jueves, diciembre 28, 2006

Los aplausos persiguen a Román Chalbaud

Román Chalbaud (Mérida, 1931) con sus piezas teatrales y sus películas, asumió una posición crítica frente a la realidad venezolana, parafraseando a Carmen Márquez Montes. Optó por irse a los bajos fondos y presentar al público las dos caras de una nación donde el poder del dinero proveniente del petróleo, sólo sirvió para hacer más insalvables, si cabe, las distancias entre las clases sociales. Ofreció a los lectores o espectadores la posibilidad de confrontar las dos realidades que se daban en esa Venezuela. Por un lado, un proyecto político e ideológico de la sociedad en la que imperaban los valores de los petrodólares, y por el otro a la colectividad que sobrevivía con las migajas de la oficialista, y a la cual intentaron enmascarar y tapiar, pero nunca lo lograron. Ambas caras son la única realidad de una Venezuela que en un corto espacio de tiempo vio cómo se alteraba su forma de vida y cómo sus valores tradicionales se transmutaron por otros foráneos.
Chalbaud, al igual que todo el país vivió estos momentos a través de su dramaturgia y su cine, primero de forma esperanzada, más tarde desconcertado y sin creer en la receta política, lo cual le llevó a pensar que la única solución provenía de la concienciación individualizada; pero en su obra Vesícula de nácar y en la penúltima película Pandemonium apuesta por un derrumbe total, para, a partir de las ruinas, poder reconstruir un nuevo país acorde con las necesidades y las realidades propias.
Chalbaud, y en esto también compartimos los juicios de Carmen Márquez Montes, no ha inventado otra Venezuela para su teatro o su cine, lo que hizo fue desenmascarar y arrancar el suburbio de la ignorancia. Ello permitió a sus audiencias fundar una nueva realidad completa, formada por la oficialista petrodólar y por la de los desheredados. El dramaturgo invitó a mirar de frente la corrupción, la violencia, la confusión de valores, la anarquía y el caos que sacudían al país, mientras que sus habitantes se debatían por encontrar un espacio dentro de este maremagnun, todo ello unido al resto de la problemática del hombre contemporáneo, con su aislamiento, sus relaciones amorosas, la sexualidad y las relaciones interpersonales.
Con El Caracazo, su más reciente largometraje, Chalbaud retoma el cine testimonial, ese que afuera se disfruta pero que aquí se atraganta, por la cruda verdad que encierra. Él, en dialogo exclusivo para Todosadentro, habló de sus proyectos y de los aplausos que tuvo afuera.
—¿Qué balance arroja El Caracazo? ¿Vale la pena seguir haciendo cine sobre sucesos históricos? ¿Qué problemas se tienen que superar con tales temáticas? ¿Cómo ven en el exterior a esas películas, especialmente a El Caracazo?
—Estoy satisfecho de haber hecho El Caracazo, así como de haber filmado todas las películas que llevan mi firma. Cada vez que las veo, pasado el tiempo, me reprocho cosas: un diálogo que falta, una escena que sobra, una estructura que podría ser más férrea. En pocas palabras: la búsqueda de la perfección. Somos todavía aficionados aprendiendo el difícil lenguaje cinematográfico. Me preguntas si vale la pena seguir haciendo cine sobre sucesos históricos. Por supuesto, no sólo vale la pena sino que es nuestro deber. Y me refiero a aquellos comunicadores que, como yo, creen firmemente en un proceso de mejoramiento de la salud intelectual, artística, humana y económica de los venezolanos. La historia nos enseña. Pasamos muchos años gobernados por hombres que nos vendaron para que olvidáramos la historia y las ideologías. Nos entregaban un mullido cojín (el cojín del cual habló Harold Pinter en sus palabras para recibir el Nobel) donde nos podíamos recostar placidamente y ser felices. Gracias a Dios, apareció Hugo Rafael Chávez Frías Chávez, dijo “por ahora” y empezó a quitarnos la venda. La venda es muy larga, de muchas vueltas y en pocos años son muchos los que han abierto los ojos. Cada día se abren más y más ojos, más y más corazones. Las experiencias en el exterior con El Caracazo son inolvidables y te entrego una lista de los festivales donde hemos participado con esta película. No he ido a todos, pues algunos han coincidido en sus fechas. Pero no puedo olvidar el Premio Glauber Rocha, en el Festival de La Habana, dado por la prensa extranjera, tampoco puedo ignorar el interés que los públicos de Toulouse y Pau tuvieron ante mi película: nadie se movió de su asiento al terminar la cinta. Los foros duraron alrededor de hora y media en cada ciudad. En San Sebastián muchos españoles y latinoamericanos expresaron sus emociones y me dieron las gracias por haber hecho este trabajo. La gente de Trieste reaccionó y apoyó el filme con preguntas y aplausos y con el Premio Especial del Jurado. En Calcuta y Siliguri miles de personas se agolparon a las puertas de los cines. Muchos de ellos tuvieron que ver la película parados o sentados en el piso. Tenemos otra invitación para volver a La India: abril de 2007, Nueva Delhi, Festival de Películas sobre Derechos Humanos.
