lunes, mayo 21, 2007

Fanny Mikey en Caracas por "Golpes a mi puerta"

Fanny Mikey estuvo durante 24 horas en Caracas. La actriz y productora de teatro más importante de Colombia vino para ver la función de Golpes a mi puerta, del pasado domingo, un desgarrador espectáculo de Juan Carlos Gené que hace temporada en la Sala Anna Julia Rojas. Ayer retornó a Bogotá, tras haber disfrutado –incluso la vimos llorar- por “la berraquera de pieza” y en especial ante el despliegue actoral ahí exhibido, el cual va desde el conmovedor verismo de Mimí Lazo al ejemplar desempeño de Marcos Moreno, además de los lucimientos de Luis Fernández, Luigi Sciamanna y una irreconocible Gladys Prince, entre los comediantes que ahí participan.
Golpes a mi puerta es una joya del más contemporáneo teatro político latinoamericano y está basada en hechos reales. Es la saga de dos monjas que se ven involucradas en los estertores de una guerra civil por dar una elemental ayuda cristiana a un rebelde que perseguido por el régimen, razón por la cual una de ellas es acusada de “colaboracionista” y fusilada.
Para Fanny, con 50 años en los escenarios de Argentina y Colombia, el espectáculo le revolvió sus entretelas sentimentales y aplaudió llorosa a los actores, con quienes departió posteriormente en los camerinos.
No sabemos aún las fechas en que la producción Golpes a mi puerta, dirigida por Luis Fernández, podrá exhibirse en alguno de los tres teatros que tiene Fanny en Bogotá, pero lo más seguro es será durante el próximo semestre, ya que la obra seguirá exhibiéndose, por lo mínimo, dos meses más en el Ateneo de Caracas.
Fanny declaró a El Mundo que hacia años no veía una montaje tan estremecedor por la verdad de los hechos que plantea y está segura que el público bogotano sabrá apreciar no sólo la calidad del mismo sino la valentía de los actores ahí involucrados, por denunciar la persecución de los luchadores políticos y la violación de los derechos humanos, algo que es común en todo este continente, salvo unas contadas excepciones, puntualizó.
Reveló que viaja a Moscú durante la primera semana de junio para exhibir su unipersonal, donde canta y baila tangos y además recita poemas y textos de piezas escogidas. Aprovechará su visita a Europa para seleccionar algunos montajes que invitará a la undécima entrega del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, el cual se realizará durante la Semana Santa del año 2008, un evento que fundó en los años 90, aconsejada por Carlos Giménez, y el cual ha mantenido optimas relaciones con el Festival Internacional de Teatro, que dirige actualmente Carmen Ramia.

AÑOS DE TEATRO
El año pasado, en ocasión de cumplir un cuarto su Teatro Nacional, la primera sala que fundó, ya que ahora tiene otra en La Castellana y un espacio especial en una barriada bogotana, Fanny declaró a El Tiempo, que el teatro siempre da perdidas, “porque nunca en la vida el valor de una entrada va a poder financiar el costo de un montaje. Entonces, una busca subvencionarse con patrocinios oficiales y privados”.
Recordó que el actor Pepé Sánchez dijo el primer parlamento en la función de estreno del Teatro Nacional, en la calle 71, el 2 de diciembre de 1981.
Dijo que llegó a Colombia, a mediados de la década de los 60 y sus primeros ocho años los vivió en Cali, donde fundó el Teatro Experimental de Cali (TEC), junto a Enrique Buenaventura.
-¿Qué obra la hizo llorar sobre el escenario?
-Muchas. Soy una llorona. Puedo llorar con Bernarda Alba, o con ¿Quién le teme a Virginia Wolf? Y ahora lloro con los tangos, a propósito de Perfume de arrabal y tango, mi unipersonal que mostraré en Europa.
-¿Cuáles han sido los montajes más complicados?
-Los musicales. El primero que hice fue Sugar. Hacer musicales es terrible porque aglutinan muchas cosas. No es solamente el actor, es la coreografía, es el bailarín, es el cantante, son los músicos, es el engranaje. Y una difícil para hacer, que me costó mucho pero valió la pena, fue la entrega brutal en ¿Quién le teme a Virginia Wolf?
- Si Fanny no existiera ¿habría Festival?
-Mi presidente (Gustavo Vasco) dice que el Teatro Nacional sí existiría, pero cree que el Festival no, porque dice que soy como un motor que no tira la toalla. Además, que ya tengo relaciones internacionales que me ayudan a presentar otros grupos.
- ¿Una obra por montar?
-Hay algunas que me gustaría, como Medea, pero no la quiero hacer, porque pensar que cada noche tengo que matar a mis dos hijos, no me va. Ya no estoy en condiciones.
- ¿El Festival Iberoamericano ideal?
-El que hago, pero sin tantas angustias económicas.
-¿ Una crítica para los críticos de teatro?
-Aquí no hay muchos críticos de teatro. Más que una crítica, un consejo: que traten de ser más objetivos, porque no es solamente lo que les gusta a ellos, sino también pensar en lo que les gusta a todos.
-¿El momento más crítico del Teatro Nacional?
-¡Ah no, todos han sido críticos! Pero, obviamente, cuando hicimos el primer Festival y nos pusieron la bomba.
- ¿Pensó en algún momento en tirar la toalla?
-Sí, muchas veces, pero salgo a la calle, miro la cara de la gente y eso me hace volver a trabajar.
- ¿Qué pasará cuando Fanny no esté al frente de todo esto?
-Ya tengo una gente que estoy preparando muy bien. Un equipo de 10 personas, que manejan la logística, las relaciones públicas, la parte económica, la producción, la publicidad, etcétera.
-Si le dijeran: “monte una obra sobre Colombia en estos días”, ¿qué nombre le pondría?
-No tiremos la toalla.


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