sábado, mayo 28, 2011

Goya en apuros

El español Rodrigo García es uno de esos consagrados creadores teatrales que infunde respeto ante las respuestas del público y de la crítica especializada cuando presenta sus espectáculos en Europa, principalmente. Él, nacido en Buenos Aires hace 47 años, mostró su grupo “La Carnicería”, durante los días 1 y 2 de noviembre de 2007, en la sala de la caraqueña Asociación Cultural Humboldt, con su espectáculo Borges+Goya.
Admitimos que prometían ser sólidas creaciones estéticas, por aludir al ciego escritor argentino y al gran casanova y pintor que retrató como nadie los horrores de las guerras imperialistas, y porque provenían de allende las fronteras del Atlántico y parte del Mediterráneo. Pero no fue así, aunque ya en las críticas y en los materiales de prensa, encontramos elementos que advertían la debilidad de los textos y la pobreza de los espectáculos como tal.
Borges era la historia íntima de alguien que no pudo contactar al escritor y por esa razón le recrimina su actitud de no romper con las dictaduras argentinas de los años 70 y parte de los 80; mientras que Goya se centraba en la histérica conducta de un fanático del fútbol español que trata de imponerle a sus hijos la cultura pictórica tradicional, mientras que ellos prefieren disfrutar el circo del emporio Disney. Sin lugar a dudas que los conceptos de ambos unipersonales lucían atractivos y con total vigencia aquí en América Latina, subcontinente donde todo está aún por verse y donde hasta la revolución francesa aún no ha llegado.
Y para demostrar que algunas facetas de la vanguardia teatral hispana son validas o utilizables, el director venezolano Vladimir Vera y su agrupación Teatro Forte consiguieron de Rodrigo García los derechos para montar únicamente el monólogo Goya.Le hicieron la respectiva versión a la venezolana y su producción artística y además lo estrenaron en la Sala Cabrujas de Cultura Chacao, en Los Palos Grandes, el pasado viernes 20 de mayo. Todo presagiaba que la temporada sería placentera y exitosa. Pero no fue así: el “Goya” criollo tuvo que cambiar de sala y reanudar sus exhibiciones en otro espacio. Un “Goya” peripatético.
Como hay cierto tipo de explicaciones que no aclaran nada sino que terminan por enredar más las cosas, optamos por reseñar aquí lo que vimos y dejamos el desagradable entuerto para un recuadro incluido en esta misma pagina.

Creación Forte
El trabajo que hicieron Vera y la agrupación Forte con Goya es una audaz e inteligente versión libérrima del original. El caballero amante del futbol es “sustituido” por una histérica dama, delirante fanática del Magallanes y empeñada en que sus jóvenes hijos la acompañen a ver las obras más famosas del legendario Goya en el madrileño Museo del Prado, para lo cual planifican asaltarlo de noche e introducirse secretamente porque tienen que engañar a los guardias de seguridad y las alarmas electrónicas.
Toda una hazana rocambolesca, que la monologante (excelente y ejemplar performance de Fedora Freites) narra a veces y actúa en otros momentos para relatar su audaz proyecto, que no es otro que gastarse todos sus ahorros (5 mil euros) en una sola noche de farra, consumiendo arte, drogas y alcohol, acompañada de un filósofo alemán y de unos sándwiches de tortilla, además de sus muchachos, empeñados en ir a Disneylandia.
Dirigida por Vladimir Vera, esta puesta en escena, que transcurre un salón de conferencias, cuenta además con las video-intervenciones de Salomón Eidelman, y la musicalización de Valeria García (ex vocalista de Sur Carabela), quienes ayudan a darle carne y sangre a una comedia, súper nutrida con lenguaje escatológico o procaz para asustar a burgueses y preadolescentes, en la cual conceptualmente se aborda temas complejos como la cultura pop, el consumismo, y la caída de los grandes axiomas que sostienen a la sociedad contemporánea, donde los euros y los dólares son los grandes magos que todo lo compran y todo lo pueden. Asimismo, esta versión caraqueña incorpora la colaboración de artistas nacionales e internacionales, a través de sus videos testimoniales, como son: Javier Vidal, Verónica Ortiz, Claudia Nieto, Luis Chataing, Abril Schreiber, Paul Gámez, Migle González, Arlette Torres, el director de cine español Joan Marimon y el dramaturgo catalán Carlos Bé.
En resumen: un trabajo altamente creativo, divertido y agresivo contra todo el sistema burgués contemporáneo que mezcla lo artístico clásico con lo cursi del mundo Disney.
Además, Vera incluyó en el salón de la monologante Fedora Freites una exposición grafica organizada por Nelson Garrido, cuyas piezas fueron seleccionadas del trabajo presentado durante el pasado mes de noviembre en la controversial muestra “Sexpo Masturbable”.
Cambio de escenario
Cuando ya habíamos escrito nuestra reseña, el director Vera entregó este texto: “Es con hondo pesar que la Compañía Teatro Forte emite este comunicado para informar al respetado público de la suspensión de la temporada de la obra Goya, pautada en la Sala José Ignacio Cabrujas de Cultura Chacao. La decisión de bajar la obra de cartelera recae enteramente sobre la Compañía Teatro Forte como respuesta a la censura por parte de altos cargos de la Gerencia de Cultura Chacao al exigir la supresión de la exposición organizada por el reconocido artista plástico Nelson Garrido, cuyas fotos no sólo sirven de marco ambiental y escenográfico de la pieza Goya, sino que además complementan, apoyan y subrayan el discurso de la puesta en escena del director Vladimir Vera y del dramaturgo Rodrigo García. Asimismo, Teatro Forte quiere enfatizar su agradecimiento al programador de la sala Iván Oropeza y a José Antonio Blasco, quienes desde siempre apoyaron y respetaron el trabajo de la compañía, a ellos nuestro más sincero y caluroso abrazo. Teatro Forte comprende que el discurso y la línea estética de la agrupación puedan generar este tipo de reacciones, y es sin ánimos de polemizar que decide bajar “Goya” de la marquesina y marcharse a otros espacios menos comprometidos. Es por esto que extendemos nuestra invitación a los espectadores para reencontrarnos a partir del sábado 28 de mayo hasta el 5 de junio en los espacios de la ONG Nelson Garrido en Los Rosales, sábados a las 6:00 y domingos a las 5:00 PM”.

Símbolos patrios

Rajatabla, en medio de su 40 aniversario, ha tenido que hacer frente a complejas contrariedades y hasta otras rémoras, pero ahora exhibe en el Celarg uno de sus mejores espectáculos de la temporada 2010: Promoción honor a mis padres de Elio Palencia, bien puesto en escena y pulcramente producido por Ruffino Dorta y la agrupación, respectivamente. Ahí una hembra y siete varones, graduados en el liceo “Símbolos Patrios” de Río Guarura, municipio Guaricongo, del Litoral Central de Venezuela, se reúnen en una playa donde afloran sus ambiciones momentáneas y también las futuras que han de vivir en las décadas venideras del siglo XXI.
Esos bachilleres tienen idea de lo que se les viene encima al elegir una profesión o un trabajo. Comprenden que la patria vive un agudo proceso de cambios políticos y sociales, que la crisis económica y la miseria no dejan dormir en paz ni a sus progenitores, ni tampoco a ellos y que frustran todas las expectativas posibles, además de cundir la discriminación ética y sexual. Reconocen que deben luchar para defender sus ilusiones, pero las "no posibilidades" los encierran en una terrible apatía y esta será su ruina, muerte anticipada para algunos.
Han escogido ese día para bailar desenfrenadamente con los tambores que celebran a San Juan. Son risueños y repletos de bullentes hormonas. Se dedican a jugar, bailar, echarse bromas, beber hasta perder la razón y se ayudan además con sus pitos de marihuana. Pero no todos esos muchachos están escapando a sus dramas existenciales o posponiendo cruciales decisiones. Ella, Oneida Rebolledo, está ahí porque necesita abortar, pide que la ayuden económicamente para no correr riesgos, pero como nadie colabora, al final ella misma lo hace con un gancho de colgar ropa… y el mar engulle la víctima del crimen. Hay otro, el gay Yobani, quien pretende concretar una relación con uno de sus compañeros, pero Tista se burla y es su perdición porque hacen público lo que era su secreto: se prostituyó por drogas al pederasta alemán, dueño de unas cabañas en Choroní.
Esos tres personajes desencadenan un brutal conflicto de culpas propias y ajenas que hunde el festejo de todos y culmina con la muerte por ahogamiento de otro de ellos, el puro e inocente, Juan. Al final, por un salto temporal, quien se salva o llega a puerto seguro es Oneida Rebolledo. Se hace médica y pare un hijo, programado y amado, a quien bautiza como Juan, en memoria del malogrado.
Elio Palencia (Maracay, 1963) consigue, no sólo dibujar, sino también reflejar el grito desesperado de una juventud que intenta romper cadenas, recorrer caminos y fabricar la luz necesaria para desprender en alientos repletos de sabor, de olor a tierra y tambor, sus “mil golpes de esperanza”.La temática y su argumentación, la estructura y la composición de los personajes y el peculiar trabajo con el lenguaje juvenil y contemporáneo –el fonema “marico” ingresa definitivamente al léxico teatral como palabra coloquial- convierte a Promoción honor a mis padres en la gran obra de la década, precisamente ahora cuando piden a los dramaturgos un texto humanista y de invención, aunque sea con recursos sintéticos en el espectáculo, como recomienda el novelista José Balza.
Dan vida a este maravilloso proyecto Natacha Pérez, Miosothis Pineda, Jean Franco De Marchi, Ángel Pájaro, José Lugo, Abilio Torres, acompañados por los alumnos del Taller Nacional de Teatro: Peter Kutlesa, Aquiles Díaz y Heriberto Garcés, Andrea Pedron, Sahara Álvarez con los tambores en vivo de Roger Ramírez, Jerry Heredia y Derwin Campos. Todos bajo la dirección de Rufino Dorta, quien aquí ha despegado definitivamente como un creador imaginativo y con detalles hasta poéticos.

