sábado, junio 29, 2013

¡Mátame,mamá!

¿La ciencia médica ya controla al Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y/o el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA)? ¿Hay posibilidades de una cura definitiva a 32 años de su reventón pandémico?
Hasta ahora no hay respuestas positivas, pero si muchísimas esperanzas para que durante unos años más se logre ese logro científico tan esperado por la humanidad entera, porque el VIH/SIDA prohibió el amor o manchó de dudas las relaciones íntimas. Mientras tanto, hay terapias alternativas o mitigadoras. Gracias a la aparición de los retrovirales  la situación no es tan acuciante como lo era hace dos décadas, cuando perecieron  nuestros históricos amigos, pero tiene vigencia, dado que la estigmatización de los afectados no ha sido superada. Aquí en Venezuela, donde los indicadores de contaminados supera los 110 mil, el Gobierno Bolivariano garantiza la atención y el tratamiento gratuitos para los pacientes. Y la lógica alerta es porque mayoría de los nuevos infectados son menores de 25 años, por lo que la información como la prevención continúa siendo necesaria.
 Mientras tanto, los artistas  a nivel mundial utilizan sus expresiones estéticas para una campaña incesante de información/prevención que alerta  no solo a contaminados sino a los que correr riesgos. Usando metáforas teatrales, televisivas y cinematográficas, generan reflexiones y  hasta cambios de conductas. Esa campaña de “El arte del Sida” ha sido eficaz y se espera que continúe.
Varios dramaturgos criollos han “quebrado lanzas” contra el  VIH/SIDA y entre ellos destaca Elio Palencia (Maracay, 1963), quien hace temporada en la Sala Rajatabla con su pieza ¡Mátame, mamá!
  Es una adaptación de su texto Arráncame la vida, el cual  durante las temporadas 1997 y 2010 fue escenificado por Román Chalbaud y ahora, en ocasión del Mes de la Sexodiversidad, es una producción de El Galpón del Arte, con otra propuesta escénica del propio Palencia y Citlalli Godoy, en la cual la primera actriz Aura Rivas da vida a una singular madre venezolana, apuntalada por el  comediante Domingo Balducci.
¡Mátame, mamá! transcurre en el año 1993, época sin tantos celulares ni uso de internet; cuando el mundo entero cantaba Macarena para darle alegría a su cuerpo, precisamente cuando Nubia Linares, maestra jubilada del Grupo Escolar El Progreso de Puerto Cambur (hipotético poblado venezolano), se entera de que su hijo Andrés ha sido contagiado con VIH/SIDA. Ambos deben enfrentarse no sólo a los fantasmas y temores que rodean esa condición, sino a la ignorancia y los prejuicios comunitarios.
¡Mátame, mamá! aborda el VIH-SIDA desde el profundo amor de una madre de hercúlea voluntad, capaz de enfrentar, con mirada luminosa, valor y optimismo lo que les sucede y son capaces hasta de detener el tiempo para disfrutarlo más…antes de que llegue la muerte. Lo cual se logra gracias el minimalista montaje surrealista que ha logrado Palencia y en especial por las actuaciones de Aura ( extraordinaria maestra de la composición actoral) y Domingo (gran valor interpretativo de este joven comediante), quienes estremecen con su verismo: un hijo aferrado a su progenitora  y los dos desafían a un pueblo entero para vivir sin ostracismos o repudios. ¡Verlos es luchar contra lo inevitable y  sobrevivir a cualquier costo!


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