sábado, enero 11, 2014

Los 8 limbos de Xiomara Moreno

Ocho actores en busca de un escenario
La venezolana no solo crea hijos para la Patria. También enjuaga angustias y reafirma  valores y  amores que la mantienen viva al acudir al teatro. Ahí   lo demuestra mayoritariamente en todas las representaciones. Reiteramos nuestra existencial apreciación tras aplaudir y ponderar el espectáculo Limbos a partir de Obituarios y Mínimas, creativo y bien actuado montaje que exalta  la dramaturgia de Xiomara Moreno (Caracas, 1959) y el cual clausuró la caraqueña temporada 2013 en la sala Espacios Cálidos de Unearte, con nutrida presencia femenina.
Limbos a partir de Obituarios y Mínimas, producción de la Compañía Universitaria de las Artes-Teatro, es un artístico trabajo de los directores Miguel Issa, Costa Palamides, Diana Peñalver y Juan José Martins, quienes realizaron un espectáculo abierto, en espacio no convencional y con la característica de ser peripatético,  para ocho actores recién graduados.
Xiomara entregó a los puestistas, a partir de su libro Obras completas, tres  monólogos, dos comedias, dos obras psicológicas y una pieza en tres partes sobre cuentos de aparecidos. Y de ahí salieron los libretos para crear  cada una de las variopintas puestas, con sus ocho espacios escénicos, hasta lograr el montaje global: Obituario, La manzana de la discordia, Vida de pajaritos, La I griega, Todo nuevo, De una mujer, Todas las salidas son ciegas y Memorias de un viaje.
Gracias a ese montaje colectivo lograron crear impactantes situaciones de risa, melancolía, tristeza, locura, realidades concretas y propuestas estéticas, al mismo tiempo que les permitió confrontar sus propios trabajos escénicos, teniendo como hilo conductor la dramaturgia de Xiomara, todos adecuados a la dirección de arte de Efrén Rojas en los Espacios Cálidos.  
Los segundos artífices o creadores son  Argenis Ciriaco, Jiniva Irazabal, Joseph Rivero y César Augusto Roa, seguidos de Karlyn Alquinzones, Catherine Tadger, Karla Martínez y Noelia Rojas. Estos intérpretes se reparten, con ritmos sostenidos y sin desfallecer, entre sus múltiples personajes que van desde la farsa a la comedia de salón, usando el patetismo y un tanto de humor. Pocas veces se logra ponderar tal abanico de expresiones actorales  en un conjunto de jóvenes, trabajado minuciosamente por cuatro directores, duplicados en técnicas y estilos;  hay que resultar las cimas alcanzadas, en este orden, por Martín, Palamides, Issa y Peñalver (excelente su colofón escénico con el viaje en el Metro, en Memorias de un viaje).
Ocho comediantes ingresan, pues, al complejo mundo profesional, pero muy especialmente: Rivero, Roa, Ciriaco y Tadger, favorecidos notablemente por sus obras, aunque los otros cuatro nos desmerecen nada con sus composiciones. El tiempo y los diversos espacios donde se muestren terminarán consagrándolos porque talento y conocimientos  tienen. Les aconsejamos a los ocho que funden ya  una agrupación y se vayan a recorrer salas con ese espectáculo para así ganarse al público, ávido de nuevas experiencias e historias sobre la vida de l@s venezolan@s, porque eso muestra  Xiomara Moreno en sus piezas.
Con respecto al título del espectáculo, la autora puntualiza que cuando algo  queda a mitad de camino, cuando no se logra concluir o alcanzar una solución definitiva, estamos en  el limbo. ¿Qué opina  el  público?



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