viernes, junio 27, 2008

“Queremos ser cultos para ser libres”

"Yo conozco muy bien lo que es el Ministerio del
Poder Popular para la Cultura. Participé en su gestación, la puesta en marcha y la creación de sus plataformas, más la reorganización de todas las 32 instituciones culturales del Estado, con el arquitecto Francisco de Asís Sesto Novás, quien fue el primer planificador y titular de este organismo del Poder Ejecutivo, donde ahora estoy por designación presidencial. Además, trabajo con “Farruco”, como se le conoce popularmente, desde que fue presidente del Conac y después viceministro de Cultura, antes de que fuese decretado el ministerio como tal, en febrero de 2005”.
Así se presenta Héctor Enrique Soto Castellanos (Caracas, 18 de enero de 1963), el nuevo titular de la cultura venezolana, quien asegura que “conozco todos los proyectos de todas las áreas de trabajo porque he sido viceministro de Desarrollo Humano y viceministro de Identidad y Diversidad Cultural. Además, aquí durante estos años se ha logrado consolidar un equipo de trabajo único, por lo cual creo que la decisión del comandante Hugo Chávez de trasladar a Sesto Novás al Ministerio del Poder Popular para la Vivienda y el Hábitat es un reconocimiento a su trabajo en el sector cultura y porque, además, tiene una gran opinión sobre Farruco, sabe de su capacidad gerencial y de su verticalidad como líder, y luego al hecho de que haya aceptado que yo sea el nuevo ministro es un reconocimiento al trabajo de equipo que aquí tenemos”.
— ¿Cómo ha sido este relevo?
—Creo que ha sido una de las hermosas transiciones que yo haya presenciado en cualquier Gobierno. Un ministro le entrega a otro y el que entra, que en este caso soy yo, no tiene ninguna disposición o intención en realizar cambios sustanciales en ningunas de las áreas. A los presidentes de las plataformas y de las instituciones los mantendré, aunque podré hacer algunos cambios menores, en cargos que no son de dirigencia, que son propios de quien asume una jefatura tan delicada como esta. Tengo la fortuna de heredar o de recibir un ministerio que conozco muy bien y que además ya tiene herramientas formidables para seguir trabajando, como es, en otras, una imprenta con capacidad de producir unos 20 millones de libros al año; además hemos instalado una serie de imprentas pequeñas en cada estado para resolver los problemas de los poetas y de la gente que publican en sus regiones y que antes no tenían a dónde ir. Tenemos funcionando el Centro Nacional de Disco con capacidad para emprender el rescate de los músicos venezolanos que nunca antes pudieron grabar sus creaciones. Está laborando la Villa del Cine que acabó esa especie de Vía Crucis para los realizadores venezolanos en busca de máquinas no sólo para la postproducción, sino para empezar sus rodajes y los indispensables montajes. Yo, pues, heredo un ministerio con 72 galerías de arte, distribuidas en las 24 regiones; con 56 Librerías del Sur, lo que antes eran tres o cinco librerías Kuaimare; con más de ocho casas de la Diversidad Cultural. Ahí está la Misión Cultura con más de 32 mil activadores culturales bien metidos en el cien por ciento del tejido social. Tenemos la Editorial El Perro y la Rana trabajando con toda su capacidad y contamos con la Editorial Monte Ávila Latinoamericana totalmente reorganizada. Está la Cinemateca Nacional y su Red de Salas Regionales, unas 14 por ahora, y 200 comunitarias en todo el país al concluir este año. Es decir, sacamos de Caracas la cultura sin que se marchara de Caracas”.
La cultura en Ferrari
“Es para explicarlo”, apunta Soto Castellanos, “con una metáfora automovilística, a mí me toca tomar el volante de un Ferrari nuevo que Farruco ha estacionado en el hombrillo para que yo lo comande y siga la marcha. Y por eso estoy muy tranquilo, porque es el mismo gabinete, es la misma gente y esto continuará”.