viernes, mayo 27, 2011

Fotomatón regresó de Nueva York

El actor venezolano Fernando Then ha regresado a Caracas para recargar sus baterias existenciales y visitar a su familia y no quiso retornar a Nueva York, donde vive,sueña,ama y trabaja, sin antes presentar Fotomatón, la obra del dramaturgo venezolano Gustavo Ott, esta vez en Capital Jazz el día 10 de junio a las 10 de la noche
La producción del autor venezolano, estrenada en 1999 en el Teatro San Martín de Caracas y que se ha presentado en todo el mundo, regresa, pues, con el actor que le dio vida por vez primera, y para quien la obra fue escrita: Fernando Then.
De su pieza, Ott ha dicho que es una obra “fundamentalmente sobre la familia y el odio; es decir, una metáfora de Latinoamérica”
-De la familia de Fotomatón es bastante fácil aprender la forma más sencilla de condenarnos al infierno. Quizás porque es allí, en el seno de la familia, donde aprendemos los elementos más perversos sobre el Poder. Un poder que luego, al crecer, somos capaces de ejercer de la manera más violenta posible. No sólo en nuestra casa, lugares de trabajo, amigos, amores, sino además en la sociedad, en el país, desde el gobierno, las empresas, los medios, el arte, las Fuerzas Armadas. Florece el perverso del poder de la insensibilidad aprendida, a veces impuesta, en pose, dice el autor sobre su pieza.
Ott confiesa que se inspiró en la famosa frase al inicio de Anna Karenina de Tolstoi para escribir su obra, una de las más representadas del autor, con montajes en este momento en Brasil y México. Fotomatón, además, ha sido traducida a varios idiomas, incluyendo el húngaro y el francés y es una de las poquísimas obras venezolanas que se han presentado en el Studio de la Comedie Francaise de Paris, dirigido por Michel Didym.
-Dice Tolstoi que todas las familias felices son iguales y las desdichadas son distintas una de la otra. -explica Ott- Pero en el caso de la familia de Fotomatón, que es la nuestra latinoamericana, si en algo nos parecemos en la foto familiar, es que lo perverso nos emparentó a todos.
Por su parte, el actor Fernando Then viene a Caracas después de ocho años con un espectáculo unipersonal con el cual ha sido reconocido como mejor actor en los premios ACE asociación de cronistas del espectáculo de New York años 2009 apunta;
-La obra no cambia, esta escrita y la hemos respetado tal cual como su autor la concibió en 1995. La pieza tiene más vigencia que nunca, esta obra es una tentación que invita a la reflexión. Es una comedia con situaciones insólitas pero conectadas a una realidad, no sólo real, sino del alma; una realidad entre el humor y la poesía, que ayuda a entendernos mejor.
-¿Cambia el actor de Caracas a Nueva York?
-Ese es el objetivo, cambiar. No podría montar Fotomatón sin tomar en cuenta que desde que fue estrenada en 1999 han cambiado muchas cosas, tanto en el país como los ciudadanos, las fuerzas que rigen el mundo, las expectativas que tenemos todos con la esperanza. Me doy fuerza con lo nuevo y bueno, hay dentro de mí, como actor, también un actor nuevo para este nuevo montaje, que dice lo mismo, pero suena y es diferente. Las imágenes del dolor, el humor, y las vivencias son otras. Fotomatón, eso sí, viene más fuerte, bateando duro, sacando la pelota fuera del campo, anotando carreras, pues lo que llevo en mis manos es el texto de un venezolano profundo que entiende muy bien nuestra realidad .Y ese es mi compromiso.- dice el actor.
Con seis meses en San Martín y luego otra temporada de tres meses en la Casa del Artista, Fotomatón se llevó dos Premios Municipales y dos Premios Casa del Artista, ambos al Mejor Actor y Mejor Texto, en la Temporada de 1999. Esta “Autopsia nacional en 9 Iñigo”, como añade el subtítulo de la obra, regresa de la mano de Then quien se preparó para cautivar los corazones de la manzana más dura del planeta, para luego presentarse en distintos escenarios de los EEUU y finalmente en Caracas gracias a la iniciativa de Mimí Lazo Producciones, dándonos la oportunidad al público caraqueño de deleitarnos con el maravilloso trabajo de tan reconocido actor.
La función podrán disfrutarla el viernes 10 de junio a las 10 de la noche en Capital Jazz, piso 5, Centro Comercial Tolón, Caracas

miércoles, mayo 25, 2011

Hugo Márquez ya descansa en paz



El telón por fin cayó para sus restos físicos. Desde hoy, 22 de junio, reposan en una parcela que facilitó el Ministerio del Poder Popular para la Cultura por intermedio de la Casa de la Artista en el Cementerio del Este.Estaba insepulto desde el pasado 19 de mayo, pero ninguno de sus amigos pudieron hacer nada, hasta que llegó un permiso protocolizado de sus familiares-un hermano y varios sobrinos-desde Uruguay.

Hablamos del actor uruguayo Hugo Márquez, quien falleció en una pensión del centro de Caracas y desde entonces su cuerpo reposó en la morgue, a la espera de los pertinentes tramites formales para darle sepultura, una cristiana tarea que ha sido liderizada por sus amigos teatreros, como Liseth Torres, Juan Carlos Azuaje, Iván Oropeza,Irabé Seguías, Carmen Jiménez y otros más.


Su edad no importa ahora. Quizás tenía unos 70 años y si es así, la mitad de su periplo se lo dio a las artes venezolanas, pues llegó al caraqueño teatro Alberto de Paz y Mateos, a mediados de los años 70, cuando lo gerenciaba El Nuevo Grupo, y ahí se presentó con el espectáculo de la comedia del arte Los mendigos, acompañado de Daniel López y con el apoyo de la actriz Chela Atencio.


Hugo se fascinó por la gente y por las actividades artísticas caraqueñas y rápidamente se vinculó al Rajatabla, donde Carlos Giménez le abrió el camino para que hiciera espectaculos, especialmente de teatro para la calle. Fundó la agrupación Tiempo Común –que tenía su sede en un apartamento de Parque Central- y al poco tiempo era todo un personaje de la farándula criolla. Formó actores y es así que apuntaló a Diego Risquez, Alicia Plaza,Marisol Mateus, Costa Palamides, Juan Carlos Azuaje y muchos otros que no lo podrán olvidar jamás.


Giménez, que era su gran admirador, lo apoyó para un espectacular montaje de La barca de la gloria, del portugués Gil Vicente, el cual remontó después para la Compañía Nacional de Teatro.Participó en algunas películas venezolanas, como Sicario y Orinoko Nuevo Mundo.


“Mató unos cuantos tigres” en los programas cómicos de RCTV, pero no duró mucho tiempo ahí. Era “libre como el viento” y se dedicó a recorrer Venezuela. En varias ocasiones anunciaban que “había muerto”, pero no era así. Reaparecía en Caracas y se reía de sus decesos.


Los últimos años de su vida le fueron difíciles: estaba enfermo y se ganaba unos cuantos centavos leyendo el tarot a los contertulios del Ateneo de Caracas o en los cafetines de Sabana Grande. Nunca quiso regresar al helado Montevideo, como nos dijo en una ocasión, y así lo ha cumplido.


Hay otra historia, además rocambolesca, sobre lo que hicieron sus amigos para regresar a la tierra al gran cómico que era Hugo Márquez, pero eso lo contaremos en otro momento. !Paz defintiva a sus restos!



