sábado, diciembre 01, 2012

La esquina del miedo


Los balances de los festivales de teatro son tareas incomodas. Nunca un artículo crítico reúne todo lo que se vio en la escena y  tampoco lo que se quedó en la trastienda de los montajes. Y lo que se hace son comentarios posteriores donde se intenta remendar el capote, como diría mi tatarabuela, o dejar apuntes volanderos. Decimos esto porque la caraqueña Primera Muestra de 24 Coproducciones del Centro Nacional de Teatro, realizada exitosamente del 10 al 25 de noviembre, permitió volver a ponderar otra vez las excelencias de la dramaturgia de César Rengifo por intermedio de los trabajos de los artistas de los estados Falcón y Nueva Esparta, quienes vinieron con los espectáculos logrados a partir de Lo que dejó la tempestad y La esquina del miedo, respectivamente
Del falconiano montaje Lo que dejó la tempestad podemos reseñar el avanzado trabajo de investigación y la laboriosa puesta en escena, pero todo eso estaba “crudo” y merece que adelanten una aguda depuración, como se los dijimos personalmente, aunque resaltamos la performance de la actriz que encarnó a “Brusca”.
Con respecto a La esquina del miedo, texto que no conocíamos, su montaje permitió reencontrarnos con uno de los más capaces artistas venezolanos, el escenógrafo y director José Salas Verde, con 50 años en las lides teatrales, quien realizó con su agrupación El Pequeño Teatro de Los Robles un memorable montaje por la síntesis escénica lograda y las precisas caracterizaciones de un elenco joven, que integraron Alberto Millán, Claret Mendoza, Tomás Moya, Héctor Marín, Nathalie Salazar, Marena Acosta, Luis Acosta (el más destacado con su labor protagónica), Mailko Prieto y Virginia Márquez, apuntalados con los técnicos Ángel Muñoz y Gregorif Marín.
Salas Verde (conocido como Salitas) durante las dos últimas décadas ha producido montajes, capacitando comediantes y educando espectadores, en la comunidad de Los Robles, del municipio Manuel Plácido Maneiro de Nueva Esparta. Con algunos ex integrantes del Núcleo del TNJ logró crear la Sociedad Civil Pequeño Teatro de los Robles para fortalecer al arte regional y desarrollar un trabajo integral de perfeccionamiento y profesionalización de las nuevas generaciones. ¡Hace patria!
 Con La esquina del miedo, Salitas retoma conceptos escenográficos básicos y crea un modulo central al cual los cómicos transforman  o les  permite crear la esquina trágica, la farmacia, la iglesia, el burdel y la cárcel, espacios que los personajes utilizan para revelar  lo que ocurre en una comunidad cuando se comporta indiferente ante las denuncias de un crimen cometido en una calle de su pueblo.
El espectáculo es un alucinante desfile de imágenes sobre un hecho criminal que es visto por un muchacho y lo que pasa cuando la justicia no colabora, ni tampoco juzga a los culpables sino al inocente que denuncia lo ocurrido. Lo lúdico del burdel se combina con la cómica conducta del juez y debe generar la natural catarsis entre la audiencia.
Salitas, prosigue haciendo buen teatro para las comunidades margariteñas, venciendo las vicisitudes y las naturales rémoras de hacer arte alejado de la capital política del país.


2 comentarios:

  1. Qué orgullo me da leer esta reseña Charlie!!!! Sigue así mi compañero predilecto de escenario!!!!! 100% proud of you!!!! <3
    Sarah.

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  2. Qué orgullo me da leer esta reseña, Charlie!!!! Sigue así mi compañero predilecto de escenario!!
    Felicidades al Grupo del Pequeño Teatro de Los Robles!!
    100% proud of you my wicked spider!!!!
    Sarah.

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