En los años 60 del siglo XX era “la gran esperanza blanca” del teatro venezolano. Había llegado de Nueva York y tras exhibir su espectáculo musicoteatral Vimazoluleka, en el Aula Magna y el Ateneo de Caracas, se le abrieron todos los caminos para convertirse en el gran director o en el gran pontífice de la escena criolla. Pero no fue así.
Aquel joven no era fácil de manipular o de comprar, tenía ideas propias y además era cultor de lo criollo, tampoco era de roscas ni cofradías. Tenía, y aún mantiene, conceptos personales que no negocia, algo raro en esta compra y venta en que se ha convertido no sólo la cultura venezolana.
Mas de 20 piezas escritas y montadas, cuatro mil actores y actrices a quienes ha capacitado y centenares de representaciones teatrales desde 1961, dentro y fuera de Venezuela, son parte de la cédula artística que ahora, en esta incierta centuria XXI, ostenta con orgullo el teatrero Levy Rossell Daal (Coro, 23 de abril de 1945).
Debutó con su Vimazoluleka - hibrido de teatro y música, escrito a los 16 años- en el viejo Ateneo, a mediados de 1966. Y desde entonces no ha dejado de trabajar profesionalmente con lo que aprendió de maestros como César Rengifo, Nicolás Curiel, Alberto Castillo Arráez, Eduardo Fernández Salomón y Joe Chaiquin.
Levy no se queja, pero cuando puede exclama:"He pasado unos años difíciles, porque se hacen festivales y nunca me invitan, hay proyectos enormes y con buenos prepuestos y nunca me llaman. Lo que he podido hacer ha sido con el apoyo de la gente que siempre ha creído en mí y en mis iniciativas. Pero no ha sido fácil, desde que fui presidente de Fundarte hasta estos momentos. Arte de Venezuela, mi institución cultural, todavía existe, pero no tiene subsidio ni ningún tipo de apoyo oficial, aunque eso viene desde hace mucho tiempo. Yo ni siquiera he podido recibir la pensión del IVSS”.
Él admite que su camino artístico ha sido largo y con trampas que incluso lo arrinconaron y hasta lo maltrataron. Aguantó con dignidad y ahora no le debe nada a nadie y está en paz con su conciencia. Él todavía es una gran carta para el desarrollo del teatro criollo, si le dan los apoyos necesarios, porque ganas de trabajar tiene, pero sin trigo o sin maíz no se pueden hacer ni panes ni arepas.
Al parecer, las semillas que como autor, actor, director y docente ha sembrado en todos los confines de Venezuela durante las ultimas cuatro décadas comienzan a dar frutos o al menos reconocimientos que aunque no llenan el estomago si alimentan, y bastante, al espíritu. Y por eso que, en la sala de conciertos de Unearte, la agrupación Sentimiento Escénico ha remontado su pieza Caracas...¡Urgente!, un espectáculo que no supera los 75 minutos, sobre un grupo de jóvenes, entre quienes no ha habido más relación que una presentación y un hola, se encuentran en el vacío de una matriz, donde al despertar comenzaran a desenvolverse con mucha ingenuidad, una exteriorización de sentimientos y motivaciones profundas hacia una realidad implacable y coincidente con cualquier tiempo y lugar.
Caracas...!Urgente! fue estrenada en 1972 con jóvenes como Guillermo y Marialena Dávila, Arístides Aguiar, Perla Vonacek, Carlos Mata y hasta el mismo Levy. Era un obra premonitoria sobre los cambios que sufriría la sociedad venezolana, los cuales ahora son correctamente subrayados por los interpretes Eliécer Mantilla, Andreina Suárez, Saymond Jonat, Alfonzo Lamus, Julio César Marcado, Yesenia Quintero, Rusbeth Ordóñez y Yilmar Barrera, contando además con la égida musical de Jomar Daboin Ruiz y Carlos Cacique, bajo la dirección general de Idelson Sojo. ¡Un homenaje al maestro con mucho cariño!
