viernes, marzo 20, 2015

Hilo aborigen teje conexiones en San Bernardino

Nelson Sánchez  Chapellin,creador del Museo de Arte Afroamericano.


Este domingo 22 de marzo de 2015, a las 10 am, es la apertura de la muestra fotográfica: Hilo Aborigen-Tejiendo Conexiones en el Museo de Arte Afroamericano, en la Avenida Occidente, Urbanización San Bernardino, a 100 metros del cerca del IESA.
Comenta Luis Chacín, curador y asesor de la exposición que Hilo Aborigen-Tejiendo Conexiones, no menos de 40 fotografías, es una propuesta expositiva autoral donde está presente una interesante interrelación entre la fotografía documental y la obra de arte contemporánea, la cual la entretejen los fotógrafos Manuel Alvela, Oscar Milano, Hildebrando Palma y Alexander Russo, a partir del trabajo artístico del creador visual venezolano Iván Miguel Hernández Rojas.
Registros fotográficos. Esto ocurre de dos formas bien diferenciadas: por una parte  se plantea el libre registro documental de performances o acciones artísticas realizadas por Hernández Rojas en diferentes espacios públicos, las cuales se destacan por su carácter efímero, de ahí la importancia de cada uno de los registros fotográficos para garantizar la permanencia de la obra en el tiempo.
 Y por otro lado, se organizan sesiones de trabajo en estudio en las que la realización performática es ejecutada en función de acometer la toma fotográfica, dándole otro carácter ante la ausencia de espectadores; en este caso, se crea un ambiente de confianza y cercanía entre los participantes; así el carácter documental de las tomas se transforma, cede y se forja una comunicación entre performancista-colaboradores-fotógrafos que genera, más que documentos, reinterpretaciones estéticas y conceptuales que trascienden como trabajos autorales de carácter artístico.
Para los fotógrafos esta dialéctica artística no es fácil de captar, pues deben ir a la par en tiempo, espacio y concepto con la acción que da la pauta en la toma fotográfica. En cada disparo del obturador los fotógrafos conciben la muerte al detener el tiempo; gracias a esto y al encuadre fotográfico ofrecen sus reinterpretaciones -en el caso que nos ocupa, de carácter binario (digital)-, las que son postproducidas mediante programas de edición, dándole así el carácter personal de cada autor. De esta forma, se construye una poética visual con características expresivas y surreales, gracias a la manipulación del color, el uso de la escala de grises y el empleo de diferentes técnicas del arte digital.
Las imágenes que  ofrecen  Russo,  Milano,  Alvela y Palma, centran su interés en el acto de registrar, acompañar, documentar creativamente o reinterpretar diversos performances que el artista Hernández-Rojas ha realizado bajo el formato de "arte pintura corporal", en variados puntos de la ciudad capital de Venezuela. Las redes sociales, la amistad y múltiples contactos directos constituyeron el detonante que congregó a este grupo de fotógrafos, con el objeto de que la experiencia artística lograra prolongar su efímera existencia, a través de las posibilidades que ofrece el medio fotográfico.
Intereses del artista. En esta muestra se develan algunos de los intereses que persigue Iván Hernández-Rojas con respecto a la estética del body painting, los cuales diferencian sus trabajos del resto de las propuestas en el campo. En primer lugar, el artista trabaja con grupos humanos, al contrario de otros autores que se centran en un solo objetivo, hecho que motiva a Hernández Rojas a adoptar otras dinámicas de resolución propias del llamado accionismo o la performance.
Su propuesta se aleja de la moda, del fashion, de la idea del cuerpo como maniquí, tampoco procede su impronta de un diseño predeterminado, obedece, de otro modo, a un vital interés por lo "primitivo", arrebatado, telúrico, y ello debido a los propósitos que ha venido destacando en parte de los procedimientos y principios estéticos que le acompañan: un sentimiento que exalta la memoria visual de la raíz cultural de la que procedemos, que trae como un "hilo conductor" al momento actual, desde tiempos prehispánico, por no decir inmemoriales, la experiencia de nuestra multietnicidad. De allí el uso reiterado que hace el creador de la fibra y otros elementos vegetales, así como de objetos lúdicos, pero sin olvidar piezas más contemporáneas, como son los sombreros u otros tocados de invención inaudita, elementos de utilerías o escenográficos, todos ellos, con los que construye un ambiente parateatral y enigmático.
Metalenguaje. Como se aprecia en la exposición, afirma Chacín, estamos frente a una acertada comunión de intereses y estilos fotográficos; cuatro autores vinculados gracias a la plataforma comunicacional que dan las redes sociales, respondiendo a una convocatoria de Hernández-Rojas, quien en la búsqueda de extender el carácter transitorio de su expresión y generar vínculos a partir de su obra, ha motivado esta conjunción que estimula la interpretación multidimensional de las artes visuales, trabajando la fotografía como un metalenguaje enriquecedor
Música y condecoraciones
 Para este evento se contara con la participación del dúo conformado por los músicos venezolanos Javier Montilla (flauta) y Pedro Andrés Pérez (guitarra) quienes deleitarán a la audiencia con sus magistrales interpretaciones y se hará entrega de la Orden al Mérito Imperial del Emperador Wagadou-Ghana al Ensamble Mucinética por su excelente calidad interpretativa”.
Cultura africana
El Museo de Arte Afroamericano fue ideado y puesto en marcha creado por la Fundación Nelson Sánchez Chapellín hace varias décadas, pero existe físicamente desde  hace tres años. Son1.500 metros cuadrados donde reposan 5 mil piezas de la cultura africana, particularmente de su región occidental. Busca difundir el arte  africano y a los artistas  venezolanos y sus obras  inspiradas en la cultura africana. Es un espacio único en Venezuela que ya lo quisieran otras  capitales del mundo, por la riqueza cultural que ahí reposa.

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