lunes, marzo 08, 2010

Vidal entre el poder y el oro teatrales

El otrora “niño terrible” del teatro venezolano ya tiene 57 años, está casado y es padre de un varón y una hembra quienes seguramente prolongarán al clan de los Vidal Restifo, porque es precisamente él quien ahora reconoce que el tiempo ha pasado y ha sido en bien. Y es como consecuencia de todo lo vivido que ahora trabaja o participa en sendos proyectos teatrales, muy sugestivos.
-¿Qué hace Javier Vidal en dos escenarios: uno como autor y otro como director? ¿Qué pasó con la actuación?
- Soy actor, director y dramaturgo: Uno y Trino. Es un parlamento de Soledad de Unamuno, una obra de teatro que vi cuando era muy, muy joven y se me quedó viva en la memoria. Aunque a veces he podido vivir esa trinidad non sancta, como en Tal para Cual, no siempre se repite. En esta oportunidad cohabitarán en espacios separados. En el Trasnocho estará todas las noches mi espíritu de dramaturgo en boca y cuerpo de los actores con Ciertas condiciones aplican y en Teatrex (El Hatillo), seré el intérprete invisible de la lectura de la más reciente pieza de mi gran amigo y socio Martín Hahn: Rey de Oro ¿El actor? Aparecerá pronto en el nuevo teatro Premium, al lado de Karl Hoffman. Hasta ahí. Soy supersticioso… soy actor.
-¿Qué aborda y cuáles son los antecedentes de Ciertas condiciones aplican? ¿Elencos y fecha de estreno?
-Ciertas condiciones aplican es un bíptico sobre la parca y la violencia que se completa con la pieza que escribiera hace 10 años: C.I.N.K.O., pero en esta oportunidad en el género de comedia trigueña. Unos nietos se reúnen en el salón VIP de una funeraria donde van a velar a la abuela multimillonaria que a la edad de 99 años fue brutalmente asesinada por un marginal, mientras ella viajaba por la ciudad con su BMW. Los códigos y ritmos son de comedia y los personajes en dicha situaciones, igual. Un banquero dipsómano y poco escrupuloso, una viuda alegre, una rockera anacrónica de la Europa unida, un sobreviviente de los cambios políticos, un evangelista impostor, un sospechoso perrito faldero, infusiones de té, estupefacientes, ropa de marca, encaje, Prosac, Vicodim y posiblemente algo de cianuro… La comedia es de costumbres, luego es una burla descarnada a nuestra sociedad y a nuestra burguesía… la risa hace aquiescencia desde que se abre el telón hasta su cierre. El elenco lo integran: Gerardo Soto, Antonio Delli, Hilda Abrahamz, Julie Restifo y José Miguel Daos. La asistencia de dirección esta a cargo de mi hermana Silvia Vidal, el director artístico es Fernando Calzadilla, la producción General es Margarita Lamas para M.J.M. Producciones. La dirige Moisés Guevara y su estreno esta pautado para el 9 de abril a las 8:00 PM,en el Teatro Trasnocho.
-¿Qué propone Rey de oro?
-Martín Hahn se la juega con una sátira política. Una galería de arte, metáfora de un país. Tres hermanas se pelean la presidencia de esa galería al declarar al dueño, su padre, llamado el Rey de Oro, loco. Martín Hahn quiso escribir una parodia de la locura del Rey Lear y el reparto del reino entre sus tres hijas: Gonerill, Regan y Cordelia. Pero el emisario es Edmundo, un emergente de las clases desposeídas que va engañando a cada una de las hermanas sembrando cizaña entre las hermanas, engañándolas con su falso amor, manipulándolas con su labia, encanto y carisma social. Gonerill es una activa ejecutiva perteneciente a la frívola burguesía y pide la inhabilitación del Rey de Oro por insania mental; Regan es una defensora social de los artistas populares y apoya que el Rey siga al mando de la Galería; Cordelia es un fracasada cantante de boleros que no se quiere involucrar con los problemas de la Galería y se mantiene en un neutral ni-ni. El enmarañado conflicto decanta en un desenlace que signa el género de la comedia en un muy esperanzador mensaje de unión fraternal… se trata de hermanas. Los intérpretes son Astrid Carolina Herrera, Margarita Hernández, Beba Rojas y Eric Ronsó. La asistencia de dirección descansa en manos de Gioia Arismendi, mientras que la productora ejecutiva es Gioia Lombardini y el productor general es el autor Martín Hahn, de Tráfico Teatro Caracas. Su debut será el 9 de abril, a las 10:00 PM., en Teatrex.