lunes, mayo 23, 2011

El amor en la tercera edad

Los cubanos Gilberto Zaldivar y Rene Buch pusieron en marcha, hacia 1968, una altruista empresa cultural que con el paso de los años se ha convertido en la institución más importante de habla hispana en Nueva York, dedicada a la producción y promoción del arte teatral, la cual además tiene como objetivo paralelo facilitar el acceso al teatro a un público cada vez mayor que incluya personas retiradas, estudiantes e hispanos de todas las nacionalidades. Nos referimos a Repertorio Español, el cual funciona en el edificio138 East de la calle 27, entre las Avenidas Lexington y Tercera.
A 43 años de su difícil y complejo trabajo sociocultural, Repertorio Español presenta cada vez más y mejores espectáculos en español de interés para la comunidad hispana y latina en Estados Unidos y que resalten el gran legado cultural iberoamericano. Es por eso que ahora alista la producción de la obra Wild in Wichita, dirigida por el conocido artista venezolano Luis Fernández,cuyo estreno ha sido fijado para el proximo 7 de junio.
Fernández puntualiza que desde la temporada 2004, cuando su esposa Mimi Lazo lo animó a montar Jav y Jos, de José Simón Escalona, con la cual hizo temporada durante varios meses en el Ateneo de Caracas y después se mostró en Bogota y Madrid, “entendimos que podíamos gestar nuestros propios proyectos con éxito, hacer el trabajo que realmente queremos hacer y vivir dignamente del ejercicio de nuestra profesión sin tener que hacer tantas concesiones. De modo que a partir de entonces, en mi caso, me puse hacer los deberes y generar así los proyectos que me interesaban adelantar como actor, como escritor y luego como director.
-¿Este sería su segundo montaje en Nueva York, pero si es el primero que hace en esa ciudad?
-Sí, fue durante la temporada 2009 que presentamos en Nueva York nuestra producción de Las quiero a las dos del argentino Ricardo Talesnik, con Mimi Lazo y María Antonieta Duque, la cual fue muy bien recibida. Tanto así que nos ganamos los premios ACE y HOLA por ese trabajo. Acabo de presentar No eres tú soy yo y ahora con Wild in Wichita tengo mi primer reto al dirigir una producción de Repertorio Español acá en Nueva York.
-¿Cómo es esa pieza? ¿Qué aborda? ¿Y cómo ha proyectado su montaje?
-La obra, escrita por Lina Gallegos, tiene el tono de una comedia romántica, con el detalle crucial de tener una pareja protagónica de la tercera edad. Creo que la idea de encontrar el amor de nuestras vidas a las puertas de los 80 es algo subversivo y hermoso a la vez, y tiene la particularidad de obligarnos a hacernos las preguntas que a los 40 nadie quiere hacerse. Es emotiva, graciosa, pero sobre todo importante. Cuento con el respaldo profesional de Miriam Cruz y Frank Robles.
-¿Qué ha pasado con A 2,50 la cubalibre, espectáculo con el cual incursionó a lo grande en la dirección?
-Considero que antes de A 2,50 la cubalibre, fue Golpes a mi puerta, la maravillosa obra de Juan Carlos Gené, la cual me permitió definitivamente debutar como director. Era una pieza sumamente compleja y además difícil. La hicimos en la sala Ana Julia Rojas y nos fue muy bien. A 2,50 la Cubalibre ha sido un experimento arduo y muy gratificante. No es nada fácil trabajar directamente con el público como un protagonista más de la obra, creo que ha sido para todos un gran reto desde todo punto de vista y además nos ha permitido mantenernos casi dos años ininterrumpidos en cartelera, a sala llena, en Caracas y otro tanto hicimos por más de de seis meses en Bogotá, en paralelo.
-¿El monólogo Yo soy yo seguirá en la escena de Repertorio Español?
Sí, eso espero. El espectáculo funcionó muy bien con el heterogéneo público hispano de esta ciudad, gracias al crucial apoyo de los venezolanos que acudieron. Creo que mi unipersonal toca temas universales que han funcionado ya en ciudades como Miami y Bogotá y pretendo seguirlo haciendo y con mi acento caraqueño intacto.
-¿Y qué viene después?
-Tenemos dos obras entre manos para finales de año, un nuevo monólogo con Mimi Lazo de protagonista, en tono de comedia, desde luego, titulado La mujer del militar. Y produciremos nuestra versión local de una obra de Broadway que acabamos de adquirir, High, aún sin título en español, que gira en torno al tema de las adicciones.
-¿Y sus proyectos cinematográficos dónde quedan o qué ha pasado con ellos?
-Están en el horno. Hacer cine es una carrera de fondo, con resultados a más largo plazo. Hemos venido entrenándonos con el teatro, que es lo que conocemos mejor, tanto Mimi como yo para desarrollar nuestras historias también para el cine. Creo que vivimos un momento interesante no sólo en las tablas sino también en las salas de cine con productos locales y es el momento justo para tomar riesgos a gran escala. En eso estamos.

sábado, mayo 21, 2011

Lluvia de teatro sobre Maracaibo

El enfadado fantasma del general Juan Vicente Gómez; la razonada protesta de la maracucha que perdió su casa en El Saladillo por las nefastas políticas desarrollistas de Rafael Caldera; ese trágico amor de Medea y el doble filicidio que comete para vengarse del traidor Jasón; aquel ejemplar tesón de una mujer empeñada en ser madre para derrotar así un complejo problema ovular y las vicisitudes existenciales de una gocha en la Tierra del Sol Amada, además de la deliciosa farsa de Bocaccio sobre los cuernos de la esposa disoluta con el amigo infiel de su marido, fueron algunos de los espectáculos que presenciamos y degustamos con inmenso placer en Maracaibo, gracias al 5 Festival de Monólogos y Artes de la Palabra, al cual organizó y ejecutó la Compañía Nacional de Teatro, con el respaldo del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, entre 11 y el 14 de mayo de 2011.
Además, presenciamos los impactantes cantos chamánicos de José Manuel Alcántara (Delta Amacuro) y al virtuosismo del decimista Richard Fernández (Zulia). No son actores, pero si cultivan con ejemplares virtuosismos sus habilidades como artistas de la palabra.
Monólogos a granel
Una de las más antiguas manifestaciones del teatro universal es el monólogo y ese fue el plato fuerte que disfrutaron las comunidades marabinas gracias al trabajo escénico de Miguel Herrera (Yaracuy) con El señor don Juan Vicente de José Gabriel Núñez, Blanca Besabe (Zulia) con Señora si su marido la adora, le comprará muebles Nora de Fernando Perdomo, Francis Rueda (Caracas) presentó Encuentro con Francis Rueda (integrado por exquisito colage de fragmentos de obras como Medea de Eurípides, Final de Partida de Beckett, Lucrecia de Gilberto Pinto y de otros cinco autores), Verónica Arellano (Caracas) con Baby Boom de Ana Istarú, Sol Sosa (Zulia) con su creativo y visceral Soliloquio en Re Mayor y el veterano comediante Gonzalo J. Camacho (Caracas) le saca punta a los tres personajes que brotan del cuento 77 del Decamerón de Bocaccio.
Hay que subrayar como Francis, Verónica y Gonzalo cada vez hacen mejor sus unipersonales, los cuales habíamos visto en repetidas ocasiones aquí en Caracas, pero ahora en Maracaibo, ante otra variopinta audiencia y con la novedad de los espacios escénicos utilizados, alcanzaron insospechados niveles de verdad y de complicidad, gracias a la crudeza de sus temáticas y la depurada calidad de sus interpretaciones. Creemos que ellos deben estar programados permanentemente en las salas caraqueñas o girando por todo el país, porque educan y divierten como nadie lo hace. Son una tripleta que no hacen quedar mal a ningún empresario o institución cultural que los contrate. ¡Dénles una oportunidad para que los venezolanos disfruten de esos talentos histriónicos!
Nunca antes habíamos visto al comediante Miguel Herrera y por eso nos sorprendió gratamente la composición que obtiene del inolvidable Benemérito, quien, gracias al texto de Núñez, lo hace actual y hasta “peligrosamente” evocativo. Sol Sosa es una performancista extraordinaria, compone tres personajes y todos destacan por sus mundos evocativos y además interactúa con la audiencia y lo hace con una gracia y un dominio de escena dignos de aplausos.
Sería deshonesto concluir sin subrayar que todo este despliegue de talento actoral no habría sido posible sin la silenciosa pero visible labor del equipo de técnicos y demás trabajadores del espectáculo teatral. A ellos nuestros reconocimientos y felicitaciones. Son verdaderamente indispensables.
Asesinato saladillero
Este país no puede seguir de espaldas ante la destrucción de su memoria, tal como sucedió en Maracaibo con la aplicación de un decreto del presidente Rafael Caldera (27 de marzo de 1971), mediante el cual se derribó la popular e histórica zona de El Saladillo. Para denunciar eso desde el teatro fue escrito el unipersonal Señora si su marido la adora le comprará muebles Nora, el cual en escena toma características de tragedia caribeña por el impecable trabajo escénico de Blanca Besabe, dotada de voz y técnica de actuación poco frecuentes en el teatro nacional. Ella, apoyada en los recuerdos de su costumbrista personaje y en los mágicos muñecos de trapo que transporta en una maletica, cuenta todo y deja abierta una cruda polémica entre la audiencia. Ahí recuerda como fue ese crimen cometido contra la memoria del pueblo zuliano. “Un inolvidable eco lastimero con años de impunidad, desde aquel marzo de 1.971, que con la pisada aplastante de la derecha radical, el capitalismo brutal, el neoliberalismo y la globalización, que cuales verdugos mutilaron el espíritu de los pueblos y borró la identidad viva de los maracaiberos, su barriada saladillera, orgullo de generaciones y donde los colores de las casas, su voceo, vida comunitaria y arquitectura, eran ya parte de la carne y el alma de cada uno de sus habitantes. He ahí, el teatro como hecho social y transformador. Un teatro en defensa de la identidad nacional, convirtiéndolo en una ofrenda al gran país que todos debemos defender”. Ahora de esa barriada saladillera solamente quedan dos cuadras de hermosas y coloridas casas, la famosa calle Carabobo, y ahí como bastiones están el Teatro Mampara y la casona del Gabinete Cultural del estado Zulia. ¿Cambiará Venezuela? ¿Se respetará su memoria?
Fabricio Conde
El humor es un asunto muy serio para dejárselo a los humoristas, porque aunque Aristóteles y Freud lo abordaron no esta muy claro o no es fácil razonar lo que es el humor y más complejo hacer humoradas verdaderamente inteligentes. Pero Fabricio Conde, uno de los hijos del legendario artista y humorista que es Perucho Conde, dio un breve taller sobre el humor ante los marabinos, donde puntualizo como el papel del humor no puede ser tratado a la ligera, porque constituye un sistema que se basa en el análisis y en la crítica reflexiva de la situaciones y condiciones partiendo desde una técnica compleja. Y para entrar en materia reveló el decálogo del humorista y los siete pecados capitales que pervierten el correcto trabajo del hacedor de chistes. El, como humorista profesional, confesó sus puntos débiles y arremetió contra el reguetón por la falta de poesía de las líricas, aunque sus intérpretes sean consumados gimnastas sobre el escenario. Durante una cálida noche, ante una crecida audiencia, demostró porque es un profesional del humor, animando una reunión con solo su verbo y un picante y fluido monólogo, como artista de la palabra que es.

