miércoles, mayo 13, 2020

Venezuela es un hermoso teatro

Cabello,con lentes, en una fugaz pose.
¿Desde cuándo en el teatro y cómo comenzó todo?

El teatrero José Gregorio Cabello Patiño, en tiempos de la pandemia 2020, responde:
Desde que le di por primera vez una especie de bostezo largo y sonoro, a mi madre en su vientre, a los ocho meses antes de nacer. “Ella me lo contó con mucho misterio. Yo soy el octavo hijo de los once que parieron Carmen Mercedes y Héctor Valentín, todos unos cumaneses venidos a Caracas. Reconozco la influencia histriónica de mi abuela materna Francisca Lucía Patiño, autodenominada Reina de las Artes Culinarias. También me nutría de niño, de los cuentos espectaculares de mi tía paterna, Carmen de D´Jesús Cabello, cantante, cupletera, y actriz cumanesa con aspiraciones hollibudenses. Lo cierto es que hacía teatro en mis juegos de niños, experto en escenografías y otras ambientaciones, donde mi hermana Jacqueline, dos años menor que yo, era sometida a las interpretaciones caprichosas con diálogos y puestas escénicas. Realmente descubrí que esos juegos de niño, era teatro, cuando cursaba segundo año de bachillerato en la Escuela Gran Colombia, de los Rosales. Allí interpretamos Medea, bajo mi dirección, como tarea de castellano y literatura. La profesora Yolanda de Febres, mi ductora literaria, abonó en mí, ese liderazgo Ariano que poseo. Medea de Eurípides se presentó en todos los salones de clase de segundo y tercer año. Desde allí iniciamos, con la ayuda de la profesora y la dirección del plantel, se le asignó al profesor Andrés Zacarías García, (actual director del Museo de Bellas Artes y quien enseñaba vitrinismo, en la especialidad de humanidades), el Grupo de Teatro de la Gran Colombia”. 
“Allí Empezamos a conocer el trabajo del actor, el texto teatral, la disciplina y a valorar el aplauso del espectador por el logro teatral realizado. Al finalizar mis estudios de bachillerato, ya habíamos visto los trabajos de Ricardo Acosta Quintero en el Colegio Universitario de Caracas, La Lección de Ionesco con Edurne Mutiosabal, Alex Bustillos y Ana María Quintero. Era el Taller de Teatro Macanillas. Allí me llevó Zacarías y el 15 de julio de 1977, debuté, luego de un año y medio de ensayos y procesos de creación, en el Teatro Paris, con la obra Uhuru, de Ricardo Acosta y bajo su dirección. La obra una visión desde el tercer mundo al eurocentrismo y su colonización. Yanis Chimaras era Próspero, Enrique Mambié, Calibán y yo, Ariel. Allí debutó también Reinaldo Rivas, que venía de la Gran Colombia también. Con Acosta hice Estudios de Poesías Venezolanas, trabajando a Miguel Otero Silva y su visión del campo ante la propuesta de Antonio Spineti Dini y su poemario Hambre. En 1978 estrenamos Flores de Papel, de Egon Wolff, versión y dirección de Acosta. Estreno en el Teatro Luis Peraza, luego temporada en Teatro Leoncio Martínez de Los Teques y gira nacional por las bases navales de la Armada venezolana. Finalmente El cofre de la Abuela Eugenia, autor y dirección de Ricardo Acosta, igualmente en el Teatro Luis Peraza y gira nacional por las bases navales de la Armada venezolana”. 
“Hasta 1980 participé en el Teatro Macanillas para continuar mi trabajo con Rodolfo Santana Salas y el Grupo Cobre, con Carlos Giménez y el proyecto de Directores para el Nuevo Teatro”.
“Para esos días, con mi título de Técnico Superior en Recursos para el Aprendizaje,  ya iniciaba mi trabajo como profesor de teatro en la Unidad Escolar Gran Colombia, sustituyendo a mi maestro Zacarías. Ello permitió orientar mi trabajo hacia la dramaturgia y la puesta en escena, además del trabajo conductor y formador para jóvenes liceístas en la disciplina teatral, a quienes podemos nombrar a Augusto Galíndez, Iris Dubs, Yaneth Gómez, Nazareth Gil, Ivo Hernández, Milvia Pacheco, Yaritza Medina, entre otros…”
