viernes, julio 11, 2008

Enrique Jardiel Poncela no es cadáver

Nunca se debe olvidar que entre las múltiples y nefastas consecuencias de la Guerra Civil Española (1936-1939), además del millón y pico de muertos, está la frustración y la ruina de grandes escritores, no sólo del popular Federico García Lorca, fusilado sin juicio alguno, o el caso específico de Enrique Jardiel Poncela. Precisamente de él, durante los últimos seis años la agrupación Séptimo Piso ha escenificado cuatro de sus piezas más célebres, como Tu y yo somos tres, Los ladrones somos gente honrada, Usted tiene ojos de mujer fatal y ahora exhibe, en la Sala Doris Wells de la Casa del Artista, El cadáver del señor García, con la participación de 17 actores, dirigidos por Dairo Piñeres.
Con El cadáver del señor García, que ha servido para festejar los 13 años de labores ininterrumpidas de la importante agrupación que lideriza Piñeres, Jardiel Poncela (Madrid, 15 de octubre, 1901 - 18 de febrero, 1952), hace un eficaz compendio de su inimitable técnica para crear, una vez más, una desopilante comedia de enredos, inicialmente de tres actos, a la cual los teatreros criollos versionaron y redujeron a uno solo, donde todas las peripecias giran en torno al asesinato de un misterioso personaje, crimen que al final no se ha consumado, y con tal patraña se logra que una pareja disgustada se consolide para quedar bien con ellos mismos y ante la sociedad y además darle, definitivamente, un hogar formal a un niño de 10 años.
Jardiel Poncela pasó a la historia del gran teatro porque rompió los esquemas tradicionales de la comicidad, por su habilidad para unir las situaciones inverosímiles y su feliz utilización del lenguaje como fuente inagotable del humor, hasta lograr crear “el teatro del absurdo” sin saberlo, estilo que después impusieron los teatristas en Francia. Pero el amor sin barreras y por encima de los convencionalismos es el gran tema de su vasta producción y su tragedia personal, ya que fue víctima de una decepción que anticipó su mutis existencial.
Piñeres (caraqueño de 33 años, hijo de cubano y colombiana) creó especiales artificios cinéticos, casi coreografías, para cada uno de los cuatro montajes e incluso los usó en su reciente montaje de La cantante calva, de Ionesco.Subrayamos el bien logrado trabajo del conjunto actoral, integrado por Carlos Díaz, Marvin Huise, Moisés Berroterán, Luis Vicente González, Janset Rojas, Varinia Arráiz, Morris Merentes, Fernanda Del Pino, Guilbeth Amundaray, Dubraska González, Josmary González, José Manuel Peña, Yorvis De Los Santos, Gabriel Altuve, Tulio Tovar, Gregorio Meléndez y Kevin Jorges, pero resaltamos especialmente las performances de Moisés Berroterán y Yorvis De los Santos, por el especial trabajo dedicado a sus personajes que son motores de la incesante acción dramática.
¡Es un espectáculo para aquilatar la cartelera caraqueña

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