miércoles, septiembre 19, 2012

¡Clap! sí paga derechos de autor


Algunos teatreros no pagan los derechos de autor de las obras que escenifican. Llegan incluso a eliminar el nombre del dramaturgo o cambiarlo,al tiempo que reescriben o pervierten los textos originales. Pero tales maldades tienen patas cortas y cuando los descubren se sienten y se comportan como “putas ofendidas”. Ese es uno de los problemas del teatro venezolano, especialmente del que se autodenomina “comercial”.
Pero hay excepciones y es el caso del director y escritor César Sierra, quien estrena durante este fin de semana su espectáculo musical, ¡Clap!, donde utiliza apreciables “insumos foráneos”. Él aclara, para evitar sospechas o acusaciones infundadas, que sí paga los derechos de autor.
-Los derechos de autor de ¡Clap! se han manejado por las vías adecuadas y todo está en absoluto orden, reitera 
-¿Cómo es su espectáculo ¡Clap!
-Nuestro ¡Clap! es un collage de varios musicales que tienen en común el hecho de tratar la problemática juvenil. El público caraqueño amante del teatro musical, podrá disfrutar las funciones de ¡Clap! los días 21, 22 y 23 de Septiembre en el Teatro de Chacao.
-Es un espectáculo especialmente dirigido al público juvenil, compuesto sobre una selección de temas de algunas de las obras más exitosas del teatro musical. Canciones que tratan sobre las vivencias de la adolescencia y la juventud, que hablan de la libertad, de la rebeldía, de la amistad, del futuro, de los sueños, del primer amor y hasta del descubrimiento del sexo.
-Es el resultado del primer año del trabajo de formación de un grupo de más de 45 jóvenes entre los 15 y los 30 años alumnos de la Escuela de Teatro Musical de Magno Producciones. Tiene fragmentos y canciones de musicales como: Rent que impactó al mundo en los 90 al versionar La Boheme al East Village de New York y cantar sobre temas como la homosexualidad y el sida. Avenida Q, que parodia los programas infantiles educativos como "Plaza Sésamo" para tratar temas como la inestabilidad laboral, la falta de claridad de los jóvenes al iniciar su vida profesional y la inestabilidad de las primeras relaciones sentimentales. Hair, que pinta la rebelión hippie de los sesenta, y canta a la vida, al amor libre y al derecho a negarse a la guerra. Despertar de primavera , que habla del descubrimiento del sexo en el universo adolescente... y muchos otros como Hairspray, Fiebre del sábado por la noche y Footloose.
-En cada uno de los segmentos hemos tratado de conservar la esencia del montaje de cada uno de los espectáculos en lo actoral, lo estético y lo coreográfico. Los 45 chicos cantan en vivo después de un arduo trabajo de formación con profesionales de la talla de Armando Lovera, Harold Vargas y Jorge Salazar.
-Las canciones se van enlazando de manera ágil, en un original espectáculo mezcla de teatro y concierto. Una revisión de los temas que marcan la vida juvenil es el motivo de la primera parte. Las escenas y canciones revisan conflictos como: el momento de la graduación y las decisiones sobre el futuro: (“¿Qué voy a hacer con mi licenciatura?”); la necesidad de enfrentarse a los problemas trascendentales e incluso a la amenaza de la muerte (“Tiempos de Amor”); el despertar de la sexualidad (“Tócame”); la rebeldía frente a las normas impuestas (“Jodido Estás”); el primer amor y la primera desilusión (“Sin Tu Amor”).
-En la segunda parte los chicos del elenco hacen una revisión de la manera en que los musicales han entendido a los “jóvenes” de antes, con una muestra retrospectiva que comprende los ochenta, los setenta , los sesenta y para cerrar el espectáculo con el tema que da nombre al show y el cual refleja la urbanidad y la modernidad en su composición destacando el valor de luchar y trabajar para vivir los sueños: ¡Clap!.
-¡Clap! es el inicio del camino profesional de estos jóvenes que están enamorados del teatro musical y empeñados en formarse para enfrentarlo con verdadero profesionalismo.
-¿Por qué algunos teatreros no pagan los derechos de autor en Venezuela ?
-Pues no lo sé... supongo que en cada caso habrá distintas razones, tendrías que hacerle estas preguntas a quienes no lo hacen. Yo no me incluyo en ese grupo. Un autor es un creador que vive de su trabajo y merece cobrarlo adecuadamente. Aparte de director soy autor. Mi obra La lechuga está en cartelera en España desde hace casi un año y a punto de estrenarse en México y en ambos casos el tema de los derechos de autor se ha tratado con absoluta claridad. No veo por qué en Venezuela tendríamos que portarnos de otra manera con los autores extranjeros... y obviamente, mucho menos con los autores nacionales. En todo caso tenemos Sacven, una asociación que vela por nuestros derechos y vigila que se cumplan las leyes y tratados de derecho internacional.

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