Melissa
Wolf (33 años) se hizo acreedora al Premio MAE por su dedicación al quehacer
integral teatral venezolano, destacándose
en todas las áreas que se desempeña, que van desde la labor pedagógica,
siguiendo en su faceta de actriz, productora y de excelencia en la dirección
con el Grupo Actoral 80. “Premiamos a una mujer orquesta que cada instrumento
que ejecuta lo hace con maestría. Melissa, enaltece la labor teatral y muy
especialmente al género femenino”, explica el jurado ad hoc de esta competencia
de trabajo y talento.
Asimismo
el jurado decidió entregar como primera decisión otorgar un Marco Antonio Ettedgui de Honora
a Delbis Cardona, por su larga experiencia en el quehacer teatral de Venezuela,
destacándose tanto como actor, director y productor de diversos espectáculos a
lo largo de su carrera, con su agrupación Escena de Caracas.
También
se dieron cinco menciones especiales a:
Gabriel Agüero (Actor), Ángel Pájaro (Técnico y actor), Karín Valecillos
(Dramaturga), Vladimir Vera (Dirección) y a Luis Alfredo Ramírez (Producción).
El resto de los nominados de esta XV edición fueron: Ernesto Campos, Prakriti
Maduro, Pastor Oviedo, Gerónimo Reyes, Alexander Rivera, y Jenifer Urriola. El
jurado estuvo integrado por E.A. Moreno Uribe, Joaquín Lugo, Douglas Palumbo,
Juan Antonio González y Rufino Dorta.
Este
Premio fue creado por Carlos Giménez y
La Fundación Rajatabla en el año 1989 escogiendo el nombre de Marco Antonio
Ettedgui, un destacado artista y periodista que a finales de los años 70 y
principios de los 80 llamara poderosamente la atención de la sociedad cultural
venezolana. Sus trabajos individuales en el campo del performance, el fluxus y
el arte conceptual, así como su actividad con el grupo Autoteatro, fueron
reconocidos nacional e internacionalmente. Ettedgui falleció accidentalmente
durante una representación, contando con apenas 21 años, precisamente en la
Sala Rajatabla
La
entrega del Premio MAE se hizo antes de la representación de la pieza Muerte accidental de un subversivo
latinoamericano, una adaptación de Rodolfo Santana sobre la pieza Darío Fo,
estrenada originalmente en 1970, y cuyos sucesos han encontrado inspiración en las
circunstancias que rodearon el fallecimiento del ferroviario Giuseppe Pinelli en Milán un año antes del estreno de
la pieza. En los tres años siguientes a su estreno, solo en Italia, la obra fue
vista por más de un millón de espectadores. Enmarcada
dentro del Festival Internacional de Caracas las representaciones continuarán este
martes y el miércoles, a las 8 de la noche, en la Sala Rajatabla.
MUJER ORQUESTA
No
es frecuente encontrar a una mujer al frente de una agrupación teatral o coordinando
un ambicioso espectáculo. Las razones de esa sin-razón tienen que ver con la
histórica presencia avasallante del varón en los roles determinantes del teatro
mismo y por una cierta dictadura o tiranía, muy masculina además, que se ejerce
en el ámbito de las relaciones artísticas-patronales indispensables para la
creación de un montaje.
En Venezuela hay pocas damas que se atreven a dirigir una cohorte actoral, donde haya predominio de hombres, y una de esas excepciones es precisamente una fémina bella, con rubios cabellos largos e interesantes ideas estéticas, como lo demostrado Melissa Wolf, quien ha conquistado el Premio Marco Antonio Ettedgui 2013 por su dedicación integral en el quehacer teatral venezolano, destacándose en todas las áreas que se desempeña, que van desde la labor pedagógica, siguiendo en su faceta de actriz, productora y de excelencia en la dirección.Actualmente es coprotagonista en la farsa El matrimonio de Bette y Boo, pieza de Christophen Durang, la cual hace temporada en el Centro Cultural BODCorbanca.
