lunes, mayo 11, 2015

El paladín Alexis Márquez Rodríguez

En estos tiempos de tantos retorcijones políticos e ideológicos, además de una incesante revisión de los basamentos culturales de este balcanizado continente, se acepta que Francisco de Miranda fue el que primero escribió y habló sobre la unidad o la integración de las naciones creadas por la España imperial en América, y que le correspondió a otro venezolano fuera de serie, como lo era Andrés Bello, formular el concepto de un “castellano américano” y después proponerlo como instrumento fundamental para esa ansiada integración continental. Tales ideas, que costaron sangre, sudor y lágrimas a sus propulsores y seguidores, lograron germinar y hoy existe una serie de repúblicas con sus inquietos habitantes empeñados en dejar atrás el subdesarrollo y alcanzar un nivel de calidad de vida comparable con el continente europeo, por ahora.
Recordamos aquí a Miranda y Bello con sus fantásticas dimensiones como soñadores de un continente libre y desarrollado culturalmente tras el fragor de las conflagraciones del siglo XXI, tras leer un excelente ensayo del profesor Alexis Márquez Rodríguez sobre la importancia de los medios de comunicación para la unidad de la lengua.
Y es precisamente el académico Márquez Rodríguez (Sabaneta, 12 de abril de 1931/Caracas, 10 de mayo de 2015) quien ahora, en didáctica conversación que nos concedió hace ocho años, reitera que, a más de 200 años de la Independencia del Reino de España, venezolanos y venezolanas proseguimos utilizando el castellano o el español, el lenguaje de los conquistadores y los colonizadores, pero también nos seguimos comunicando con el lenguaje de Cervantes, de Calderón, de Garcilaso y el de los grandes escritores.
“No hay mayores diferencias. Es posible que en la aplicación práctica del lenguaje haya ciertas diferencias o características típicas del contexto donde se habla. En el mundo militar se utiliza un lenguaje con implicaciones propias, como también ocurre en los ámbitos de la política, de la medicina, del derecho y en la literatura donde hay rasgos específicos, pero en los demás sectores se habla igual”.
Reitera que hay algo que no se nos podrá quitar o negar nunca, pese a que se tengan críticas posiciones frente a los hechos históricos del Descubrimiento, la Conquista y la Colonia, y es que desde el desembarco de los descubridores heredamos un instrumento importantísimo que es el lenguaje, el mismo instrumento que se ha utilizado para defender nuestros derechos ante la España imperial. “Esa es una herencia cultural que no se puede modificar jamás”.
Recuerda que el general Antonio Guzmán Blanco trató de afrancesar a los venezolanos, pero no lo consiguió y nuestra lengua siguió siendo la misma, y de aquello sólo quedaron los galicismos. También Bolívar daba mucha importancia al idioma galo. Pero con el francés han intentado penetrarnos, mucho antes de la época guzmancista, de tal manera que hasta Rafael María Baralt produjo ese diccionario de galicismos. Lo mismo ha pasado con el inglés. Pero nuestra lengua general es el español o el castellano y además esta enriquecido con nuestros venezolanismos.
Comenta que la lengua castellana en nuestro país tiene diferentes formas de manifestarse. No sólo el pueblo sino también los escritores tienen sus formas propias para expresarse, las hay coloquiales y vulgares, pero todo eso hace un todo, que es el idioma, que es la lengua. “No hay que olvidarse del contexto, eso que los psicólogos llaman ‘el contexto situacional’, ya que lo que se habla y lo que se dice depende de donde se encuentre, porque hay un factor externo que explica o afirma lo que se habla. Yo doy, como ejemplo, esa oración: ‘La operación fue todo un éxito’. Esa frase aislada dice algo, pero si se la oímos a un militar o a un jefe de policía o un médico o a un matemático cambia, porque el término ‘operación’ es el mismo para todos, pero para los respectivos profesionales tiene una connotación específica”.
LEGADO
Profesor graduado en el Instituto Pedagógico de Caracas (1950) y abogado egresado de la UCV (1961) son los títulos académicos de Alexis Márquez Rodríguez, quien con sus libros, sus investigaciones y sus trabajos periodísticos se convirtió en una especie de paladín, sin acerados yelmo, cota y escudo, de la lengua castellana en Venezuela. Y no hay otro como él. Entre sus temas favoritos está la novelística de Alejo Carpentier y por eso esperaba la aparición de un gran libro que le editan en España, la otrora imperial Iberia, donde revisa todo lo que ha escrito sobre ese cubano. "Saldrá y eso ameritará que se digan otros cosas más".


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