martes, junio 05, 2007

Una tripleta para el teatro caraqueño

En estos días, cuando por arte de birlibirloque el teatro ha salido de sus escenarios naturales y tomado la calle, hay que reseñar y festejar la presencia y el trabajo del venezolano Benjamín Cohen Cohen, cuya pasión por las artes escénicas ya es un asunto genético y por ende nadie lo desviará de ese oficio o negocio. Por ahora su graduación como productor teatral ha sido estar al frente de tres complejos espectáculos, realizados con autoras venezolanas, apuntalados en elencos profesionales y puestos en escena por Aníbal Grunn y Dairo Piñeres, directores de postín, los cuales hicieron temporada durante dos meses en la sala de conciertos del Ateneo de Caracas.
Benjamín (menor de 25 años), nieto de Dita Cohen, se propuso presentar sendos montajes bajo el rotulo “3 dramaturgas del silencio al estallido”, buscando, entre otras cosas, que la audiencia disfrutara o conociera temáticas diferentes a las que se presentan en otras sala y para ello contrató a reconocidas actrices y actores del teatro y televisión, buscando utilizar a su favor el raiting que genera ese importante medio de comunicación, tal como se hace en casi todos los países. No conocemos los resultados financieros de la inversión, o sea el retorno por la taquilla, el cual de todas maneras será a beneficio de Acción Solidaria, ONG que lucha contra el Sida.
Las tiendas del sheik, de Carmen Garcìa Vilar, es una comedia, con cierto matiz satírico, sobre los problemas que se le presentan a una escritora de telenovelas durante la elaboración de sus guiones y sus inquietudes amatorias en la vida real. Dairo Piñeres falló en el concepto del montaje y por ende el espectáculo sólo se salvó al final con un nudista a domicilio, porque aquello era la parodia de una telenovela en el teatro y no otra cosa. ¡Andreína Álvarez impuso su ritmo!
Viviana Marcela Iriart se atrevió con Puerta abierta al mar a mostrar las cenizas de una “relación peligrosa” entre dos féminas separadas por una feroz dictadura y el desesperado reencuentro para recuperar el tiempo perdido. Aníbal Grunn hizo la imposible por crear una atmósfera intimista. ¡Se lució Fedra López!
Ana Teresa Sosa, la mas curtida de las escritoras, propuso en su comedia negra Casa en orden una reflexión sobre la inminencia de la muerte, que puede llegar en cualquier momento y la necesidad de tener la maleta lista para no dejarle problemas u odios a los familiares. Aquí sí Grunn demostró su talento y consiguió un entretenido espectáculo, a pesar de la fatalidad aquella. ¡Flor Elena González demostró su versatilidad actoral!
En síntesis: tres escritoras han llegado a un público y podrán seguir atrapándolo con nuevos y mejores textos, además tres actrices han destacado por encima de los elencos donde trabajaron, y el teatro tiene un productor con visión y altruismo, y pronto dispondrá de sala propia.

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