sábado, marzo 31, 2012

Gardel otra vez en Caracas


El teatro es el único espacio que nos queda para pensar en libertad y lo comprobamos una vez más en Caracas, tras advertir como ésta urbe ha sido tomada por el teatro hasta el domingo 8 de abril. Y no es una frase sentimentaloide. Es la más pura verdad e invitamos a los lectores a revisar periódicos o  visitar los espacios especializados de la web para que lo corroboren. Hay teatro para todos y eso sucede en esta capital de la venezolanidad.
Ha regresado el Festival Internacional de Teatro de Caracas en su decimoséptima entrega (17FITC), tras seis años de ausencia, con una lujosa programación de 22 espectáculos nacionales y foráneos, y eso no impide que en otras diez salas exhiban diversos montajes para degustar, sin que sean parte de la programación del evento como tal
El 17FITC –consecuencia del proyecto que en 1973 inventaron María Teresa Castillo y Carlos Giménez-comenzó en la noche del  jueves, en el novedoso teatro Chacao, con el melodrama El día que me quieras, del autor caraqueño José Ignacio Cabrujas, a quien ahora exaltan con este evento, organizado por Carmen Ramia y un cuarteto de osados artistas. Es un montaje, el último que hizo el maestro argentino Juan Carlos Gené durante el 2005, el  cual tuvo dos funciones más ayer viernes, y no sería extraño que después del Festival hicieran otras funciones ante la demanda del público que no cabe en esa sala de 520 butacas.
Hemos visto, desde 1979, todos los montajes  realizados por el mismo Cabrujas y con diversos elencos, pero con el que logró Gené esta obra se nos ha mostrado tal como es, no solo para nosotros, porque tiene una venezolanismo exacerbado y además se centra en la saga de Carlos Gardel y su presencia en Caracas para cantar en el teatro Principal.
Cabrujas hace una fantástica ficción teatral al llevarlo a visitar el hogar de la familia Ancizar, aquel 11 de junio de 1935 (fecha utópica además), para agudizar la ruptura de una historia de amor entre adultos y en circunstancias difíciles, porque Pio Miranda había proyectado una viaje a la lejana Rusia como luna de miel e inicio de su vida marital bajo el régimen de Stalin.
Gardel en la casa de los Ancizar le permite a Cabrujas una diatriba contra el sufrimiento de las mujeres sometidas a los machos del fin de semana y una arenga contra los intelectuales mezquinos intentando  embozalar las  ideas libertarias.
Profecía cumplida
Este montaje, de depurada calidad, entrega las gratísimas sorpresas deparadas por los actores: Héctor  Manrique como Pío Miranda, revolucionario comunista de la Caracas de los 30; María Cristina Lozada como Elvira Ancizar, la hermana mayor que sufre la tragedia de su sobrina María Luisa (Eulalia Siso) y el certero Gardel que logra Iván Tamayo, sin demeritar las performances de Basilio Álvarez, Martha Estrada y Juan Carlos Ogando.
Cuando se estrenó El día que me quieras, y nosotros estábamos ahí, generó una controversia intelectual, porque ahí se profetizaba, por intermedio del atormentado Pío Miranda, que el comunismo rampante de la URSS y de la Europa Central, defendida por el “telón de acero” era una engañifa descomunal y que se balcanizaría en los años siguientes.

2 comentarios:

  1. quisiera saber si la familia ancizar que aparece en la obra excistio en realidad

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  2. me gustaría saber si la familia ancizar excistio realmente

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