¿ Profesores y maestros?
Andrés Zacarias, Ricardo Acosta Quintero, César Rengifo, Belén María Sanjuan, Rodolfo Santana, Néstor Caballero, Sara Beily, Elizabeth Scön, Carlos Giménez…y otros.
 ¿Trabajos memorables?
 Uhuru, Flores de Papel, Crónicas de la Cárcel Modelo de Santana. Al Unísono de Elizabeth Scön. La vida es sueño, versión Acosta. Oscéneba de Rengifo.  Novia en Rojo de EA. Moreno Uribe, Rumba caliente sobre el Muro de Berlín de Santana. Reverón, de Cabello. Jugando con Goya, de Cabello. …
¿Su opinión sobre los cinco mejores autores venezolanos?
César Rengifo quien me acercó al teatro épico, simbólico, realista. Una dramaturgia necesaria. Rodolfo Santana y su realismo social dentro de la comedia. El lenguaje voraz, violento, poético. Una dramaturgia debeladora. La catarsis. Román Chalbaud y su realismo social desde los espacios marginados, el verbo poético como arma que conduce un recorrido por la vida, de los espacios de quienes lo perdieron todo. La dramaturgia del contraste social ante la verdad. Isaac Chocrón y su leguaje con personajes que reclaman desde su cotidianidad. Denuncian la exclusión desde lo sexual. Dramaturgo de la crónica de la contemporaneidad. Elizabeth Schön  y su lenguaje de la no comunicación, los seres que hablan frente a  frente pero hacia el vacío. El absurdo. Un acercamiento al teatro poético desde los anhelos,
 ¿Cuál sería la política ideal para el desarrollo del teatro criollo?
Fundamentalmente creo en el teatro de cada día. Lo que se vive a diario y la contemporaneidad con todos sus paisajes. Cada parroquia caraqueña por ejemplo debe tener su equipo de trabajo teatral. Su casa de hacer teatro.  Partir desde la formación, contar la historia de sus habitantes, sus héroes y heroínas, su patrimonio. Reunir a sus creadores y mostrarlos primero en sus entornos y luego a las demás comunidades. Esta experiencia se debe generar desde cada comunidad organizada, valorando lo ético y estético del teatro. Nuestra República es un bello teatro que debe ser cultivado y sobre todo difundido a través de su dramaturgia.
¿Qué pasa con el amor y con la amistad en la vida del ciudadano y el artista?
 Pasa lo que tiene que pasar. El amor, la amistad, son necesidades que se cultivan, desde el sentimiento, desde la conciencia e incluso desde la necesidad misma. Los artistas, recurrimos a esas pasiones que nos nutren así mismo como nuestra cotidianidad nutre al ciudadano.
 ¿Planes para los próximos diez o veinte años?
 Seguir muy productivo en la dramaturgia y en la puesta en escena. Terminar de escribir y montar Vestida de Novia, donde el personaje principal es una joven con Síndrome de Down. Terminar de escribir y montar Las amadas de Páez.
Terminar de escribir Miranda. Es sobre el Generalísimo. Publicar todas mis obras para niños, jóvenes y para todos…Seguir mi trabajo como mediador de la lectura.
Continuar con mis espectáculos interactivos desde la Narración Oral. Seguir formando cuentacuentos. Seguir formando dramaturgos. Viajar de nuevo a mis lugares transitados. Hacer el camino de Santiago. Dirigir teatro con la comunidad, en la Casa de la Cultura de Borojó, Municipio Buchivacoa del Estado Falcón. Seguir aportando con mi trabajo para la formación de lectores. Seguir siendo un hombre de teatro amante de las cosas más sencillas como me enseñaron mis maestros…Quiero continuar mi trabajo de dramaturgia para la danza y el ballet  de niños. Vivir feliz.Como lo estoy a mis 63 años.









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