza, tiene vínculos claros con Miss y 120 vidas por minuto. He regresado a las obras de gran formato y a veces no sé si ese soy yo o es otro que voy a ser.
-¿Y el premio?
-Un escritor no debe olvidar jamás que él no es autor de una pieza, sino de una obra completa. He perdido muchos concursos, creo que la relación es algo así como 20 a 1, veinte derrotas por una victoria, como la vida. Y he aprendido a hacerme la misma pregunta cuando gano que cuando pierdo: ¿Qué creo yo? Con la edad y el estudio, el mundo del escritor termina por ensimismarse. Y frente a su obra, sólo le interesa lo que le gusta a él. Siempre he hablado muy mal de los escritores con su torre de cristal. Pero la verdad es que una vez que has probado vivir en esa torre, su encanto no te abandona. Quizás porque lo de la torre de cristal no es un sitio físico sino una pasión intelectual.
-¿Cuáles son sus expectativas con la residencia que hará en París?
-Hay premios importantes, pero ninguno tiene un efecto tan crucial en la vida de un escritor como estos concursos con residencia. Pasar tres meses en Paris, en la Cité Internationalle des Arts, con el único requisito de escribir, es un lujo inusitado, un privilegio de los más deseados. Ya me habían dado uno de estos en el 2006, también en Paris, el concurso del Recollets. Pasé esos meses escribiendo y terminé tres piezas y una novela, (que está por salir editada). Paris, además de la ciudad y en especial sus museos y su teatro, tuvieron una influencia determinante. Poder pasar 24 horas dedicado a trabajar en lo que quieres es el cielo inmerecido para estos pecadores de la literatura. Si a eso le añades que te traducen al francés, te producen la pieza y además te pagan, bueno, despiértenme cuando llegue el dragón al castillo de la princesa, porque esto, por estos días, es casi fantasía. Y sin embargo, sucede, quizás porque queda gente como los franceses que respetan tanto la obra del artista. Y es que para un creador, lo único que tiene valor es el tiempo y estos concursos/residencia están hechos para que el pecador, que ha dejado de leer y escribir, recobre el tiempo perdido, rodeado de cultura. Si hay una torre de cristal, esa es Paris. Y Nueva York.
-¿Qué aportan las artes escénicas a la educación?
-El teatro aporta una crítica demoledora al sistema educativo. La educación, tal y como la conocemos, es tan obsoleta como las instituciones e individuos que la sostienen. Debemos intentar acompañar al público, ya más pueblo, en su búsqueda de sentido. Porque nunca antes, como en este inicio del siglo XXI, coincidieron todos los momentos y lugares del imaginario paranoico colectivo global. El teatro no solventa problemas, es el problema. Lo agudiza, lo muestra, acorrala a la gente con el problema. Y esa es su virtud. Pone el dedo en las llagas del problema y también abre e infecta las cicatrices de la solución. Por eso impacta. La educación tiene tiempo que no entusiasma y no le dice otra cosa al joven que no sea prepararse para ganar dinero, tener poder y ser un digno miserable.
-¿Qué tal la crisis?
-Las crisis perversas visibles están en las instituciones, en las políticas públicas y en definitiva, en los productores. Pero la crisis positiva es la del espectador que ya no pide entretenimiento, que ya no le interesa evadirse. Ese espectador que donde antes pidió Efecto, hoy demanda Sentido. Y busca un creador, también en crisis pero en ofensiva, que entienda que la belleza es, fundamentalmente, ética de combate, resistencia hasta la muerte y denuncia desesperada. Sin embargo, hay otra crisis íntima que nos paraliza y que creo está en la reflexión general del teatro, que en muchos casos se aproxima más al pensamiento dominante del siglo pasado que a los problemas de la utopía, la revuelta y la intensidad del disgusto del nuevo tiempo. A veces, nuestro teatro de temporadas y hasta de Festivales parece estar, frente al cine, las artes plásticas y hasta mucha televisión actual, en la Derecha política más reaccionaria. Nuestros temas sexuales, individuales y divertidos siguen hablándole a un espectador noventesco del siglo XX, a un público light que tampoco le importa tanto ir al teatro, la verdad. En ese sentido, la crisis más grave está en esos creadores que se desviven por complacer, de manera humillante, al espectador cotidiano-inmaduro que insiste, de manera perezosa, en mantenerse con las percepciones convenientes y elementales del siglo pasado.
-¿Cómo convive el periodista y el autor?
-El teatro es hoy más arte que entretenimiento y más un medio de comunicación social alternativo que diversión. Cuando escribo hago periodismo con el teatro, utilizo las técnicas de la entrevista, el reportaje, hago denuncia. En nuestro estreno del próximo viernes, hay mucho de eso. Y es que creo que el pensamiento más relevante sobre el teatro de hoy se encuentra en la crítica literaria, la poesía y la teoría de la comunicación.
-¿Hacen falta autores en la gestión, hacen falta gerentes, o escribir teatro se lleva bien con la gestión de un espacio teatral?
-Me gusta la gestión. Tengo principios básicos de administración, aprendidos de mi madre, que con no gastar más de lo que ganaba, hacía de todo. Aprendí a no endeudarme y hasta a escribir mejor, gracias a la gestión del teatro. Cuando haces gerencia –y estás al frente de instituciones culturales- el sentido de responsabilidad se agudiza, influye en tu obra, y la hace más relevante. En especial, arrima al escritor a la gente. Y es que hoy, sin responsabilidad, no vale la pena escribir.
-¿Qué hay que hacer para conectar con la gente joven?
-Hay que impactarlos sin educarlos. Seducirlos, sin sermones moralistas que, por lo demás, la sociedad igual tira al retrete. El año pasado hicimos en San Martín una pieza sobre Internet, Chat, que partía de las ideas que tienen los jóvenes sobre el tema del protagonismo. Así, recuperamos al público joven para nuestro teatro con las formas y temas que él maneja a diario: la poesía, la rebelión, la utopía, la revuelta y la intensidad del disgusto. Hablamos al joven que busca en Internet un sentido social y suicida a la comunicación; la posibilidad de ser otro, acaso peor, porque le divierte y entretiene. Convergen allí el inconsciente y el perverso colectivo. Si la idea es tener el mundo en sus manos, también el joven sabe que está en las manos del mundo. Y es que, finalmente, el joven busca una sola cosa: belleza. Una belleza que ya no es pura. Que esconde un “por qué”. Y más rotundamente: un “para qué”. La belleza nueva, la belleza hoy, es comprometida. El joven busca vivir una experiencia que le de sentido a sus vidas.
-¿Qué espera del futuro?
-El fin de los gobiernos y, sus excusas, las naciones. La derrota del Capital a manos de la Utopía. Que los índices económicos reflejen la humillación y el grito de las víctimas. Que los extraterrestres acaben con el guiso que las religiones tienen con Dios. El reconocimiento de que las instituciones educativas son realmente casinos que viven de la esperanza asesinada de la gente. La debacle del pensamiento elemental y, en especial, que la sociedad deje de premiar a los perversos. Y que en las noches, antes de acostarnos, recemos una sola oración: ¿Cuándo me toca a mí? ¿Cómo es que el primer turno ha sido siempre para los culpables?
-¿Tiene algún sueño sin cumplir?
Escribir para la televisión una serie como The Riches, Lost, Mad Men o Los Sopranos.
-¿Perdió algo por el camino?
-Una idea que dejé en una carpeta en un aeropuerto. Si la ves, avísame. Pero ten cuidado, porque anda armada y es peligrosa.

