domingo, enero 14, 2018

Edgar Borges,novelista por necesidad

Edgar Borges,escritor venezolano con obra propia.
Salió hace largos diez años de Caracas y es instaló en España para vivir y escribir una original literatura de ficción, tras una serie de sacrificios existenciales. Ahora en ocasión del lanzamiento de su más reciente novela, La niña del salto, revela algunos detalles de su oficio, el cual le ha sido exitoso.
¿Satisfecho por lo hecho?
Escribir para mí es una necesidad, es como leer, lo hago porque lo necesito y lo disfruto. ¿Cómo no estar satisfecho si lo puedo hacer? La literatura es la mejor forma que he encontrado para liberarme de la burocracia.
¿Cree que valió la pena tanto sacrificio?
Literariamente no he tenido que hacer ningún sacrificio. Esto ha sido un gusto que ha ido fluyendo. Como escritor no participo en los canales comerciales de la industria, no me interesa. Con esto no crítico a quien lo hace, cada quien intenta seguir el camino que considera necesario para exponer su trabajo. Me interesa es la obra y la comunicación que, a través de sus lecturas, pueda establecer con los lectores.  Por ello público con editoriales pequeñas o medianas, es un asunto de elección, de actitud ante el fondo de la literatura. La literatura la percibo como un zambullirse en el agua, retener el aire y después salir con un aire diferente ante la vida.
¿Ya tiene algunas metas alcanzadas?
No camino hacia los modelos de éxito que se nos venden como únicos, como la cúspide absoluta, esa no es la vida, eso no es literatura. No me interesan esos modelos. Camino hacia crear mi sentido de la ficción. Imagino que ahí hay metas, pero seguramente son imperceptibles. Quizá las veré más adelante, cuando eche la vista atrás.
¿Se sientes escritor de cuál orilla?
Me siento escritor de la orilla de la ficción.
¿Qué es lo más importante de lo alcanzado?
Recibir de una persona su lectura de alguno de mis libros completamente distinta a la que en su momento yo concebí.
¿Y ahora que viene?
En este momento en España sale mi nueva novela, La niña del salto. Ahora viene la promoción y las presentaciones, en marzo la novela saldrá en Estados Unidos, primero en español y en septiembre en inglés. Esta es una novela que, de algún modo, he vomitado. La llevaba como un volcán que necesitaba salir. Cuenta la historia de una mujer que vive atrapada entre su tristeza actual y sus fantasías del pasado, cuando soñó con ser ella. Pero también es la historia de una niña, la hija de esta mujer, que en lugar de caminar salta. Igual es la historia de un marido, la pareja de la mujer y el padre de la niña, que con su amargura domina la realidad de un pueblo. Un pueblo sumido en el aburrimiento del destino, o de la política. Al mismo tiempo es la historia de un grupo de extranjeros que llegan a ese pueblo para promocionar la poesía. Es la historia de muchas cosas, sin embargo, pienso que esta novela es la historia de la muerte de la infancia. Luego vendrán muchos pasos. En estos momentos dos de mis obras se están traduciendo.  El hombre no mediático que leía a Peter Handke al serbio y El olvido de Bruno al portugués. También tengo en mente una novela distópica, me interesa ese espacio de la ficción. La literatura distópica es el mejor espejo que la ficción le puede mostrar al presente. Un espejo que muestra realidades incómodas y eso me interesa, intentar golpear desde un futuro supuesto.
¿En Venezuela ya lo editaron?  
En Venezuela, Ígneo Editorial publicó Apuntes con Rubén Blades y La ciclista de las soluciones imaginarias; más recientemente, en 2017, Lector Cómplice acaba de lanzar El olvido de Bruno.
Biografía
Edgar Borges nació en Caracas, Venezuela, e| 24 de abril de 1966; desde el año 2007 reside en España. En su obra, la ficción es una fuerza inherente al ser humano que derrumba y construye realidades. Ante las circunstancias, los personajes tienen que decidir si son fichas de un destino o hacedores de una nueva trama. La literatura como confrontación y salida, “la palabra sin estorbos ni malabarismos opera como un hilo invisible que muestra historias y espacios… El arte en lugar de correr tras la realidad, la implosiona y la transforma”, así define el escritor su ideal de trabajo. Ha obtenido diversos premios y reconocimientos internacionales. Es autor de novelas y libros de apuntes como ¿Quién mató a mi madre?, La contemplación, Crónicas de bar, El hombre no mediático que leía a Peter Handke, La ciclista de las soluciones imaginarias y El olvido de Bruno. Parte de su obra ha sido traducida al italiano, inglés, francés y portugués. Escritores como Enrique Vila-Matas y Peter Handke se cuentan entre los lectores que siguen su ficción con interés.




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