viernes, julio 03, 2009

Topografías de los crímenes

En estos tiempos que se dicen tantas cosas, a favor o en contra de los medios de comunicación y quienes los hacen posible, como si la realidad noticiosa fuese un invento de esos informadores ,es conveniente destacar la exhibición, por parte de la agrupación Escena de Caracas que, bajo la conducción artística de Costa Palamides, presenta en el Teatro San Martín al crispado espectáculo Topografía de un desnudo, basado en la obra de Jorge Díaz, el cual exhibe las profesionales y comprometidas actuaciones de Delbis Cardona, Nadeschda Makagonow, Arnaldo Mendoza, Betsabé Correa, Ignacio Marchena, Margarita Morales y Khalil Gómez.
Se trata de una pieza (1965), inspirada en unos sucesos ocurridos en Guanabara, Brasil, en los que el gobernador, interesado en aprovechar para el comercio un terreno publico, ordenó la ejecución de no menos de 100 marginales o mendigos, relacionados por intermedio de unas redadas y una componenda donde no faltó la traición, el silencio de los medios y la corrupción de los policías y los jueces, además de la incomunicación de la comunidad.
El dramaturgo (Argentina, 20 de febrero de 1930 / Chile, 13 de marzo de 2007) creó un texto en el que reproduce los hechos que pueden ocurrir o que ocurrieron o que puedan presentarse en cualquier país del mundo, donde impere la injusticia, la represión y la violencia.
En la pieza y el montaje, la aparición del cadáver de un indigente motiva una serie de especulaciones sobre el probable homicidio y lo que esto puede generar, lo cual deviene en acontecimientos en los que se ven involucrados los personajes del submundo urbano y algunos policías, jueces y fiscales, provocando situaciones que son sátiras y sarcasmos de la realidad. Un crimen contado por todos sus protagonistas desde sus puntos de vista encontrados, protagonistas que se mueven entre la vida y la muerte a sus anchas, a través de una dislocación del espacio y la memoria.
Un reflexión sobre el hecho real que inspiró al autor y una elemental extrapolación de esa masacre para compararla con los numerosos crímenes del odio que se cometen en América Latina, especialmente en el ámbito de las grandes urbes, donde el comercio sexual en las calles ­– la avenida Libertador y sus alrededores en Caracas- está siempre en crecimiento, advierte, una vez mas, que el teatro sigue copiando a la vida y que la justicia no acude precisamente a las salas teatrales.
El montaje obtenido por Palamides es un feliz hibrido entre la danza y la actuación hiperrealista, conseguido por la versatilidad del elenco y muy en especial gracias al ritmo escénico logrado. Lo mostrado es una especie de teatro-danza con estética farsesca.
Y como ocurre en los espectáculos, cuyo textos son coherentes y bien escritos y carentes de estridencias, las actuaciones son fundamentales, aspecto que aquí destaca primordialmente, gracias al incesante adiestramiento de esta agrupación, creada al calor de la Compañía Nacional de Teatro en1996, cuando la coordinaba el maestro Ugo Ulive, a mala hora retirado de las lides creativas de la escena criolla.
Célebre autor
Jorge Díaz nació en Argentina, de padres chilenos, pero gran parte de sus oficios como arquitecto y dramaturgo los creó y los mostró en España, como lo revela en una entrevista con la periodista Alejandra Córdoba Rojas, sobre sus temáticas preferidas y sus atinados juicios sobre el arte teatral.
Él contó que trataba de tener las antenas abiertas, de ser permeable a ideas del medio en que se movía, “a veces me llegan, me impregno de sensaciones o de dolores políticos y aprovecho esa sensibilidad que está herida y dolida para escribir cosas, pero en otras ocasiones me dejo llevar por el lenguaje y por el juego de manera que en ese sentido soy un autor ecléctico. No soy un autor político, ni tampoco soy un autor del absurdo como se enseña en los colegios. Están desfasados, hay falta de información porque yo he escrito mucho sobre obras que están escritas en otro lenguaje, dominadas por la risa, la emoción”
Advirtió que no siempre el teatro es una reflexión humana y critica de la sociedad. “No siempre es todo eso, partiendo de la base de que un creador es una persona que lo que está haciendo es sin darse cuenta, inconscientemente, recibir todo lo que la sociedad le va entregando dentro del ámbito en que se mueve. Por lo tanto todo lo que recibe es social y lo expresa y lo tamiza a través de su propia vivencia. Es una interacción entre vivencias íntimas, sensibilidad particular y sociedad, y esa interacción es lo que produce el arte y no solamente el arte teatral sino que otras formas de arte también. Es imposible estar ajeno o separado de la sociedad. Uno está inmerso en una sopa social”.
Y murió afirmando que “el teatro debe ser como una asamblea, como un acto comunitario y por lo tanto una fiesta colectiva… una fiesta en cuanto a celebración. Los dramas griegos más espantosos eran una fiesta a su manera, eran actos de celebración, colectivos. Un grupo se reúne a celebrar el ritual del teatro y eso es una ceremonia y el teatro siempre es una ceremonia”.


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