martes, octubre 30, 2007

Nueve horas para amar a Cabrujas

Fueron nueve horas, ni más ni menos, en tres días o jornadas, en un mismo espacio, porque se trataba de una monumental pieza teatral para un público selecto que salió diferente y amando mucho más al ausente. Eso es lo que podemos decir del seminario “José Ignacio Cabrujas: las múltiples facetas de un creador”, organizado por la Fundación para la Cultura Urbana, que preside Rafael Arráiz Lucca, el cual se realizó en sus instalaciones, entre el 22 y 24 de octubre, de 5:30 pm a 8:30 pm..
Fue un evento histórico por su panel de especialistas y ser además una inédita reflexión pública ante un auditorio sobre el destacado intelectual, con copiosa creación literaria, fallecido el 21 de octubre de 1995, a los 58 años. Inédito conversatorio donde los actores fueron personalidades como Isabel Palacios viuda de Cabrujas, Rodolfo Izaguirre, Ildemaro Torres, Isaac Chocròn, Manuel Bermúdez, Teodoro Petkoff, Yoyiana Ahumada, Pablo Antillano y Tulio Hernández, además de la participación de Boris Muñoz y Alberto Barrera Tyszka como moderadores.
Todos disertaron, algunos leyeron y otros usaron sus memorias para contar lo que fue la vida pública de Cabrujas: su teatro, sus guiones cinematográficos, así como su puntual colaboración para la creación de telenovelas ejemplares, además de sus artículos periodísticos, su sobria militancia política que va desde el comunismo ortodoxo hasta el Movimiento Al Socialismo, y, por si fuera poco, recordaron otras pasiones que nunca ocultó: la ópera y la cocina.
ÓPERA, CINE Y ANTROPOLOGIA
Uno de los atractivos de este encuentro cabrujano era escuchar a Isabel, cultora musical, y viuda discreta y negada siempre a comentar en público su relación con José Ignacio. Y valió la apena, no sólo porque habló desde adentro y sin maquillar sus sentimientos, evocando buenos momentos y otros que vivieron, sino porque explicó cómo el desaparecido tenía una concepción original sobre el arte operático, el cual había comenzado antes, cuando, con el Teatro Universitario de la UCV, participó en la teatral Ópera de tres centavos de Brecht, pero que con la que iba a ser su esposa se inició con Il triunfo dell’ Onore, de Scartaltti, en 1981, y avanzó hasta 1993, con no menos de nueve producciones, ya que aunque no era músico académico, sí tenía sensibilidad especial para dirigir los espectáculos que hizo. Fue una participación que impactó, no sólo por lo revelado sino también por ser la madre de su único hijo, Diego Cabrujas Palacios, quien a sus 20 años ha escogido la música como profesión y además le interesa la política, como ella contó, posteriormente, ante un grupo de amigos en el mismo ascensor donde este cronista descendía.
Rodolfo, crítico de cine e investigador, se paseó por cada uno de los 15 guiones que escribió y en especial el que elaboró para la única versión fílmica de su obra teatral, El dia que me quieras, producción colombiana rodada en 1987; hizo énfasis en la crítica política de la misma y lo calificó de “visionario”.
HUMOR, COCINA Y ANTROPOLOGÍA
Ildemaro citó el inteligente humor cabrujano presente no sólo en cada uno de sus textos teatrales, sino también en una serie de artículos que escribió para la revista El sádico ilustrado, además de sus participaciones en los espectáculos escenificados en la UCV en lo que se llamo “La cátedra del humor”.
Isaac contó que lo conoció por intermedio de Román Chalbaud y disfrutó de la positiva evolución de su amistad, ya que se convirtió en el director y actor de la mayoría de sus textos. Hizo hincapié en la pasión que tenía por la cocina y como colofón leyó una serie de reflexiones que aquel escribió sobre sus veleidades gastronómicas, tal como las uso, recientemente, Armando Scanone para una “degustación”.
La intervención de Manuel, el célebre semiólogo, se paseó por sus aportes a la televisión y el teatro, áreas vitales de su periplo intelectual, pero hizo énfasis con su análisis de El dia que me quieras, pieza que discurre entre dos sintagmas melodramáticos: el Stalin del comunismo soviético y el Gardel del tango argentino. Remató su teatral intervención reiterando que era un “antropólogo sin certificado”.
POLÍTICA Y TEATRO
Teodoro recordó la práctica política de Cabrujas y en especial recalco su pasión por la democracia, porque amaba a su país sin idealizarlo y era también un optimista bien informado y un polemista diestro. Comentó que hace falta para los tiempos bolivarianos que se viven.
Yoyiana, cabrujóloga o especialista en su dramaturguia, recordó que él eligió al teatro para representar a su Venezuela, desde que debutó y hasta su epílogo, los cuales fueron en el escenario del Teatro del Paraíso o tambien llamado Teatro de la Casa Sindical, donde conoció a Horacio Peterson y a años después mostró su último melodrama: Sonny.
PERIODISMO Y SOCIOLOGÍA

Pablo recalcó la habilidad del ausente para elaborar crónicas sobre la cotidianidad venezolana, que eran leídas por amigos y detractores. Su éxito como articulista de periódico descansaba en la utilización de una técnica híbrida, que ligaba la crónica con la literatura y la dramaturguia, con la cual abordaba temas tiernos y moralizadores para ese inmenso campamento que era su amada Venezuela,
Tulio, tras extenso e intenso análisis sociológico del teatro y las telenovelas, consideró que fue uno de los pocos intelectuales que públicamente abandonó su ortodoxia comunista y lo demostró en su gran pieza El dia que me quieras, una critica para los falsos revolucionarios.

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