Doblete con Egon Wolff

Una venezolana con nombre propio como teatrera gracias a sus largos 40 años de labores creativas y educativas dentro y fuera de la Universidad Católica Andrés Bello, es la artista Virginia Aponte. Ahí egresó como Comunicadora Social (1975) y además fundó al Teatro UCAB, al lado de Marco Reyes Andrade, para formar a varias personalidades del mundo del espectáculo.
Virginia Aponte lleva más de 100 puestas en escena y también es autora de seis textos dramáticos. Sabe, según enseña Henry Moore, que nunca hay jubilación para un artista y mucho menos para quienes sienten, piensan y usan al teatro como instrumento para la reflexión y eficaz disciplina pedagógica. Quiso regalarle al público de su agrupación AGOteatro las dos caras de una realidad latinoamericana y para ello estudió las obras Flores de papel (1970) y Tras una puerta cerrada (2000) y visitó al autor Egon Wolff (1926), en Santiago de Chile. Fortalecida y blindada tras el profundo dialogo con el dramaturgo, regresó para mostrarlas en la sala Escena 8.

Flores de papel, a través de los personajes de Eva (Soraya Siverio) y El Merluza (Wilfredo García), reitera las consecuencias de la incomunicación entre aquellos seres que subsisten sin escucharse y pueden culminar con una explosión de singular violencia. Ella ayuda al hombre, especie de pordiosero, y le aloja durante una noche en su apartamento, sin sospechar lo que pasaría después. La soledad de esos seres se mezcla y el resultado es aleccionador. Según la directora, Wolff no da respuestas sino que presenta los hechos para que el público saque sus propias conclusiones o se haga sus preguntas.
En Tras una puerta cerrada, por intermedio del enfermizo adulto Jorge (Unai Amenabar) y el joven Rodrigo (Marcos Salazar), Wolff usa una ambigua y nada extraña relación de intercambio de dinero a cambio de afecto o compañía entre esos dos hombres, para demostrar la fuerza del poder económico capaz de derrumbar preceptos y normas morales, pero lo turbio se aclara cuando el más débil logra dar una lección de humanidad a quien pretendía comprarle el alma o la conciencia.
Wilfredo García y Soraya Siverio con sus impactante performances consiguen transmitir las angustias de sus desesperados personajes, contando además con la intervención especial de Lerryns Hernández quien con su percusión musicaliza en vivo la pieza; mientras que Unai Amenabar y Marcos Salazar, además de la participación de Rebeca Pan-Dávila, atrapan a la audiencia en ese extraño o raro drama de un enfermo terminal que usa al muchacho para visualizar lo que él fue y lo que ahora no consigue resucitar.
AGOteatro, dice Virginia Aponte, montó estas piezas en conjunto porque cree en el maravilloso poder del diálogo para darle una respuesta a la vida por mas compleja que esta se muestre. Nosotros, al cabo de muchos años de experiencia, reconocemos que el teatro no se explica ni tampoco se cuenta, que es el crítico de las mil cabezas el que sacará conclusiones y hasta inventará fantasías. Pero como críticos sí podemos invitar al público a que haga sendos símiles con los complejos procesos politicos que ha vivido Chile: el de 1973 y su sangrienta historia y el de la recuperación democrática tutelada. Es posible que haya en estas piezas unos guiños o unas invitaciones para reflexionar.



Orinoco trae a Vicente Albarracín

Doña Bárbara reaparece convertida en el musical Orinoco, dirigido y producido por Vicente Albarracín y la Fundación Venezuela Viva, durante los días viernes 17, sábado 18 y domingo 19 de junio en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela.
Concebido por Carolina Lizarraga, Orinoco combina de manera inédita el argumento de esta obra literaria con música, baile y canto, en una desprejuiciada y singular mezcla de lenguajes que conjuga géneros y crea una excepcional experiencia de teatro musical, con acento venezolano.
Para Albarracín, Orinoco es un espectáculo en el que la música, la danza, la actuación y el video se conjugan para contar la historia de Doña Bárbara, la novela de Rómulo Gallegos, en un estilo de narración muy singular, lleno de potencia y vitalidad. Con más de 40 personas en escena, este musical de la Fundación Venezuela Viva reúne artistas de diversas zonas del país en torno a una producción de gran formato. Entre los elementos más atractivos de esta versión libre de la obra de Gallegos hay que destacar la fusión de géneros y estilos artísticos, como el joropo y el flamenco, la actuación y la danza, lo folklórico y lo abstracto, que se entretejen para narrar la eterna lucha entre civilización y barbarie que ha signado la historia de nuestro país, y que tan bien plasma Doña Bárbara.
-¿Quién lo escribió?
-Es una versión hecha por Carolina Lizarraga y Roque García, en la cual tuve la responsabilidad de colaborar en la revisión del libreto. Son dos actos con diez números cada uno, donde se alternan escenas teatrales, coreografías y canciones.
-¿Y cómo es su montaje?
-Mi responsabilidad ha sido llevar adelante la parte teatral del espectáculo, compartiendo con figuras como Daniela Tugues en las coreografías y César Orozco en la dirección musical; todos colaborando y generando un espacio de interacción y creatividad muy interesante y enriquecedor para el espectáculo, y para cada uno de los involucrados. La dirección y el empuje de Carolina Lizarraga y Venezuela Viva han sido emblemáticos en el logro de los objetivos planteados con esta gran empresa que es Orinoco. En este espectáculo podrán ver conjugados a joroperos tradicionales, con bailaoras de flamenco, actores, cantantes y músicos en vivo, que confluyen en una propuesta de dos horas de duración, llena de vida, de alegría y de optimismo.
-¿Qué significa este retorno suyo al teatro?
-Retornar al teatro ha sido como volver a mi casa. Con la particularidad de que el terreno recorrido me ha brindado una perspectiva muy diferente, las prioridades han cambiado, así como las cosas que me resultan interesantes. Ahora siento que puedo navegar en entre diversos espacios de creación con mucha más libertad, alternando roles, con menos prejuicios, con más deseos de aprender. No paro de generar ideas que quiero desarrollar, y aunque tengo muchos más proyectos en mi cabeza que tiempo para hacerlos, la cantidad de propuestas interesantes que veo en nuestro movimiento teatral, y en general en nuestra cultura, me llenan de energía para acometerlos.
-¿Qué ha pasado con el artista y con el hombre desde que montó la versión de Concierto Barroco de Alejo Carpentier en el Teatro Teresa Carreño?
-Al director que yo era cuando monté Concierto Barroco lo veo como lo que es: un director del siglo pasado que lo mostró en 1998 y después fuimos a Colombia y Londres en 1999. Ahora estoy en una etapa muy diferente. Luego de casi una década escribiendo y dirigiendo en RCTV, mi salida de la empresa por el cierre del año 2010 ocurrió justo en el momento en el que como artista me urgía una revisión del desarrollo de mi carrera. Fueron necesarios varios meses para poder tener una perspectiva más clara de lo que estaba haciendo y de lo que quería hacer en el futuro. Este período de revisión me permitió replantear mi camino como director, y reenfocar el trabajo que realizo hacia algo que cada día me resulta más importante: mi responsabilidad y mi aporte como miembro de esta sociedad. Luego de este proceso me encuentro con la fortuna de estar actualmente involucrado en proyectos muy disímiles y muy valiosos, que me han permitido aproximarme a diferentes artistas, a nuevas visiones, a maravillosos nuevos talentos. Me siento renovado, con mucha energía.
-¿Qué viene después?
-Luego de Orinoco tengo proyectos tan diferentes como el montaje de un musical de gran formato en el Teatro Teresa Carreño, la dirección de videoclips para artistas venezolanos, la creación de un espectáculo grande de Teatro de Calle, algunas obras de teatro de un perfil muy específico y hasta estoy en conversaciones para una telenovela para finales de año. La idea es poder ocupar los espacios que se me presenten y ofrecer en ellos mi mejor aporte. Creo que de algún modo ver tanto talento a mí alrededor me ha dado una perspectiva muy optimista del futuro de nuestra cultura, de nuestra juventud y por supuesto del trabajo que debo desarrollar como director.
-¿De que vive?
-Vivo de mí trabajo, por supuesto. Cosa imprescindible para ser considerado un profesional. Y aunque vivimos inmersos en una gran crisis, siento que la cultura de nuestro país está dando muestras muy grandes de vitalidad y ofreciendo oportunidades permanentemente para aquellos artistas dispuestos a aprovecharlas. Las limitaciones con las que se trabaja actualmente en Venezuela lejos de quitarme energía me llenan de una gran cantidad de adrenalina, a la que afortunadamente me hecho adicto.

viernes, mayo 20, 2011

Véanlas antes que...se mueran

Nació en Tovar hace 50 años y lleva casi 30 “sacándole lustre profesional” a su oficio de guionista para la radio y la televisión venezolanas, además de una presencia permanente en el teatro. Precisamente anda apurado por el estreno del espectáculo músico teatral Véanlas antes que...se mueran,cuyo estreno está fijado para la sala Teatrex el próximo jueves, a las siete de la noche. El es Ciro Acevedo y no hay otro como él, así nos lo asegura.