Puntualiza que con “todo este equipo humano y todas estas herramientas vamos hacia una etapa de profundización de un trabajo que ya veníamos haciendo. Vamos a sumergirnos aún más en el tejido social venezolano, especialmente en sus bases populares. Acabamos de arrancar el programa Cultura Corazón Adentro Misión Socialista por lo que tenemos grupos de trabajo en las barriadas populares, especialmente en Petare donde hay más de 20 grupos en actividades propias de la Misión Cultura, impartiendo talleres de artes plásticas, de danza, de teatro, de literatura, de economía y, además, con numerosas exhibiciones cinematográficas. Tenemos 15 grupos de la misma composición en el 23 de Enero, y también estamos en Antímano, en La Vega y en Caricuao. Y dentro de pocas semanas entramos a El Valle y Coche. Es decir, que todas las barriadas de la capital las estamos tomando con la cultura. Y todo esto en coordinación con el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y de Justicia y con otros ministerios, como parte de un gran plan de la prevención del delito, al cual no sólo se combate a punta de fuerzas policiales sino que también hay que mantener un contacto humano con los niños y los jóvenes para hacerlos participar en actividades nobles y tenerlos así ocupados. Y esto se está haciendo en todas las ciudades del país, como es el caso de la presentación de la Orquesta Aragón en Barinas, con la exhibición previa de cuatro orquestas venezolanas y barinesas durante esta semana que culmina.
— ¿Esa orquesta cubana después vendrá a Caracas?
—La tarea que estamos haciendo en los barrios caraqueños la vamos a complementar con unos festivales mensuales, de aquí en adelante. A este trabajo, que hemos llamado “un programa extraordinario”, pero que será una “política ordinaria” o cotidiana del ministerio, lo vamos a mantener permanentemente, adelantando estas actividades en los barrios. Y aquí debo destacar que el Gobierno cubano, muy generosamente, nos ha cedido no sólo a esa orquesta sino que además vendrán, también: Areito, los Van Van y otras agrupaciones que han organizado los cubanos, además de famosos cantantes de boleros. Todo eso nos los han cedido, gratuitamente, para que nosotros organicemos estos festivales y además entusiasmemos a las agrupaciones locales. Estoy seguro de que en Catia, por ejemplo, vamos a organizar festivales de salsa con los elencos locales y cierran estas agrupaciones cubanas. Todo esto no es sólo para el resto de 2008 sino para el resto de la gestión. Porque nosotros tenemos que tener una política de permanencia en los barrios, sin descuidar, como es obvio, el otro trabajo que hemos adelantado en lo que se denomina el sector de las bellas artes. Una sola cultura.
— ¿ Qué pasará con “la otra cultura”, esa que se relaciona con las bellas artes?
—Me gusta esa pregunta porque me permite recordar que cultura es todo lo que el hombre hace o transforma, pero no hay que olvidar que existen como unos 500 conceptos sobre lo qué es la cultura. Yo reitero que no sé lo que es cultura, pero sí sé lo que no es cultura o creo saber lo que no es cultura. Creo que la cultura no es únicamente lo que se conoce como bellas artes. Cultura para nosotros es, como lo dice el presidente Hugo Chávez, lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser. Aquí, en el Ministerio, asumimos también un criterio que nos gusta y es lo que enseña el gran poeta José Martí: Queremos ser cultos para ser libres. Y con todos esos grandes pensamientos es que hemos emprendido el diseño de nuestras políticas culturales. En relación con lo que predica Martí, de que el hombre conozca y deje así de ser ignorante, es porque en la medida que deje de ser ignorante será verdaderamente libre. De este criterio es que nació el programa Misión Cultura, que es una licenciatura universitaria y salió el programa Cultura en Curso. Y en relación con el pensamiento expresado por el presidente Chávez es un reconocimiento a todo lo que somos como pueblo, lo que nos identifica. Insistió en que en la medida en que el pueblo deje de ser ignorante, el pueblo será libre. “El conocimiento es necesario construirlo con el pueblo, porque el conocimiento no es una cosa exógena que se lleva, la cultura la hace el pueblo con o sin gobierno, la cultura es del pueblo”.
