Otro valioso ensayo sobre el teatro venezolano que
hizo Marco Antonio Ettedgui ha presentado Carlos Dimeo. Se trata de Marco
Antonio Ettedgui: Poéticas Teatrales Pos(t)modernas (Sacralización y
Carnavalización / Dialogísmo y Polifonía), cuyo texto de presentación es del critico Jorge Dubatti, de
la Universidad de Buenos Aires.
Afirma Dubatti que, ante
todo, hay que celebrar en este libro el tema, la focalización y la articulación
teórico-metodológica, que abren un polo de estudios sobre el teatro
latinoamericano de relevancia en Polonia y favorecerán con su productividad el
campo futuro de las investigaciones comparatistas entre teatro
venezolano/teatro polaco, teatro latinoamericano/teatro de la Europa del Este
(que sin duda poseen conexiones y semejanzas). Este libro colabora con la mayor
visibilización y posicionamiento del teatro latinoamericano en la cartografía
de la escena mundial.
Carlos Dimeo estudia
la dramaturgia, las puestas en escena, las performances, los textos radiales del
joven Marco Antonio Ettedgui (Caracas, Venezuela, 1958-1981), artista de
avanzada que fallece trágicamente, antes de haber cumplido los 23 años, a raíz
de un accidente durante la representación de Eclipse en la casa grande de Javier Vidal en la Sala Rajatabla. Hace referencia además a
los textos visuales y las páginas periodísticas, poéticas y teóricas de
Ettedgui.
TEATRALIDADES
A través de estas
creaciones, Dimeo se introduce en el estallido de las teatralidades en el
teatro venezolano del período, punta de vanguardia del teatro latinoamericano
en la primera Postmodernidad, entre 1975 y 1981. Dedicar un libro a Ettedgui es
un acto memorialista de justicia y una reivindicación académica, como explica
Dimeo: “Ettedgui vivió en gran parte el auge y la caída de ese proceso [se refiere
al imperio del petróleo en los años setenta], y cerró su ciclo de vida justo
cuando empezaba a descollar tanto su obra, como la crisis propiamente dicha [la
nueva situación de la Venezuela post-petrolera]. Lo que nunca supo Ettedgui fue
que la crisis de la cultura se prolongaría por más de dos décadas en Venezuela,
la de los 80 y la de los 90, y que ella misma junto a su inusitada muerte
ocultaría de por medio su propia vanguardia”. Este libro restituye a Ettedgui
su merecida memoria.
ALGO MAS QUE UN CREADOR
Pero hay que decir
también que este libro es mucho más que el estudio de la obra de un creador
particular: Dimeo conecta la obra de Ettedgui con la situación del teatro y el
arte en Venezuela en dichos años y multiplica sus reflexiones y objetivos en
diversas direcciones que le otorgan un valor más amplio a su contribución: la
teoría teatral y la ampliación de la noción de teatralidad, los vínculos entre
arte y performance y entre teatro y performance, los estudios históricos en
torno de las tensiones entre Modernidad y Primera Postmodernidad, las
relaciones entre teatro postmoderno y postdramático, entre poética teatral y
deconstrucción, la caracterización del “actor ritual” y el “actor sagrado” en
su relación con las prácticas de la escena contemporánea, el teatro como
comunicación o como estimulación y sus posibilidades de construcción de sentido
político en cada uno de estos paradigmas. En ese sentido, resulta valioso
conectar este trabajo sobre Ettedgui con otra investigación de Dimeo, la
dedicada al dramaturgo y director Héctor Levy-Daniel (de próxima publicación en
Losada, Buenos Aires, como estudio crítico a una selección de piezas del
artista argentino). El poder político de una poética teatral va más allá del
discurso partidista y puede pensarse como toda acción dentro de un campo de
poder (simbólico) con la intención de incidir en dicho campo produciendo un
nuevo sentido social. La acción artística posee, en consecuencia, una dimensión
política específica.
Por otra parte, son
destacables sus sólidos fundamentos teóricos, basados en perspectivas de Ileana
Diéguez, Victor Turner, Richard Schechner, Marvin Carlson, María Elena Ramos,
Magaly Muguercia, Osvaldo Pellettieri, Hans-Thies Lehmann, Javier Vidal, Mircea
Eliade, entre otros, así como en una relectura actualizadora de Mijail Bajtín.