En Venezuela hay pocas damas que se atreven a dirigir una cohorte actoral, donde haya predominio de hombres, y una de esas excepciones es precisamente una fémina bella, con rubios cabellos largos e interesantes ideas estéticas, como lo demostrado Melissa Wolf, quien ha conquistado el Premio Marco Antonio Ettedgui 2013 por su dedicación integral en el quehacer teatral venezolano, destacándose en todas las áreas que se desempeña, que van desde la labor pedagógica, siguiendo en su faceta de actriz, productora y de excelencia en la dirección.Actualmente es coprotagonista en la farsa El matrimonio de Bette y Boo, pieza de Christophen Durang, la cual hace temporada en el Centro Cultural BODCorbanca.
Melissa ha revelado que su primer acercamiento al
teatro fue en la Academia de formación de actores de Venevisión. “Tuve la
fortuna de formar parte del primer grupo convocado para estudiar allí durante
un año, de lunes a viernes toda la mañana. Comencé a recibir clases de actuación
con el actor y director Héctor Manrique y además con el maestro Marcos Reyes,
de voz y dicción con Felicia Canetti y de expresión corporal con Giovanni
Reali. Como cierre de ese año se realizó un montaje donde yo asumí la
asistencia de dirección y gracias a eso pude ser asistente del montaje El
día que me quieras, de José Ignacio Cabrujas, en el 2005, dirigido por Juan
Carlos Gené. A partir de allí todo ha sido una especie de escuela para mí
porque aparte de lo que aprendí de Gené tuve la fortuna de seguir trabajando al
lado del Grupo Actoral 80 en numerosos montajes que me dieron la posibilidad de
empaparme poco a poco del trabajo de dirección de actores y puesta en escena.
Trabajar con ellos ha sido la mejor de las escuelas".
-¿Por qué se ha dedicado a la dirección, especialmente?
-Porque me parece fascinante el arte de convertir en tridimensional algo que está escrito. Poder trabajar con la creatividad de los actores y guiarla por un sendero común en donde coincida su intuición y lo que está planteado en un texto teatral. Tener la oportunidad de jugar con la imaginación del espectador y confrontarlo, obligarlo a comprometerse con el espectáculo, a que juegue con los actores. Lograr que eso pase, que la gente se conecte con lo que el autor quiere decir a través de su obra, es un reto apasionante.
-¿Cuántos montajes hasta ahora?
-¿Por qué se ha dedicado a la dirección, especialmente?
-Porque me parece fascinante el arte de convertir en tridimensional algo que está escrito. Poder trabajar con la creatividad de los actores y guiarla por un sendero común en donde coincida su intuición y lo que está planteado en un texto teatral. Tener la oportunidad de jugar con la imaginación del espectador y confrontarlo, obligarlo a comprometerse con el espectáculo, a que juegue con los actores. Lograr que eso pase, que la gente se conecte con lo que el autor quiere decir a través de su obra, es un reto apasionante.
-¿Cuántos montajes hasta ahora?
-Varios. El primero fue Momentos, basado
en un texto del español José Luis Alonso de Santos, en 2006, como trabajo final
del segundo nivel de la Academia de Venevisión; el segundo El cruce
sobre el Niágara de Alonso Alegría, en 2008; el tercero fue Edmond de
David Mamet, en 2009; también dirigió Romance David Mamet en el Caracas Theater
Club para el Festival Interclubes y más recientemente Excusas de Joel Joan y Jordi Sánchez en el Espacio Plural del
teatro Trasnocho.
Estimado Edgar nunca entendí por qué razón me bloqueaste en twitter, no recuerdo haberte ofendido ni mucho menos faltado el respeto. Igual, el cariño sigue siendo el mismo. Un abrazo. Atte, Fabricio Conde
ResponderBorrarEstimado Edgar nunca entendí por qué razón me bloqueaste en twitter, no recuerdo haberte ofendido ni mucho menos faltado el respeto. Igual, el cariño sigue siendo el mismo. Un abrazo. Atte, Fabricio Conde
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