miércoles, abril 02, 2008

Moisés Kaufman ganó premio de la crítica de USA

No sólo los beisbolistas ni las misses son los únicos venezolanos que destacan en el exterior y además reciben dólares por sus tareas. También hay un segmento pequeño, pero importante, de artistas e intelectuales que se imponen en los selectos sectores culturales de otras naciones y además ganan premios que subrayan la importancia de sus gestiones.
El caso más reciente es el del caraqueño Moisés Kaufman Akerman (45 años), quien acaba de ganarse el 2008 Harold and Mimi Steinberg/American Theatre Critics Association New Play Award, un importante galardón adjudicado por los críticos de Estados Unidos de América, dotado de una placa alusiva y un cheque por 25 mil dólares, por su obra 33 Variations. Fue estrenada en el Arena Stage de Washington, en septiembre de 2007 y ahí muestra una historia fisionada sobre Ludwig van Beethoven (Bonn, 16 de diciembre de 1770 - Viena, 26 de marzo de 1827) y las razones o sin razones de su creación para piano más famosa: Diabelli Variations, pero además entreteje ese patético cuento con la saga de una investigadora musical que en pleno siglo XXI estudia esa compleja etapa del celebre músico, a pesar de que ella esta desahuciada y muere en su intento. Dos dramas humanos vinculados por la música.¡Hermosa pieza que degustamos y que ahora recibe tan exigente galardón!
Moisés cuenta que no ha decido lo que hará con el aporte financiero del premio, pero lo más seguro es que, probablemente, viaje a Londres a descansar y ver teatro. No quiere recordar los premios ganados hasta ahora, en sus 20 años de carrera en Estados Unidos, aunque reconoce que este “es una grande y agradable sorpresa. No sabia que estaba siendo considerado porque todavía estoy trabajando en la obra. Pero me encanta haberlo recibido. Es el premio más importante de la crítica americana para nuevas obras. Aunque pienso que siempre hay que mantener una distancia sana con los críticos porque si les crees cuando te agasajan, tienes que creerles cuando hablan mal de tu trabajo. Y ese es un lujo que ningún artista se puede permitir”.
Explica que con su compañía, Tectonic Theater Project, dicta talleres en Estados Unidos “para enseñar los métodos que hemos usado para crear nuestras obras. Muchos de nuestros cuestionamientos del teatro son válidos para diferentes tipos de trabajos escénicos. Nuestro trabajo se basa en una indagación profunda de lenguajes teatrales, porque queremos saber cómo seguir avanzando, aún cuando el cine y la televisión se han convertido en importantes creadores de narrativas audiovisuales, nos preguntamos todavía: ¿Qué le queda al teatro? ¿Para qué hacemos teatro? O, quizás más importante: ¿Para qué vamos al teatro? Todo mi trabajo de los últimos 20 años se ha basado en esas preguntas. 33 Variations continúa ese cuestionamiento. Y es por eso que hemos desarrollado técnicas que ahora enseñamos en las más importantes universidades estadounidenses, desde Columbia, hasta Harvard. Lo interesante de estas técnicas es que están todas basadas en ese profundo cuestionamiento del arte escénico. El año pasado entrenamos a mas de mil artistas de teatro en nuestras técnicas. Hay, pues, un Método Kaufman”.
No quiere adelantar información sobre en que sala de Nueva York se presentará durante el ultimo trimestre de este 2008, porque ahora está de gira y tiene funciones pautadas en San Luis. Explica que su premiada 33 Variations ha ido creciendo y cambiando. “Le he estado re-escribiendo ciertas partes y creando otras nuevas escenas. También he cambiado a un par de actores”.
-¿Qué opinión mereció la obra por parte de los especialistas musicales en Beethoven?
-Muy positiva. Como la obra no es una biografía de Beethoven sino la historia de un momento especifico en su vida, los especialistas han sido muy positivos. Recuerda también que yo entreviste a muchos de los más famosos especialistas mundiales sobre Beethoven. Así que pienso que el nivel de entendimiento sobre el personaje fue acertado.
-¿Qué otros planes teatrales o cinematográficos prepara?
-Últimamente no me alcanza el tiempo. Tengo una obra escrita por un amigo, la cual pienso dirigir en Los Ángeles; también voy montar El gato con botas de Xavier Montsalvatge, una ópera en cinco cuadros y para cinco voces, basada en el cuento clásico de Charles Perrault. Fue estrenada en Liceu de Barcelona, en enero de 1948, y narra la historia de un pobre molinero que se lamenta de recibir sólo como herencia un gato, quien le promete que si le proporciona unas botas, una espada y un sombrero de caballero, conseguirá para él una fortuna, un reino y la mano de una encantadora princesa. También haremos una película sobre ese teatro lírico. Eso es todo por ahora.



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