-¿Esos dos textos, cómo se insertan o se involucran con el contexto venezolano o latinoamericano o mundial?
-Por lo que ya he expresado, creo que son muy endémicos al ser comedias. Una más negra y otra más metafórica. Umberto Eco escribió una vez sobre el humor y los nacionalismos, es decir, la locación del humor o la idiosincrasia de la risa. Quizá fuera una apostilla ensayística de aquel Juan de Burgos que escondía la perdida Poética II de Aristóteles, en donde el peripatético se explayaba sobre la comedia y el humor que dejó colgada en su única Poética. La comedia de Hahn toca el tema del poder y el amor con la risa y la sonrisa, como lo hacía Plauto y Moliere. La mía -que mejor la comentará hablará Moisés Guevara, su director- dialoga sobre el hado, la violencia, la traición y la mentira como lo hacía Wilde, Shaw, Chaplin o Muñoz Seca… luego también son universales porque los temas son los mismos. Cambia el tratamiento, la flagrancia, la ética y la laxitud moral de nuestra idiosincrasia que ya de por sí parece una comedia de no-ficción. Son obras escritas por venezolanos, latinoamericanos insertados en el aquí y ahora de nuestra globalización.
-¿Cómo ha sido dirigida su obra?
-Esa pregunta no es para mí. Hay que re-enviarla a Moisés. Fuera bromas, estoy muy satisfecho de que la dirija Moisés. Pocos han dirigido mis obras. Yo sólo he asistido a un par de lecturas de mesa y me divierto enormemente. Moisés en la dirección, Fernando Calzadilla en la estética y Margarita Lamas en la producción y con ese elenco… ¡Un tiro al piso!
-¿Cómo esta dirigiendo la obra de Martín Hahn?
-Este año creo que cumplo mis primeros 37 años de vida teatral y se deben contar como director porque así empecé en 1973, dirigiendo Prohibido suicidarse en primavera, donde incluso cobré. Es decir me marcó como profesional aunque dirigía el grup escenic del Centre Catalá, grupo de aficionados que ya cumple seis décadas de actividad en Venezuela haciendo teatro en catalán y castellano. Te digo esto porque uno ha desarrollado un oficio. Soy un artesano de la escena. Lo único que me disgusta es que no tenga más tiempo… pero el tiempo es dinero y ya no hay dinero para perderlo, sino para invertirlo. Así que en un mes tengo que llevar a escena una comedia… y siempre hay los infaltables imprevistos y los planes B suelen agotarse… no porque desaparezcan, sino porque la subida es muy empinada.
-¿Cómo esta la salud del teatro venezolano en estos tiempos?
-No soy galeno… pero vamos a ver: el teatro privado e independiente, el que vive de la taquilla, está desarrollando muy buen músculo porque entrena su cuerpo todos los días. Las salas privadas no pueden quedarse quietas ni vacías. Los grupos de teatro se han convertido en empresas y deben inventar, deben crear, deben trabajar, deben transpirar… Luego estamos hablando de un teatro sano, adolescente, con músculo social y con ganas de trascender.
-¿Es necesario que el Estado apuntale el desarrollo teatral?
-Parece una pregunta retórica. Sí ¿Creen que Esquilo y Sófocles habrían sido tales sin la ayuda de Pericles? Es necesario… pero parece que el Estado “apuntala el desarrollo” de otros menesteres. No es que el arte sea inútil… el arte y en especial el teatro es incómodo para los políticos. Sin embargo, el arte es paz, aunque a veces la palabra asuste más que una AK-103, sobretodo a los políticos.


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