El teatro criollo goza de buena salud

Moisés Guevara es uno de los teatreros más codiciados de Caracas. Y todas esas "verdes envidias" es porque trabaja y hace con calidad y honestidad su labor como gerente artístico del Teatro Trasnocho. Si somos amigos o enemigos, o rivales, no importa. Él es artista y yo periodista, venezolanos con mucho honor. Que la historia diga si su transito profesional ha sido o es importante o valioso para la cultura venezolana, que es una sola, pero con diferentes matices y sabores, idéntica a su multisápida cocina.
Aqui lo entrevistamos:
-¿Cómo hace para estudiar en la UCV, dirigir teatro, gerenciar al Trasnocho y además tener un poco de vida privada?
-Pongo a esperar a mis amigos periodistas una semana para una entrevista y renunciar a la vida privada. Realmente pensé que podía ser más complicado, pero lo llevo bien, tengo un horario mixto de ensayos, cuando tengo clases ensayo en las noches, el resto de los días en las mañanas. Mi base de operaciones para todo es Trasnocho Cultural. Quien evidencia más mi nivel de actividades y compromiso es mi carro, tiene botellas de agua potable, libros, cuadernos, lápices, obras de teatro, hojas con notas y una maleta con un cambio de ropa. Te comento que es apasionante volver a la universidad después de mi retiro en el año 1987, compartir con estudiantes que tienen cedulas de identidad de 17 y 21 millones, recibir clases de profesores que por edad podrían ser mis hijos, reencontrarme en la cátedra con grandes amigos de la profesión. Creo que volví a la Universidad en el momento perfecto, es uno de los cinco grandes regalos que me dejo el 2009. Por lo demás ser el Director Artístico del Teatro Trasnocho y del Espacio Plural no deja de ser mi gran pasión. En un lugar aprendo, en otro experimento y en otro pongo en práctica lo que se.
-¿De qué trata la obra de Javier Vidal que ahora ensaya y como se comporta ese elenco?
-Del país. Ciertas condiciones aplican es una comedia, una comedia negra la llamaría yo. Es una pieza crítica que te sorprende porque no puedes dejar de reír. Vidal es un hombre que escribe teatro político y hasta ahora nadie se lo reconoce, no lo hace solamente en esta última década, creo que lo hizo siempre, Su novela romántica en el aire habla de la subversión, en otras del abuso de poder, en las dos anteriores del deslave de Vargas, por mencionar algunas, en esta de la violencia y del deterioro moral de nuestra sociedad. Imagina todo lo que puede pasar en un núcleo familiar adinerado cuando la portadora de la fortuna tiene 99 años y es asesinada. Obviamente todos quieren su “tajada” a costa de lo que sea. ¿No te suena familiar?
"Por otro lado tengo el privilegio de trabajar con un equipo de actores profesionales y comprometidos. Creo que es inusual lo que estamos haciendo, comenzamos a trabajar en octubre del año pasado y 5 meses más tarde todavía nos encontramos todos los días y ensayamos, descubrimos y redescubrimos la pieza día a día, es una pieza muy divertida pero difícil de estructurar e internalizar. Me acompañan en esta aventura Julie Restifo, Antonio Delli, Gerardo Soto, Hilda Abrahamz y José Miguel Dao (joven actor formado en los talleres Skena – Trasnocho Cultural) y mis dos eternas e imprescindibles manos Fernando Calzadilla y Margarita Lamas".
-¿Cómo ha sido el montaje?
-Una especia de taller, de laboratorio. Nunca antes dirigí una comedia, es muy complicado, tiene otras claves. Tengo la permanente sensación de no aportar mucho ya que los actores que tengo son como se dice en camerinos “unas fieras” en el mejor sentido de la expresión. En otro sentido, más telepático que nunca, ya que Fernando Calzadilla, mi diseñador, esta fuera del país y estamos retando nuestra comunicación cibernética al tope.
-¿Usted cree que esa obra es adecuada para el contexto venezolano y por que?
-El teatro forma parte del Sistema Entérico de una sociedad. Si el teatro no habla de la sociedad a la que pertenece pierde contacto y valor. Cuando criticamos las obras que hablan de la soledad de la mujer y sus requerimientos más básicos y han tenido éxito, estamos negando con pretensiones intelectuales una realidad de fondo que nos pertenece. Tania en Pelota, por ejemplo tiene éxito porque a partir del béisbol habla de la tolerancia y las decepciones, la decepción, la tolerancia y el béisbol nos pertenecen. El punto de quiebre, considero, está en el género y el estilo que utilizas.Moliere ponía unas danzas en sus obras para complacer al poder de turno que era bailarín aficionado, nuestro poder de turno a finales del Siglo XX y principios del XXI es la platea y si la platea quiere reír en lugar de enjuiciarlo debo aprovecharlo. Así que Ciertas condiciones aplican entre risa y risa habla de la violencia y la pérdida de los valores morales. Estrenamos el 9 de abril en el horario de las 8:00 PM en el Teatro Trasnocho y si todo sale bien estaremos en temporada aproximadamente 6 meses.
-Por ahí hay algunos intelectuales critican al actual teatro y aseguran que el Estado y el gobierno, dos seres muy poderosos, deben tener mayor ingerencia en esa disciplina artística ¿Usted cree que ellos tienen la razón o están equivocados?
-Es una polémica en la que no me gustaría entrar, es un tema pantanoso y los que opinan son gente a la que respeto y admiro en algunos casos. El Gobierno existe para dirigir al Estado, eso no hay que perderlo de vista, aunque nos los fusionen de tanto en tanto. El Estado existe para normar y para financiar la vida en sociedad. Es obvio que el Estado debe coadyuvar en el financiamiento de la actividad cultural, así como la asistencia sanitaria, la educación, el deporte, etc. Pero aquí coadyuvar se convierte en una ley castigo y el financiamiento del Estado deja de ser del Estado para convertirse en financiamiento del Gobierno. La Compañía Nacional de Teatro se creó para representar los grandes clásicos del teatro universal y apoyar la dramaturgia nacional, no se creó para desarrollar proyectos de teatro comunal o algo por el estilo. En estos casos de verdad prefiero no criticar porque cuando lo hago tengo la impresión de estarle dando buenas ideas al otro. Lo que sí es cierto es que el Teatro está viviendo un buen momento, solo basta abrir el periódico y contar la cantidad de obras en cartelera, a veces, hasta una página completa. Y le pido a los puristas que no digan que eso no es teatro, en fin, no quiero polémica, es lo que pienso, pudiera estar equivocado.

