domingo, noviembre 23, 2008

Historias humanas del pueblo

“Yo he servido con mucho amor y fidelidad a mi Rey, y no quiero perder la gracia que su soberana clemencia concede a los que como yo han defendido sus derechos con el arma en la mano. Con estas palabras inició el esclavo Ramón Piñero su petición de libertad en 1815, después de servir dos años en el ejército del Rey. De acuerdo a su testimonio la guerra llego a él un mes de septiembre de 1813, cuando laboraba en el hato San Diego perteneciente a su señor, en los llanos centrales de Calabozo. Ese día, los insurgentes llegaron a dicho lugar y, sin mediar explicaciones, tomaron preso a su amo, don Juan de Rojas, y lo colocaron en la cárcel de esa ciudad”.
Así comienza el libro Más allá de la guerra, instructivo texto sobre “la historia pequeña” de Venezuela, escrito por Ángel Almarza, José Bifano, Lionel Muñoz, Enrique Ramírez, Rosángel Vargas, Johanna Vergara y Alexander Zambrano, todos bajo la coordinación de la historiadora Inés Quintero, el cual ha sido editado por la Fundación Bigott.
La célebre historiadora niega que esta publicación de 256 páginas, dividida en ocho capítulos, sea un compendio sobre “la historia pequeña” criolla. “No, porque es una historia tan legitima como la otra, lo que pasa es que sus protagonistas son otros, son el pueblo, ese que vivió a lo largo de los 20 años de la guerra de la Independencia. Este trabajo, realizado por siete jóvenes venezolanos a lo largo de dos años, lo que trata, y creo que lo hemos conseguido, es rescatar el sentido narrativo del trabajo histórico, porque la historia también es relato, es narración, es literatura; aunque no sea un género literario no se puede desentender que el discurso debe ser descriptivo y no solo narración. Aquí hay un esfuerzo por narrar, por rescatar, por construir historias .Hemos tratado de centrarnos en el venezolano común, en el venezolano de a pie, para tratar de verlo y rescatarlo en un lapso donde hay una dimensión heroica. A nuestra historiografía hay que incorporar a otros personajes que también vivieron ese período”.
Insiste Inés Quintero en que Más allá de la guerra no es un simple compendio de “historia menuda”, porque sus investigadores-escritores sí partieron de una exhaustiva investigación, metodológica y fundamentada en los archivos que existen sobre la época estudiada, entre 1810 y 1830. “Ninguna de las historias de este libro están construidas sobre elucubraciones de los investigadores-escritores. Han sido creadas sobre informaciones fieles al Archivo General de la Nación, el Archivo de la Academia Nacional de la Historia y el Archivo Arquidiocesano de Caracas, pero redactadas o escritas con estilos modernos, más contemporáneos y más humanos”.
Esa época es quizá una de las menos estudiadas de la historia de nuestro país; sin embargo, fue en ese periodo cuando la vida del venezolano comenzó a cambiar significativamente. Los habitantes de Venezuela dejaron de ser súbditos de la corona y se convirtieron en ciudadanos, vieron abolir los fueros y privilegios y sancionar constitucionalmente la igualdad de todos los ciudadanos; desaparecieron los cargos hereditarios y venales y se dio inicio al ejercicio del voto y a las prácticas republicanas, entre otras cosas, comenta Inés Quintero, feliz coordinadora de este libro colectivo.
¿Por qué pelearon los esclavos en la guerra de Independencia? ¿Cómo pensaban y qué hacían los hombres y mujeres mientras se luchaba en el campo de batalla?, ¿seguían lidiando con el diario vivir? ¿Cuáles eran sus necesidades? ¿Cómo se divertían? ¿Eran todos patriotas? ¿Era posible contraer matrimonio? ¿Había vida universitaria? ¿Cómo participaron los sacerdotes en el conflicto?, son las preguntas que los autores del libro contestan generosamente con la rigurosidad que la investigación histórica amerita a lo largo de pulcros capítulos identificados como “Con el arma en la mano”, “Fuera de combate”, “Camino al altar”, “Amores contrariados”, “Tiempo para rezar”, “Desorden en la casa del señor”, “Entre dos fuegos” y “Piedra sobre piedra”. Y para que nadie dude de las informaciones ahí contenidas, están las citas de las fuentes utilizadas. Estamos seguros que más de una novela saldrá de esos apuntes de las respectivas investigaciones que adelantaron los siete historiadores, quienes contaron además con el apoyo de Joselín Gómez, estudiante de la Escuela de Historia de la UCV.
Esclavos realistas
A Ramón Piñero, como informa Más allá de la guerra, se le declaró “persona libre de esclavitud y servidumbre el 23 de diciembre de 1815, por sus comprobados servicios a la justa causa del rey, y su amo se vio beneficiado con el monto otorgado a cambio de un esclavo inútil y baldado” Pero este soldado esclavo no fue el único que logró esa gracia a cambio de sus servicios militares a favor de la Corona española, también está el caso que Juan José Ledesma, quien siendo esclavo llegó ser oficial de las tropas realistas.



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