sábado, diciembre 15, 2012

Miami y su teatro para tod@s


¿Emigran más hombres que mujeres? Sí, porque la sociedad es más liberal y exigente  con ellos, pero cuando son  las féminas las que se van cunde la preocupación y la paz familiar se altera y todo pende de una carta o un email o una llamada telefónica a cualquier hora. Pero cuando a ellas les va bien, y eso para las hembras tiene significados absolutos o casi mágicos, la alegría regresa  y todos, sin excepción, se felicitan. “”Nuestra muchacha picó adelante”.
 Eso ocurrió cuando la escritora Indira Páez Delgado (Puerto Cabello, 19 de febrero de 1968) agarró sus maletas y se instaló en Miami, Florida, en enero de 2008, con muchos sueños, ensueños y un montón de planes como solo las mujeres pueden orquestar. Ahora cuando inicia el que será su quinto año, ella acepta hablar un tanto de sus cosas.
-¿Cual es su balance profesional de este 2012?
-Este ha sido un año maravilloso y bendito, de gran crecimiento personal y profesional. Estoy feliz, agradecida con Papa Dios a más no poder. Creo que, después de muchos tumbos, naufragios, tormentas y remolinos, este año llegué a puerto... ¡Al menos por ahora!, lo digo así, porque en esta vida, todo es movedizo o inestable.
-¿Cuantas obras de teatro llevadas a la escena?
-La lista ya es larga pero tengo un total de ocho remontajes, en distintas partes: Caracas, Miami, Nueva York, Sevilla, México, Panamá... Y un estreno (mi primero en cinco años) aquí en Miami: Hombres de bar en bar ¡Sabroso! No me puedo quejar.
¿Qué pasó con Hombres de bar en bar o Machos de bar en bar como lo retitulamos desde esta envidiosa Caracas?
-Esa pieza es un divertimento, la conoces porque la has leído. Es totalmente autobiográfica y en la cual desnudo mis experiencias después del divorcio, y me enfrento al hecho de ser soltera después de los cuarenta y pico y con dos muchachos a cuestas... o sea, soltera "en combo". En Miami ha sido un gran éxito, gracias a Dios. En la primera temporada fueron 14 semanas en cartelera con la sala llena y una crítica excelente. El elenco era privilegiado: Laura Termini (Venezuela), Juan David Ferrer (Cuba), Gabriel Porras (México), Karlos Anzalotta (Puerto Rico), Mauricio Rentería (Cuba) y Ariel Texidó (Cuba). La dirección fue brillante, a cargo de un maestro maravilloso que conocí aquí en Miami y a quien no pienso soltar, todo un colombiano que maneja muy bien el tempo de la comedia: Leandro Fernández. Su esposa, Ángela María Osorio, la produjo. Ellos son los líderes de “Teatro para todos”, una agrupación que ha despertado el interés de mucha gente hacia el teatro en esta ciudad multicultural, su sede está en Coral Way y su página web, para todos los interesados, es http://www.TeatroParaTodos.net
-¿Cómo estuvo esa taquilla y dónde seguirán mostrándolo?
-A Dios gracias le ha ido bien, es una comedia ligera, en la que por primera vez me meto en los zapatos de los hombres y escribo especialmente pensando en ellos, y (digo yo) como ellos. Volverá a Miami el año próximo, y a Manhattan si Dios quiere para el Festival de Venezolanos en Nueva York, dirigida por Alfonso Reyes (Premio ACE).
¿Hay posibilidades en Venezuela?
-Claro que si, por supuesto, en Venezuela la dirigirá mi gran amor teatral, Dairo Piñeres, si Dios quiere. Amén y Amén. El Dairo está siempre ocupado, pero espero que haga un hueco en su agenda para montar este juguete teatral.
¿Qué otros textos tiene en camino?
-Estoy trabajando en una comedia, la cual  espero que dirija otro de mis amores teatrales, Roberto Stopello, y en otra pieza "portátil" para EL BAR. Dos proyectos por ahora.
¿Y con la televisión que pasó?
-Este año tuve la dicha de dialogar dos telenovelas para Telemundo: Relaciones Peligrosas, de la mano de Roberto Stopello, y Rosa Diamante, escrita por Sandra Velasco... un año ocupadíto, pues.
-¿Y en su vida personal como están las noticias, después de dos hijos y sendos divorcios?
-Excelente, a Dios gracias. Estoy enamorada, otra vez, porque yo insisto. Mi hija mayor, Oriana Zerillo Páez-Delgado, se graduó de bachiller y se fue a estudiar a una excelente universidad en la capital del estado. Y mi piojo Nicolás Quintero Paz-Delgado, que ya está en primer grado, es la energía que me hace despertarme cada mañana contenta, aunque haya dormido sólo cuatro horas. Así que, en definitiva, ¡gracias papito Dios por este 2012!
Cinco hombres y una mujer
Una mujer en sus treinta. Cinco hombres. Un sólo objetivo: conseguir el amor. Sencillo, pero complicado. Este es el tema de la nueva obra de la dramaturga venezolana Indira Páez Delgado, la comedia Hombres de bar en bar, la cual plasma el recorrido de una mujer recién divorciada que decide salir nuevamente al ruedo e ir en la búsqueda de su “príncipe azul”, besando uno que otro sapo en el camino. Esta  mujer  descubre a cinco hombres diferentes, cada uno con sus defectos y virtudes. En este recorrido, ella deberá aprender, que antes de amar a otro, es fundamental amarse a sí misma. “Hombres de bar en bar” es un juguete teatral en un sólo acto, escrita para una actriz y cinco actores. Es la primera comedia de Páez Delgado en la que la autora, conocida por sus textos feministas, decide abordar el universo masculino y ponerse en los zapatos de los hombres. Con toques autobiográficos y tono de humor, describe a través de diferentes cuadros y monólogos, la complejidad de volver a la soltería después de un divorcio. No faltan las canciones de amor, dolor y despecho. Una mezcla teatral  de amor, humor… y mucha testosterona.
Escrito y estrenado
Indira Páez Delgado está escribiendo y contabilizando sus textos teatrales, algunos coescritos con amigos, muy vinculados con las vicisitudes existenciales de las hembras, desde 1996. Ahora en Miami saca sus cuentas: La princesa triste (1996), Había una vez un teatro (1997), Primero muerta que bañada en sangre (1998), Esperanza Inútil (1998), Fabricantes de sueños (1999), Oriana en la luna (2001). Crónicas desquiciadas (2002), Amanecí como con ganas de morirme (2003), Locas, trasnochadas y melancólicas (2003), De velo y corona (2007), Angustias de la mediana edad (2007), Mujeres de par en par (Miami, 2009), Sonrisa Vertical (Miami, 2010) y Hombres de bar en bar (2012).


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