España premia metamorfosis de transexual

El escritor Edgar Borges (1966) lleva tres años en Madrid entregado a la creación literaria. Lo acompañan su esposa, la periodista Natalia Rivera, y sus dos pequeñas hijas. Salió de su natal Caracas, “por un asunto de difusión internacional de mi literatura, pero luego, en su momento, retornaré a Venezuela”. Su pasantía por las tierras ibéricas le ha sido sumamente fructífera. Ha quedado como finalista en varios concursos literarios y recientemente ganó el Primer Premio Internacional de Novela Albert Camus con la obra La contemplación, la cual sale a las librerías hispanas el próximo 20 de marzo.
La novela es un denso y audaz relato intimista, en cuyas 412 páginas estallan las voces de muchas historias. Ahí, su autor, como un equilibrista, cuenta el viaje de un hombre que no asume su deseo de ser mujer…y desde esa voz transexual nos acerca a muchos otros personajes extraviados en un tren que en realidad es el mundo europeo contemporáneo.
-¿Por qué su novela está centrada en un transexual?
- La transexualidad del personaje central sirve de voz dolida y crítica para mostrar muchas otras voces del mundo. La contemplación cuenta la historia de un transexual abandonado por su pareja; hasta ahí parece una historia de amor, pero, una vez que esta persona se lanza en un tren a recorrer Europa para encontrar a su compañero, dentro de su existencia van a surgir muchas voces, muchas historias. La novela tiene múltiples lecturas, pero, una de ellas podría ser que todas sus voces e historias no son más que la voz y las historias de una persona. Es decir, a veces creo que la novela es el viaje existencial de alguien que nunca se movió de su casa; podría ser que esta persona, en lugar de estar viajando en un tren con destino a la calle 11, estuvo enfrentando una dura batalla con su existencia. Según mi lectura, La contemplación es la metamorfosis de una persona que lucha por cambiar de cuerpo, de existencia.
“El personaje que viaja en el tren con destino a la calle 11, con el objetivo de encontrar a su pareja, se enfrentará a muchas realidades. No le será fácil bajar del tren sin resolver su problema de cuerpo, de existencia. No le será fácil bajar del tren sin enfrentar su necesidad de dejar de ser hombre y convertirse en mujer. En el viaje tropezará con transeúntes que se repiten; un mago que se burla; inmigrantes en fuga; niños que en lugar de juguetes encuentran cadáveres; ciudades uniformes y una extraña niebla que le cubre su vista y al paisaje del camino. Los personajes de La contemplación tienen un problema: ellos miran sin ver. El viajero de la historia va a descubrir que la niebla que todo lo cubre no es un problema de su exclusividad, pues, al parecer, mucha otra gente también padece la obstaculización visual del paisaje.”.
“En el fondo, mi novela nunca deja de contar esta lucha de amor íntima de esta persona que sólo desea que le dejen ser ella, y amar desde su realidad. Es el viaje de una identidad en proyecto que se le rebela a la moral colectiva”.
-La novela está centrada en la denuncia de una ola de fobias que azota a Europa. ¿Por qué se apasionó por ese tema polémico?
- Creo en la ficción como medio importante para cuestionar los prejuicios que impone la realidad sociopolítica. Esto siempre desde una estética, desde una visión creativa; una vez que el creador tiene resuelto su problema con la escritura, que es su primera función, pienso que debe proponer una realidad paralela, una realidad subversiva desde el punto de vista moral, ético y existencial.
Advierte que en Europa y en Estados Unidos se asoma el declive de un sistema que está agotado, pero, dentro de su desgaste, está viviendo una mutación hacia un funcionamiento virtual de su estructura de dominio. “Me refiero al sistema capitalista. Y los europeos y los estadounidenses son tan víctimas del sistema como el resto del planeta que ellos llaman Tercer Mundo. Lo importante del asunto sería que todos los humanos del planeta entendiéramos que de uno y otro lado vivimos aplastados por un poder global que mediática y financieramente nos divide y nos idiotiza. En el mundo actual, tan esclavo es un trabajador europeo como un trabajador africano. Sólo librándonos de la falsa comodidad que nos alquilan lo entenderemos”.
-¿Está mal Europa con sus fobias?
-Sobre el tema de las fobias en Europa y lo que considero la crisis del sistema de consumo, pienso que el mayor ejemplo de esta crisis lo tenemos en Silvio Berlusconi; el Primer Ministro italiano, con sus simplismos y su ataque a los inmigrantes y a los gitanos, es un digno representante de la poca luz política que hoy existe en naciones que en un pasado dieron grandes pensadores. Si queremos conocer las nuevas voces del pensamiento crítico europeo tendríamos que buscar muy bien en Internet. Ahí está la gente que está dando la batalla por el pensamiento crítico europeo.

