Unearte no es la sumatoria de los cuatro institutos universitarios que antes impartían educación en las áreas del teatro, la música, las artes plásticas y la danza. La Universidad Nacional Experimental de las Artes es una institución de educación superior con un nuevo enfoque, con nuevo diseño curricular, el cual estamos intentando desarrollar en conjunto, tras haber sido intensamente trabajado con los docentes universitarios y con el estudiantado que se interesó”.
Así lo afirma la rectora de Unearte, Emma Elinor Cesín Centeno, con varias carpetas en mano, mientras la acompaña el vicerrector del Poder Popular, Miguel Issa.
— ¿Qué pasa con el curriculum?
—El curriculum está vivo, no es que se hizo y aquí quedó, estará en permanente estudio y formación, y en evolución porque estamos intentando crear una nueva forma para enfrentarnos a este complejo proceso de formación en las artes, entendiéndose que la universidad tiene una responsabilidad compartida.
Agrega que por primera vez está autorizada en Unearte la Licenciatura en Educación en las menciones Teatro, Música, Danza y Artes Plásticas. “Estos planes de estudio son inclusivos en la medidas en que deslindan las fronteras entre lo académico, lo popular y lo tradicional en materia de artes y cultura, considerando las realidades territoriales, geográficas, culturales y mentales, así como la pertinencia con relación a los que originaron, lo mantenido, incrementado, congregado, novedoso y coherente, conservando lo propio e introduciendo elementos que resultan valiosos para el país y para la educación a nivel internacional. Los licenciados egresarán capacitados para formar a los educadores en cada una de esas áreas. Esto es un logro histórico”.
Reitera que Unearte trabaja en función de un programa de grado para dar cuerpo a políticas del Estado venezolano, emanadas de los ministerios del Poder Popular para la Educación Superior, la Cultura, la Ciencia y la Tecnología.
Así lo afirma la rectora de Unearte, Emma Elinor Cesín Centeno, con varias carpetas en mano, mientras la acompaña el vicerrector del Poder Popular, Miguel Issa.
— ¿Qué pasa con el curriculum?
—El curriculum está vivo, no es que se hizo y aquí quedó, estará en permanente estudio y formación, y en evolución porque estamos intentando crear una nueva forma para enfrentarnos a este complejo proceso de formación en las artes, entendiéndose que la universidad tiene una responsabilidad compartida.
Agrega que por primera vez está autorizada en Unearte la Licenciatura en Educación en las menciones Teatro, Música, Danza y Artes Plásticas. “Estos planes de estudio son inclusivos en la medidas en que deslindan las fronteras entre lo académico, lo popular y lo tradicional en materia de artes y cultura, considerando las realidades territoriales, geográficas, culturales y mentales, así como la pertinencia con relación a los que originaron, lo mantenido, incrementado, congregado, novedoso y coherente, conservando lo propio e introduciendo elementos que resultan valiosos para el país y para la educación a nivel internacional. Los licenciados egresarán capacitados para formar a los educadores en cada una de esas áreas. Esto es un logro histórico”.
Reitera que Unearte trabaja en función de un programa de grado para dar cuerpo a políticas del Estado venezolano, emanadas de los ministerios del Poder Popular para la Educación Superior, la Cultura, la Ciencia y la Tecnología.
“La propuesta curricular para la formación de educadores en arte busca superar las deficiencias de formación humanística y científica latentes en los planes antecedentes de estudios en las artes, así como en esos métodos de enseñanza, los cuales estaban centrados en la especialidad técnica y el profesionalismo libre, con carreras desligadas de los social-comunitario, y totalmente centradas en el lucro y el desempeño competitivo de mercado”.
Afirma que la formación de educadores para las artes es muy necesaria para dar cuerpo social y cultural, desde el punto de vista formal, institucional y académico, a este fenómeno social para verlo desde sus naturalezas, social, cultural, estético, ético, antropológico, científico, tecnológico y técnico. “La educación para las artes es el medio para impregnar lo social comunitario de profundos valores humanos sobre lo bueno, lo bello, el bien, que dignifican y revindican la labor de sus practicantes y estudiosos. Constituye este espacio de saber y hacer cultural un invalorable medio y recurso para educar a una sociedad que se propone ser comunitaria en su esencia y no sólo gregaria, teniendo como norte la participación ciudadana para la consolidación del Poder Popular”
— ¿Qué persiguen o qué buscan con esto?
