viernes, marzo 13, 2015

César Rengifo puntal del teatro venezolano

Autoretato de César Rengifo


Una esmerada selección de obras de César Rengifo y otros 43 dramaturgos integra el monumental libro Clásicos del teatro venezolano, el cual será presentado el próximo 25 de abril, a las 6PM,  en el Centro Galipán de Caracas. Esta selecta y especializada publicación de la editorial Bid &Co, auspiciada por Seguros Banesco, fue realizada por el crítico y académico Leonardo Azparren Giménez,  quien realizó un estudio preliminar.
Clásicos del teatro venezolano, integrado por tres volúmenes  para un total de 2600 páginas, no es  una antología canónica pero sí justa con los 44 escritores que ahí están. No aspira constituirse en un canon del teatro nacional, puntualiza Azparren Giménez. Presenta  un panorama histórico de nuestra dramaturgia desde la constitución del teatro nacional a comienzos del siglo XIX, que permita comprender cómo fue construyéndose el imaginario dramático de lo que somos. “En este sentido, aspiramos cumplir una función pedagógica para docentes y estudiantes de teatro y literatura”.
-¿Es César Rengifo el padre del teatro venezolano?
-Es un dramaturgo importantísimo y tiene una amplia obra. Junto a Chalbaud, Chocrón, Cabrujas  y Santana, es uno los grandes puntales del teatro moderno venezolano de la segunda mitad del siglo XX.
-¿Por qué eligió  Las torres y el viento  de Rengifo?
-César Rengifo la escribió en 1969, como culminación y síntesis de los grandes temas que le preocuparon: la historia y el petróleo en esa saga. Su propósito fue integrarlos en una sola fábula. Es un texto ejemplar del nuevo teatro venezolano por su lenguaje experimental y su compromiso. Última de la tetralogía sobre el petróleo, escrita durante más de una década, su acción entre 1914 y la actualidad es doblemente imaginaria. El personaje central, el Visitante, llega herido y en estado agónico a una posada abandonada, pretexto mediante el cual Rengifo reconstruye la historia del lugar, metáfora de la historia nacional, en la que la explotación de los indios en el pasado colonial y la explotación petrolera actual son una misma historia de sumisión y depredación. La acción va al pasado y regresa una y otra vez, hasta que al final el espectador sabe que el Visitante es un correo de las guerrillas. Este elemento de la intriga sirve para articular la significación de la fábula, una revisión de la historia venezolana desde la época de la Colonia hasta el presente. La intriga se articula gracias a la situación onírica y febril del Visitante. Las situaciones del pasado no son recuerdos suyos porque no fueron vividas por él; es decir, son un artificio estratégico del discurso de Rengifo  para hacer inteligible su propósito ideológico y político, además de mostrar su madurez discursiva en el empleo de una estructura dramática abierta
Autores y obras
Gaspar Marcano (El encuentro del español Pablo Cabrera con el patriota Francisco Machuca en las alturas de Matasiete, 1817).Domingo Navas Spínola (La Virginia, 1824).Rafael Agostini (Cora o los hijos del Sol, 1837).Pedro Pablo del Castillo (El fanatismo druida o la sacerdotisa, 1839).Heraclio Martín de la Guardia (Luisa Lavellière, 1853).Eloy Escobar (Nicolás Rienzi, 1862). Nicanor Bolet Peraza (A falta de pan, buenas son tortas, 1873).Eduardo Blanco (Lionfort, 1879).Aníbal Dominici (La honra de la mujer, 1880).Adolfo Briceño Picón (Ambrosio Alfinger, 1887).José Ignacio Lares (El recluta, 1896). Salustio González Rincones (Las sombras, 1909). Rómulo Gallegos (El motor, 1910).Enrique Planchart (La república de Caín, 1913-1915). Leopoldo Ayala Michelena (La taquilla, 1922).Pablo Domínguez (Tremedal, 1933). Andrés Eloy Blanco (Abigail, 1937).Luis Peraza (El hombre que se fue, 1938).Rafael Guinand (Yo también soy candidato, 1939).Julián Padrón (Fogata, 1939).Ramón Díaz Sánchez (La casa, 1945).Aquiles Certad (La serpiente sobre la alfombra, 1951).Pedro César Dominici (Amor rojo, 1951).Elizabeth Schön (Intervalo, 1956).Ida Gramcko (La rubiera, 1958). Arturo Úslar Pietri (El dios invisible, 1958).Elisa Lerner (En el vasto silencio de Manhattan, 1963-1964). Román Chalbaud (Los ángeles terribles, 1967). Alejandro Lasser (La cueva, 1967).César Rengifo (Las torres y el viento, 1969).Mariela Romero (El juego, 1976).Edilio Peña (Los pájaros se van con la muerte, 1977). Gilberto Pinto (Los fantasmas de Tulemón, 1979).José Gabriel Núñez (Madame Pompinette, 1980). Ugo Ulive (Prueba de fuego, 1981).Néstor Caballero (Con una pequeña ayuda de mis amigos, 1983).José Ignacio Cabrujas (El americano ilustrado, 1986).Xiomara Moreno (El último piso de Babilonia, 1992). Isaac Chocrón (Escrito y sellado, 1993).Gustavo Ott (Comegato, 1995). Elio Palencia (Arráncame la vida, 1995).Carlos Sánchez Delgado (Su excelencia Otelo-Páez, 2001).Rodolfo Santana (El asesinato múltiple como diversión pública, 2011).

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