Aquel joven no era fácil de manipular o de comprar, tenía ideas propias y además era cultor de lo criollo, tampoco era de roscas ni cofradías. Tenía, y aún mantiene, conceptos personales que no negocia, algo raro en esta compra y venta en que se ha convertido no sólo la cultura venezolana.
Mas de 20 piezas escritas y montadas, cuatro mil actores y actrices a quienes ha capacitado y centenares de representaciones teatrales desde 1961, dentro y fuera de Venezuela, son parte de la cédula artística que ahora, en esta incierta centuria XXI, ostenta con orgullo el teatrero Levy Rossell Daal (Coro, 23 de abril de 1945).
Debutó con su Vimazoluleka - hibrido de teatro y música, escrito a los 16 años- en el viejo Ateneo, a mediados de 1966. Y desde entonces no ha dejado de trabajar profesionalmente con lo que aprendió de maestros como César Rengifo, Nicolás Curiel, Alberto Castillo Arráez, Eduardo Fernández Salomón y Joe Chaiquin.
Levy no se queja, pero cuando puede exclama:"He pasado unos años difíciles, porque se hacen festivales y nunca me invitan, hay proyectos enormes y con buenos prepuestos y nunca me llaman. Lo que he podido hacer ha sido con el apoyo de la gente que siempre ha creído en mí y en mis iniciativas. Pero no ha sido fácil, desde que fui presidente de Fundarte hasta estos momentos. Arte de Venezuela, mi institución cultural, todavía existe, pero no tiene subsidio ni ningún tipo de apoyo oficial, aunque eso viene desde hace mucho tiempo. Yo ni siquiera he podido recibir la pensión del IVSS”.
Él admite que su camino artístico ha sido largo y con trampas que incluso lo arrinconaron y hasta lo maltrataron. Aguantó con dignidad y ahora no le debe nada a nadie y está en paz con su conciencia. Él todavía es una gran carta para el desarrollo del teatro criollo, si le dan los apoyos necesarios, porque ganas de trabajar tiene, pero sin trigo o sin maíz no se pueden hacer ni panes ni arepas.
Al parecer, las semillas que como autor, actor, director y docente ha sembrado en todos los confines de Venezuela durante las ultimas cuatro décadas comienzan a dar frutos o al menos reconocimientos que aunque no llenan el estomago si alimentan, y bastante, al espíritu. Y por eso que, en la sala de conciertos de Unearte, la agrupación Sentimiento Escénico ha remontado su pieza Caracas...¡Urgente!, un espectáculo que no supera los 75 minutos, sobre un grupo de jóvenes, entre quienes no ha habido más relación que una presentación y un hola, se encuentran en el vacío de una matriz, donde al despertar comenzaran a desenvolverse con mucha ingenuidad, una exteriorización de sentimientos y motivaciones profundas hacia una realidad implacable y coincidente con cualquier tiempo y lugar.
Caracas...!Urgente! fue estrenada en 1972 con jóvenes como Guillermo y Marialena Dávila, Arístides Aguiar, Perla Vonacek, Carlos Mata y hasta el mismo Levy. Era un obra premonitoria sobre los cambios que sufriría la sociedad venezolana, los cuales ahora son correctamente subrayados por los interpretes Eliécer Mantilla, Andreina Suárez, Saymond Jonat, Alfonzo Lamus, Julio César Marcado, Yesenia Quintero, Rusbeth Ordóñez y Yilmar Barrera, contando además con la égida musical de Jomar Daboin Ruiz y Carlos Cacique, bajo la dirección general de Idelson Sojo. ¡Un homenaje al maestro con mucho cariño!
Yo soy Hilda Breer... En ese estreno tuve el papel de La condesa de Olaf......ensayamos debajo de un puebte....Es la mejor experiencia que tengo de toda mi vida teatral por lo inusitado... Poseo un disco Vimazoluleka.....Hermosos receurdos!!!!!! H8lda Breer.
ResponderBorrarhola soy la profesora Yelibeth Alvarado y realizo una investigación acerca del doctor Alberto Castillo Arráez y usted fue su alumno si por favor puede brindarme información acerca de él se lo agradecería
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