miércoles, octubre 19, 2016

El cine comunitario pide más pantallas

Nuevas estéticas y nuevos trabajadores para nuevas comunidades .
¿Es el cine comunitario la inyección de sangre nueva que necesito el actual cine venezolano? ¿Dará nuevos artistas y convocará con más energía al público para quien se trabaja? ¿Quienes apuestan por este movimiento que ya dado frutos que se pueden ver en las pantallas? ¿Estamos en capacidad de recolectar y evaluar las respuestas de las comunidades? ¿Es muy motivador vernos a nosotros mismos con nuestras alegrías y penas?
Son preguntas que hacemos precisamente al anunciar el próximo Festival de Cine Comunitario e Independiente Araca, Aragua-Carabobo, como una gran ventana o pantalla social donde Daniel y Sergio Siugza han organizado talleres en las comunidades que han producido más de 300 obras audiovisuales.
Los hermanos Sergio y Daniel Siugza son los responsables del Festival de Cine Comunitario e Independiente Araca, que se organiza en Aragua y Carabobo, y el cual durante el 2016 cumple su cuarta edición premiando lo mejor de las historias desde las comunidades.
Ligados desde hace mucho tiempo a la cinematografía, en el 2010 recorrieron el país visitando festivales de cine venezolano con su programa Cine Crónica, transmitido por la Televisora Venezolana Social (TVES), aprovechando el empuje del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) con el Sistema Nacional de Festivales y Muestras de Cine Venezolano.
En esos viajes, Sergio y Daniel Siugza notaron que las películas siempre se repetían y que era necesario crear un festival en el centro del país que abordara una temática diferente, así nació el Festival Araca.
Sergio Siugza lo define como “una ventana, un sitio de exhibición para los muchachos que producen cine alternativo, para aquellos que dan un pasito hacia la profesionalización”.
Para Daniel Siugza, el nacimiento de esta ventana comunitaria parte de la Ley de la Cinematografía Nacional, “que es la más progresista e influyente y a partir de eso, con esa política de Estado, yo creo que las comunidades están aportando su granito de arena para romper con la hegemonía del cine estadounidense. Es muy motivador vernos a nosotros mismos con nuestras alegrías y penas”.
Desde el 2009, los hermanos Siugza han transmitido sus conocimientos en talleres de producción audiovisual en sitios tan dispares como comunidades campesinas y la Cárcel de Tocuyito.
Lo que encontraron fue la necesidad de hablar en lenguaje cinematográfico.“Las comunidades se han visto sumamente motivadas y sensibles a la producción audiovisual, son personas que han dado sus primeros pasos (...) Hay que enfocarnos en la motivación que tiene la gente de hacer audiovisuales, aprovechando el éxito que ha tenido la Plataforma del Cine y lo que ha hecho el CNAC para la masificación del conocimiento”.
En cinco años, Daniel Siugza cuenta más de 300 películas producidas desde el corazón de las comunidades de la región central a la que ellos tienen acceso, y el Festival Araca es solo un ejemplo de este fructífero trabajo: cada año se reciben más de cien obras, la mayoría del centro del país, pero en el 2016 también cuentan con trabajos de España, Bélgica, Colombia y Argentina.
Sergio Siugza no percibe mayor diferencia del cine comunitario que se rueda en el país con de otros países, “hay una congruencia en el mensaje y en lo que se quiere decir”.
La cuarta edición del Festival de Cine Comunitario e Independiente Araca se celebrará del 8 al 12 de noviembre.


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