Se cansaron de esperar a Godot y salieron a buscar vitales destinos. Ante la eventualidad de nunca ser llamados para actuar en montajes, hacer telenovelas, películas o comerciales, un puñado de muchachas y muchachos fundaron su agrupación, seleccionaron texto y contactaron a osado director para que les creara un espectáculo con el cual lograron debutar en Caracas y además ser reconocidos por la compleja comunidad artística venezolana. Por eso existe el grupo actoral Dram On, el cual exhibe Ensayo sobre la sumisión, versión libérrima de Jacobo o la sumisión de Eugene Ionesco, desde el Teatro Luis Peraza (sótano de la Iglesia San Pedro) de Los Chaguaramos.
Enhorabuena por la valiente decisión de Vanessa Marín, Aníbal Coba, Astrid González, Giovanna Sperandel y Newman Vera, egresados de la Escuela Superior de Artes Escénicas Juana Sujo (creada hace 61 años), al seleccionar ese texto de Ionesco (Rumania 26 de noviembre de 1909/Francia,28 de marzo de 1994), con el cual el director Vladimir Vera hizo la urticante y creativa versión Ensayo sobre la sumisión, y como necesitaba otra actriz convocó a Mónica Freites, de su grupo Teatro Forte, para reforzar la alucinante puesta en escena. ¡Sexteto insuperable que no puede detenerse!
Originalmente Jacobo o la sumisión (1970) es la resistencia del joven Jacobo para rechazar presiones de su familia, por lo cual busca ideas propias en oposición a lo establecido y aceptado como cierto y único por sus opresores progenitores, quienes no permiten rebeldías y exigen adaptarse a “la gran maquinaria del progreso”. Y para imponer sus criterios, esa familia se transforma en torturadora, la hermana es delatora y los abuelos cómplices. Jacobo se niega a ejecutar lo que esperan de él, pero es vencido y obligado a aceptar las condiciones impuestas.
Jacobo o la sumisión es una obra sobre la rebelión de la juventud y evoca los cruentos e históricos alzamientos estudiantiles y populares de los años 60, el mayo francés de 1968, donde la rebelión o lo revolución fue domada, como ocurrió con todo lo que se hizo en esa década. Una parodia teatral de la historia.
El director Vera (Caracas, 1978) en su versión Ensayo sobre la sumisión se deslinda de la literatura dramática de Ionesco, pero no de su esencia revolucionaria. Logra así monumental y peripatética ceremonia sadomasoquista, muy teatral por supuesto, donde sexo y violencia son los motores de la acción escénica. Sus alucinados personajes, vestidos con harapos y ropajes peculiares, en medio de estruendosa atmósfera caótica, se entregan a interminables o insaciables ceremonias o rituales eróticos, trucados convenientemente.
Enhorabuena por la valiente decisión de Vanessa Marín, Aníbal Coba, Astrid González, Giovanna Sperandel y Newman Vera, egresados de la Escuela Superior de Artes Escénicas Juana Sujo (creada hace 61 años), al seleccionar ese texto de Ionesco (Rumania 26 de noviembre de 1909/Francia,28 de marzo de 1994), con el cual el director Vladimir Vera hizo la urticante y creativa versión Ensayo sobre la sumisión, y como necesitaba otra actriz convocó a Mónica Freites, de su grupo Teatro Forte, para reforzar la alucinante puesta en escena. ¡Sexteto insuperable que no puede detenerse!
Originalmente Jacobo o la sumisión (1970) es la resistencia del joven Jacobo para rechazar presiones de su familia, por lo cual busca ideas propias en oposición a lo establecido y aceptado como cierto y único por sus opresores progenitores, quienes no permiten rebeldías y exigen adaptarse a “la gran maquinaria del progreso”. Y para imponer sus criterios, esa familia se transforma en torturadora, la hermana es delatora y los abuelos cómplices. Jacobo se niega a ejecutar lo que esperan de él, pero es vencido y obligado a aceptar las condiciones impuestas.
Jacobo o la sumisión es una obra sobre la rebelión de la juventud y evoca los cruentos e históricos alzamientos estudiantiles y populares de los años 60, el mayo francés de 1968, donde la rebelión o lo revolución fue domada, como ocurrió con todo lo que se hizo en esa década. Una parodia teatral de la historia.
El director Vera (Caracas, 1978) en su versión Ensayo sobre la sumisión se deslinda de la literatura dramática de Ionesco, pero no de su esencia revolucionaria. Logra así monumental y peripatética ceremonia sadomasoquista, muy teatral por supuesto, donde sexo y violencia son los motores de la acción escénica. Sus alucinados personajes, vestidos con harapos y ropajes peculiares, en medio de estruendosa atmósfera caótica, se entregan a interminables o insaciables ceremonias o rituales eróticos, trucados convenientemente.
Reiteramos que el trabajo dramaturgista del director subraya como el instinto sexual de los humanos es el mecanismo que utiliza el Poder para imponer designios y someter comunidades. Es el sexo lo que sojuzga al hombre y lo hace sumiso al Sistema, según muestra este espectáculo, el cual no es apto para mentes conservadoras ni desinformadas. Sigmund Freud tiene razón.
¿Qué pasará con esta nueva agrupación? Ellos tienen la respuesta en el tiempo porque su material de trabajo lo manejan o lo controlan solamente ellos, aunque el espectáculo teatral requiere además de espacio escénico y del indispensable público
REQUIERE DE MUCHA APERTURA DE MENTE PARA OBSERVAR TAN EXTRAORDINARIA PUESTA EN ESCENA... BRAVO POR ESTOS JÓVENES VALIENTES¡¡¡¡ ADELANTE QUE LAS BENDICIONES Y EL ÉXITO ESTA CON USTEDES
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