miércoles, febrero 27, 2019

Tropical predica su filosofía

Un novedoso espectáculo salió de Parque Central.

En estos días, precisamente cuando los políticos tratan de imitar al teatro y no les funciona la trama ni los actores, porque elaboran mal sus guiones y pretenden burlarse de la inteligencia del pueblo-espectador, conviene recordar, para beneplácito de los habitantes de Caracas, que las verdaderas artes escénicas no han desaparecido de esta Venezuela ni del Complejo Habitacional Parque Central. Y es por eso que, desde el sótano 1 del edificio San Martín, donde está la sala La rampa, salió para presentarse en el teatro Principal (donde cantara Carlos Gardel el 25 de abril de 1935), esquina con la plaza Bolívar, durante los días sábado 23 y domingo 24 de febrero, el extraño montaje dancístico-teatral-circo Tropical. Sorprendente y grata creación de la agrupación Igual a Uno Teatro, bajo la dirección de Gregorio Magdaleno.
En Tropical, montaje que  combina sabiamente las técnicas del baile o la danza con el teatro y el circo, los espectadores pudieron rememorar  y disfrutar como “ser y no ser” identifica al inglés  Shakespeare  o  que “inventamos o erramos” es el reto que el venezolano Simón Rodríguez le hizo a los latinoamericanos hace más de dos siglos, o  aquel “pienso, luego existo” del francés Descartes que generó toda una revolución en las maneras de abordar el análisis  de la realidad,  temida revisión que ya la había iniciado muchísimos siglos antes  ese "solo sé que no sé nada" del griego Sócrates.
Aclaremos las funciones que Tropical no son una densa clase de filosofía reducida a un entretenido recital de sentencias memorables con bailecitos aleatorios, son, eso sí parte, algunos de los textos, bien actuados, que transmiten las actrices-bailarinas protagonistas Osleyda Pérez y Yarumí González, apoyadas por el actor Amílcar García, quienes emprenden, a lo largo de 90 minutos, un singular viaje escénico, con sus bailes y movimientos a través de la búsqueda de su propio nombre y a partir de ello, de la búsqueda del ser.
Es, pues, Tropical una indagación teatral, donde se suda, como ha dicho el director-autor Magdaleno, para descubrir quiénes somos, frente a unas maneras, unas formas impuestas en nuestros propios comportamientos. “Entonces nosotros como espectadores podemos conocer lo que podría ser el cliché, la iconografía de lo tropical, es decir, por ejemplo, los mambos, los bailes, los merengues, las cumbias, que de alguna manera signan una manera de ser y que nos contrastan en nuestra mirada interior”.
 Tropical no es más que  una pieza de teatro arte, ese que muchos teatreros tienen miedo identificar por su nombre y al cual miran peyorativamente porque es, sin lugar a duda, teatro filosófico y  además consideran que el público es ignorante y lo que quiere  o hay que servirles es la banalidad de algunos textos. Este trabajo es consecuencia de dos años de exploración, de continuo entrenamiento, preparación y búsqueda de las verdades de cada intérprete. Ver Tropical reivindica al arte del movimiento escénico dancístico que injustamente algunos críticos habían calificado de banal porque sus artífices no emiten palabras o sentencias de trascendencia y únicamente se desplazan sincrónicamente.
Gracias a Tropical se recuerda al viejo arte del teatro circense y se rompe la cuarta pared y se va hacia el público y lo afronta con sus preguntas que lanza cuales dardos de filosofía o conocimientos generales y glosa sus respuestas, además que lo premia con mandarinas, naranjas mangos o cambures. Hace una fiesta o un happening en la sala teatral, distiende las distancias y todos participan, al tiempo que lo baña con pétalos de flores o pedazos de coloridos papeles. Y toda esa fiesta culmina con esta memorable frase de Goethe: "Mientras no mueras y resucites de nuevo serás un desconocido para la oscura tierra".
En Tropical,  Gregorio Magdaleno,  actor, director y escritor,  con más de 40 años de trayectoria artística, permite conocer su visión sobre el arte y la vida, las cuales ha logrado conjugarse para llevarle al público general una pieza para plantearle la razón sobre el ser, su origen y verdad, buscando  así enfrentarlo con la complejidad y singularidad del ser humano.
Y no podemos cerrar esta reseña sin recordar  que Igual a Uno Teatro es una agrupación nacida en el 2016, la cual hace vida en la sala  La Rampa y tiene como norte la búsqueda de un desarrollo estético fundamentado en la posibilidad creadora de los seres humanos como capacidad única para un desarrollo intelectual y espiritual, armonioso y creciente; esta agrupación se dedica a mostrar historias, eventos y sucesos humanos hilados por la búsqueda del significado del ser, a través de la propia búsqueda expresiva del actor o actriz.
La rampa es el antiguo espacio experimental del Celcit, creado por el filósofo del teatro Juan Carlos De Petre, en las décadas de los 80 y los 90 del siglo XX, el cual se transformó en la Sala Altosf, en el año 1993 y ahora, desde el año 2016, se convirtió en La Rampa, siempre bajo la égida de Magdaleno. Gracias al apoyo de Fundarte y la empresa Corpocapital (que gerencia al Complejo Habitacional Parque Central) fue posible su reacondicionamiento y ahora es un espacio alternativo para las nuevas generaciones de artistas venezolanos.


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