-¿Desde cuándo en el teatro?

-Como todo niño de pueblo, en el colegio. Con apenas siete años, me vi encaramado en un escenario declamando – sin saber lo que decía- a petición de la monja directora, el poema “El presidiario” para el día de las madres y desde entonces la única libertad que exploro, es la de la creación escénica.

-¿Pero cuándo comenzó todo?

-El oficio de escribir lo inicié a los 20 años como guionista de radio. Escribía el formato de radioteatro con contenido social para la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) porque no me interesaba la novelita rosa, y a partir de allí me aventuré a diagramar y desarrollar mi primer texto teatral, una obra de teatro infantil y desde entonces, mucha tinta ha corrido…

-¿Cuántos textos escritos hasta ahora y cuántos estrenados?

-No llevo cuenta de eso. Siempre estoy en algún proyecto ya sea radio, teatro o televisión. Soy de bajo perfil pero de constante trabajo. Muchas veces escribo para mí mismo, porque estoy consiente que solamente tecleando una y mil veces la misma idea, permitirá que un texto tome cuerpo. El montaje es otra cosa. Solo he mostrado las piezas que se perfilan como productos y el resultado me ha dado la razón: Ella cantaba boleros, Mujer…Mujer, Yo soy la Lupe, Que así sea, El Principito y otros mas por ahí. Y de textos publicados, tengo el que editó Monte Ávila Editores :Maritales.

--¿Cuál es el origen de "Véanlas antes que...se mueran"?

-Según me cuentan, “Las Grandes” desde hace diez años, querían concretar un sueño: Montar una obra de teatro con ese título en la que ellas mismas fueran los personajes, para poder vivir en escena una historia llena de humor, enmarcada con la música de su repertorio pero… no conseguían al escritor. De hecho, durante esa década de espera, le propusieron dos o tres guiones sin embargo ninguno llenó sus expectativas. Así llegaron a este nuevo año y manteniendo la fe intacta en ese proyecto, me llamaron. Acudí al encuentro de cuatro grandes artistas, soñando con su espectáculo teatral e inmediatamente me conecté con su propósito y me senté a escribir…

-¿Qué persigues o que buscan con este montaje y como han sido los ensayos?

-Todas las tardes, a las tres, luego de tomar un cafecito en casa de Mirla Castellanos, empezábamos nuestras jornadas de ensayos. Cada una asumía su personaje: Mirla La Generala, Estelita del Llano (La Pizpireta), Neyda Perdomo (La Retaca) y Mirtha Pérez (La Guaricha) consientes que, aunque están inspirados en ellas mismas, son apenas sus caricaturas. Salvo Mirtha que es un personaje diametralmente opuesto a ella, pero necesario para el desarrollo de la trama, puesto que es una mala de pacotilla que se confabula con Doña Gumersinda Grum (Josué Gil), para lograr los perversos objetivos de la anciana en su rol de falsa productora teatral. A pesar de los diálogos mordaces, de cuanto se dicen y hacen en escena, de la disparatada historia que desarrollan, “Las Grandes” más allá del bien y del mal, rebozan de alegría contagiante. También nos acompaña Daniel Jiménez.

Puntualiza que Mirla Castellanos, Mirtha Pérez, Neyda Perdomo y Estelita del Llano, han mantenido carreras emblemáticas dentro del canto popular. “Su factura y solvencia artística no tienen parangón en la escena nacional, sin embargo, lejos de pensar en retirarse, son artistas propositivas que se reinventan día tras día… a las pruebas me remito. Estos cinco meses de trabajo continuo me han permitido constatar su capacidad de trabajo, su mística, su entrega devocional a la escena y lo que es mejor, la humildad con que encaran sus retos. Jamás encontré a unas Divas encumbradas en el pasado, siempre hallé a profesionales en tiempo presente, puliendo cada parlamento, cada una de las escenas que conforman el espectáculo que amorosamente les escribí y dirigí”.

-Revisando un poco su hoja de vida nos encontramos con una constante musical o con la utilización de la música como elemento dramático en sus obras.¿A qué obedece esto?

-Crecí en medio de una familia de músicos. Mis tíos maternos son instrumentistas, mi padre también…y quizá a fuerza oír el repertorio popular que interpretaban, comprendí los signos que me conforman. No hablo de música académica, sino de las Bandas del pueblo, de las orquestas populares, de esas tonadillas que subrayan el multicolor encanto que descubrí en los personajes y situación que hoy colman mi imaginario y que trasluzco, como guiños al pasado, en los textos que escribo.

-¿Qué viene después?

-En los próximos días grabaré una radionovela inspirada en la obra de teatro El vendaval amarillo, original del maestro César Rengifo. La diagramé y dialogué en diez capítulos, para un proyecto radiofónico que producirá el Fondo de Responsabilidad Social del MINCI, protagonizado por la primera actriz Aura Rivas y el actor Fernando Flores, acompañados de un gran elenco de profesionales del medio. Luego asumiré el montaje de otra comedia mía: Casi me caso en la cual desarrollo las frustraciones y esperanzas de tres costureras especializadas en la confección de trajes de novias, pero que jamás pudieron estrenar el suyo.


























jueves, mayo 19, 2011

¡Qué falta hace César Rengifo!

Sólo se puede escribir bien de lo que bien se conoce, aseguran los maestros. Y en el caso de César Rengifo (Caracas, 14 de mayo de 1915/2 de noviembre de 1980), quien además fue un destacado pintor, dejó 40 piezas teatrales casi todas publicadas y montadas en Venezuela y el exterior. Como reconocimiento a su talento en este ámbito artístico, recibió en 1980 el Premio Nacional de Teatro, meses antes de su mutis. En 1989, sus obras completas fueron recogidas y publicadas en ocho tomos por la Universidad de Los Andes, con la anuencia de su viuda Adela de Rengifo, quien aún cuida de su legado.

Padre de la modernidad

César Rengifo es considerado con razón “El padre de la dramaturgia moderna venezolana”. Lo demuestra no sólo su crecida producción, sino la forma como abordó, con crudeza y haciendo gala de un estilo no exento de poesía, la realidad de su país, haciendo énfasis en lo social, porque para él la estética que no reivindique al pueblo, carece de función y contenido.

Rengifo, preocupado por la explotación petrolera y el daño que dejaba la maligna conducta de las empresas transnacionales y las displicentes conductas de los gobiernos nacionales de turno, realizó a lo largo de su vida una “trilogía del petróleo”, piezas que al lograr verlas puestas en la escena, le permitió reescribirlas incluso, donde analizó y cuestionó la explotación petrolera y sus graves consecuencias sociales.

Eso lo llevó a dejar como legado El vendaval amarillo , El raudal de los muertos cansados y Las torres y el viento, donde advertía las frustraciones de un amplio sector de la sociedad venezolana por el sinuoso destino de la renta petrolera, además de la muerte lenta de la agricultura y el éxodo de los campesinos a las grandes ciudades para buscar un destino incierto o esquivo, al tiempo que señalaba la incesante sustitución de la cultura nacional por una foránea, “bien servida” por todos los medios de comunicación.

Estiércol del diablo

En tres actos concibió El vendaval amarillo, cuya acción escénica transcurre en un lugar del estado Zulia, entre los años 1938 y 1939, una zona que sacrificó su explotación agraria y lanzó, sin destino alguno, a los campesinos, al tiempo que sus poblados eran destruidos. Denuncia con sus diez personajes populares cómo los terratenientes fueron vendiendo, sin contemplaciones, sus haciendas para que las compañías petroleras iniciaran y avanzaran en la búsqueda de “el estiércol del diablo”.

Antonio, uno de los personajes, dice: “Pues, que eran ciertos rumores. Los dueños vendieron sus haciendas a las compañías, dicen que por un dineral… Parece que por debajo son puro petróleo”.

Esta pieza, como las otras dos, fue producida y exhibidas ante un público absorto por las denuncias ahí plasmadas, pero más nada. La destrucción avanzó y solo queda el recuerdo de los hechos reales que el autor poetizó en su teatro.

Asesinos desalmados

Un pensador marxista, como era César Rengifo, no podía dejar pasar la oportunidad de inmiscuirse en la vida privada de los empleados estadounidenses de las petroleras, desnudarlos de sus supuestos ropajes de dignidad y mostrarlos como unos asesinos desalmados. Eso lo logró con El raudal de los hombres muertos cansados, que la hizo conocer en el año1969. Ahí accionan tres personajes extranjeros, pertenecientes a un campo petrolero del oriente del país, y unos diez obreros y operarios. Se muestra cómo se va urdiendo una serie de intrigas entre los petroleros para quedarse con un cargo burocrático que les permitirá ganarse unos cuantos miles de dólares más, aunque para ello tengan que matar o sacrificar al personal que trabaja para ellos, al tiempo que la explotación petrolera avanza y se lleva por delante a los mismos obreros.

