jueves, diciembre 10, 2015

Cine como herramienta para desarrollo social

Producciones cinematográficas comprometidas con el desarrollo humano
El promotor cultural y periodista Bernardo Rotundo, líder del Circuito Gran Cine,  está muy satisfecho por lo realizado a la largo de este 2015 y desde ya anuncia que en “2016 cumpliremos 20 años de labor ininterrumpida como la única institución independiente en pro de la distribución del buen cine y en la promoción y difusión de la cultura cinematográfica en Venezuela-Hemos alcanzado este año 2015 grandes éxitos en la distribución de películas nacionales, coproducciones con otros países, el cine de arte y la organización de festivales, así como también en la puesta en práctica de programas de Acción Social a través del Gran Cine Móvil y en conjunto con otras compañías e instituciones privadas”.
 DOCUMENTALES
Desde finales del año 2014 el Circuito Gran Cine inició la ardua labor de distribuir documentales en el país con el estreno en salas de Hay alguien allí  de Eduardo Viloria, un film que trataba un tema no abordado hasta ahora por el cine nacional como lo es el del autismo y que no sólo fue visto en salas sino además tuvo un impactante recorrido por varios estados del país a través del Gran Cine Móvil, precisamente a comienzos de 2015.
 Gracias al apoyo del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), esta labor de distribución de documentales ha continuado con el estreno de  Nikkei  (enero), de Kaori Flores Yonekura, sobre la inmigración japonesa a Latinoamérica, continuando con  Sabino vive  (febrero), del reconocido realizador Carlos Azpúrua, que en más de una treintena de salas en todo el país, recreaba la vida y las luchas del líder indígena yukpa Sabino Romero, asesinado en 2013. Por su parte, el film  Fe de Chamán (estrenado en julio)de Juan de Dios Gómez Ruíz, abordaba el tema de la integración de tres jóvenes, pertenecientes a distintas etnias, a la vida estudiantil en la Universidad de los Andes en Mérida. Mientras que  Sin vuelta  (julio), de George Walker Torres, seguía a una gitana, acusada de “mula”, y su pequeña hija, en el devenir de su día a día en la ciudad de Caracas. 
 Es importante señalar que gracias a la Ley de Cine, en Venezuela es posible distribuir y exhibir en salas de cine comerciales y alternativas películas del género documental.  A partir de los resultados obtenidos por el Circuito Gran Cine el próximo año se espera desarrollar nuevas estrategias de promoción para seguir difundiendo lo mejor de este género al público venezolano. 
 COPRODUCCIONES
Por otra parte, desde 2013 el Circuito Gran Cine ha venido distribuyendo, igualmente con el apoyo del CNAC, las películas donde Venezuela ha participado como coproductor, iniciándose esta labor con el estreno en enero de ese año de  Prometeo deportado  (Coproducción Venezuela-Ecuador), del ecuatoriano Fernando Mieles; al que siguió ese mismo 2013 con los lanzamientos de  Pasiones  (Cielo oscuro) del peruano Joel Calero (Coproducción Perú-Venezuela) (agosto) y de “Lo que tiene el otro”  del español Miguel Perelló (Coproducción España-Venezuela) (noviembre).  En 2014 se continuó con “Princesas rojas” de la costarricense Laura Astorga (Coproducción Costa Rica-Venezuela),  Amores peligrosos  del colombiano Antonio Dorado (Coproducción Colombia-Venezuela),  Edificio Royal  (Coproducción Colombia-Francia-Venezuela) del también colombiano Iván Wild y  Mujer Conejo  de la argentina Verónica Chen (Coproducción Argentina-Venezuela).
En 2015, Gran Cine estrenó el ya citado documental Nikkei  (Coproducción Perú-Venezuela); el drama La piscina  (mayo), la ópera prima del cubano Carlos Machado Quintela (Coproducción Cuba-Venezuela); Mika, mi guerra de España (agosto),documental de los argentinos Fito Pochat y Javier Olivera (Coproducción Argentina- Venezuela), para cuyo lanzamiento se contó con la presencia en el país del primero de los realizadores; el drama  Carga sellada  (agosto) de la boliviana Julia Vargas-Weise (Coproducción Bolivia-Venezuela-México-Francia), basado en hechos reales, que toca el tema de los desechos tóxicos y que contaba con las destacadas actuaciones de los venezolanos Gonzalo Cubero y Prakriti Maduro; y  Radiografía de un crimen (septiembre), aclamado film del argentino Sebastián Schindel (Coproducción Argentina- Venezuela), su primera cinta de ficción, igualmente basada en hechos reales y que ha alcanzado varios premios internacionales.Estas coproducciones han logrado llevar a más de 150 mil espectadores a las salas de cine, lo que ha ayudado a fomentar de esta manera la apreciación del buen cine hecho en la región.