MEMORIAS INÉDITAS DE VIDAL
En el caso de Vidal,
hay que destacar además la consulta de sus memorias inéditas, a las que Dimeo
accedió gracias a la colaboración de Vidal. Es importante señalar el uso que
Dimeo hace de la teoría: la abstracción siempre es puesta por él al servicio de
la operatividad analítica sobre la obra de Ettedgui y sobre los problemas que
quiere desentrañar. La suya es una teoría-instrumento, una herramienta aplicable
y aplicada, plenamente ajustada a su objeto de estudio, hecho que resulta de la
preocupación epistemológica que expresa al comienzo de su libro. Dimeo maneja
en profundidad y con agudeza la bibliografía pertinente, es exhaustivo respecto
de la bibliografía de Ettedgui (publicada e inédita) y sobre Ettedgui, y a
partir de ella despliega una contribución original y específica. Como se
desprende de los agradecimientos, para delinear sus hipótesis y optimizar el
acercamiento a la obra y la personalidad de Ettedgui, ha tomado contacto con
aquellos que conocieron y trataron a Ettedgui y ha estado atento además a sus
testimonios y observaciones.
Dimeo resume la
biografía de Ettedgui en sus principales avatares, elabora la “Cronología de
una acción”, sin duda breve en cuanto a cantidad de años (1975-1981), pero muy
rica, atravesada por un proyecto creador, una producción tan intensa y una
concepción estética de gran proyección en el teatro venezolano coetáneo y
posterior a la existencia de este artista. En ese sentido, puede hacerse un
paralelo con el artista argentino Walter “Batato” Barea (1961-1991), de vida
también breve y de radiante creación en muy pocos años de trayectoria creadora.
LIBRO PARA PROFUNDIZAR ESTUDIOS
Bien estructurado, tras
una “Introducción” que opera como cuaderno de bitácora del contenido de las
páginas que vendrán, el libro se adentra en el despliegue de las coordenadas
teóricas que se pondrán en ejercicio y en la discusión epistemológica (Capítulo I); sistematiza el corpus de la
producción totalizante de Ettedgui y su trayecto biográfico (Capítulo II);
analiza sus “eventos y acciones” (Capítulo III) y sus piezas teatrales
(Capítulo IV, el más extenso), en los que prolifera el inteligente análisis de
las poéticas y los textos y se transforman en constantes tres conceptos: sacralización,
ritualización y carnavalización (dos de ellos explicitados en el subtítulo). Finalmente,
unas conclusiones en la que se explica el sentido de la expresión “Nijinsky
como pez en el agua”.
Como explica Dimeo, para Ettedgui las
relaciones de tiempo y espacio que se desarrollan en la escena no estaban
referidas a un tiempo y un espacio “que pudiéramos llamar «concreto» o
«histórico». Según su conclusión y su definición, son antes bien: un tiempo mítico
y un espacio mágico (ambos tienen un carácter sagrado)”. Esto permite vincular
el teatro de Ettedgui con el simbolismo, las vanguardias históricas y también
con la dimensión ritual ancestral del teatro latinoamericano.
El libro de Dimeo revela
y otorga mayor visibilidad a esta figura performativa y teatral tan importante
de Latinoamérica y propone así un nuevo eslabón para pensar las tensiones
internas del teatro latinoamericano entre unidad y diversidad, una perspectiva
propia del Teatro Comparado y la Cartografía Teatral. No hay uno sino muchos
“teatros latinoamericanos” y Dimeo articula tanto la diferencia del teatro
venezolano en la experiencia de Ettedgui como las posibles vías de religación
con los “otros” teatros latinoamericanos. Es importante destacar que Dimeo no
anula esa dimensión polifónica de los teatros latinoamericanos, sino que la
potencia, hace –retomando palabras de Claudio Guillén- inteligible la
multiplicidad, la riqueza expresiva de Latinoamérica. Por otra parte, más allá
del teatro venezolano y latinoamericano, la formación humanista de Dimeo le
permite revelar las conexiones de la producción de Ettedgui con las grandes
poéticas y expresiones del teatro universal.
En síntesis: esta publicación
de Carlos Dimeo es una contribución rigurosa, original y de consulta
insoslayable para el conocimiento de las claves de los teatros latinoamericanos
de las últimas décadas y para comprender los singulares vínculos del teatro
latinoamericano (esa unidad compleja, y sin embargo sustentable en su
diversidad) con el teatro del mundo. Es síntoma de la madurez alcanzada por la
nueva teatrología latinoamericana.