viernes, junio 10, 2016

El animador vino desde Guanare

Hay un faro artístico desde Guanare y cuidado que puede seguir creciendo.
Prosiguen los teatreros sensatos escenificando los mejores textos de Rodolfo Santana (1944-2013) para enseñarles a sus públicos cómo es su dramaturgia y su pensamiento comprometido con los procesos de cambio. Gracias al V Festival de Teatro de Caracas hemos podido ver y aplaudir la reposición de El animador, estrenado en el III Festival Internacional de Teatro de Caracas de 1978. Ahora ha sido mostrado bajo la autoría escénica de Carlos Arroyo, ambiciosa producción de la Compañía Regional de Portuguesa, una agrupación que es faro del teatro regional, desde 1991, y si así prosigue será del teatro nacional también.
Ahí, un secuestro introduce a una saga que culmina en tragicomedia, donde se cuestiona severamente la industria televisiva a partir de las más disparatadas reacciones de Carlos (Wilfredo Peraza), un televidente que rapta a Marcelo Ginero (Aníbal Grunn), presidente de un medio de comunicación para reclamarle la forma en que ha sido afectada su vida por las telenovelas y los comerciales, desde su niñez hasta la última relación amorosa, porque cree que es el responsable de la programación. Estos personajes están envueltos en una peligrosa relación, donde ambos realizan, a través de situaciones tragicómicas, una serie de eventos que llevarán al público a la reflexión.  
De esta trama se vale Santana, para denunciar el daño que han ocasionado la mayoría de las producciones de televisión, seriales, telenovelas, comerciales, concursos, etcétera, en la sociedad. Se trata de un texto crítico que propone una reflexión sobre el rol de los medios de comunicación como actores sociales, especialmente de la televisión.
El montaje que logran Arroyo, Grunn y Peraza es de alta comedia. Los actores están exigidos hasta lo máximo para recrear jocosas situaciones y además derrumbar didácticamente la estética de los sistemas de producción de las telenovelas, especialmente, y de los concursos para burlarse de los participantes y elevar el rating. Un gran show, con cinco pantallas de televisión, música y bandas sonoras especiales.
Y este espectáculo de El animador le permitió al primer actor Aníbal Grunn retornar al escenario de la sala Rajatabla, donde terminó de capacitarse. La última vez que actuó ahí fue en La Celestina de Fernando de Rojas, un fantástico montaje que hizo Carlos Giménez, junto a Alexander Milic, Francisco Alfaro, Pepe Tejera, Mariú Favaro, Javier Zapata y Jorge Luis Morales, hace 30 años. Recordar es vivir y mientras así sea estará activo.



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