sábado, agosto 16, 2014

Perdidos en la noche americana

Jean Carlos Rodriguez  y Ángel Pájaro, en la sala Rajatabla.
Para homenajear al director Carlos Giménez,  huracanado argentino creador de festivales y lider de una agrupación que marcó ruta al teatro venezolano, en gira infinita desde el 27 de marzo de 1993, el comediante Luis “Foreman” Malavé convocó al escritor  Ciro Acevedo para que le versionara la estremecedora obra Perdidos en una noche sucia del brasileño Plinio Marcos de Barros (1935-,1999) la cual ahora ha producido, dirigido y presentado,  con los  actores Jean Carlos Rodriguez y Ángel Pájaro, en la sala Rajatabla.
Gracias, pues, a “Foreman” los caraqueños han podido degustar la saga de Paco y Toño, hombres adultos marginales, supuestos amigos o compañeros de infortunio, quienes en su vidas solo tienen como únicos objetivos: conseguir una flauta para ganarse la vida y ponerse un par de zapatos adecuados para conseguir un mejor trabajo.
Tal es la versión de Acevedo -pletórica de sueños, ingenuidad, humor negro, miedos y equivocadas  soluciones- que a 36 años de su estreno se vio dignamente representada en Caracas para recordarnos, una vez más el insólito desamparo en que vive y perece un amplio segmento de la sociedad americana, cuyos crudos finales o desenlaces son reseñados en las “páginas rojas2 de los medios de comunicación social.
El autor lo hizo a partir de la realidad brasileña, pero ¿cuántos Pacos y Toños deambulan por las calles de las grandes urbes de este balcanizado continente,  tratando de sobrevivir en medio de una sórdida marginalidad sin fondo, en una sociedad que los ignora y que los ve con tranquilidad o como personajes folclóricos? Dejamos esta pregunta a los espectadores. 
El espectáculo-realizado en espacio escénico circular-es crudo con su lenguaje y acciones físicas. Su violencia llega incluso, en mínimos momentos, a causar escozor. Son 70 minutos durante los cuales  Toño y  Paco están en la frontera  de la irracionalidad porque sus mínimas necesidades no los dejan soñar ni avanzar. Arremeten contra todo lo que se les enfrenta y no se tienen piedad ni consigo mismos. Pájaro  es el que más ventajas histriónicas saca de su Toño, mientras que  Rodriguez impacta con su performance.
¿Qué hace “Foreman” ahora en estos avatares teatrales, después  de haber procreado a tres hijos y disfrutado de sus dos nietas y una bisnieta, y estar en recuperación de una delicada operación?  Porque él cree que todavía el teatro es una magnifica plataforma  donde se pueden discutir los  problemas de los seres humanos y porque él y Henry Galué no la pudieron presentar en los años 70, dirigidos por Blanca Sánchez, ya que la televisión los atrapó y los utilizó para otras tareas. Satisfizo, pues, un íntimo anhelo,  y esa ahora que pretende hacer dos montajes más, los cuales tiene estudiados y con actores elegidos.
 “Foreman” además dedicó este montaje a sus compañeros de la pasantía que hizo por el grupo Rajatabla: Paco Alfaro, Pepe Tejera, Oscar Salazar, Cosme Cortázar Omar Pachano, Juan Manuel Montesinos, Alfredo Sandoval, Jorge Luis Morales, Javier Zapata y German Mendieta. Todos de gira con el fundador de Rajatabla.


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