—Con esto pretendemos que, en un momento dado, Unearte sea el ente rector del Sistema Nacional para la Formación de las Artes. De esta manera, desde la Universidad debe salir un proyecto para la creación del Sistema Nacional para la Formación de las Artes.
— ¿Y por qué se hace eso?
—Unearte no puede esperar que llegue un bachiller, de 18 o 20 años, para que diga que pretende ser músico o bailarín o actor o artista plástico. Ya ese muchacho, o esa muchacha, debe venir a Unearte con una formación básica en la disciplina que ha escogido para estudiar. Y esto lo hacemos para que ese estudiante no tenga que estudiar el doble, porque su formación en las artes debe comenzar en la primaria y proseguir en el bachillerato, para que venga a iniciar unos verdaderos estudios superiores en la universidad.
— ¿Cuándo estará listo ese Sistema Nacional para la Formación de las Artes?
—Para el año 2010 nosotros deberíamos tener este proyecto y hasta podríamos iniciarlo con programas pilotos. Ya el Conac, extinto como sabemos, había adelantado algo con algunas escuelas, y ahora nos toca trabajar con lo ya existente. No estamos saliendo de cero, porque hay experiencias, unas más exitosas que otras.
— ¿Está puesta en marcha de Unearte ha encontrado obstáculos y hasta cierta oposición, de carácter conuquero, del mismo sector artístico, cuando debería ser todo lo contrario?
—Sí, pero no quisiera utilizar tu término de “conuquero”.Todas esas iniciativas fueron importantes en su momento, las cuales, a medida que se desarrollaron, dieron respuestas a las necesidades que había o que se presentaban.
— ¿Y qué harán ahora?
—Seguiremos respetando esas primarias iniciativas o acciones originales, pero eso ya no es el modelo para la nueva sociedad venezolana. Nuestro modelo no es el modelo de los institutos, es otro modelo que está en construcción.
— ¿Está consciente o informado el estudiantado de lo que significa todo este proyecto de Unearte?
—Creo que esa es una de las principales funciones o deberes que tenemos. Tenemos que hacerle comprender al estudiantado la seriedad de lo que están haciendo. La razón pedagógica es la razón de ser de una universidad y muy en especial para Unearte.
“Aquí debemos tener toda la paciencia del mundo y sacar una fuerza adicional para ayudarlos y acompañarlos en este proceso de transformación. Ellos están estrenando participación y se están estrenando como estudiantes universitarios. Y todo esto luce abrumador, porque además hay que tener una dosis adicional de pedagogía, porque no solo hay que enseñar los contenidos curriculares, si no también los procesos de negociación que los deben acompañar toda su vida, porque para un artista la violencia no puede ser nunca su arma de negociación. Es por eso que un artista deber saber cómo negociar, cómo hacerse entender, como hacerse oír; cómo hago, respetándome y respetando al interlocutor, que podamos sentarnos a conversar”.
“Estamos, pues en un proceso de búsqueda, pero tenemos una inmensa responsabilidad que es orientar al estudiantado. Y aquí es bueno que se sepa que Unearte no los trata como artistas, sino como docentes. Y por qué hacemos esto, porque mientras estén dentro de la universidad, deben tener muy claras las reglas universitarias. Y aquí quiero puntualizar que para ser artista no se necesita acudir a una universidad, pero para ser licenciado en Artes Plásticas, o cualquier otra disciplina, si se requiere acudir a la universidad y para ello debe cumplir los requisitos estipulados en el curriculum, donde hay contenidos teóricos y metodológicos. Unearte forma licenciados, pero no forma artistas”.