Morris”, un apellido gringo que lo dice todo, exclama, en una de sus intervenciones, esto que no requiere de mayores análisis: “¡Usted se ha dado cuenta! En este país lo dominamos todo e influimos sobre todo. Tenemos gente en el gabinete y en los organismos oficiales… La mente de todos piensa con nosotros. Somos los dueños absolutos de este inmenso negocio…”.

El autor cuenta además la trágica historia de unos indígenas que fueron masacrados por la empresa explotadora del crudo y los fantasmas de las víctimas orbitan en el campamento y alientan las tragedias íntimas y generales de todos los personajes de carne y hueso de la obra como tal.

Torres destruidas y viento

Diez años antes de su muerte, entregó Las torres y el viento la más poética y la más completa pieza de su trilogía petrolera. El autor escribió que “un país sin memoria requiere los testimonios de las víctimas de la inmisericorde explotación petrolera. Esa sería la respuesta para quienes pregunten el porqué de esta pieza. La alucinación de todo cuanto ha ocurrido y corre la llevamos en la sangre la generación del petróleo y la que ha llegado cuando él comienza a negarse en las oscuras vertientes”.

En Las torres y el viento, como lo afirma Carmen Mannarino, sintetizó en el preámbulo el valor de las torres de petróleo y el viento en los pueblos donde la explotación del mineral ha cesado: “Torres destruidas y viento. He ahí para muchos venezolanos lo que queda del petróleo”.

Como frustración de la riqueza fácil o decepción por el inalcanzable Dorado, las torres en abandono y el viento pasando libre entre las viviendas abandonadas, resulta, por la fuerza de sus significaciones, casi un personaje. Es una de las obras más resaltantes del teatro de Rengifo, la cual fue llevada a la escena por el Teatro Universitario de la UCV, en los tiempos de Herman Lejter, hacia 1975.

Puede lucir apocalíptico en sus apreciaciones sobre las maldades de la explotación inclemente, pero él era un poeta y además había hecho suficientes investigaciones de campo para escribir la obra que cierra su trilogía. Es por eso que advierte a las generaciones futuras que “una herencia de pozos muertos, de tubos carcomidos, de mechurrios apagados, de cruces, cruces, cruces... cae como sentina inútil sobre quienes andan en procura de caminos y ansiosos de quebrar el espejismo negro, de saltar el torbellino trágico, de superar la locura impuesta, de regresar a la tierra verde, ya despojada de la red y la cadena”.

Las torres y el viento, que vendría resumir e incrementar todo lo propuesto en sus dos anteriores piezas, transcurre en una región selvática cercana a Mene Grande, estado Zulia, entre 1914 y 1980. Es una pieza donde lo presente y el pasado coexisten de tal manera que el espectador debe quedar impactado, no sólo por la lucha de sus personajes, casi todos sacrificados ante ese dios pagano de la explotación petrolera, sino porque ya aparecen los primeros vestigios una rebelión popular contra la destrucción del campo, la ruina de sus habitantes y la riqueza sin parangón de quienes mataron a etnias indígenas con tal de sacar su oro negro, apoyados por gobiernos títeres o débiles, según como se les mire.
Uno, de los múltiples personajes de la pieza, identificado como “Muñeco” dice:
“En su cabeza debe entrarle la idea de que esto hay que explotarlo… Sembrar torres, meter taladros, talar bosques, destruir sementeras… la riqueza que vendrá luego no les cabrá en las manos y los baúles. ¡Téngalo por seguro!”.

Otro “Muñeco” es más rotundo: “¡Y al carajo ustedes, mozo; al carajo los indios, los conuqueros, al carajo todos! ¡Que avancen las torres y la plata y usted musiú! ¡Que avancen! ¡Yo las defiendo, carajo, porque yo amo el progreso!”.

Profeta
¿Sería chavista César Rengifo si hubiese sobrevivido a sus dolencias físicas, que no eran pocas? No sabemos, porque eso que él denunció en sus obras, no era de su exclusividad, sino que ya el resto la inteligencia venezolana, especialmente la de izquierda. Luchaba para detener el proceso desgastador que durante un gran parte del siglo XX significó la explotación de los hidrocarburos.

No hay que ser chavista para execrar los abusos cometidos, no sólo por las empresas sino por los gobiernos títeres. Lo único cierto es que todo lo que él advirtió se cumplió y que al final el petróleo terminó por ser controlado por el Estado venezolano al desencadenarse una serie de cambios en la conducción política del país, pero las secuelas de los malos años no ha podido curarse todavía, ni los muertos inocentes resucitarán jamás.

Él hizo lo suyo al escribir su teatro, pero muy pocos con poder político le hicieron caso y las consecuencias están a la vista, porque “ya no somos un país independiente económicamente. Junto con el alud del capital extranjero, explotador, nos llega también una pseudo civilización estandarizada. Y junto a los ranchos, habitados por gente depauperada y sin ninguna cultura, aparece la pseudocultura del petróleo”.

Zamora en tres actos

Ni César Rengifo ni Ezequiel Zamora pudieron materializar sus sueños: ver a Venezuela totalmente liberada y viviendo una autentica independencia política y económica. Se marcharon antes de tiempo: uno, intelectual, a los 65 años, dejando una inmenso legado cultural, especialmente una copiosa creación dramatúrgica; y el otro, militar e ideólogo de la Guerra Federal, fue asesinado a traición, a los 43 años, cuando victorioso avanzaba hacia la toma del poder para darle tierras a los hombres libres, aquel 10 de enero de 1860.

General del pueblo soberano Y ahora para recordar al dramaturgo Rengifo y exaltar al general Zamora, la primera actriz Dilia Waikkarán, con el apoyo del director Henry Manganiello y las tropa de actores que ha agrupado en la fundación Ayanasmsha, se dedicó a montar, desde las temporada de 2009 y 2010, el tríptico que sobre la Guerra Federal (1859-1863) él escribiera y por eso ha escenificado Lo que dejó la tempestad y Un tal Ezequiel Zamora y espera llevar a las tablas, en el 2011 Los hombres de los cantos amargos. “Nuestro general del pueblo soberano vuelve a combatir por su gente, pero desde la escena teatral. Más no podemos hacer”, reitera la comedianta y además productora.

Dilia Waikkarán (Estado Sucre, 13 de diciembre de 1936) se propuso montar la trilogía que sobre la Guerra Federal escribiera Rengifo, “porque nosotros los creadores, los intérpretes y el Estado venezolano estamos obligados a reivindicar la obra de uno de los más grandes exponentes del teatro popular y campesino en nuestro país, un autor que ha sido desechado por unos supuestos puristas estéticos”.

Pienso que “la obra teatral de Rengifo no ha sido lo suficientemente expuesta para que nuestro pueblo lo conozca y sobre todo para que la mayoría, viéndose reflejada en ella, sepa de su trayectoria, de toda su angustia y preocupación porque se realizaran cambios profundos que favorecieran a este pueblo y dignificaran a nuestros campesinos y así, comprendan la lucha que en estos momento estamos librando para lograr esa dignificación y que la apoyen. Pero lo más importante, para que la defiendan”.

Por otra parte, cuando una se adentra y conoce el contenido de las obras de Rengifo, sus conceptos, mensajes, le duele en lo profundo que casi siempre esas maravillosas obras hayan sido presentadas mutiladas, mal producidas en algunos casos y lo más doloroso como simples actos culturales, evitando así que se difunda, que se reconozca la riqueza de estas obras, escritas por este gran hombre de las letras, la pintura, la poesía, etcétera”.

La tempestad

Zamora cabalga en el incendio y somos lo que sucede la posibilidad del porvenir”, cantó el poeta Víctor Valera Mora. Y para demostrar que tal general del pueblo soberano no “había concluido para siempre”, a pesar de ser asesinado por la canalla el 10 de enero de 1860, Dilia Waikkarán lo revive y ahora lo muestra en cuanto escenario improvisa en caseríos o ciudades de esta Tierra de Gracia con su espectáculo Lo que dejó la tempestad

El montaje desarrolla la gesta llevada adelante por el general Ezequiel Zamora, al frente de la guerra Federal. Habla de su pensamiento político, de su condición militar, de su solidaridad con el pueblo y de su artero asesinato por una oligarquía conservadora, que no encontró más argumentos de lucha que el crimen alevoso. El personaje central de la obra es Brusca, La Rompefuegos, quien construye un mundo imaginario para escapara de una realidad que le resulta insoportable: el fracaso de esa guerra, se transforma en un símbolo de la indoblegable voluntad de un pueblo soberano por alcanzar su emancipación y que cobra una actualidad indiscutible dentro del proceso que vive actualmente el país.

Metafóricamente, ella repite la leyenda de doña Jimena que con el cadáver del Cid Campeador atado a la grupa del invencible Babieca siguió dando más batallas contra los infieles, pero que, en el caso venezolano pretende derrotar a los criminales que se “olvidaron de enterrar el sonido de sus sienes veladas” y por eso Zamora cabalga de nuevo.
Con Waikkarán, como la enloquecida heroína “Brusca la rompefuegos”, se mostró, en varias salas, durante el último trimestre de 2009, de manera estrujante y aleccionadora con sus contenidos y la pasión incendiaria, del espectáculo
Lo que dejó la tempestad, puesto por Henry Manganiello y derrochando además la participación de Frank Maneiro, Germán Mendieta, Flor Colmenares, Guido Falcone, Mirna Bello, Sara Tovar, Mauricio Maldonado, Julio Liendo, Joaquín Lugo y Frank Francisco.