Y enfatizó que “cultura es lo que somos, lo que fuimos y lo que debemos ser o lo que queremos ser, y con ese lema es que hemos venido trabajando todos estos años”, y recordó que esta es la visión de cultura socialista como todas las políticas que impulsa el Gobierno nacional.
Con respecto a “la otra cultura”, el ministro Soto Castellanos puntualizó que “no la descuidaremos, ni la hemos descuidado en esos diez años de Gobierno, y es por eso que hemos mantenido siempre una enorme política de inclusión de los artistas que se nos han acercado. Lo que hemos hecho es sacar las actividades culturales de Caracas y las hemos llevado a todos los confines del país, y así lo hizo el ministro Farruco. Nosotros hemos organizado mega exposiciones de arte para que intervengan todo los artistas. No censuramos publicaciones ni películas, salvo aquellas que sean claramente criminales o que propongan salidas no democráticas a los conflictos políticos. A esa otra parte de la cultura le ponemos especial atención: creamos las compañías nacionales de música, donde está Toñito Naranjo, y de danza, con Alice Dotta, y relanzamos a la de teatro, con Eduardo Gil a la cabeza, la cual precisamente adelanta un programa macro de 24 grandes coproducciones con las agrupaciones más importantes del país. Es decir que esa otra parte de la cultura, que siempre ha existido con sus altibajos, ahí está y continuará con nuestro apoyo.
Impulso a la diversidad
Recordó, Soto Castellanos (médico veterinario, UCV, 1987) que sí se han reorganizado los museos, se han creado otros y hay un impulso permanente a las artes plásticas, como se dio con la Feria Nacional del Arte y Seminario Internacional 2008, en Valencia, que culminó el pasado domingo 22 de junio. Uno de los objetivos trazados por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura es crear y mantener esos espacios para la reflexión a través de acercamientos culturales como ese seminario. Ahí participaron diversos especialistas nacionales e internacionales en materia de crítica de arte, luego de cumplirse con una amplia jornada, que incluyó la exhibición de más de 200 obras de diversos artistas, aproximadamente en 20 galerías provenientes de todo el territorio nacional. El objetivo planteado con estos encuentros es el de alcanzar una integración con las diversas comunidades del país, así como compartir experiencias provenientes de otros lugares del mundo, porque con todo esto se busca la integración de la comunidad a los espacios expositivos y a las obras que representan la diversidad cultural que refleja cada región venezolana.
Acentuó, que el Ministerio del Poder Popular para la Cultura mantiene óptimas relaciones con el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, y en particular con el ministro Andrés Izarra, lo cual se ha visto
reflejado en las pantallas de VTV con una serie de micros alusivos a la vida cultural venezolana y muy en particular los vinculados a sus creadores.
Héctor Soto recuerda que hay 500 conceptos sobre lo que es la cultura, pero él insiste en que la venezolana es una sola.
Uneartes y Sistema
— ¿Qué pasará con la Universidad Nacional Experimental de las Artes?
—La Uneartes o la Universidad Nacional Experimental de las Artes depende del Ministerio del Poder Popular para la Cultura para la evaluación de sus contenidos programáticos, mientras que lo organizativo es controlado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior. Esa universidad es controlada por los dos ministerios. Pero nosotros vamos a trabajar para crear un Sistema Nacional para la Formación de las Artes, ya que del ministerio dependen una serie de escuelas que antes la controlaba el Conac, instituciones dispersas y que no están unidas por un pensum común. Vamos a crear un sistema que unifique todo eso. Vienen reorganizaciones vitales para la cultura venezolana, la cual es una sola. Lo aseguro.

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