—¿Qué ha pasado con su teatro, pues nos tiene amenazados a todos con una nueva obra y de repente monta piezas épicas, importantes además, como Monserrat?¿Qué pasó con esa producción?¿No la van a reponer, precisamente en estos tiempos en que los venezolanos están decididos a luchar por su libertad?
—Cuando estrenamos Montserrat no encontramos más fechas para seguirla montando. Los teatros Teresa Carreño y Municipal estaban copados. En Barquisimeto el Teatro Juárez no termina de ser restaurado. En Maracay no había fecha en el Teatro de la Ópera. Pensamos reestrenar en febrero y cubrir otras plazas en el interior. Nuestra gira en Puerto Ordaz, Cumana y Maracaibo fue un real éxito. Este maravilloso texto del francés-argelino Emmanuel Robles conmueve a nuestros espectadores. Sí, lo que se dice sobre el colonialismo está vigente aún en nuestros días.
—¿Qué pasa con los nuevos proyectos fílmicos?
—Tengo, por el momento, dos proyectos: El aplauso va por dentro. Basado en el famoso monólogo de Mónica Montañés, quien además hizo el guión, con Mimí Lazo. Estoy a la espera de los resultados de la convocatoria del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) . Y una película que todavía no tiene nombre, pero que trata sobre la presencia de los médicos cubanos en Venezuela. Estamos trabajando en el guión con Ugo Ulive, basados en una importante investigación que Enrique Ubieta hizo durante nueve meses en Venezuela. Él ha escrito un libro: Venezuela rebelde, que les recomiendo a todos los lectores, en el que no solamente trata sobre la presencia de los médicos cubanos, sino también de las dificultades y progresos del proceso político venezolano.
—¿La televisión no te atrae en estos tiempos, después del experimento que se hizo en Venezolana de Televisión?
—La televisión me atrae siempre. Una página en blanco me atrae siempre. Pincel, cámara, bolígrafo. Pero rechazo todos aquellos proyectos que no están dentro de mi piel. Estamos viviendo un importante momento de nuestra historia. Soy militante de este proceso.
—¿Cómo analiza a las actuales políticas del Ministerio de la Cultura con respecto al cine?
—Se está construyendo una nueva estructura cinematográfica. No es un vidrio que se sopla y de un momento para otro se hace una botella. Hay problemas y es lógico que los haya. Todos debemos contribuir a la creación de ese edificio.
Ya que ha viajado muchísimo en los últimos meses, ¿qué dicen afuera del cine venezolano y del proceso político?
—Estoy regresando de ese maravilloso y largo viaje, donde pude palpar en el exterior el interés del mundo por nuestro proceso y nuestro cine. Comienzo ahora a tener reuniones para aclarar conceptos, para despejar dudas, pero siempre desde un punto de vista positivo. Vamos a construir.
50 años de cine
Caín adolescente (1957).Cuentos para mayores (1963).
Chévere o la Victoria de Wellintong (1971.La quema de Judas (1974). Sagrado y obsceno (1976).El pez que fuma (1977). Carmen la que contaba 16 años (1978).El rebaño de los ángeles (1979).Bodas de papel (1979).Cangrejo (1982).La gata borracha (1983). Cangrejo II (1984). Ratón de ferretería (1985). Manón (1986). La oveja negra (1987). Cuchillos de fuego (1990). El corazón de las tinieblas (1990). Cine venezolano (1991). Pandemonium (1997) y El Caracazo (2005) .