Ocho semestres
El programa de grado de Unearte transcurre en cuatro trayectos, de dos semestres cada uno. A lo largo de cada trayecto se desarrolla un proyecto de investigación o educación en arte, junto con las unidades curriculares correspondientes a cada semestre. Por las características del entrenamiento técnico avanzado que requieren las áreas artísticas, así como la formación educacional, se emite un certificado de salida intermedia al aprobar el segundo trayecto, el titulo de técnico superior, y uno al aprobar el cuatro trayecto, que es el tituelo de licenciado en Educación, con mención en el arte correspondiente. El programa tiene 54 unidades curriculares, incluyendo los proyectos docentes, artísticos, comunitarios.
Dos mil estudiantes
Unearte arranca su año 2010 durante la segunda semana de enero, con más de 500 docentes y unos 2 mil estudiantes, distribuidos en sus sedes de la plaza Morelos, Sarteneja, Quebrada Honda y Caño Amarillo, y además Centros de Estudio en Espino, Chaguaramas y Juan Griego. Se aplicarán dos curriculums: uno que es transitorio para los estudiantes que vienen de los institutos universitarios y otro totalmente nuevo para los alumnos que recién empiezan.
La superestructura
Carlos Marx enseña que las artes en la cultura son el reflejo de las relaciones sociales de producción. Por lo tanto, constituyen un componente de la organización que adoptan los seres humanos para realizar la praxis económica. Siendo así, las artes en la cultura constituyen uno de los medios por los cuales se mantienen en el tiempo la condiciones de desigualad entre las clases. La tarea fundamental de una educación revolucionaria es trasformar esa realidad. Es a partir de esta premisa que se lucha para el cambio de las relaciones de producción, lo cual, en lenguaje coloquial, significa la participación del poder popular conformado por la clase trabajadora, la menos favorecida de la sociedad, en los procesos de toma de decisiones culturales y entre ellas a las que se relacionan con las artes.
Afirma que la formación de educadores para las artes es muy necesaria para dar cuerpo social y cultural, desde el punto de vista formal, institucional y académico, a este fenómeno social para verlo desde sus naturalezas, social, cultural, estético, ético, antropológico, científico, tecnológico y técnico. “La educación para las artes es el medio para impregnar lo social comunitario de profundos valores humanos sobre lo bueno, lo bello, el bien, que dignifican y revindican la labor de sus practicantes y estudiosos. Constituye este espacio de saber y hacer cultural un invalorable medio y recurso para educar a una sociedad que se propone ser comunitaria en su esencia y no sólo gregaria, teniendo como norte la participación ciudadana para la consolidación del Poder Popular”
— ¿Qué persiguen o qué buscan con esto?
—Con esto pretendemos que, en un momento dado, Unearte sea el ente rector del Sistema Nacional para la Formación de las Artes. De esta manera, desde la Universidad debe salir un proyecto para la creación del Sistema Nacional para la Formación de las Artes.
— ¿Y por qué se hace eso?
—Unearte no puede esperar que llegue un bachiller, de 18 o 20 años, para que diga que pretende ser músico o bailarín o actor o artista plástico. Ya ese muchacho, o esa muchacha, debe venir a Unearte con una formación básica en la disciplina que ha escogido para estudiar. Y esto lo hacemos para que ese estudiante no tenga que estudiar el doble, porque su formación en las artes debe comenzar en la primaria y proseguir en el bachillerato, para que venga a iniciar unos verdaderos estudios superiores en la universidad.
— ¿Cuándo estará listo ese Sistema Nacional para la Formación de las Artes?
—Para el año 2010 nosotros deberíamos tener este proyecto y hasta podríamos iniciarlo con programas pilotos. Ya el Conac, extinto como sabemos, había adelantado algo con algunas escuelas, y ahora nos toca trabajar con lo ya existente. No estamos saliendo de cero, porque hay experiencias, unas más exitosas que otras.
— ¿Está puesta en marcha de Unearte ha encontrado obstáculos y hasta cierta oposición, de carácter conuquero, del mismo sector artístico, cuando debería ser todo lo contrario?
