sábado, mayo 03, 2014

Prosigue el "Bingo" de Chalbaud

Francis Rueda en memorable actuación para  lacomedia "Bingo" de Román Chalbaud
Hay varios análisis que se desprenden del  tercer Festival de Teatro de Caracas y hoy hacemos hincapié en Bingo de Román Chalbaud (Mérida, 1931), estrenado en el teatro Bolivar bajo la dirección de Costa Palamides y con los  actores Francis Rueda, Aura Rivas, Gladys Prince, Vito Lonardo y Ludwig Pineda, espectáculo que se muestra ahora en el Celarg y posteriormente en el Circuito Teatral.
Es una  profesional coproducción del Centro Nacional de Teatro con la  histórica agrupación Teatro del Duende, la cual cuenta con la bien diseñada escenografía y el correcto vestuario de Silvia Inés Vallejo, la iluminación de Víctor Villavicencio, el movimiento coreográfico de Carmen Ortiz, el diseño gráfico de Eduard Parúh y  la producción de Karla Fermín. 
Bingo es una comedia sobre un quinteto de personajes de la tercera edad, o pasadas las cinco décadas, y sus libidinosas maneras para sobrevivir a las angustias del tiempo y la muerte. Es una lección depurada de óptima dramaturgia y  hermosa y lúdica visión del autor sobre esa etapa de la  vida para la cual nadie se prepara: la vejez. Es la historia compartida, pero fragmentada a su vez, de  Andy Ramírez, Paul Robinson, Patty Thompson, la señora Dusseldorf y Maggie, latinoamericanos o descendientes, además del cadáver del señor Williams, uno que sale para que entre otro en aquel fantástico redil chalbaudiano.
No pretende Chalbaud filosofar o dar recetas para aprender a vivir. No es un teatro de autoayuda. Plasma una ficción ambientada en un apartamento, durante un día de invierno de Nueva York,  centrada en seres, todos de origen latinoamericano, dispuestos a divertirse jugando al bingo y para ello contratan a un misterioso visitante, ese quinto personaje es venezolano.
Ese apartamento es una especie de infierno, a lo Puerta cerrada de  Jean Paul Sartre, donde todos se humillan, pero a la vez se apoyan, mientras les llega el turno final, al cual no citan pero saben que puede suceder en cualquier momento. Es un home de los que usan las autoridades neoyorquinas para ayudar a desvalidos o a quienes no tienen tanto para pagar una renta y prepararse un plato de comida. Sobreviven algunos por las pensiones y los seguros, siempre deficitarios.
Lo que ocurre deja sin aliento al público porque cada uno de esos seres, crea  una densa atmosfera erótica, no solo visual y verbal, sino que suscitan interrogantes porque quieren conocer más y más de todos ellos, sobre sus orígenes y sus etapas anteriores. Los humanos existimos porque nos preocupa o interesan los demás
Chalbaud rompe una lanza y reitera, por intermedio de sus personajes como la andropausia  y la menopausia no asesinan el instinto sexual, el cual es tan  fuerte como el instinto de la sobrevivencia, y  que todos ellos usan como elixir para una juventud momentánea o mantenerse activos.
Otra faceta de la pieza es el lenguaje utilizado: el cual va de lo agresivo a lo amoroso, porque todos ellos demandan afecto y ayuda para sobrevivir.
Y no podía faltar una advertencia política ideológica del autor: la miserable explotación a que es sometido el inmigrante, quien tiene  que hacer de payaso para subsistir o recibir una cama o un pan.
En la primera función la puesta en escena lució insegura, faltaban ensayos y ajustes con el espacio teatral, pero algunas actuaciones solventaron:    Rueda es el motor de todo aquello con su Patty y se equilibra con la performance de Pineda y su polifacético Andy. Más ensayos pondrán al espectáculo en un estadio perfecto.
Bingo es una cartilla para quienes pretendan escribir una pieza teatral. Ahí estas todas las técnicas contemporáneas del drama para introducir, desarrollar, crear conflictos y llegar a una conclusión o un final abierto.
El periodista cultural y crítico Lorenzo  Batallan escribió que el teatro de Román Chalbaud es republicano y visceral, lo cual no significa que este escrito con el estómago. Y puntualizó que “puede que se aplauda o se repudie; puede que contente o incomode: puede que fortifique o que deprima…puede…pero una cosa es cierta: cuando las gentes  ven su teatro, exclaman convencidas: no hay duda es él”.



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