jueves, diciembre 13, 2007

Abreu revela la clave de su sistema orquestal

“¿Cuándo se incluye un niño pobre, miserablemente pobre, en la sociedad, si el niño tiene las condiciones musicales necesarias? Pues en el mismo momento que recibe el instrumento, y el maestro”.
Tal pregunta y su respuesta, que son la clave el éxito del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, las dijo José Antonio Abreu en una excelente entrevista de investigación que María Elena Ramos realizó para su libro Diálogos con el arte/Entrevistas 1976-2007, de 452 páginas y esmeradas fotografías, publicado por Editorial Equinoccio de la Universidad Simón Bolívar.
No está por demás recordar que María Elena Ramos es una periodista egresada de la Universidad Católica Andrés Bello en la promoción de 1975, quien hizo una sostenida y meritoria carrera como curadora de arte hasta que culminará siendo ejemplar directora del Museo de Bellas Artes en enero de 2001.
Ahora para continuar su notable marcha culturizadora, la ex directora del MBA irrumpe con este texto donde compiló 25 entrevistas con notables artistas plásticos nacionales e internacionales, filósofos, la escritora Antonia Palacios y además el maestro Abreu.
Se trata, pues, de un “libro extraordinario”, como lo explica el poeta Armando Rojas Guardia, donde la periodista no es una simple entrevistadora sino una auténtica interlocutora de sus personajes, que con un ligero aliento nietzscheano insufla en sus conversaciones un delicado ahondamiento conceptual en las obras de los que aceptaron dialogar con ella y dejar así sus ejemplares testimonios para la historia cultural de esta Tierra de Gracia.
ENTREVISTADOS
¿Qué podrá pasar con este texto de teoría del arte? Mucho y nada, creemos nosotros. Será muy útil para las nuevas generaciones si estas lo aprehenden u otro libraco más si la USB no se las ingenia para cazar a esa gente que está en urgencia de semejante aprendizaje. Hay que organizarle foros o talleres o círculos de lectura, ya que ahí están las claves del mejor arte venezolano o mundial del siglo XX y difícilmente esta centuria tendrá creadores o maestros de tales magnitudes.
Por ahora hay que recordar que para estos diálogos, María Elena Ramos (cubana por nacimiento, pero venezolana por decisión) atrapó a Pierre Alechinsky, Christian Boltanski, Jacobo Borges, Santiago Cárdenas, Emerio Darío Lunar, Gabriel Morera, Alejandro Otero, Julio Pacheco, Alirio Palacios, Mercedes Pardo, Claudio Perna, Adrián Pujol, Pancho Quilici, Luisa Richter, Edgar Sánchez, Glenn Sujo, Antonieta Sosa, Jesús Soto, Pedro León Zapata, Cornelis Zitman, José Antonio Abreu, Antonia Palacios, Jean Baudrillard, Stanley Cavell y J.F.Lyotard. Son 25 creadores, ocho de ellos hicieron mutis y dejaron sus historias y sendas creaciones para la humanidad.
Nosotros, por sano interés profesional y porque Abreu y todo su proyecto orquestal está en la palestra pública, precisamente ahora que marcha con la Misión Música, disfrutamos de sus declaraciones que van desde la pagina 373 a la 403, especialmente porque él no acostumbra dar entrevistas, se cuida de hablar más de lo necesario no por lo que revele sino por los significados de lo dicho.
En las paginas 394 y 395 afirma cosas que revelan su dimensión humana y la calidad de su compromiso: “...con el paso del tiempo, y a medida que maduran los proyectos y que las generaciones de relevo aparecen y se fortalecen, entonces me siento llamado a asumir tareas cada vez más impregnadas de nuevos idealismos... sin dejar de consolidar día a día los antiguos ideales, pero sobre todo comprendiendo cada dia más. Hoy comprendo, muy en lo profundo, aquella idea hermosísima de San Pablo: ‘que se me libre de gloriarme de cualquier otra cosa que de la cruz de Jesús’.Es decir, sólo deseo culminar mi vida habiendo cumplido hasta el final con todo lo que pueda hacer en plena disponibilidad hacia los demás y hacia mi país, al servicio de grandes causas”.
CONVERSACIONES
La autora, en función de los eventuales lectores, puntualiza que sus estudios de Comunicación Social dieron estructura, con el género de la entrevista, a aquella vieja costumbre de preguntar, “pero también hay que decir que las conversaciones que integran este libro no son en realidad entrevistas periodísticas, ni por su forma final ni por los planteamientos esenciales desde el momento mismo en que fueron pensadas. En su mayoría no fueron hechas siquiera con la intención de publicarlas, se trataba para mí más bien de un seguimiento -abierto e indefinido en el tiempo- que me permitiera comprender un poco más sensiblemente el fenómeno de la creación y el mundo del arte, de los artistas. Podría llamarlas, en todo caso, entrevistas de investigación”.
Reconoce que algunas “conversaciones” se han dado en dos o más ocasiones con un mismo personaje, otras en una sola, en encuentros que se iniciaron hace más de 30 años y han llegado, con otros, hasta los últimos meses del año 2006.“De las 25 personalidades, 20 son artistas plásticos, una es escritora, uno es músico, y están presentes en el libro tres filósofos que han dedicado importante espacio en su pensamiento a los temas del arte y de la estética”.
Admite que quería saber cómo trabajan, cómo se da el proceso en que sus obras llegan a ser, qué los mueve, cuáles son sus obsesiones fundamentales, qué admiraron del arte que les precedió y qué aspiraron traer ellos mismos al arte de su tiempo. “He llegado a saber algo de lo que les resulta esencial, o apasionante, o incomprensible, o intolerable. He visto cómo los garabatos propios, intrascendentes para unos, son para otros una parte importante de la estructura de la obra; o cómo algunos, más analíticos, dan un espacio a la razón que para otros, más intuitivos, sería impensable”.

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