sábado, mayo 17, 2014

El tour teatral criollo

Un espectáculo para público inteligente
El Tercer Festival de Teatro de Caracas, organizado por Fundarte y con la presencia de unos 600 mil espectadores y artistas entre  el 11 y el 27 de abril en 25 salas y diversos espacios públicos, deja balances de crecimiento y clases de ciudadanía por los contenidos de las 118 obras exhibidas, procedentes de todas  las regiones venezolanas. El teatro criollo fue, pues, un territorio de paz, muestra patética de que podemos materializar los sueños.
Ahora, mientras tirios y troyanos desentierran sus hachas, conviene resaltar que,  entre los elencos que participaron en la justa, impacta positivamente el trabajo exhibido por la agrupación Art-O de Caracas, la cual hizo una temporada en la sala Rajatabla con su montaje El tour, el placer de tus ruinas, donde se propusieron demostrar que Marx y Shakespeare se dan la mano y hasta se besan gracias a la ficción escénica y para eso desnudan las bases de nuestro  sistema social, al tiempo que excitan los sentidos hacia una coherente explosión de imágenes sugerentes algunas, en medio de un fantástico baile acompañado de un singular sound track y   fragmentos de los textos dichos con los énfasis adecuados o rebuscados. Un inteligente experimento, el cual recomendamos que sea visto, siempre y cuando los histriones puedan o lo dispongan.
¿Qué fue lo que vimos en el espacio arena de Rajatabla? Disfrutamos a Ofelia sentenciando a Agamenón, Hamlet proyectando la muerte de Clitemnestra como venganza de una madre asesina,  las criadas de Genet pidiendo a gritos, en medio de los olores de los guisos provenientes de una cocinilla eléctrica, la necesidad de una revolución social y, como es lógico, a  Gregorio Sansa  ahogado por la alienación que le produce el sistema capitalista que lo ha esclavizado.
¿Cómo, eso es un panfleto?, puede rebuznar el lector-espectador-estúpido. No es así. Es una clase magistral de teoría política con una esmerada selección de algunos de los textos que escribieron los griegos, Shakespeare, Kafka y otros autores, quienes nutrieron y se infiltraron, por los simpáticos vasos comunicantes de la cultura universal en escritores criollos comprometidos, como César Rengifo, Rodolfo Santana, Román Chalbaud o hasta José Ignacio Cabrujas, porque predicaron, sin pretender jamás adoctrinar, que toda la historia de los seres humanos, hasta nuestros actuales momentos, no es otra cosa que una saga multiforme de la lucha de clases, de los poderosos contra los oprimidos  o de cuando los liberados vencen a sus opresores y después deben enfrentar o resolver como avanzar o retroceder en sus logros humanitarios.  ¡Más didáctico imposible!
El elenco está integrado por Shakti Maal, Sandra Moncada, Anthony Lo Russo, Jorge Gordillo, Patricia Ramírez y Orlando Alfonzo, todos justos y esperanzadores. La dirección de arte es de Arnoldo Maal y la iluminación de Alfredo Caldera.
Para la directora Marisol Martínez -nieta de los legendarios e inolvidables teatreros Lily Álvarez Sierra y Gabriel Martínez- este montaje es un  audaz  y lúdico periplo por las ruinas de un puente que conecta al teatro, como territorio delirante de la utopía, con una sociedad derrumbada por injusticias y desigualdades. ¡Hay teatro para ahora!


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