miércoles, abril 10, 2019

La nonna en el Festival de Caracas

Aníbal Grunn, polifacético teatrero.
La Compañía Regional de Teatro de Portuguesa lleva más de 35 años de labores útiles para el desarrollo de las artes escénicas en su región y en Venezuela. Ignorar su aporte es una mezquindad que todavía no se práctica en los medios de comunicación criollos pero de repente insurgen por ahí gentes con “patas de cochino” que sí lo han intentado, infructuosamente, además. Decimos esto porque entre el viernes 12 al domingo 21 de abril de este crucial año 2019, unas 70 mil personas podrán disfrutar en 14 salas de no menos de 50 espectáculos –producidos en Venezuela o en el exterior- programados para el Octavo Festival Internacional de Teatro de Caracas (8FITC), organizado por las autoridades políticas y culturales del municipio Libertador de la Gran Caracas.
Entre los eventos programados queremos resaltar la presencia de La nonna, (1977) de Roberto Cossa, versionada, dirigida y protagonizada por Aníbal Grunn, la cual ya hizo dos temporadas de tres semanas en el Complejo Teatral de Occidente Herman Lejter, en la capital portugueseña. ¡En la puerta del llano florece la cultura... como siempre ha sido!
 Aníbal Grunn apunta que Roberto Cossa (Buenos Aires, 30 de noviembre de 1934), líder de una generación de dramaturgos realistas, tiene en su haber piezas como Nuestro fin de semanaEl viejo criadoTute cabrero, Ya nadie recuerda a Frederick Chopin y Yepeto, además de La nonna. Es de los que predica “que hay que hacer un espectáculo que haga reflexionar pero nunca aburrir, porque un espectáculo bello, que trate el tema del amor, puede hacer reflexionar tanto como un teatro político".
Y es por eso que La nonna es el mejor ejemplo del teatro que entretiene y al mismo tiempo enseña lo que no conviene hacer, lo que es nefasto para el colectivo y mucho más cuando la situación socioeconómica ha llegado al límite.
Podría decirse que La nonna es un modelo del grotesco argentino, fue un arma contra la dictadura militar por su discurso disfrazado con un juego escénico centrado en los siete miembros de una familia de procedencia italianas quienes luchan desesperadamente para la sobrevivencia en medio de un contexto deprimido y con severa represión de las autoridades. Era una parábola obvia, donde la nonna (la abuela) era el Estado devorador que pretendía digerirse a todo un país, cosa que finalmente no ocurrió porque los malos también pierden, como diría mi abuela.
Es patético ver a esos siete inmigrantes que luchan lo indecible para la supervivencia en medio de una sociedad hostil, pero no todos los hacen con dignidad, ni cuentan con suerte, mientras que unos se prostituyen y los otros practican el individualismo exacerbado, mientras que a la nonna sólo le interesa comer y comer, mientras se van muriendo cada uno de sus parientes, sin importarle el resto de la familia. Una muestra de que el capitalismo no es nada humanista y que es la destrucción del género humano. Y cualquier sistema político que use el poder del Estado para abusar de los ciudadanos y los use en su beneficio personal.
 El director Grunn para darle mayor verismo a su espectáculo equiparó a los personajes con cada uno de los siete pecados capitales y así obtuvo una redonda y alucinante puesta en escena, gracias a que los comediantes tenían esa conducta o formato para componer su rol. La nonna es Aníbal Grunn en una conmovedora gula, acompañado por Mercy Mendoza, Evis Cuellar, Emilger Arroyo, Wilfredo Peraza, Giuseppi Fischetti y Carlos Moreno en sus roles pertenecientes a la ira, la pereza, la envidia, la soberbia, la lujuria y la avaricia.
La nonna es una tragicomedia  del escritor argentino Roberto Cossa, que se publicó en 1979 aunque se estrenó el 12 de agosto de 1977 en el teatro La Salle de Buenos Aires.. Se trata de una de las obras más trascendentales del teatro argentino; estrenándose durante un período caracterizado por la inestabilidad política y social en ese país. Al contrario de la suerte que han sufrido otras obras escritas bajo algún tipo de censura, La nonna supo salvar esa barrera gracias a su estilo simbólico y reflexivo, en el que subyace su carga crítica, y además consiguió una gran acogida en las representaciones que se realizaron de ella. Es una pieza teatral de gran transcendencia. En Argentina y otros países de Latinoamérica sigue representándose. Se ha traducido al inglés, el alemán y el francés.
Fue llevada al cine en 1979 por el director argentino Héctor Olivera. El guión fue escrito por Roberto Cossa y el papel protagónico fue interpretado por Pepe Soriano. Dicha cinta  ganó el premio Chacabuco en 2003, en Mar del Plata.
La obra se desarrolla en la década de 1970 en Argentina, teniendo como protagonista a una familia de clase trabajadora y pobre, que no es más que una muestra y ejemplo de la realidad de aquel momento con personajes arquetípicos que representan a toda una sociedad que lucha por salir adelante. El problema de esta familia es la nonna, la abuela, cuyo apetito insaciable obliga a todos los miembros a tener que trabajar más y más, y buscar medidas desesperadas y al límite de la razón para sobrevivir: desde el desmesurado trabajo del padre y cabeza de familia, hasta las más disparatadas ideas del hermano de este. Estas desesperadas soluciones, junto con el personaje de la abuela, crean un ambiente tragicómico, grotesco y casi surrealista y absurdo, que queda expresado en los personajes y estilo de la obra. Son estas acciones, también, una búsqueda de intentar superarse que se contraponen y quedan frustradas por la nona, con una salud de hierro y un hambre insaciable, que va matando a cada uno de los miembros de su familia. Para el final de la historia, la nonna acaba con toda la familia de una forma u otra.
Las funciones de La nonna serán en el teatro Alberto de Paz y Mateos, la sede de la Compañía Nacional de Teatro, los días jueves 18 y viernes 19, a las tres de la tarde.

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