miércoles, abril 05, 2006

Llegó el futuro

Por supuesto que sí es teatro lo que la agrupación Estados Unidos-Eslovenia está exhibiendo en el XVI Festival Internacional de Teatro de Caracas 2006, en la atípica sala Río Teatro Caribe, en San Bernardino. She said es un teatro que todavía no se produce aquí en Venezuela y eso funciona en dos direcciones: a favor o en contra, por parte del público. Se trata de un texto recitado en inglés y de manera coral, inspirado en Détruire...dit-elle de la francesa Marguerite Duras, donde hay tres actores-bailarines-gimnastas (en el programa de mano no aparecen sus nombres), y un director (Ivan Talijancic) que realiza una trepidante puesta en escena polivalente y con tecnología multimedia, además de una traducción simultánea al castellano. Es como una especie de juegos para PC, pero que aquí es desde un escenario teatral. Además es un espectáculo en blanco y negro, como pocas veces hemos visto, que dura 45 minutos exactos.
La agrupación WaxFactory, realizadora del espectáculo, She said, admite que su trabajo se logra sobre un escenario desnudo que simula un túnel futurista. Ahí plasman una incansable secuencia de impresionantes imágenes, diseñadas por algunos de los más prometedores talentos visuales y digitales de Europa y arropadas por ambientes sonoros creados por el renombrado dúo electrónico esloveno Random Logic. Busca llevar “el sublime lirismo existencialista de la escritora Duras”, con un impactante híbrido futurista de instalación artística y exigencia actoral. Eso lo hacen integrando el extenso uso de tecnología, lenguaje y movimiento.
Desde su formación en 1998, WaxFactory se ha consolidado como uno de los grupos multidisciplinarios de Nueva York más activos internacionalmente.Ha creado instalaciones, performances, películas y videos que conforman una innovadora mezcla de actuación, audiovisuales, diseño arquitectónico y de modas. Junto a piezas creadas para locaciones muy poco convencionales, WaxFactory hasta ahora ha presentado obras como Lulu, Cleansed, Lady from the sea, Moliere's Monster y Story of Rats, ante auditorios internacionales como el Ica de Londres, el Museo Gulbenkian de Lisboa (Portugal), el Sommer Szene de Salzburgo (Austria), Oltre 90 (Milán, Italia) y Mess (Sarajevo, Bosnia). Y por primera vez vienen a confrontarse con el público de Caracas.
Para los críticos de Nueva York, como David Cote de la revista Time Out, este montaje es “una pieza plena de tretas aurales y visuales, tales como alucinantes proyecciones de video y un diseño sonoro de ambiente industrial, cuyo efecto combinado es parte un viaje de ciencia ficción y parte una banda sonora existencialista muy experimental”. Según Jonathan Kalb, del diario The New York Times, “las identidades de los intérpretes se presentan fluídas en escena y se comportan con gran sensualidad y un distanciamiento de gran formalismo. A veces, el trío se debate entre sí en una pugna para elevarse desde el piso, iluminado este por una pulsante luz estroboscópica que confiere al movimiento una misteriosa y sincopada armonía que evoca el crecimiento de las plantas en las fotografías tomadas con amplios lapsos de tiempo”.
Para nosotros, este She said no es el teatro que nos gusta ver cotidianamente, a pesar de las fantásticas imágenes que se consiguen en la escena, cual si fuese una versión teatral de una película al estilo Matrix. Sin embargo es muy interesante lo exhibido porque demuestra todo un proceso de conceptualización y de su materialización en escena. Es, pues, She said un trabajo plausible que han traído, desde Estados Unidos las compañías Wax Factory, Cankarjewv Dom y Mini Teater, porque ahí hay un trabajo altamente creativo, una búsqueda de un lenguaje teatral a partir de la hibridación de otras expresiones artísticas. Habría que esperar a ver qué logran más adelante con texto más dramático, aunque de antemano se vislumbra que adaptarán a sus códigos teatrales todo lo que les caiga a la mano. La guía telefónica de Nueva Yorsería un delicioso platillo escénico si insisten en ello.
Este teatro futurista no es de fácil reproducción en Venezuela, por las condiciones cómo se hace aquí el teatro, en su más simple estilo o condición. ¿Cuántos criollos tienen una tentación similar? No sabemos, pero todo se puede casi comprar o casi copiar!

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