viernes, octubre 07, 2016

Belén, la reina del quitaplá en cines venezolanos

Rescatando las raíces culturales venezolanas.
Espiritualidad, esencia musical, transformación. Un retrato fílmico de inspiración a través de la música invita a los espectadores venezolanos a descubrir parte de su cultura mediante un viaje emocional y alucinante en la película Belén, de la directora Adriana Vila Guevara, que se estrena en las salas de cine venezolanas desde este viernes 14 de octubre.
 La “reina del quitiplá”, Belén María Palacios, representa una fuerza ancestral que cambió vidas. A través de la ejecución de este particular instrumento -del que se dice nunca nadie lo ha ejecutado como ella-, dio voz a una generación amañada por los estereotipos de la mujer afrovenezolana.
 Vila arma, entre distintos puntos de vista, sensaciones, recuerdos, contactos con la memoria y la ausencia física, un rompecabezas que busca definir lo que significa el legado de esta heroína popular, nombrada Patrimonio Cultural de Barlovento en 1992, quien hasta la última bocanada ofrendó su vida a la música, a la docencia y a la reivindicación social.
 Desde Tapipa, su querido pueblo, se dedicó también a la siembra de cacao y a la fabricación de sus quitiplá, que elaboraba seleccionando minuciosamente los cortes más finos de bambú, iluminados por los secretos de la luna que le transmitió su abuela desde pequeña.
 “Belén no era sólo una referencia entre su gente más cercana, sino que representaba un eje, un pilar, para toda una comunidad internacional, en especial dentro de la familia extendida de la diáspora africana: músicos, espectadores, comunidades organizadas y personas comunes, que habían tenido la oportunidad de conocerla”, comenta la realizadora.
 El Grupo Femenino Elegguá, Brother Ah Ensemble de Estados Unidos, Papá Roncón de Ecuador, los puertorriqueños Los Majaderos de Cachete Maldonado y Vnote Ensemble (EE UU, Venezuela), con intervenciones tamboreras de Juan R. Berbín, hilvanan distintos episodios de la trama del filme.
 Adriana Vila recorrió cámara en mano, junto con su equipo, cuatro países para registrar con fidelidad el andar de la obra de Belén por Venezuela, Estados Unidos, Puerto Rico y Ecuador. La realización partió de un trabajo de campo etnográfico que asumió en su rol de antropóloga visual, en 2008.
 Siete años de investigación, con un montaje de más de 300 horas de material encontrado (found footage) y 70 horas de entrevistas conforman el documental, que competirá en la Selección Oficial del prestigioso Margaret Mead Film Festival de Nueva York, en el Museo Americano de Historia Natural, del 13 al 16 de octubre. Su premier mundial se realizó en el Festival Internacional de Cine FID Marseille, en Francia, el pasado julio.
 Así, pues. Desde viernes 14 de octubre en las salas de cine del país, el público venezolano podrá adentrarse en Belén , una representación cinematográfica intimista de una mujer que siempre se mostró indiferente ante su propia grandeza, la misma que vive en cada repique de quitiplá que retumba con placer sonoro y nostálgico en la memoria colectiva de quienes la dibujan en sus paisajes internos, como una figura con un legado que se volvió irremediablemente eterno, imborrable. Trascendental.
Una obra de arte donde está presente el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía.


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