Todos ellos plasmaron las vicisitudes de sus personajes populares unidos en la desolación y la miseria una vez que el caudillo es vilmente asesinado tras la batalla de Santa Inés. Así mismo, materializó al “valiente ciudadano”, como lo llamaron en Barinas, en una postrera proclama, antes de ser traicionado por los que tenían como único objetivo encumbrarse en el poder para satisfacción de sus mezquinos intereses. “Es una pieza que llama a la reflexión profunda acerca de cual es el ideal de nación que se quiere y se debe construir, para no seguir arrastrando la violencia, el hambre y la esclavitud”, reiteran Waikkarán y Manganiello en el programa de mano.

Metáfora

Rengifo muestra en Un tal Ezequiel Zamora la influencia y poder de una clase social aristocrática y capitalista, dueña absoluta de todo lo que a su paso existe y lo que no tiene lo toma por la fuerza para así poder conservar sus prebendas, el liderazgo de la tierra, la economía productiva nacional y dejar atado de grilletes y ranchos de miseria al campesino.

Un tal Ezequiel Zamora transcurre durante la Guerra Federal (1859-1863) y ahí el dramaturgo recurre a la metáfora histórica para que, desde el presente, se haga una lectura de los errores que no deben repetirse nunca jamás, porque por ellos se produjo tal conflagración fratricida. Todo se instala en el hogar de una familia de la llanura barinesa antes de la definitiva batalla de Santa Inés. El trágico espectáculo, porque eso es lo ahí se muestra o se materializa, sucede en medianoche, tarde y noche de aciaga jornada, y únicamente pide que “recojan la cosecha de vientos que sembraron” los tercos caínes del guerrero.

Esclavitud

Dilia comenta que para los dos montajes se hicieron grandes esfuerzos y están seguros de que con “los argumentos bien sustentados lograremos completar, para el primer semestre del 2011, la famosa trilogía de Cesar Rengifo sobre la Guerra Federal. Los hombres de los cantos amargos no puede quedar fuera de esta reivindicación que exigimos como cultores para nuestro César Rengifo. No nos olvidemos que además de la lección histórica que necesitamos aprender sobre el héroe anónimo de estas lucha, también estamos conmemorando el Bicentenario de nuestro Independencia y, con el proceso de cambio y la lucha contra el latifundio tenemos que lograr nuestra independencia productiva de la tierra para celebrar la fiesta de la culminación con éxito de la revolución alimentaria”.

El crítico Carlos Suárez Radillo llama la atención sobre la acción de Los hombres de los cantos amargos, primera pieza de la trilogía, la cual transcurre ocurre entre los años 1854 y 1855, alternativamente en el despacho del Secretario de Gobierno y una calle en Caracas, una hacienda cacaotera en los Valles del Tuy, y un campamento de negros cimarrones en las montañas de Capaya.

La tesis central de la pieza es que la abolición de la esclavitud tuvo su origen en razones puramente económicas, ya que, según cifras de la época, resultaba más costoso mantener a los esclavos como tales que liberarles y contratarles como peones, por jornales de hambre, sólo en las épocas del año que requiriesen su trabajo.

Mediante una técnica de acciones paralelas, Rengifo muestra los distintos niveles en que se desarrolla el proceso socio-económico de la liberación de los esclavos, acciones ágiles, en ocasiones violentas, en las que cada personaje usa un lenguaje propio de su psicología y su situación, enriquecido, en el caso de los esclavos, con elementos folklóricos y poéticos auténticamente populares.

Dilia confía que “en este 2011, nos dejemos de oír cantos de sirena y aprovechemos este Bicentenario de nuestras luchas de independencia, para cancelar, con creces, este olvido en que se ha mantenido la obras teatrales de César Rengifo; pero eso sí bien montadas, bien actuadas, bien producidas y bien promocionadas. Tenemos que escenificar pues la primera obra de su trilogía sobre Zamora, la única que nuestros dramaturgos han entregado, hasta ahora”.



Un circo para Aquiles Nazoa

Uroboros es el próximo espectáculo que ya es proyectado por la Compañía Nacional de Circo (CNC), creada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura hace dos años para promover todas las artes circenses hechas en Venezuela.

La información la da el actual director general de la CNC, Darwin “Niki” García, en medio de la euforia de la agrupación durante una temporada especial que realizaron en el Teatro Municipal de Caracas y en la Casa del Artista con el montaje primigenio de la institución, Aquiles en el jardín de los retazos, antes de otra gira por el interior de la República.

Niki” advierte que Venezuela lleva más de una década reescribiendo numerosas páginas de su historia e inaugurando otras porque la vida útil y creativa de sus habitantes no se detiene jamás. Y cuando son artistas los que pergeñan esas nuevas sagas, estas tienen ese no-se-qué capaz de evocar al nostálgico sabor de la guayaba y estremecer por el valor de la novedad que exhiben, como es el caso de la primera Compañía Nacional de Circo (CNC) y su inicial espectáculo, Aquiles en el jardín de los retazos, el cual están mostrando desde diciembre del 2009, y que ahora, en un formato mas pequeño comenzó una serie de exhibiciones en los teatros tradicionales, siendo el Municipal de Caracas, el primero en ser utilizado.

Primera compañía de circo

Niki recuerda que la CNC fue creada por el Estado para promover todas las artes circenses hechas en Venezuela y subraya que no existen huellas visibles de que durante los últimos 200 años se haya forjado y puesto en marcha otra empresa cultural similar y con las dimensiones y ambiciones de la actual Compañía Nacional de Circo, una innegable realidad que se materializó en tres meses y la cual permitió montar su monumental carpa en la arena del viejo coso taurino de Caracas, después la desmontaron y llevaron a Maracaibo, antes de mudarla a Barquisimeto en los meses venideros.

Homenaje al poeta Nazoa

El primer montaje de la CNC, reitera “Niki”, es además un homenaje al poeta y escritor Aquiles Nazoa (Caracas, 17 de mayo de 1920 / Valencia, 25 de abril de 1976), al utilizar su obra Vida privada de las muñecas de trapo, la cual se materializa en un cuarto mágico de retazos y costuras, donde la maquina de coser hilvana en cada puntada una historia de recuerdos y anécdotas. Ahí Aquiles, el personaje central de esta historia, evoca a los muñecos, compañeros de su infancia, y a los personajes de la Caracas de antaño, interpretados por payasos, acróbatas, equilibristas, músicos y trapecistas.

Aquiles en el jardín de los retazos es un espectáculo festivo, centrado en el riesgo y la sorpresa de los malabaristas, en los artificios y la magia extraordinaria del dúctil cuerpo del acróbata y en las muecas polisémicas de los payasos, todo ese tinglado de seres fantásticos que hacen posible al circo, desde hace miles de años cuando se separó de su otro hermano, el teatro, para marchar por escenarios paralelos y desde ahí entretener y educar a la humanidad, para hacerle más alegre o feliz su tránsito terrestre.

La debutante agrupación impactó a las mil 300 personas que colmaron la carpa el Nuevo Circo de Caracas, durante cada una de sus representaciones, con sus 120 minutos del más impresionante montaje circense que haya visto jamás en esta capital criolla, basándose en las destrezas físicas de sus integrantes, no menos de 50 artistas y técnicos imprescindibles.

Ahí, a lo largo de 13 escenas por cada función, se exhibieron, con perfecta sincronía y depurados estilos 16 números circenses, que iban desde acrobacias aéreas en telas, payasos, equilibrios con aros, rueda alemana, monociclos, malabares con escobas y sombreros, equilibrio en sillas, dúos de trapecio, antipodismo, dúos de acróbatas y para cerrar es explosión lúdica, apuntalada con luces multicolores y música en vivo con ritmos populares bailables.

Y todo concluye con la lectura del Credo de Aquiles que recordó, una y otra vez, al público como los poderes creadores del pueblo radican en la más alta experiencia humana, especialmente las que manan de esas artes que pugnan por transformaciones hacia una vida perdurable y feliz. Tal como ha reiterado, con palabras y hechos artísticos ponderables, la directora y escritora Marisol Martínez, una nieta de los legendarios actores de teatro y de circo Lily Álvarez Sierra y Gabriel Martínez.

Balance y proyectos

Niki” recuerda que comenzaron a exhibir la CNC desde diciembre de 2009 y que lo mas importante de su periplo artístico ha sido las dos temporadas de Aquiles en el jardín de los retazos.

Hemos tenido entre diciembre del 2009 y febrero del 2010 unas 75 mil personas. Un público que vino a la carpa en el Nuevo Circo de manera espontánea y otros miles de espectadores que trajimos de las parroquias caraqueñas gracias a los consejos comunales. Fuimos a Maracaibo e hicimos una temporada intensa entre septiembre y octubre de 2010, para recibir algo así como unas 20 mil personas. Si a todo esto, sumamos las 220 funciones comunitarias en toda la gran Caracas, ya estamos por encima de las 180 mil personas. Y estos números no son ficticios, podemos comprobarlos además.

-¿Con cuanto personal cuenta la CNC?

-Arrancamos con 85 artistas en el 2009 y solo quedamos 44, de los que hay seis que trabajan ad honoren.

-¿Qué planes tiene la CNC?

