miércoles, marzo 31, 2010

El ejemplo que Caracas dio

No pertenece al grupo de aquellos teatreros de postín, ni tampoco está devengando un sueldo oficial. Simplemente es un meritorio trabajador del teatro que ha descubierto y practica la patriótica veta de las artes escénicas orientadas a difundir facetas claves de la historia venezolana y latinoamericana. Se trata del actor, autor, productor y empresario Jean Carlos Du Boulay, a quien se le ocurrió teatralizar los históricos sucesos del 19 de abril de 1810 en la colonial Santiago de Caracas y mostrarlos, precisamente ahora, cuando Venezuela se dispone a festejar los 200 años de su Grito de la Independencia, fecha básica de la fundación de una república que avanza hacia adelante, a pesar de los lastres internos y externos.
Jean Carlos Du Boulay (Caracas, 25 de Agosto de 1979) explica que desde niño lleva esa vena artística, “en especial por las artes escénicas y eso se debe a que disfruto enormemente el proceso creativo de darle vida a un personaje, de meterme en su piel y hacer vibrar las emociones del público, en especial en el teatro”.
-¿Por qué ha escogido el tema histórico, precisamente en estos tiempos? Se lo pregunto por el espectáculo “19 de Abril…El ejemplo que Caracas dio”, que escribió junto a Félix David Martínez, para exaltar la celebración del Bicentenario de la Independencia de Venezuela.
-Porque considero necesario que profundicemos más en nuestras raíces y desmembremos las estatuas y cuadros que nos recuerdan a los héroes, para así comenzar a percibir que sintieron aquellos hombres y mujeres de carne y hueso, quienes dieron tanto por la libertad. Esos héroes, encarnados ahora por actores, que tras un largo trabajo de investigación y ensayos, permiten trasladarse a épocas ya casi lejanas y así hacer renacer a esos personajes que les debemos precisamente nuestra actual independencia y soberanía.
Du Boulay –casado con Natasha Moll y padre de dos niñas- afirma que su espectáculo mostrado los días 27 y el 28 de marzo, a las seis de la tarde, en el Teatro Municipal de Caracas, tuvo tal fuerza y tal verdad, que el público se emocionó de tal manera que le grito “nooooooo” a Emparan, al personaje teatral por supuesto, y hasta cantó el Himno Nacional para acompañar así a la esclava, encarnada por Mariana Calderón, que había entonado una canción de cuna al culminar la función. “Esas cosas no ocurren frecuentemente en los teatros criollos. El público hizo su catarsis con nuestro relato escénico sobre el origen del grito primario de libertad. Nuestra historia parte del pintor Juan Lovera y de lo que él vio en aquella ciudad, aquel 19 de abril de 1810”
- ¿Qué quiere hacer con ese teatro histórico, hasta dónde piensa llegar, cómo lo proyecta y cómo lo escribe?
- No pretendo otra cosa que generar interés y conciencia por nuestra historia, tanto en Venezuela como en el exterior, hasta el punto de que seamos capaces de demandar o denunciar las mutilaciones que le han hecho a nuestras raíces, por los simples intereses de unos cuantos. Me resisto a la idea de ponerme algún límite, cuando escribí y estrene mi primera obra de teatro histórico Bolívar…La gloria de un general, protagonizada por Roberto Moll y dirigida por Dairo Piñeres, encendí una llama que se aviva más, cada vez que profundizo sobre un hecho histórico o algún personaje. Para escribir comienzo con un largo proceso de investigación, en donde consulto libros, hago recorridos históricos, me entrevisto con historiadores y especialistas; luego hago un perfil de cada personaje y es allí cuando comienzo a escribir. Como escritor y productor trato de cuidar todos los detalles tanto en el texto como en la producción.
-¿Qué le es más importante para su pieza teatral: la verdad histórica o lo que se quiere que ocurra en la escena?
-En eso no hay duda ninguna. Para mi, la verdad histórica es lo más importante, con una obra de este tipo se tiene que ser muy cuidadoso y ensayar mucho, ya que un descuido de un actor o incluso el cambio u omisión de una palabra podría cambiar el contexto y esto también incluye la selección musical.
-¿Ha leído el teatro de César Rengifo?
Sí, claro…de hecho me identifico mucho con Rengifo, incluso no solo comparto su devoción por el teatro, si no también su artístico manejo de la pintura, porque mis primeras expresiones artísticas fueron a través de las artes plásticas, desde los nueve años.
-¿Qué le ha dicho la gente o el público, en bien y en mal?
-En general, hemos tenido muy buenos comentarios; el público ha sabido agradecer el esfuerzo del equipo, que ha contado con el director Daniel Uribe. En especial he notado la reacción del público durante la obra, resulta fascinante escuchar como siguen los cantos patrióticos, aplauden, ríen, lloran y hasta se alteran, en suma, se generan emociones que nos motivan cada vez más. Ver al público cantando nuestro “Gloria al bravo pueblo” es algo que nos hizo llorar de emoción,
-¿Por que si usted es actor no participa en sus montajes?
-Como actor me di cuenta que me frustraba el hecho de que mi proceso creativo llegara hasta el personaje, entonces descubrí que dedicándome de lleno a la producción podía tener más libertad de creación. Es por eso que gracias a un selecto grupo de comediantes fue posible escenificar a nuestro 19 de Abril…El ejemplo que Caracas dio. Ellos son: Irving Gutiérrez, Dante Gil, Franklin Alviarez, Pedro Rodríguez, Oswaldo Paiva, Nelson Montilla, José Sedek, Franklin Alviárez, Nélson Montilla, Félix Martínez y Mariana Calderón.



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