sábado, marzo 13, 2010

Tania Sarabia,la pelotera

Tania Sarabia es la actriz favorita de los dramaturgos José Ignacio Cabrujas y Fausto Verdial y ahora también trabaja con la periodista deportiva Mari Montes. A esos dos caballeros los tiene para siempre en su altar intimo, porque ellos la descubrieron, la subieron al escenario teatral, en los años 70 y desde entonces no se ha bajado de ahí, porque ambos le entregaron textos memorables “deliciosas obras para mi y aunque algunas ya no las actúo ahora, soy la actriz para quien escribieron con dedicación y amor. Bellos e inolvidables seres humanos".
Así comenta sus orígenes teatrales y su actual campaña beisbolera, porque ahora monologa Tania en pelota, la pieza de Mari Montes, que desde el año pasado está en las carteleras de Corp Banca y en el Trasnocho Cultural. Ahí, el solitario personaje, aunque su acción escénica se apoya en un discreto y nada práctico tinglado audiovisual, reflexiona sobre el béisbol, al cual desprecia porque jamás lo ha entendido, lo considera absurdo y, muchas veces, ridículo, tanto por sus peculiares reglas para ser jugado, como por la conducta de sus jugadores, las formas de ‘ligar’, el lenguaje y hasta el uniforme. No comprende porque los peloteros se pintarrajean sus caras, se disfrazan cual tortugas ningas, se dan batazos en sus zapatos para sacarse el tierrero y volverse a parar en el mismo sitio, mascan chicle todo el tiempo, etcétera. Decide investigar, para entender por qué para mucha gente, incluso la mayoría de sus amigos, el deporte de los bates y las pelotas es tan importante.
Tania Sarabia, con su peculiar estilo de interpretación y humor que siempre aplica para decir cualquier parlamento, termina seducida por la alegría que ese deporte da a sus fanáticos venezolanos, además de palpar la pasión, el optimismo, el reconocimiento y el respeto por el contrario o el rival. Invita a reflexionar al público sobre la importancia de esa competencia donde se drenan las pasiones y al final lanza una hermosa arenga sobre la íntima relación que hay entre tal acto lúdico y la vida criolla, y clama por el amor entre los sectores o bandos de esta Tierra de Gracia. ¡Las mujeres quieren el amor y no la guerra, pero son poco escuchadas!
Esta obra se identifica íntimamente con los fanáticos y con todos aquellos, que, como Tania Sarabia al comienzo de su reflexión escénica, ignoran las complejidades del juego “Es una apuesta por el humor y la reconciliación en el país”, asevera la autora Mary Montes, dama inteligente y aguerrida trabajadora que a buena hora da su apoyo al arte teatral criollo, siempre carente de talentos literarios ¡Bravo por esa “Tania en pelota” y por todo el creativo equipo ahí involucrado!
Algo más que juego
El béisbol, en Venezuela, como elemento de argumentación teatral, ha sido abordado por otros dramaturgos, como Gustavo Ott con 80 dientes, 4 metros y 200 kilos, la saga de tres varones y una hembra, que va desde los años 70 hasta finales del siglo XX, en medio de una sociedad competitiva y deshumanizada, donde lo importante es el fin y no los medios; es una reflexión sobre como ese deporte puede ser dañino o nocivo para una sociedad, sino se le toma como lo que es: un juego, porque es una disciplina lúdica que se transforma en una maquina de moler gente y de lo que solo se publicitan los éxitos y no los fracasos humanos. Francisco Viloria entregó Los Samanes Béisbol Club, dramática fábula sobre un grupo de peloteros instalados en una barriada de San Bernardino, que después se transforma en el Magallanes; ésta pieza nunca se montó. Néstor Caballero redactó y estrenó el unipersonal Mister Juramento/Homenaje a Julio Jaramillo, donde un travesti, encarnado por Franklin Virgüez, manifiesta su pasión por una serie de peloteros, a quienes incluso se ha llevado a la cama, entre otras jugarretas. Milton Quero presenta en La vida es un strike out a una pareja de ancianos que evoca los juegos que vieron y a los que no acudieron. Otro que lanzó su bola dramatúrgica, y con éxito, fue Ibsen Martínez con La hora Texaco.Y Paúl Salazar logró estrenar su pieza Rivales eternos, la cual con su subtítulo revela la razón de ser de la pieza: La historia de un magallanero que fue caraquista por un día; su argumentación descansa totalmente en es pasión nacional exacerbada en los últimos años por la comercialización de las agrupaciones y su singular negocio, sin contar el vaso comunicante con el multimillonario imperio lúdico que se escenifica en Estados Unidos y otras naciones; la obra transcurre en el apartamento de un caraquista, tras haber sido abandonado por su esposa y su pequeño hijo, precisamente el 31 de enero de 1994, cuando los Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes disputan el título de la temporada; esto exige del público un mínimo de conocimientos de las reglas beisboleras y, además, otro tanto de la historia de dicho deporte en Venezuela, porque sus personajes construyen acciones dramáticas y sus diálogos en torno a los movimientos, lenguaje técnico y desarrollo del juego, así como las vicisitudes de los equipos criollos y sus jugadores a lo largo de 100 años.
Ficha Artística
Obra: Tania en pelota
Autora: Mari Montes
Actriz: Tania Sarabia
Director:Basilio Álvarez
Dispositivo Escénico: Jesús Rojas
Vestuario: Vladimir Sánchez
Producción: Grupo Skena y Talento Femenino

Aminta trajo su Golondrina

A tres años de aquel suceso que disfrutamos en la zona artística de Manhattan, debemos reiterar que evaluamos lo hecho sobre la escena y no precisamente lo que no está o no aparece en el espacio escénico. Recordamos esto tras haber presenciado el debut de Golondrina. Nos referimos al espectáculo que Aminta De Lara Rojas escribió y dirigió, durante la temporada de junio de 2007, en el Teatro La MaMa E.T.C de Nueva York.
Ahora ese montaje, actuado por Caridad Canelón y su autora, se exhibirá desde el próximo 24 de marzo en la caraqueña Sala Trasnocho. Es lógico que este estreno y su respectiva temporada en Caracas se merezcan una crítica, porque el público, para quien se hace el teatro, debe presenciar aquello y tomar una posición o una actitud ante lo que se le presenta.
En Golondrina, Caracas hierve entre marchas y contra marchas, mientras un patriarca agoniza en su apartamento de la Avenida Lecuna. El tráfico es caótico y es imposible que una ambulancia logre auxiliarlo. Esas circunstancias fuerzan lo que parecía imposible: el recuentro de sus hijas Claudia y Carmen Elena López, cuarentonas con visiones muy distintas de la política y la vida, distanciadas en su intento por superar una infancia disfuncional que aún las acosa.
Aminta plasmó la saga de esas dos mujeres, convocadas por su padre para que lo ayuden a “bien morir”, pero es tarde. Inician un alucinante exorcismo de sus infancias y juventudes, haciendo énfasis en la violación a que fueron sometidas por su progenitor, la cual desencadenó la fractura del hogar. Todo este encuentro se realiza en medio de los ruidos de una manifestación popular y además brota el tema político, ya que una es antichavista y la otra indiferente. El colofón es la segunda muerte del progenitor porque ellas lo asfixian para tomar venganza por lo ocurrido y nunca olvidado. Es una tragedia contemporánea venezolana sobre el poder y los seres afectados por su influencia.
Pudimos leer la pieza antes de su representación en esa histórica salita de Manhattan y teníamos miedo que la puesta en escena rompiese la verticalidad del texto y nos tocara presenciar otro panfleto más contra el chavismo o a favor del actual gobierno, una reiterada manifestación más a favor o en contra de ese cúmulo de proyectos y realizaciones, o fracasos, que los sociólogos califican como “Efecto Chávez”.
Pero no fue así. La autora está más allá de las eventualidades sociopolíticas de su patria (nació en Caracas hacia los años sesenta) y lo que pensó y escribió, además de haber exhibido con perfecta corrección, es un alegato contra el poder o el mando de un líder o una sociedad en cualquiera de los países de este continente. Es una proclama anarquista contra un sistema social donde las relaciones familiares coartan la libertad, en todos sus niveles, de sus miembros o integrantes, especialmente si son mujeres. Es un ataque vitriólico contra el machismo o el falocrentismo que impera a lo largo y ancho del planeta.
Es la primera reflexión que hicimos sobre esta obra de Aminta. Su más perfecta pieza, de ideología ácrata, la cual está en conexión con el actual movimiento universal de los pueblos cansados de la represión indiscriminada que se ejerce desde los hogares y se agiganta en el resto del sistema social donde se viva o participa. Por supuesto que tal tendencia anarquista de la humanidad pensante es milenaria y periódicamente se manifiesta.
Sobre la autora, y además actriz, y la casi legendaria comedianta que ahí participan, hay que subrayar que Aminta De Lara Rojas es sin duda la venezolana más conocida en la competida escena neoyorquina. Sus credenciales profesionales abarcan la escritura y dirección teatral, además de múltiples roles en televisión y cine. Antes de Golondrina, escribió y produjo Un bolero de hoy, La Monalisa, La importancia de llamarse Blanca, Fin de siglo y Doble imagen. Lleva el teatro prácticamente en los genes, al ser nieta de la legendaria Anna Julia Rojas, fundadora del Ateneo de Caracas y legendaria mecenas del teatro venezolano.
Sobre Caridad Canelón solamente se puede recordar que es todo un ícono del histrionismo criollo. Es una de las actrices y cantantes más activas y respetadas de la televisión, las tablas y el cine nacionales, desde que debutó siendo niña en el espacio “Bambilandia” de la Televisora Nacional (TVN5). Plena de galardones y rumbo a las cinco décadas de carrera, es famosa por su versatilidad, fuerza y profesionalismo, y además su “don de gentes”, algo que no es común en la farándula vernácula.



