lunes, abril 23, 2007

Compraventa de un hombre en Nueva York

Isaac Chocrón (Maracay, 25 de septiembre de 1930) tomó los elementos básicos para crear las respectivas metáforas escénicas de sus 23 obras teatrales, hasta ahora, de la realidad cotidiana venezolana, de la observación de los hechos que sucedieron en su entorno familiar o de facetas de la historia. Así ocurrió con La revolución, basada en el show de un enano y un gordo travestido, la cual hace temporada en Caracas, o con O.K.-será exhibida en Nueva York durante los venideros meses de mayo, junio y julio- inspirada en la venta de un hombre, por parte de la mujer que lo mantenía, a una viuda con frío en su cama, muchos orgasmos demorados y respetable solidez financiera.
TRIO CARAQUEÑO
Pensando siempre en la importancia de la historia menuda del teatro, Chocrón recordó que un divertido chisme del sastre Renzo Farnessi (ya fallecido) le dio la materia prima para su O.K. Le contaron como una repostera italiana que tenia un modesto penthouse en la avenida Casanova y trabajaba en Chacao, optó por vender el vago que vivía con ella a una viuda rica: se había aburrido de Caracas y quería retornar apertrechada a su provincia natal. Al paso de los años, ella regresó y quiso deshacer la venta, pero no lo consiguió inicialmente; años más tarde, el chulo volvió a los brazos de su otrora mujer.
Así nació O.K., comedia que muestra como la modista Mima termina por ceder su compañero Franco, a quien mantiene porque es un vagabundo, a su amiga, la adinerada viuda Ángela, quien hasta ese momento no sabía qué hacer con sus millones, ni con la frialdad de su lecho, ni con las subidas de temperatura cuando veía a un varón. Este terceto, inspirado en personajes de la Caracas de los años 60, relaja sus prejuicios morales y sociales y terminan viviendo juntos en un lujoso penthouse, pero al final Mima entra en crisis y se marcha porque ya no quiere compartir a su amado con nadie y opta por dejarlo, con su vida bien resuelta, al lado de Ángela.
Del primer montaje de O.K., estrenado por el director Román Chalbaud el 2 de mayo de 1969 en el teatro Alberto de Paz y Mateos, con la complicidad actoral de Amalia Pérez Díaz, Oscar Martínez y Maria Luis Lamata, se hicieron 113 funciones en dos temporadas y se contabilizaron 13.622 espectadores, un récord para la época.
Los directores Ugo Ulive y Javier Vidal en las temporadas de 1976 y 1997 remontaron O.K. con la notable presencia de un público atrapado por esa singular compraventa de cuerpos y conciencias, no sólo en lo sentimental y/o amatorio sino también en lo ideológico.
O.K. al despuntar la década de los 70 se montó en el exterior y le permitió al autor dejar su trabajo como economista en el Ministerio de Hacienda para dedicarse de lleno a la dramaturgia, dirigir el Nuevo Grupo, fundar la Compañía Nacional de Teatro, participar en la creación y puesta en marcha durante sus primeros 20 años de la Escuela de Arte de la UCV, jubilarse y entregarse de lleno a la creación teatral y literaria.
PELIGROSA PÓCIMA
Chocrón logró teatralizar en un contexto contemporáneo la prostitución de los seres humanos a cambio de favores, cargos o cuentas bancarias. Unos consideraron a O.K. como un drama cursi de dos mujeres maduras compartiendo al mismo hombre. Otros comprendieron su advertencia sobre el final de las ideologías y el asalto definitivo de los dólares, el imperio del neoliberalismo donde todo se vende o todo es posible de negociar, donde para saciar al monstruo del consumismo se permite todo, ya que la felicidad es una pócima que se elabora con elementos espirituales, físicos y materiales. Algunos recordaron que la subasta de cuerpos y afectos ha sido constante a través de los tiempos y que los cambios son las monedas de esos trueques que precipitaron felicidades o desgracias no sólo para sus protagonistas.
VERSIÓN SIGLO XXI
Precisamente, al avanzar esta compleja centuria una nueva producción de O.K. regresa para acentuar que todos los seres humanos se venden cuando ofertan y cancelan precios tentadores y que, además, la felicidad exige sacrificios y mucha habilidad para impedir que las compraventas dañen ese momento mágico del amor encontrado, aunque el aquí y el ahora es lo más común ante aquella espada de Damocles que pende sobre todas las relaciones íntimas.
Y es por eso y otras cosas más que para el próximo viernes 4 de mayo, a las ocho de la noche, se muestra otra versión escena escénica de O.K. en el teatro Gramercy Arts de Nueva York, sede de la agrupación Repertorio Español, bajo la dirección de René Buch y con la participación de los actores Zully Montero, Isabel Moreno y Gil Ron. Sus primeras 20 presentaciones están pautadas hasta el 1 de julio, en la sala ubicada en el 138 East de la calle 27, de Manhattan
El director Buch, fundador con Gilberto Zaldivar y Robert Weber Federico de Repertorio Español, hace 39 años, la agrupación productora de teatro hispano más importante de Estados Unidos, afirma que monta O.K. “porque Chocrón es uno de los mejores dramaturgos de América Latina y hay que darlo a conocer internacionalmente. Tiene otras obras, como La revolución y Escrito y sellado, que rompieron el molde y dieron una personalidad venezolana a lo que se creía que debía ser el teatro. O.K. tiene un lugar muy importante en mi carrera. Este es el tercer montaje que le hago, el segundo fue para inaugurar una sala de Repertorio en Miami y el primero lo hicimos aquí, hace casi 30 años.
-¿Cómo define su nuevo montaje de O.K.?
-Mi montaje actual es una nueva experiencia, ya que las otras producciones eran más realistas. En este montaje estamos tratando de hacer una abstracción intemporal de lo escrito por Chocrón y contamos con un reparto excepcional. Además, tengo como asistente de direción a un meritorio trabajador y artista venezolano como lo es Fernando Then.

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