Festivales y premios de El Caracazo
XXVII Festival Estival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba, del 6 al 16 diciembre 2005.Concurso Latinoamericano.
***Premio Glauber Rocha de la prensa
IX Festival Internacional de Cine de Punta del Este, Uruguay, del 4 al 11 de febrero 2006. Participación oficial.
46° Festival Internacional de Cine y TV de Cartagena, Colombia, del 3 al 10 de marzo 2006. Participación oficial.
4to. Mercado de Cine Iberoamericano en Guadalajara, Film Market, México, del 24 al 29 de marzo 2006.
17emes. Rencontres Cinémas d´Amérique Latine de Toulouse. Francia, del 17 al 26 de marzo 2005. Participación oficial.
9° Festival de Málaga, España, del 17 al 25 de marzo del 2006. Selección oficial.
7° Festival Internacional de Cine Las Palmas de Gran Canaria 2006, España, del 24 de marzo al 1° de abril de 2006. Selección oficial.
X Festival de Cine Latinoamericano de Ottawa, Canadá, del 31 de marzo al 1° de abril de 2006.
Sexta edición Mercadoc, Málaga, España, del 26 al 29 de abril del 2006. Selección oficial.
Cinesul 2006. 11° Festival Ibero-Americano de Cinema e Video. Centro Cultural Banco de Brasil y en el Espacio Cultural de los Correos, Río de Janeiro, Brasil, del 14 al 25 de junio 2006.
IV Festival de Cine Latinoamericano en Polonia, Varsovia, Polonia, del 14 al 25 de junio de 2006.
34º Festival de Gramado. Cinema Brasileiro e Latino. Gramado, Brasil, del 14 al 19 de agosto de 2006. Román Chalbaud fue invitado como jurado del festival.
VIII Festival Iberoamericano de Cine de Santa Cruz, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, del 17 al 26 de agosto 2006.
Latinbeat! 2006. Latin America Cinema. Film Society of Lincoln Center, New York, USA, del 8 al 24 de septiembre de 2006.
II Festival de Cine Latinoamericano, San José, Costa Rica, septiembre de 2006.
54 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, España, del 21 al 30 de septiembre de 2006. Román Chalbaud fue invitado como presidente del jurado del Premio Horizontes. Exhibición de El Caracazo, con foro.
X Miami Latin Film Festival, Florida, Estados Unidos de América, del 2 al 11 de octubre de 2006.
16th Films From the South Festival, Oslo, Noruega, del 5 al 15 de octubre de 2006.
15° Festival Internacional de Cine de Paraguay, Un aniversario animado, Asunción, Paraguay, del 5 al 26 de octubre de 2006, en competencia.
II Muestra de Cine Iberoamericano, Puerto Rico, del 12 al 18 de octubre de 2006.
VIII Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo, República Dominicana, del 18 al 29 de octubre de 2006.
IV Festival Iberoamericano de Cine Cero Latitud, Quito, Ecuador, del 19 al 29 de octubre de 2006.
V Festival de Cine de Montevideo, Uruguay, del 20 al 29 de octubre de 2006.
XXI Festival del Cinema Latinoamericano de Trieste, Italia, del 21 al 29 de octubre de 2006, en competencia.
13rd. Kolkata Film Festival, Calcuta, India, del 10 al 17 noviembre de 2006.
Festival de Cine Latinoamericano y Español, Seoul Art Cinema, Seúl, Corea del Sur, del 10 al 16 de noviembre de 2006.
Exhibiciones especiales
Muestra en el Instituto Cervantes de Praga, República Checa. 18 de abril de 2006.
Homenaje a Román Chalbaud en el Festival Internazionale del Cinema d Árte - 5° edition, Bergamo, Italia, del 23 de junio al 1° julio de 2006.
Exhibiciones Nacionales y Premios
VIII edición del Cortometraje Nacional Manuel Trujillo Duran. Maracaibo, Zulia, Venezuela, del 25 al 28 de enero de 2006. Exhibición especial de El Caracazo
Premio Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (Anac) Caracas 2006
*** Francis Rueda, Mejor Actriz de Reparto
Premio Ministerio de la Cultura, Caracas, como Mejor Producción Cinematográfica del 2005

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