lunes, marzo 08, 2010

Vidal entre el poder y el oro teatrales

El otrora “niño terrible” del teatro venezolano ya tiene 57 años, está casado y es padre de un varón y una hembra quienes seguramente prolongarán al clan de los Vidal Restifo, porque es precisamente él quien ahora reconoce que el tiempo ha pasado y ha sido en bien. Y es como consecuencia de todo lo vivido que ahora trabaja o participa en sendos proyectos teatrales, muy sugestivos.
-¿Qué hace Javier Vidal en dos escenarios: uno como autor y otro como director? ¿Qué pasó con la actuación?
- Soy actor, director y dramaturgo: Uno y Trino. Es un parlamento de Soledad de Unamuno, una obra de teatro que vi cuando era muy, muy joven y se me quedó viva en la memoria. Aunque a veces he podido vivir esa trinidad non sancta, como en Tal para Cual, no siempre se repite. En esta oportunidad cohabitarán en espacios separados. En el Trasnocho estará todas las noches mi espíritu de dramaturgo en boca y cuerpo de los actores con Ciertas condiciones aplican y en Teatrex (El Hatillo), seré el intérprete invisible de la lectura de la más reciente pieza de mi gran amigo y socio Martín Hahn: Rey de Oro ¿El actor? Aparecerá pronto en el nuevo teatro Premium, al lado de Karl Hoffman. Hasta ahí. Soy supersticioso… soy actor.
-¿Qué aborda y cuáles son los antecedentes de Ciertas condiciones aplican? ¿Elencos y fecha de estreno?
-Ciertas condiciones aplican es un bíptico sobre la parca y la violencia que se completa con la pieza que escribiera hace 10 años: C.I.N.K.O., pero en esta oportunidad en el género de comedia trigueña. Unos nietos se reúnen en el salón VIP de una funeraria donde van a velar a la abuela multimillonaria que a la edad de 99 años fue brutalmente asesinada por un marginal, mientras ella viajaba por la ciudad con su BMW. Los códigos y ritmos son de comedia y los personajes en dicha situaciones, igual. Un banquero dipsómano y poco escrupuloso, una viuda alegre, una rockera anacrónica de la Europa unida, un sobreviviente de los cambios políticos, un evangelista impostor, un sospechoso perrito faldero, infusiones de té, estupefacientes, ropa de marca, encaje, Prosac, Vicodim y posiblemente algo de cianuro… La comedia es de costumbres, luego es una burla descarnada a nuestra sociedad y a nuestra burguesía… la risa hace aquiescencia desde que se abre el telón hasta su cierre. El elenco lo integran: Gerardo Soto, Antonio Delli, Hilda Abrahamz, Julie Restifo y José Miguel Daos. La asistencia de dirección esta a cargo de mi hermana Silvia Vidal, el director artístico es Fernando Calzadilla, la producción General es Margarita Lamas para M.J.M. Producciones. La dirige Moisés Guevara y su estreno esta pautado para el 9 de abril a las 8:00 PM,en el Teatro Trasnocho.
-¿Qué propone Rey de oro?
-Martín Hahn se la juega con una sátira política. Una galería de arte, metáfora de un país. Tres hermanas se pelean la presidencia de esa galería al declarar al dueño, su padre, llamado el Rey de Oro, loco. Martín Hahn quiso escribir una parodia de la locura del Rey Lear y el reparto del reino entre sus tres hijas: Gonerill, Regan y Cordelia. Pero el emisario es Edmundo, un emergente de las clases desposeídas que va engañando a cada una de las hermanas sembrando cizaña entre las hermanas, engañándolas con su falso amor, manipulándolas con su labia, encanto y carisma social. Gonerill es una activa ejecutiva perteneciente a la frívola burguesía y pide la inhabilitación del Rey de Oro por insania mental; Regan es una defensora social de los artistas populares y apoya que el Rey siga al mando de la Galería; Cordelia es un fracasada cantante de boleros que no se quiere involucrar con los problemas de la Galería y se mantiene en un neutral ni-ni. El enmarañado conflicto decanta en un desenlace que signa el género de la comedia en un muy esperanzador mensaje de unión fraternal… se trata de hermanas. Los intérpretes son Astrid Carolina Herrera, Margarita Hernández, Beba Rojas y Eric Ronsó. La asistencia de dirección descansa en manos de Gioia Arismendi, mientras que la productora ejecutiva es Gioia Lombardini y el productor general es el autor Martín Hahn, de Tráfico Teatro Caracas. Su debut será el 9 de abril, a las 10:00 PM., en Teatrex.
-¿Esos dos textos, cómo se insertan o se involucran con el contexto venezolano o latinoamericano o mundial?
-Por lo que ya he expresado, creo que son muy endémicos al ser comedias. Una más negra y otra más metafórica. Umberto Eco escribió una vez sobre el humor y los nacionalismos, es decir, la locación del humor o la idiosincrasia de la risa. Quizá fuera una apostilla ensayística de aquel Juan de Burgos que escondía la perdida Poética II de Aristóteles, en donde el peripatético se explayaba sobre la comedia y el humor que dejó colgada en su única Poética. La comedia de Hahn toca el tema del poder y el amor con la risa y la sonrisa, como lo hacía Plauto y Moliere. La mía -que mejor la comentará hablará Moisés Guevara, su director- dialoga sobre el hado, la violencia, la traición y la mentira como lo hacía Wilde, Shaw, Chaplin o Muñoz Seca… luego también son universales porque los temas son los mismos. Cambia el tratamiento, la flagrancia, la ética y la laxitud moral de nuestra idiosincrasia que ya de por sí parece una comedia de no-ficción. Son obras escritas por venezolanos, latinoamericanos insertados en el aquí y ahora de nuestra globalización.
-¿Cómo ha sido dirigida su obra?
-Esa pregunta no es para mí. Hay que re-enviarla a Moisés. Fuera bromas, estoy muy satisfecho de que la dirija Moisés. Pocos han dirigido mis obras. Yo sólo he asistido a un par de lecturas de mesa y me divierto enormemente. Moisés en la dirección, Fernando Calzadilla en la estética y Margarita Lamas en la producción y con ese elenco… ¡Un tiro al piso!
-¿Cómo esta dirigiendo la obra de Martín Hahn?
-Este año creo que cumplo mis primeros 37 años de vida teatral y se deben contar como director porque así empecé en 1973, dirigiendo Prohibido suicidarse en primavera, donde incluso cobré. Es decir me marcó como profesional aunque dirigía el grup escenic del Centre Catalá, grupo de aficionados que ya cumple seis décadas de actividad en Venezuela haciendo teatro en catalán y castellano. Te digo esto porque uno ha desarrollado un oficio. Soy un artesano de la escena. Lo único que me disgusta es que no tenga más tiempo… pero el tiempo es dinero y ya no hay dinero para perderlo, sino para invertirlo. Así que en un mes tengo que llevar a escena una comedia… y siempre hay los infaltables imprevistos y los planes B suelen agotarse… no porque desaparezcan, sino porque la subida es muy empinada.
-¿Cómo esta la salud del teatro venezolano en estos tiempos?
-No soy galeno… pero vamos a ver: el teatro privado e independiente, el que vive de la taquilla, está desarrollando muy buen músculo porque entrena su cuerpo todos los días. Las salas privadas no pueden quedarse quietas ni vacías. Los grupos de teatro se han convertido en empresas y deben inventar, deben crear, deben trabajar, deben transpirar… Luego estamos hablando de un teatro sano, adolescente, con músculo social y con ganas de trascender.
-¿Es necesario que el Estado apuntale el desarrollo teatral?
-Parece una pregunta retórica. Sí ¿Creen que Esquilo y Sófocles habrían sido tales sin la ayuda de Pericles? Es necesario… pero parece que el Estado “apuntala el desarrollo” de otros menesteres. No es que el arte sea inútil… el arte y en especial el teatro es incómodo para los políticos. Sin embargo, el arte es paz, aunque a veces la palabra asuste más que una AK-103, sobretodo a los políticos.


