miércoles, septiembre 05, 2018

El miedo de “Oscuro, de noche”

PABLO GARCÍA GÁMEZ, AUTOR TEATRAL

 Oscuro, de noche, el próximo espectáculo de la Compañía Nacional de Teatro será estrenado  el 27 de septiembre de este agitado 2018, bajo la dirección de Carlos Arroyo y con el elenco estable de la CNT, una empresa cultural del Estado venezolano, creada hace 34 años, bajo la égida de Isaac Chocrón. Mientras tanto, su autor, el dramaturgo caraqueño Pablo García Gámez (22 de septiembre de 1961) prosigue cosechando premios o reconocimientos a su labor creativa, la cual realiza desde hace 25 años en Nueva York, donde, precisamente, acaba de conquistar el Premio HOLA. Él, desde el bureau neoyorquino de Queens, donde reside, informa:
-Incluyendo el HOLA de este año, llevo 13 premios: seis HOLA, dos ACE, dos Proyecto Asunción, un ATI, un Abniel Marat (de FUERZAFest) y mi Apacuana, otorgado por el venezolano Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la CNT. “Como dato anecdótico, junto con Oscar Colón, figura del teatro hispano, quien ya no está con nosotros, tuve el privilegio de ganar el HOLA por vez primera en 2007 cuando la organización de periodistas y críticos profesionales decidió crear un reconocimiento para la dramaturgia; también fui el primero en ganar el ACE en ese rubro. Otro dato anecdótico: desde el 2014, cada año he ganado el HOLA.
¿Para qué los premios?
Recibir un premio es una manera de aceptación colectiva.  Es la posibilidad de que la pieza cause curiosidad: ¿Sobre qué trata El Gos, la obra por la cual me dieron el HOLA?  Solamente puedo decir que el premio abre caminos, reafirma ante el colectivo que eres dramaturgo, que tu obra posee algún interés.  En cuanto a la forma de las piezas, en mi caso sucede algo particular: la frecuencia con los que los he recibido estos dos últimos años acepta, y creo que hasta avala, la existencia de obras “raras”.  “Raras” en el sentido de mi preocupación, y diría ansiedad, por el tiempo y por la libertad del actor y de la actriz en el proceso creativo así como la idea de que el público esté inmerso en esos mundos.  “Raras” porque son escritas por una voz desde la alteridad.  En el caso del Premio Apacuana, significa que Venezuela está ahí, conmigo; que seguiré mostrando a Caracas en mi interpretación de su imaginería, por eso Oscuro, de noche.
¿Cómo sobrevive en USA?
Enseño en la Universidad de la Ciudad de Nueva York como profesor adjunto. Mis áreas son español, literatura latinoamericana y cultura iberoamericana. Además, manejo las relaciones comunitarias de Teatro Círculo.
¿Agenda de actividades inmediatas?
El 20 septiembre presento Cariaquito Morao en un festival de monólogos, Monologando Ando, organizado por la agrupación Fénix USA y que se llevará a cabo en The Producers, un espacio modesto con varias salas de teatro en la calle 43 y Octava Avenida, e Manhattan.  Cariaquito Morao es una versión de ¿Y qué es Nueva York? que hace poco presentaron en Caracas dos teatreros integrales: el jovencito Dámaso Nieto bajo la dirección del veterano Andy Pérez, como parte de la programación para celebrar los 50 años de la Escuela Juana Sujo… ¡Qué honor!  En esta oportunidad, aquí en Nueva York, lo interpreta César Augusto Cova y la dirige este servidor.  César Augusto es un actor con muchos recursos, con muchas ganas de hacer quien ganó mi respeto al entregarse en cuerpo y alma a El Gos: su premio HOLA es más que merecido.  Me “lanzó” dirigiéndolo porque es un texto muy querido, que significa mucho por muchas razones: es el primer texto que escribí en la ciudad, en el que trato de explicarme Nueva York, en el que conjuro las voces de autores que han guiado la dramaturgia venezolana contemporánea.
¿Qué pasa con Oscuro, de noche?
Ya vi un ensayo especial, durante el pasado mes de julio que me hizo el elenco de la CNT, en el teatro Alberto de Paz y Mateos, comandado por Arroyo y fue maravilloso todo aquello. Solo espero poder regresar para ver el montaje culminado y en su estreno oficial. Quiero ver a esos 13 personajes criollos con una historia común y ordinaria, ambientada en Caracas. Una historia, que como lo dice el payaso, un circense personaje que funge de presentador, encarnado por Andy Pérez), le tenemos miedo. Mucho miedo, Mucho miedo que nos llegue pasar. Miedo de estar en ese singular escenario-ciudad y que a uno de nosotros le toque vivirla…o morirla. Porque cuando nos toca…toca.
¿Qué espera de Oscuro, de noche? ¿Vendría a Caracas para su estreno?
Después de haber visto ese ensayo, solo espero de los actores la precisa irreverencia creativa, que jueguen con las distintas situaciones. Y por el lado de los espectadores, que les motive a comentar, criticar, reflexionar. Espero que decidan la definitiva fecha del estreno para dar una tarjetazo y comprar mi pasaje. No puedo dejar de disfrutar esa ocasión con una obra mía, montada a lo grande, en mi ciudad natal.
¿Se ha asimilado a la cultura de USA o practica la cultura del gueto?
De practicar, practico la cultura del gueto, de guetos o para matizar, del margen, de la periferia.  Estar envuelto en teatro y en estudios del performance me abrió un horizonte sobre la cultura hispana.  Gueto se refiere a esos meta conceptos, a coletazo poscolonial, a películas de acción filmadas en el Bronx.  Todos los días llega gente de paises latinoamericanos y dicen, con mucha ingenuidad y poca modestia que, por primera vez, la ciudad tendrá teatro en español.  Pues, Nueva York tiene una arraigada historia de cultura hispana: por solo dar unos datos, ya desde el siglo XIX se publicaban textos en español, grupos de teatro hispano representaban sus obras en el Apolo (el famoso teatro de Harlem), el primer festival de teatro popular latinoamericano se realizó en Nueva York.  La ciudad cuenta con autores en español de primera línea que por diversas causas -una de ellas es que son del gueto- son poco conocidos en América Latina.  Se tergiversa la historia, se intenta borrar manifestaciones culturales que están ahí. Espero que Oscuro, de noche pueda venir a esta urbe, para que se hagan comparaciones de sus diversas facetas. Para que vean así la historia de Kenny Javier Barrios, aquel muchacho caraqueño que matan para robarle una motocicleta y todo lo que se desencadena, en una sociedad temerosa o miedosa.

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