domingo, octubre 25, 2015

Gremios apoyan reforma de Ley del Cine

Gracias al apoyo de las leyes se ha logrado un ponderable desarrollo del cine venezolano.
Circula una carta dirigida al diputado Cristóbal Jiménez, presidente de la Comisión de Cultura de la Asamblea Nacional, la cual consideramos que debe ser el dominio público por los contenidos de la misma.
La misiva dice así:
La comunidad cinematográfica nacional, sus gremios y organizaciones, sus miembros, mujeres y hombres de todo el país, que con su talento y esfuerzo hacen posible el Cine Venezolano en sus más diversas manifestaciones, del cortometraje al largometraje, del documental a las obras animadas, de las realizaciones colectivas al cine de autor, y que conjuntamente con su quehacer creativo y productivo se ha forjado en un largo proceso de lucha por lograr las condiciones para el desarrollo de nuestro cine, un cine que nos exprese como pueblo y nación, es esta ocasión nos dirigimos a ustedes con el fin de presentar la propuesta de una segunda reforma parcial de la Ley de Cinematografía Nacional, que estimamos oportuna, necesaria y justa.
Desde los años 60, en el I Encuentro de Cine Nacional en Ciudad Bolívar, los creadores y trabajadores cinematográficos levantan la bandera de la Ley de Cine, un debate que continúa en las Jornadas de Caracas, Valencia y Cumaná, en el Congreso Cultural de Cabimas, en los Encuentros de Cine Latinoamericano en Mérida, y en cada espacio y en cada película, una lucha de décadas por el reconocimiento por parte del Estado de la importancia del Cine Venezolano como expresión cultural y por la conquista de un marco legal que estableciera las bases para su desarrollo.
Finalmente, en 1994 el Congreso de la República aprueba la Ley de Cinematografía Nacional. Sin embargo, poderosas presiones económicas y políticas nacionales e internacionales, hacen suprimir de la ley un artículo fundamental que aseguraba el financiamiento estable del sector. Pero en el 2005, la Asamblea Nacional presidida, en ese entonces,  por Nicolás Maduro Moros, aprueba una primera reforma, impulsada por nuestra perseverante comunidad, y que dota a la ley de los mecanismos que se le cercenaron en 1994, necesarios para la protección y estímulo a la obra cinematográfica nacional, dando así el Estado Venezolano un claro y firme apoyo a nuestro cine.
Con esta reforma se dan enormes avances en todas las áreas de nuestra cinematografía, elevando sustancialmente la producción, generando empleos directos e indirectos, incrementando los estrenos nacionales, fomentando programas de formación para las nuevas generaciones, impulsando la actividad cinematográfica en toda Venezuela, financiando un creciente programa de bienestar social, obteniendo triunfos en los más importantes escenarios del mundo y logrando un reconocimiento internacional cada vez mayor, con el entusiasta respaldo de nuestro público y del país en general que apoya al Cine Venezolano.
No obstante, hoy nuestro cine enfrenta nuevas realidades que impiden la continuidad y consolidación de sus logros, y su desarrollo en procura de nuevas metas, a esto se agregan una serie de deficiencias y vacíos en el vigente marco normativo, lo cual plantea la necesidad de una nueva reforma que permita superar las debilidades existentes y dar respuestas a necesidades actuales en función del fortalecimiento del cine nacional.
Producto de un largo e intenso debate de los gremios y organizaciones de la comunidad cinematográfica agrupadas en el Foro del Cine Venezolano, hemos presentamos, en pleno ejercicio democrático de participación protagónica que garantiza nuestra constitución y asumiendo nuestro rol de pueblo legislador, el Proyecto de Segunda Reforma Parcial de la Ley de Cinematografía Nacional, la cual fortalece al conjunto de nuestra cinematografía, dotando al cine nacional de recursos indispensables para su producción a todos los niveles, dando estímulos a la inversión dirigida a impulsar a nuestro cine, planteando una política de incentivos, propiciando la creación de los fondos regionales, resguardando la exhibición del cine nacional, atendiendo al proceso de formación, garantizando al público el acceso a un cine mundial, plural y de calidad, y amparado la conservación de la obra cinematográfica.
Esta segunda reforma parcial recoge y da respuestas a necesidades que nos impone la realidad actual, cubre deudas de la reforma anterior y reivindica algunas de las más justas banderas del Cine Venezolano.
El Cine Venezolano es una vocación y una aspiración colectiva cuyos cimientos se asientan en el perseverante esfuerzo creador de sucesivas generaciones. Nuestros logros actuales, que conjugan la labor de sus autores, productores, artistas y técnicos, son a la vez, en buena parte, resultado del esfuerzo de vida de gran cantidad de venezolanas y venezolanos y de quienes llegados de muchas otras partes se nos sumaron, y que a lo largo de más de un siglo, remontando limitaciones y dificultades, dieron lo mejor sí para que fuera posible el crear y hacer cine en Venezuela. De igual manera el presente y el futuro de ese legado común que es nuestro cine, dependen de los esfuerzos que hoy hacemos como parte de una comunidad que siempre ha sido consciente de su responsabilidad histórica. Por esta razón, por el bienestar y el porvenir de nuestra cinematografía como un todo, respaldamos este Proyecto de Segunda Reforma Parcial de la Ley de Cinematografía Nacional que ha presentado el Foro del Cine Venezolano ante el cuerpo legislativo venezolano.
Firman los presidentes y representantes de estas agrupaciones: Anac, Avepca, Caveprol, Cámara del cine y el video, Asociación venezolana de  documentalistas, Circuito Gran Cine, Sociedad cinematográfica de editores de Venezuela y otras instituciones.



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