domingo, marzo 07, 2010

Antonio Onetti también es lorquiano

“No soy heredero de Federico García Lorca, pero si soy lorquiano, porque por algo soy y seré andaluz”, así, sin titubearle la voz, se definió el escritor Antonio Onetti (Sevilla, 29 de marzo de 1962), durante un conversatorio realizado en la Sala Horacio Peterson de Unearte, el sábado 6 de marzo.
Onetti “saltó el gran charco” para disfrutar de varias funciones, en el Teatro San Martín de Caracas, de su comedia dramática La calle del infierno, puesta en escena por Verónica Arellano y con las impactantes actuaciones de Irabe Seguías, Claudia Nieto y Carolina Torres. Una pieza que replantea el drama sexual y social de las mujeres hispanas, como lo hiciera García Lorca durante los años veinte y treinta del siglo pasado, pero que aquí en Venezuela ha sido versionada, levemente, por la directora.
Puntualizó, que, para poder evaluar la dramaturgia española, esa que apareció y se ha montado durante los últimos 35 años, hay que tener en cuenta el antes y el después que significó el régimen franquista y la puesta en marcha de todo un proceso democrático popular apuntalado por una "derecha" que no es dialogante y la cual quiere solamente el poder, pero no para gobernar sino para mandar, y una "izquierda" que pide, exige y hasta aplica, cuando la dejan, los básicos cambios y las ventajas de una sociedad verdaderamente democrática, “un experimento que hasta ahora ha funcionado bien, con algunos obstáculos internos y externos”.
Precisó, que, gracias a la democracia implantada por “la monarquía republicana” de Juan Carlos I, desde 1975, en España existe una amplia generación de dramaturgos y escritores para las diversas especialidades de las artes escénicas, profundamente comprometidas con lo mejor de ese sistema sociopolítico, el cual ha ido modificando, lentamente, la férrea estructura que dejó el generalísimo Francisco Franco, quien se hacia llamar Caudillo de España por la Gracia de Dios.
Reiteró, como, durante los casi 40 años de la dictadura franquista, el buen teatro tuvo que arreglárselas para poder subir a escena, porque la censura, que era inteligente, no dejaba pasar nada que pudiera afectar la imagen o alterar el sueño de “los vencedores de la Guerra Civil”. Los dramaturgos y los guionistas de cine tenían que ser muy hábiles para decir lo que querían verdaderamente transmitir y que no les impidieran sus estrenos, para lo cual utilizaron metáforas envueltas en capas y capas, que no eran precisamente de armiño, pero si capaces de distraer a la censura que no era bruta.
Tal como ocurrió con la película El verdugo de Luis Berlanga, en 1963, donde los instrumentos o “las herramientas” para la aplicación de la pena de muerte con el garrote no solo no podían mostrarse en la pantalla ni tampoco podían sonar, ni en el maletín del ejecutor. “Los hierros aquellos no suenan, no podían sonar, pero de todos modos al condenado lo despachaban para el otro lado”, enfatizó.
Al desaparecer la dictadura, subraya Onetti, vino “una primavera para todos los artistas” y así un nuevo teatro emergió en España, al mismo tiempo que se retomaban los textos clásicos y además el teatro lorquiano era redescubierto. Así fue que el teatro español de la democracia se puso al día con el resto del teatro mundial.
Manifestó, que, al desaparecer la dictadura, casi todo el teatro escrito en los tiempos franquistas perdió su razón de ser y fue así como se le abrieron las puertas al aprendizaje especializado, a la academia, lo cual influyó mucho en los trabajos de los nuevos escritores. Y apareció un teatro que sí redescubre al individuo y sus problemáticas, como bien lo hizo en su tiempo García Lorca y sus contemporáneos, hasta inventar su propia estética en función de la nueva realidad social y política española, sin pretender competir con el realismo norteamericano y las demás tendencias del teatro europeo.
Este escritor, que no tiene pepitas en la lengua para decir lo que piensa y siente, se mostró satisfecho del trabajo que hicieron las cuatro venezolanas con su texto La calle del infierno, donde un trío de damas, dicharacheras y populares resumen sendas historias, de vidas que desfilan ante la mirada del espectador. Tres necesidades, tres anhelos. Una hipoteca, la obsesión del físico, la soledad o la desilusión de un divorcio son algunos de los temas que circulan por su pieza, donde el macho fornicador es el gran ganador, el que impone el ritmo de sus vidas, aunque ellas no lo quieran, pero a quien ellas desplazarán tarde o temprano.

