miércoles, octubre 18, 2017

Homenaje de la CNT para la actriz Francis Rueda

El elenco de "Peludas en el cielo"
Para exaltar a la actriz Francis Rueda por su Premio Nacional de Teatro 2017, la Compañía Nacional de Teatro (CNT) se instala en la sala Anna Julia Rojas, de Unearte, durante este fin de semana, donde presentará el montaje Peludas en el cielo, una obra de Gustavo Ott, puesta escena por Carlos Arroyo y protagonizada por la comediante homenajeada, junto a Aura Rivas, Vanessa Vásquez y Luis Domingo González, dentro del dispositivo escenográfico del finado Rafael Sequera. Las funciones del espectáculo están pautadas para el sábado 21 y el domingo 22 de octubre, a partir de las 4:00 de la tarde, con un costo de 800 bs por entrada.
 Aura Rivas, quien obtuvo el Premio Nacional de Teatro en el año 2010, comentó que le parece más que justo que Francis Rueda reciba el Premio máximo de las artes escénicas venezolanas porque su carrera profesional es impresionante, tanto en número de montaje y en la calidad de cada uno de sus trabajos, además de haber tenido un respetable trabajo en la televisión y el cine venezolanos. “Yo la conozco desde los años 73, cuando se enamoró de Gilberto Pinto, con quien se casó y concibieron a un hijo, Máximo. Con ella participe en los años 80 para la fundación de la Compañía Nacional de Teatro, que dirigió Isaac Chocrón, y  es también por su insistencia que  ahora la CNT se ha abierto a contratar un elenco estable y mantener así una  temporada permanente de teatro, precisamente en el teatro Nacional, como sede. No me cansare de repetir a todos los vientos que Francis es un valioso ser humano y una profesional que a buena hora se le premia, porque es digno ejemplo para la juventud venezolana y además es una mujer comprometida con los avances sociales de la feminidad lograda en este proceso revolucionario, iniciado por el comandante Hugo Chávez. Y estoy, además satisfecha, de que se le haga este homenaje en Unearte”.
PELUDAS EN EL CIELO
Hay que recordar que Peludas en el cielo, ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015, creado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, puede calificársele como un sainete venezolano contemporáneo y es una producción de la Compañía Nacional de Teatro.
Esta obra, que fue estrenada en el estado Zulia y también participó en el Festival de Teatro de Caracas 2016, plasma en la escena teatral los temibles vuelos de las mariposas palometas peludas en la región del Delta del Orinoco, las cuales han retornado. Ahora no serán en la región oriental venezolana, sino en Caracas. Que no cunda el pánico ante la reaparición del peligroso lepidóptero distrisio o hylesiua metabus y sus pelos que producen enfermedades epidemiológicas entre las que destacan: erosiones, alergias en la piel y conjuntivitis; en algunos casos estas afecciones están acompañadas por fiebre y trastornos respiratorios.
 Cuenta el director Arroyo (Chabasquén, 14 de octubre de 1965, Portuguesa) que la pieza transcurre  en este temible siglo XXI,  en la población de Piacóa, Delta del Orinoco, al noroeste venezolano, en la humilde casa de las Pacheco (Mariana y Yesenia), donde coinciden la maestra Rita y el amigo Luis Domingo González. Estos personajes, amantes de la libertad pero conscientes de las limitaciones que tienen por sus precarios recursos económicos, superan cualquier asomo del aburrimiento cotidiano recordando los tiempos idos, paseándose por las inconmensurables páginas de la poesía universal y la que la ellos mismos pueden componer o armar, y especialmente sueñan con todo lo que podrían hacer, como viajar a París, si se ganan la lotería para lo cual compraron un billete. Pero se les presenta un delicado problema: cómo dominar la invasión de mariposas peludas que les pueden destruir todos sus anhelos si llegan a enfermarse con la plaga que ellas transmiten y mucho más ante las naturales carencias de medicinas adecuadas para curarse.
Por supuesto que las palometas peludas son una metáfora del autor que le propone a sus espectadores venezolanos, porque las incómodas mariposas son algo más de lo que representan físicamente.

Para Arroyo, el dramaturgo Ott (Caracas, 1963) es un digno heredero de la escuela teatral de José Ignacio Cabrujas porque toma personajes y situaciones venezolanos y los recrea dentro de un espacio simbólico para desarrollar sus tareas escénicas, que siempre son críticas y que en esta pieza su mayor conflicto son las palometas peludas y todo lo que ellas ocasionan y el peligro que representan, tanto en lo físico como en lo simbólico. No es una pieza con intenciones ecologistas, sino que utiliza la existencia real de las mariposas para invitar a reflexionar más allá.

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