-Estamos trabajando en cuatro proyectos de pequeño formato:”Ciudad ficticia”, sobre temas urbanos con sus ritmos y sus colores; uno sobre el tema ambientalista y los cambios climáticos, otro que llamaríamos “variedades circenses”, y está muy adelantado ya por el profesor Johnny Barton, y un cuarto que aborda una serie de mitos y leyendas indígenas. Pero nuestro gran montaje para el año próximo es Uroboros, que alude al mito de la serpiente que se muerde la cola.

El nuevo circo venezolano

La CNC esta apoyando el desarrollo y la difusión del nuevo circo y no aquel de animales salvajes supuestamente domesticados y de monstruosos seres humanos. Es el circo que no tiene nada que ver con las fieras ni con las malformaciones físicas humanas. Ese que emerge a mediados del siglo XX en Francia y Canadá, con organizaciones como el Cirque du Soleil, excelente modelo artístico de circo donde la técnica está al servicio de expresiones artísticas como la danza, la gimnasia rítmica, el teatro, el mimo, la acrobacia, el canto, la literatura y hasta la filosofía.

Es un nuevo circo donde todo está funcionado sobre plataformas móviles, que es itinerante o nómada y se adapta el espacio que pueda utilizar. Es un nuevo circo que está en función de la realidad social, ese donde los artistas circenses puedan ir, como en efecto lo hacen, a las comunidades para mostrarles un espectáculo que podrá cambiar o alterar la calidad de vida de sus espectadores.

Hay experiencias con la CNC barriadas caraqueñas como Los Erasos, Los Geranios y el 23 de Enero, para citar estos ejemplos, donde niños que tenían un elevado índice de deserción escolar han retornado a sus claustros, tras ver una serie de espectáculos circenses; lo mismo ha pasado con niños que consumían drogas o bebidas alcohólicas, han iniciado ahora un proceso de regeneración o recuperación.

El nuevo circo además es una industria cultural que puede desarrollar y acrecentar sus intérpretes porque tiene gran demanda de espectadores. El nuevo circo cuenta historias y no es únicamente un show de números circenses o exhibiciones acrobáticas o de malabaristas. El nuevo circo se puede equiparar con el teatro y la danza.

Para el desarrollo de la CNC se ha establecido convenios con la Escuela de Circo de Cuba a donde han enviado estudiantes, pero también se han traído profesores cubanos a lo largo de los años 2004 y 2005, quienes ayudaron a fortalecer todas las técnicas de muchos artistas circenses. También se han llevado artistas a España y Francia para mejorar sus condiciones


martes, mayo 17, 2011

Beca y libro para Edgar Borges

En el reino de España, el caraqueño Edgar Borges es noticia de nuevo. Se ganó una beca catalana y hacen el lanzamiento de su más reciente publicación.

El Tocayo” (con 45 años), como lo denominamos cariñosamente, cuenta que el próximo miércoles 25 de mayo, a las 20:30h, en La Marabunta Librería-Café de Madrid, el director de cine Emilio Barrachina le presentará su nuevo libro Crónicas de bar (Editorial Milrazones, 2011). Además obtuvo una Beca Residencia en el Centre d'Art La Rectoría, de Barcelona, un Centro muy prestigioso que selecciona a artistas de diversas partes del mundo y de variadas disciplinas para que terminen un proyecto de trabajo.

El Tocayo” explica como el proyecto que concluirá durante dos meses de residencia es una investigación novelada sobre la obra de Peter Handke (Griffen, Carintia, Austria, 1942) y la censura mediática. “El resultado final, de ese trabajo en el que estoy sumergido desde hace un buen tiempo, será una novela para 2012. En ese proyecto participan intelectuales de diversas partes del mundo, amigos de Peter Handke, traductores, investigadores y escritores”.

-¿Un ensayo sobre Peter o una novela?

- Se trata de una investigación novelada sobre la obra del escritor austríaco Peter Handke y la censura mediática. No es un ensayo, es una novela, híbrida, pero novela al fin; es híbrida porque tiene algo de diario y mucho de investigación. La novela se cuenta desde los apuntes que recopila día a día un investigador. Podría decir que es la historia de una investigación contada desde el plano intimo, desde los detalles de una persona que busca datos que le permitan, por un lado, disfrutar de la obra de Peter Handke, a quien admira mucho, y, por el otro, demostrar cuánto puede censurarse una voz literaria dentro de un mundo “reconocidamente democrático”, y es aquí cuando opera la ley impositiva del mercado: sólo se conoce lo que al sistema de consumo le conviene. Es un proyecto bien interesante del cual no debo dar muchos detalles porque será concretado en el marco de la Beca Residencia en el Centre d'Art La Rectoría, de Barcelona, que recientemente he obtenido vía concurso. Ese es un Centro que recibe a artistas internacionales de diversas disciplinas. Ahí el artista concluye el proyecto de trabajo que presentó a concurso. En mi caso ingresaré en julio de 2011 y permaneceré ahí, internado, batallando con mi proyecto, pero siempre acercándome a alguna ventana para ver el mundo. Esta novela saldrá en 2012 y será mi trabajo más ambicioso, literariamente hablando, hasta ahora.

-¿Cómo ha pensado abordar todo aquello?

- En este trabajo llevo mucho tiempo invertido. Su desarrollo ocupa mi atención desde hace algo más de un año, pero ya venía investigando sobre la obra de Handke desde hace mucho tiempo. La literatura de Peter Handke representa la reivindicación de la palabra en medio de un mundo enajenado por un sistema uniforme de sobreinformación. Para esta investigación novelada he entrevistado a siete intelectuales de países como Venezuela, Chile, España y Alemania, todos de primer nivel.

-¿Es una escritura por compromiso o tienes libertad plena para la temática?

- Como en todo lo que escribo tengo libertad plena, de lo contrario no lo escribiría. El Centre d'Art La Rectoría otorga la Beca Residencia y sólo pide el resultado de la propuesta introducida, pero la propuesta, en buena medida, se supone que ya debería estar encaminada. Ese es el caso de mi trabajo, ya venía desarrollándose por la propia dinámica que yo mismo le puse al asunto. Es literatura libre que busca reventar a su manera, desde mi espacio particular, ese molde tan odioso que hoy en día nos venden como novela uniforme y poco inteligente. Yo para hacer arte conservador me dedicaría a otra cosa más digna. La literatura, como todo el arte, y como el mundo en general, está padeciendo una severa crisis de conservadurismo, de puritanismo. En pleno siglo XXI el mundo se ha vuelto un mega convento. Pero en el fondo lo que impera es la misma doble moral de siempre, ahora avanzando de forma feroz para instaurar una segunda Edad Media en beneficio de una supra élite rectora de las iniciativas individuales. El poder económico y sus empleados, los políticos, han hecho de valores como la democracia y la libertad cascarones vacíos. Ellos dicen justicia y ya no dicen nada, dicen igualdad cuando en realidad quieren decir uniformidad. Dicen pueblo como si fuese un mantra aniquilador de personalidades. No obstante, soy un convencido de que el siglo XXI será el siglo de la estupidez pero también el siglo de la gran respuesta humana que le plantará cara al sistema bestialmente capitalista y a sus derivados que se alojan en una falsa izquierda.

-¿Qué ha pasado con sus otras obras?

-Todas han marchado bien, unas mejor que otras, como es normal. Lo cierto es que, una vez publicadas, esas obras ya no le pertenecen al escritor. En estos momentos se están traduciendo al italiano varios de mis relatos. Todo está germinando con la necesaria lentitud que requiere hacer las cosas bien dentro de una maquinaria global que corre a paso loco y atropellado. Yo, en ninguno de los roles que desempeño, pretendo participar en esa carrera. No, yo dejo que el monstruo siga su ruta loca, le dejo ir con su apetito insaciable y con sus pasos ruidosos. Yo voy a paso prudente, observando el camino y escribiendo mis ideas, un poco apostando a hacer cosas que vayan más allá de esta sociedad en transición. Tiene que venir algo mejor y mucho menos estúpido.

-¿Que de especial tiene esta obra que presenta en Madrid?

-La obra que se presenta, el próximo miércoles 25 de mayo, en La Marabunta Librería-café del barrio de Lavapiés de Madrid se titula Crónicas de bar. Se trata de un libro de apuntes, de observaciones, en el que he reunido 21 crónicas, 21 propuestas que tienen que ver con los mundos y submundos de los bares, de las tabernas, de los cafés. Crónicas de bar es un homenaje a la calle, a la vida, a los encuentros pero también a los desencuentros. En sus páginas el libro reconoce y celebra que un bar es un punto de esperanza pero también de despecho. ¿Qué otro lugar para lavar las heridas cotidianas que un bar? Con Crónicas de bar he pretendido celebrar la vida en un momento especialmente difícil en el que el ruido mediático nos reitera segundo a segundo que “somos bestias” que no amamos ni padecemos. Crónicas de bar deja en cada línea, en cada frase, en cada observación, ese brillo de humanidad que en mis recorridos taberneros capté en los diálogos y en los silencios. Mucha gente se está sintiendo identificada con el libro y creo que es justamente por percibir esos detalles de humanidad que no registran las noticias. El libro lo presentará el escritor y director de cine Emilio Ruiz Barrachina (Madrid, 1963), con quien sostendré una tertulia de bares, submundos y literatura. En una de las 21 crónicas del libro sostengo un diálogo virtual con Emilio, cada uno desde un café, él en Londres y yo en Oviedo. Ahora nos disponemos a convertir en realidad aquel diálogo en una tertulia festiva y literaria.