sábado, marzo 06, 2010

Judas exalta a Jesucristo

La “madre” de las óperas rock, el musical Jesucristo Superestrella, con partituras de Andrew Lloyd Webber y letras de Tim Rice, se exhibe en Caracas y después irá a Valencia. Ha sido repuesto el mismo espectáculo que mostró el director Michel Hausmann con su productora Palo de Agua durante la temporada 2007.
Por supuesto que, a centenares de centurias de haber sido sacrificado por las tropas de ocupación romana y las fanáticas y manipuladas turbas judías, el Unigénito de Dios, o hijo terrenal de María y José de Nazareth, prosigue atrapando audiencias y generando montañas de lógicas dudas que sólo la fe o la inteligencia sin cortapisas pueden responderlas.
Es tan hermosa la fábula de aquel Jesús que muere en la cruz por predicar el amor sin ambages entre los seres humanos. Ese Hombre-Dios capaz de convertir agua en vino, multiplicar peces y revivir muertos, pero que no pudo impedir que lo crucificaran y que sí fuera capaz de resucitar al tercer día para ascender al cielo tras anunciar que volverá para el Juicio Final y reinar así por los siglos de los siglos.
Ese, que es el cuento más hermoso que jamás hayamos escuchado y que encierra tantas explicaciones sobre el sentido mismo de la vida para una humanidad incrédula, ha sido capaz de tener audiencia aquí en Caracas en dos temporadas. ¡Maravillosa prueba de un cristianismo a prueba de todos los sofismas convertidos en dogmas!
Este Jesucristo Superestrella ha recrudecido la fe en el más fantástico de los revolucionarios que tiene la civilización actual y cuya prédica está ahí en la calle, insuflando vida a unos y provocando la muerte eterna de aquellos que lo niegan.
Segunda temporada
¿Qué de nuevo podemos decir ante el montaje 2010 de Jesucristo Superestrella? Mucho. Es un humano evangelio, invocado y convertido en show músico teatral estremecedor no sólo por su precisa realización sino por su verdad escénica. Lo más importante es como todo el elenco luce más acoplado y que los cantantes Johnny Sigal, Luke Grande, Karina, además del legendario Cayito Aponte, lograron impactantes performances, gracias a sus dotes artísticas y por la delicada y ecléctica puesta en escena, obtenida gracias al talento del venezolano Michel Hausmann y su afinado equipo de técnicos, músicos (donde destaca especialmente Salomón Lerner), coros, bailarines y actores.
Este criollo evangelio teatral ha sido terapéutico para los espectadores porque abrió, una vez más, esperanzas en una redención del genero humano y además reiteró que sí hay un amplio conglomerado de actores, cantantes y bailarines, además de músicos, que salieron airosos en la realización de tan compleja ópera rock, precisamente aquí en Venezuela.
No es un montaje como se hubiese logrado en otros contextos artísticos más desarrollados, pero lo obtenido en Caracas supera a lo visto en Bogotá, por ejemplo, y está a mil años luz de un montaje semi profesional que degustamos en Manhattan, ya que el discurso-cantado de Jhonny Sigal, los lamentos de la humana Karina o el estremecedor esfuerzo de Luke Grande convertido en el milenario y contemporáneo Judas, tenían verdades y patetismos únicos.
La Aula Magna de la UCV no es una sala de teatro como tal. Aunque el equipo técnico de Palo de Agua hizo milagros para transformarla y hacerla útil. Es un aguerrido grupo de venezolanos (conducidos por Edwin Erminy) que no tienen barreras que les impida trabajar y hacerlo bien.
¿Qué pasó? ¿Milagro? No. Hubo una impecable labor artística que demuestra como no hay nada perdido y sí han sido útiles las artes en esta Tierra de Gracia. ¡Deja una referencia importante para el hoy y el mañana!
Teatro y cine
Jesucristo Superestrella cambió la forma de hacer musicales, desde el 12 de octubre de 1971 en el Teatro Mark Hellinger de Broadway, en Nueva York. Creó una polémica por proponer, desde ángulos u ópticas diferentes, los últimos siete días de Jesús de Nazareth desde el punto de vista de Judas Iscariote. En 1972 encontró su nicho en el West End, de Londres, donde permaneció ocho años, convirtiéndose así en uno de los musicales más duradero en la historia del Reino Único. Desde entonces esta gran ópera rock ha sido traducida a una docena de idiomas y ha sido producida en más de 40 países. La versión cinematográfica, dirigida por Norman Jewison, se convirtió en la película más taquillera del año 1973. En Caracas, una empresa española presentó la pieza en 1983 llenando varias funciones del Teatro Teresa Carreño. Después de 36 años se le produjo por primera vez en Venezuela con artistas criollos y se mostró en el Aula Magna de la UCV, a donde ahora retornó.
Ficha artística
Obra: Jesucristo Superestrella
Autores: Andrew Lloyd Weber (música) y Tim Rice (letras).
Elenco: Johnny Sigal (Jesucristo), Karina (María Magdalena), Luke Grande (Judas Iscariote), Cayito Aponte (Caifás), Gerardo Soto ( Pedro), Armando Cabrera (Herodes), Rolando Padilla (Poncio Pilatos), José Pablo Álvarez (Simón Zelote) y Domingo Balduci (Annas), acompañados por más de 40 artistas y bailarines en escena.
Dirección general: Michel Hausmann.
Dirección musical y de orquesta: Salomón Lerner.
Dirección coreográfica: Luz Urdaneta.
Producción general: Yair Rosemberg para la empresa Palo de Agua.
Vestuario: Eva Ivany.
Escenografía: Edwin Erminy
Iluminación: Carolina Puig.

