sábado, junio 06, 2015

César Rengifo 2015

Mayo fue para evocar al buen teatro de Cesar Rengifo.
 Mayo del 2015 será inolvidable para la historiografía  del teatro venezolano, especialmente en Caracas. En ese lapso se festejaron los primeros 100 años del nacimiento del dramaturgo César Rengifo y se hizo lo correcto: mostrar diversos montajes de una selección de sus piezas, además de conferencias y charlas, entre otras cosas. ¡Honrar honra!
Se activó así en Caracas el Circuito de Nacional de Teatro con las agrupaciones Pathmon Producciones, Río Teatro Caribe, Iiave, Fundación Ayabamsha, Manatí, Grupo de Títeres Telba Carantoña, Yaraho, Caímos al proscenio, Escuela Nacional de Artes Escénicas César Rengifo, Tacodra, Entre Juegos y Fantoche. Las funciones  se realizaron en la Sala 1 del Celarg, los teatros Bolívar, Principal, Nacional y Alberto de Paz y Mateos. Igualmente, sirvieron como escenarios las salas Anna Julia Rojas de Unearte, Juan Bautista Plaza de la Biblioteca Nacional y Doris Wells de la Casa del Artista.
FESTIVAL EN YARACUY
Paralelamente a  la actividad en Caracas, se   desarrolló el II Festival de Teatro de Yaracuy, del 20 al 24 de mayo, para “conmemorar el centenario del natalicio del artista por sus innumerables aportes presentes en toda su creación pictórica y dramatúrgica”. Igualmente, se homenajeó al profesor Jacobo Ramírez, precursor del teatro yaracuyano, quien cumplió 90 años. El evento se realizó en San Felipe, Monje, Bolívar, Páez, Cocorote e Independencia, donde más de 11 agrupaciones presentaron: Esa espiga sembrada en Carabobo,  Manuelote,  Las mariposas de la oscuridad, Lo que dejó la tempestad. Y también se representó la pieza  Cantata para José Chirinos, de Román Chalbaud.  
CIRCUITO NACIONAL
El grueso de la programación, adelantada y producida por la Compañía Nacional de Teatro, se centró inicialmente en la capital, pero en los meses venideros se exhibirá en distintas ciudades de las regiones. Y mediante alianzas con algunos festivales como el de Occidente, de Vargas, de Oriente y de Guayana, también se escenificarán espectáculos rengifianos en sus agendas.  
El Circuito Nacional de Teatro Centenario Cesar Rengifo, creado y organizado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, presentará, a lo largo de los meses venideros, por lo menos unas 40 obras del escritor en los 24 estados del país, con más de 50 agrupaciones, 115 presentaciones y más de 600 artistas en escena.
¡Ojalá queden registros de todas esas funciones!
ESPECTÁCULOS
Para la primera etapa del evento rengifiano se escenificaron en Caracas sus piezas: Una medalla para las conejitas,  Volcanes sobre el Mapocho,  Bajo tierra, Lo que dejó la tempestad,  Los hombres de los cantos amargos, Apacuana,  Manuelote,  Joaquina Sánchez  y la propuesta Los títeres celebrando a César Rengifo. Todas obras originales o escritas a partir de sus textos. No solo eran  montajes en sala sino que con el Gabinete de Cultura del Distrito Capital se organizó una programación en las bases de misiones y comunidades. Fueron unas 37 funciones solo durante el mes de mayo, con 140 artistas en escena, que esperaban llegar a unas 12.000 personas.
La calidad de los montajes fue variopinta y discutible además, pero todo eso se soporta si se acepta que  hay un importante relevo generacional  que está ya haciendo sus tareas artísticas, a pesar de todos los obstáculos nacidos de la impericia. ¡Roma no se hizo en un día!
CARAQUEÑO INSIGNE
César Nereo, el hijo de Ángel María Rengifo Goita y Felicia Cadenas nació en Caracas el 14 de mayo de 1915 y murió en la capital venezolana el 2 de noviembre de 1980. A los 10 años asistió a las primeras clases en la Escuela de Bellas Artes, pero es entre 1930 y 1935 que hace los estudios formales y recibe instrucción de Marcos Castillo, Rafael Monasterios, Cruz Álvarez García y Antonio Esteban Frías. Viaja a Santiago de Chile becado por el Ministerio de Educación a estudiar pedagogía artística; luego en 1937 viaja a Cuidad de México a estudiar pintura mural en la Academia de San Carlos y en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura La Esmeralda. De allí sale con una marcada influencia de  Diego Ribera, logrando un estilo que le da relevancia al mensaje social. Regresa a Venezuela y realiza su primera exposición individual. Durante varios años trabajó como reportero y luego como jefe de redacción del diario  El Heraldo en Caracas y colaboró con otros periódicos y revistas. En 1948 participa junto a otros artistas venezolanos en el ciclo de debates “El realismo en el arte” y publica varios artículos en defensa del realismo social. En 1954 obtuvo el Premio Nacional de Pintura y el premio Arturo Michelena. Además de pintor, fue dramaturgo, poeta, periodista y promotor cultural. Autor de más de 40 piezas teatrales, casi todas publicadas y montadas en Venezuela y el exterior. En este campo obtiene importantes éxitos y en 1980 se hace acreedor del máximo galardón: el Premio Nacional de Teatro
MUESTRA ANTOLÓGICA
 César Rengifo: imagen, pensamiento y acción  es el título de una pulcra muestra antológica sobre su legado pictórico, así como elementos claves del  legado poético, ensayístico y dramatúrgico  de este artista caraqueño,  en ocasión del centenario de su nacimiento. Esta  exposición, para el segundo semestre de 2015, organizada por  la Fundación Museos Nacionales, permitirá ponderar, entre otras cosas, las obras que custodia el Estado, bien en la Galería de Arte Nacional y  la pinacoteca del Banco Central de Venezuela, además  de unas cuantas piezas facilitadas por coleccionistas privados y familiares. Mientras se conocen mayores detalles de la globalidad de los lienzos de Rengifo que serán expuestos y las características de las respectivas  conferencias o charlas de los especialistas, todo eso bajo la coordinación  de los curadores Félix Hernández y Carolina Balza, conviene recordar que  este venezolano siempre afirmó que el arte es una proyección  de la vida social, como lo subraya el escritor Jorge Nunes: “De allí que su obra plástica  como su dramaturgia coincidan con asombrosa exactitud sobre los mismos bordes: la problemática del país y el devenir que la dinámica social diagrama a través de su  historia”. La visión e interpretación que propone Rengifo en toda su obra, está apoyada en el marxismo y apuntala cualquier percepción que pretenda imponer fronteras a su alcance. Asegura Nunes que esto se detecta en toda su obra artística confiriéndole una  fisonomía muy especial; un rostro propio y ajeno a cualquier posibilidad de e confusión. Su obra, tanto la pictórica como la dramatúrgica  solo podía ser sentida y vertida en códigos estéticos por él. Nadie sino Rengifo podía firmar cuadros como “Una rosa para mi ciudad”,  “La flor del hijo” o “Su música interior”, por ejemplo. Solo él sería capaz de crear y suscribir  Lo que dejo la tempestad  o  Los hombres de los cantos amargos. Porque en  cada una de esas obras vibra la parte más íntima del artista, aquella que le concede propiedades irrepetibles a su sensibilidad”.
         



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