domingo, septiembre 08, 2019

ROMAN CHALBAUD Y SUS PERROS

LA COMPAÑIA DE  PERROS Y PERRAS NO TIENE PRECIO.
El domingo 8 de septiembre de 2019, al medio día, Román Chalbaud puso el punto final de su más reciente texto teatral: El espíritu de los animales, compilado en 32 páginas y centrado en la saga de un hombre, Adonay, que vive o se acompaña con cuatro perros. No hay fecha para su estreno porque eso lo decidirá su director Costa Palamides, quien durante estos días está en Grecia, la patria de sus ancestros.
Como éramos testigos de ese “punto final” en su computadora le preguntamos a Chalbaud:
¿Por qué Palamides?
Porque se la prometí, recién cuando comencé su escritura, ya hace varios años. Espero que venga pronto.
¿Quién es ese Adonay y por qué esa amplia canina compañía?
El teatro no se explica, se muestra en la escena. Tendrás que verla montada  y opinar sobre ella, como es tu trabajo. Y, como lo propaló George Bernard Shaw, hay perros mejores que los seres humanos. Son más cariñosos, más fieles, no traicionan, no demuestran afecto por interés sino verdaderamente por cariño. En este sentido, hay perros mucho mejores que algunos seres humanos, quienes precisamente hacen lo que nunca haría uno de esos bellos animales. En una ocasión leí que errar era una cuestión de humanos, pero perdonar es de perros. Son seres hermosos. Y tú lo sabes porque convives con cuatro perras, dos criollas o sacris y dos salchichas, y perdona que difunda desde aquí tú “secreto perruno”.
Sin embargo, Román Chalbaud (Mérida, 20 de octubre de 1931) ha dedicado toda su vida a luchar por una existencia mejor para sus congéneres -a pesar de que estos no le han sido fieles y casi siempre lo han traicionado- como lo demuestra su vasta producción teatral y cinematográfica, dedicada a la lucha por los derechos humanos, la cual suma no menos de 50 piezas. Y es precisamente por su transparente personalidad, por decir siempre lo que siente y no estar negociando su opinión, que un grupo de amigos y seguidores le han estado haciendo diversos tipos de homenajes públicos, dentro y fuera de Venezuela.
¿Le gustan esos halagos públicos?
A la gente en general, y en todo el mundo, no solamente en Venezuela, le gusta homenajear y ser homenajeado. Como todo en la vida, esto tiene su lado positivo y lado negativo. Los homenajes que he recibido son reconocimientos a mi trayectoria que no está oculta y todos saben que hasta el último momento estaré trabajando. Así soy yo.
¿Cuál sería su balance sobre toda su obra fílmica y teatral?
Quisiera haber escrito mejores obras teatrales y realizado películas, haber podido dirigir mejores trabajos en el cine, en el teatro y en la televisión. Chaplin dijo: Dijo:”uno nunca vive lo suficiente para dejar de ser un aficionado” Y eso me siento yo, ahora, un aficionado pronto a cumplir sus primeros 88 años.
¿Cómo deben ser la relaciones de los artistas con los gobiernos de turno, y cual su tratamiento a las relaciones con el Estado?
Un artista no debe preocuparse de sus relaciones con ningún gobierno; lo primero es preocuparse con las relaciones consigo mismo y con la sociedad que lo rodea; sus relaciones con las palabras, con las imágenes, con el pentagrama, con las barras, con las teclas del piano, con las cuerdas del violín, con los caracteres de la computadoras o la máquina de escribir, con los colores, con el lienzo vacío que está esperando su brazo. Eso es lo primero y fundamental. Ser un artista, pues, y mucho más si es venezolano de estos tiempos.
Chalbaud vive en un penthouse, de dos pisos, comprado en los años 80, donde siempre lo han acompañado varios perros y perras, los cuales le dieron numerosos cachorros. Actualmente lo custodia Cloe, pero mucho antes estuvo Ambar, hermosa perra pastor alemán, la cual compró por diez mil bolívares de los viejos, “durante los aciagos días del supuesto paro cívico, la adquirimos en una zona de Guarenas, adonde antes habíamos ido comprar gasolina. Tampoco me olvido de Hermes, un hermoso bóxer al que lo picaron unas abejas en la terraza y le provocaron un infarto. Yo no estaba aquí y venía de Madrid. Me dolió muchísimo, estuve muy triste unos días, pero pronto tuve unas nuevas compañías. Pero los tengo a todos en fotos. Ahora estoy con Cloe, que nació hace siete años, precisamente un 10 de octubre, como exótica coincidencia”.
¿Usted ha utilizado a sus perros en las peliculas que ha rodado?
No, porque mis perros nunca estudiaron actuación, o, mejor dicho, nunca fueron entrenados para eso. Cuando filme Ratón en ferretería tuvimos que alquilar una perra especial en Nueva York, porque ella hacia una serie de acciones importantes y tenía que estar bajo los reflectores. No es facil filmar con perros si estos no están entrenados adecuadamente.
¿Y cómo está la salud del artista?
Según los exámenes médicos estoy bien y a la espera de cumplir esos 88 octubres, un número que mandaré a jugar. ¡Te lo recomiendo!

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