viernes, marzo 05, 2010

28 teatros por el Bicentenario

Para que nadie dude jamás de las condiciones artísticas ni del compromiso sociopolítico de los teatreros criollos, el autor y director Humberto Orsini (Santa Cruz del Orinoco, 4 de mayo de 1926) ha organizado y puesto en marcha el evento El teatro cuenta la historia de Venezuela en el Bicentenario/ Ciclo de lecturas dramatizadas de teatro testimonial, el cual se realizará hasta el 25 de noviembre en los salones del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, con la colaboracion, ademas, de veteranos y jovenes actores, y el respaldo de las autoridades de la institución galleguiana.
Se trata de una serie de lecturas de cada una de las 28 obras teatrales, las cuales, gracias a sus autores, servirán para reconstruir importantes episodios de la saga venezolana desde la Conquista hasta el siglo XX. “Esta es una valiosa y valiente muestra de cómo nuestra dramaturgia sí ha estado comprometida con la historia y ha captado y proyectado en la escena buena parte del acontecer social del país, desde la conquista hasta el hoy, empezando por la llegada de los conquistadores españoles, la traída de los esclavos africanos para reemplazar a la población indígena que estaba siendo exterminada por su valiente resistencia ante los invasores genocidas, pasando por la colonización, por las luchas de la independencia y mas tarde por las luchas del gran líder agrario de la guerra federal Ezequiel Zamora, seguido de un pueblo decidido a ser libres, a pesar de la resistencia y la traición de los oligarcas criollos, y finalmente pasando por las luchas contra la neocolonización impuesta por el imperialismo yanqui, tarea a un incluso, pero en vías de desparecer”, asevera Orsini, encargado de la selección de las piezas y ejecución del proyecto, quien reiteró que además de contar la historia de Venezuela a través de la dramaturgia, “esta muestra revelará cómo esta rama artística ha participado en la divulgación de los acontecimientos del país”.
Obras como El Tirano Aguirre de Luis Britto García, o Curayú o El Vencedor de César Rengifo, que tocan el tema de la Conquista, hasta piezas como Soga de niebla de César Rengifo o Simón de Isaac Chocrón, que penetran en la época de la Colonia, serán presentadas. “Todo este período de la Conquista hasta hoy está enmarcado dentro del concepto de liberación. La mayoría de las obras que se escribieron en el siglo XX van encaminadas a eso (...) Hoy estamos dando esa batalla. La batalla continúa de diversas maneras”, expresó Orsini.
Destacó que la dramaturgia contemporánea está rezagada en su actividad de reflejar los procesos de la continuación de la liberación de la independencia, y precisó que con esta muestra pretende dar una panorámica parcial de la dramaturgia venezolana en el tema histórico con obras que reflejan la sociedad de su momento.
Hasta finales del año 2010 se extenderá este ciclo teatral del Bicentenario de la Independencia, que también plantea mostrar comedias como Veinte pesos por un abanico de Vicente Fortoul; El libertino arrepentido de Jerónimo Pompa y A falta de pan buenas son tortas de Nicanor Bolet Peraza, que se presentarán en mayo.
También se interpretarán obras contemporáneas como: Caín adolescente de Román Chalbaud, El extraño viaje de Simón el malo, de José Ignacio Cabrujas, 120 vidas por minuto de Gustavo Ott, Mi hermano José Rosario de Elio Palencia, entre otras.
Agenda
El evento, cuya entrada será gratuita, se realizará así:
Jueves 4, marzo
1. El tirano Aguirre de Luis Britto García.
dirección: Francisco Díaz Yuma
Jueves 11.
2. Soga de niebla de César Rengifo.
Dirección: Alberto Ravara.
Jueves 18
3. Curayú o El vencedor de César Rengifo.
Dirección: Ignacio Márquez
Jueves 25
4. Simon de Isaac Chocrón.
Dirección: Gerardo Blanco
Jueves 8, de abril
5. Bolívar de José Antonio Rial.
Dirección: Germán Mendieta
Jueves 15
6. Olaya Buroz de Luis Peraza.
Dirección: Gladys Prince
Jueves 22
7. Longanizo de Néstor Caballero.
Dirección: Gregorio Milano
Jueves 29
8. Última estación de José Alberto Chacón.
Dirección: Noel de la Cruz
Jueves 6, de mayo
9. Virginia de Domingo Navas Espínola.
Dirección: Xiomara Moreno
Jueves 13
10. 20 Pesos por un abanico de Vicente Fortoul.
Dirección: Katy Rubens
Jueves 20
11. El libertino arrepentido de Jerónimo Pompa.
Dirección: Aníbal Grunn
Jueves 27
12. A falta de pan buenas son tortas de Nicanor Bolet Peraza.
Dirección: Costa Palamides
Jueves 3, junio
13. El puntal de Víctor Manuel Rivas.
Dirección: Pepe Domínguez
Jueves 10
14. Gesta magna de Ángel Fuenmayor.
Dirección: Carmelo Castro
Jueves 17
15. Yo también soy candidato de Rafael Guinand.
Dirección: Nelson Ortega
Jueves 1, julio
16. Caín adolescente de Román Chalbaud .
Dirección: Dairo Piñeres
Jueves 8
17. Prueba de fuego de Ugo Ulive.
Dirección: Delbis Cardona
Jueves 15
18. El confidente de Gilberto Pinto.
Dirección: Francis rueda
Jueves 22
19. El extraño viaje de Simon el malo de José Ignacio Cabrujas.
Dirección: Oscar Acosta
Jueves 29
20. La muerte de Alfredo Gris de Rodolfo Santana.
Dirección: José Gregorio Cabello
Octubre 2010
Jueves 7
21. Ultima recta final de Carlota Martínez.
Dirección: Matilda Corrales
Jueves 14
22. Camino al Pasapoga, de Marcos Purroy.
Dirección: Marcos Purroy
Jueves 21
23. Noche de satén rígido de José Gabriel Núñez.
Dirección: José de Jesús González
Jueves 28
24. 120 vidas por minuto de Gustavo Ott.
Dirección: Luis Domingo González
Jueves 4, de noviembre
25. Mi hermano José Rosario de Elio Palencia.
Dirección: Elio Palencia
Jueves 11
26. La sutil hipocresía de la farándula de Gilberto Agüero.
Dirección: Carmelo Castro
Jueves 18
27. Los náufragos de Gerardo Blanco.
Dirección: Gerardo Blanco
Jueves 25
28. El profeta del silencio de Juan Carlos de Petre.
Dirección: Juan Carlos de Petre.