jueves, diciembre 20, 2007

Portella no quiere que repitan su nombre

“A veces llueve en Caracas, la vida cesa por unos segundos y luego continua. No hay amor que se resista en esta ciudad confusa y movediza, que nos envuelve y acaricia, que nos asusta. Tradicional y vanguardista, de remate de caballos y de sushi, de salsa y merengue, de rave y trance. Ciudad homosexual y hétero, donde las rejas intentan proteger, encierran. Distinta y parecida a las demás, en ella perros y vagabundos anuncian la pobreza de un país que se cree rico”. (Pág. 96).
Este es un inquietante fragmento, que además no necesita mayores explicaciones, de la amorosa y al mismo tiempo desesperada novela poética No repitas mi nombre del narrador Jorge Gustavo Portella, de 114 páginas, publicada por la empresa caraqueña Rayuela/Taller de Ediciones.
CARAQUEÑO RAJADO
Jorge Gustavo nació en Lima en 1973 y sus padres lo hicieron venezolano dos años antes de “la edad de la razón”, como apunta el crítico Rafael Arráiz Lucca, por lo que se le considera un escritor caraqueño que cuenta con más de ocho libros de narrativa, ensayística y poesía. Saltó a la fama, por así llamarla, cuando ganó el III Premio de Novela Erótica Letra Erecta 2005 con La diosa es un pretexto, pero ya antes su nombre había empezado a sonar al conquistar el Premio Nacional de Poesía Centenario Luis Beltrán Prieto 2002 con Cruel, donde canta, entre otras cosas, que “nadie llora a los perros que la calle asesina/ pero siempre se detiene por el morbo”.
Arráiz Lucca reitera que Jorge Gustavo “es un caraqueño, y ya veremos por qué este dato será importante para comprender su poesía. Al igual que muchos otros vates de los últimos 40 años, concluyó su pregrado en la Universidad Católica Andrés Bello. Ahí estudió Ciencias Sociales, mención Relaciones Industriales, y allí trabaja desde hace ya varios años... No se puede saber si para Portella es una suerte de exorcismo de sus fantasmas interiores, pero el parentesco de su poesía con la de Francisco Pérez Perdomo en cuanto al trabajo acerca de la muerte es evidente... pero los muertos de Portella están aquí en la ciudad, no sobreviven de ninguna manera, ni los asiste ningún tipo de recreación mágica. Son muertos bien muertos”.
PRIMERA NOVELA
Jorge Gustavo Portella confiesa que No repitas mi nombre es la primera novela que escribió, pero la segunda que publica, porque La diosa es un pretexto salió primero ya que conquistó el premio de Alfadil que era precisamente la edición.”Yo soy muy lento para armar mis relatos y esta novela está compuesta por muchos de ellos. Por eso me demoró como cinco años concluirla. Después vino la espera en las editoriales y al final salió. Yo, por ahora, no pago la publicación de mis libros. No podría hacerlo”.
Acepta que “No repitas mi nombre es una narración amorosa y se centra en una pareja que tuvieran una relación simple, cuando eran universitarios, quienes se reencuentran después de unos años y ella ya es la pareja de uno de sus mejores amigos. Ahí suceden muchas cosas”.
-¿Por qué el tema amoroso?
-Creo que la realidad es más dura que la misma ficción. Me parece hermoso escribir del amor y por eso en mis novelas yo estoy presente, yo soy el narrador en primera persona, soy tal cual, ese que cuenta sus pesadillas, ese que se pregunta, cosas como, ¿qué será de las banderas cuando todo acabe?,¿se botarán otras tantas?,¿sólo aparecerán en fechas oficiales?
Advierte que con su novela insiste en el tema romántico, "porque sí creo que las relaciones amorosas son una muestra de las mejores interrelaciones humanas, son muy fuertes y crecen cuando uno está ligado íntimamente. A mi edad todavía el amor me ilusiona, y quizás cuando tenga hijos escribiré otras cosas. Y por eso es que ahora estoy embalado hacia mi tercera novela, ya que además estoy de nuevo enamorado. Y por eso he escrito que al escribir uno se va, se aleja de sí mismos y observa la vida como desde afuera. Uno es uno más que observa, no necesita entender sino ver y escribir”.
MUCHO TRABAJO
Él insiste en afirmar que la poesía es lo máximo. "Fue lo primero que me atrapó, porque me obliga a expresarme como soy. En la poesía soy muy honesto. La poesía me exige mucho trabajo”.
Y como para que no quede duda de su talento poético, la crítica Maria Teresa Flores afirma que uno de los aspectos más destacables del discurso y de la voz de Jorge Gustavo Portella es su vertiente erótica, el tono sinuoso, la manera de abordar lo femenino desde la palabra erótica que acaricia, frágil. "En el contexto del discurso masculino poético, es una voz osada que no teme mostrar sus debilidades y ante el otro, o femenino, revela sus carencias, debilidades, deseos con conciencia clara de la fuerza de Eros y sin dejar de evocar lo animal. Y propone como modelo este fragmento:
“Déjate caer como una bestia herida /que tu espalda degrade el color de las sabanas/ ofréceme tu cuello y tu nuca temerosa”
Y como colofón de esta crónica sobre tan valioso escritor joven queda sus palabras apesadumbradas ante la falta de una critica literaria más profesional, más centrada en el ahora de las obras y en el mundo en que se producen.
Él es un escritor de inquietud constante, “por que el universo en el cual decidí escribir trabajar, crece hacia y desde mi propia palabra, y desde y hacia mi propia vida”.

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