—Sí, pero no quisiera utilizar tu término de “conuquero”.Todas esas iniciativas fueron importantes en su momento, las cuales, a medida que se desarrollaron, dieron respuestas a las necesidades que había o que se presentaban.
— ¿Y qué harán ahora?
—Seguiremos respetando esas primarias iniciativas o acciones originales, pero eso ya no es el modelo para la nueva sociedad venezolana. Nuestro modelo no es el modelo de los institutos, es otro modelo que está en construcción.
— ¿Está consciente o informado el estudiantado de lo que significa todo este proyecto de Unearte?
—Creo que esa es una de las principales funciones o deberes que tenemos. Tenemos que hacerle comprender al estudiantado la seriedad de lo que están haciendo. La razón pedagógica es la razón de ser de una universidad y muy en especial para Unearte.
“Aquí debemos tener toda la paciencia del mundo y sacar una fuerza adicional para ayudarlos y acompañarlos en este proceso de transformación. Ellos están estrenando participación y se están estrenando como estudiantes universitarios. Y todo esto luce abrumador, porque además hay que tener una dosis adicional de pedagogía, porque no solo hay que enseñar los contenidos curriculares, si no también los procesos de negociación que los deben acompañar toda su vida, porque para un artista la violencia no puede ser nunca su arma de negociación. Es por eso que un artista deber saber cómo negociar, cómo hacerse entender, como hacerse oír; cómo hago, respetándome y respetando al interlocutor, que podamos sentarnos a conversar”.
“Estamos, pues en un proceso de búsqueda, pero tenemos una inmensa responsabilidad que es orientar al estudiantado. Y aquí es bueno que se sepa que Unearte no los trata como artistas, sino como docentes. Y por qué hacemos esto, porque mientras estén dentro de la universidad, deben tener muy claras las reglas universitarias. Y aquí quiero puntualizar que para ser artista no se necesita acudir a una universidad, pero para ser licenciado en Artes Plásticas, o cualquier otra disciplina, si se requiere acudir a la universidad y para ello debe cumplir los requisitos estipulados en el curriculum, donde hay contenidos teóricos y metodológicos. Unearte forma licenciados, pero no forma artistas”.
Ocho semestres
El programa de grado de Unearte transcurre en cuatro trayectos, de dos semestres cada uno. A lo largo de cada trayecto se desarrolla un proyecto de investigación o educación en arte, junto con las unidades curriculares correspondientes a cada semestre. Por las características del entrenamiento técnico avanzado que requieren las áreas artísticas, así como la formación educacional, se emite un certificado de salida intermedia al aprobar el segundo trayecto, el titulo de técnico superior, y uno al aprobar el cuatro trayecto, que es el tituelo de licenciado en Educación, con mención en el arte correspondiente. El programa tiene 54 unidades curriculares, incluyendo los proyectos docentes, artísticos, comunitarios.
Dos mil estudiantes
Unearte arranca su año 2010 durante la segunda semana de enero, con más de 500 docentes y unos 2 mil estudiantes, distribuidos en sus sedes de la plaza Morelos, Sarteneja, Quebrada Honda y Caño Amarillo, y además Centros de Estudio en Espino, Chaguaramas y Juan Griego. Se aplicarán dos curriculums: uno que es transitorio para los estudiantes que vienen de los institutos universitarios y otro totalmente nuevo para los alumnos que recién empiezan.
La superestructura
Carlos Marx enseña que las artes en la cultura son el reflejo de las relaciones sociales de producción. Por lo tanto, constituyen un componente de la organización que adoptan los seres humanos para realizar la praxis económica. Siendo así, las artes en la cultura constituyen uno de los medios por los cuales se mantienen en el tiempo la condiciones de desigualad entre las clases. La tarea fundamental de una educación revolucionaria es trasformar esa realidad. Es a partir de esta premisa que se lucha para el cambio de las relaciones de producción, lo cual, en lenguaje coloquial, significa la participación del poder popular conformado por la clase trabajadora, la menos favorecida de la sociedad, en los procesos de toma de decisiones culturales y entre ellas a las que se relacionan con las artes.