 CINE DE ARTE
En el área de la distribución del cine de arte, durante 2015 el Circuito Gran Cine ha continuado su labor de difusión con títulos de reconocida trayectoria en festivales y premios de categoría, como los son  La inmigrante  (The Inmigrant) (marzo), drama histórico de James Gray que compitió en Cannes;  Dos vidas  (Zwei leben) (junio) del alemán Georg Maas, que trata sobre los secretos ocultos detrás de los niños noruegos engendrados por soldados alemanes durante la 2da. Guerra Mundial; Ida (julio), dirigido por el cineasta polaco Paweł Pawlikowski, ganador del Premio Oscar como Mejor film extranjero;  La jaula de oro  (septiembre), ópera prima del mexicano-español Diego Quemada-Díez, la cinta mexicana más premiada en los últimos años sobre el tema de la inmigración latina a Estados Unidos;  Leviathan  (octubre) del cineasta ruso Andrei Zvyagintsev, ganadora del Globo de Oro a la Mejor película extranjera y candidata al Oscar en la misma categoría; y finalmente  Gemelos perversos  (Le grand cahier) (noviembre), del húngaro János Szász, premiada en Karlovy Vary, sobre cómo sobreviven unos hermanos a los horrores de la guerra. 
 FESTIVALES
Algo que ha caracterizado la labor realizada por elCircuito Gran Cine es la organización y  realización de festivales y muestras especiales. Como cada año, Gran Cine estuvo presente en los festivales más importantes que se presentan, a saber: el festival de Cine Francés (abril) -para cuya programación se aportó el film ¿Y si vivimos todos juntos? de Stéphane Robelin, que tuvo su estreno posterior; el Festival de Cine Independiente USA (julio); la VIII Muestra de Cine Latinoamericano (septiembre), organizada gracias al apoyo del CNAC –de la cual formó parte la citada cinta mexicana  La jaula de oro , así como también Gran Cine presentó el film de Trinidad y Tobago  Pan, odisea de la música , de Jérôme Guiot y Thierry Teston-; el Festival de Cine Español (octubre); y el festival Euroscopio (noviembre). 
 Asimismo, Gran Cine estuvo en la organización de la Semana del Cine Japonés (marzo), exhibida en espacios no convencionales y al aire libre a través del Gran Cine Móvil, en conjunto con la Embajada del Japón y otras instituciones; participó en el 3er. Festival de Cine Alemán (junio-julio) aportando el citado film “Dos vidas”; en el Festival de Cine Libanés (noviembre), con la Embajada del Líbano; y la primera Muestra de Cine Polaco que se realizó en Margarita (noviembre).  
   ACCIÓN SOCIAL
A la par de estas actividades, el Circuito Gran Cine también viene ejecutando desde hace diez años un programa de desarrollo social  que contempla a través del Cine Móvil llevar el cine a zonas del país donde no se tiene acceso a este entretenimiento. Con 206 funciones que reunió a más de 60 mil espectadores, el público pudo disfrutar tanto de películas extranjeras como venezolanas.
 Además del ya señalado recorrido por varios estados del documental  Hay alguien allí  (febrero), se destaca la exhibición de  Dauna, lo que lleva el río , de Mario Crespo, en la localidad de Los Guayos del estado Delta Amacuro, con la presencia de su protagonista (Yordana Medrano) y del propio director (marzo); la proyección del film  El desertor , de Raúl Chamorro, en el pueblo de Jajó, estado Trujillo, donde tuvo lugar su rodaje (abril); de la gira por varias localidades del estado Bolívar, del documental  El río que nos atraviesa , de Manuela Blanco, (junio).
 Asimismo, el Gran Cine Móvil fue pieza fundamental para la presentación del film animado  El libro de la vida, de Jorge R. Gutiérrez, que gracias a la Embajada de Estados Unidos, pudo proyectarse en varios estados del país (abril).  
 También hay que destacar la participación del Gran Cine Móvil en la 8va edición del Festival Latinoamericano y Caribeño de Cine de Margarita (octubre) con la proyección de films en competencia en varias localidades de la isla.
 Desde su fundación, Circuito Gran Cine ha hecho importantes alianzas con sectores públicos y privados  con la finalidad de emprender programas de responsabilidad y desarrollo social. La experiencia de esta asociación es  relevante,  marcando la diferencia en cada actividad realizada con todas  las Alcaldías del  Distrito Capital y demás regiones de Venezuela.
Por otra parte, se han logrado importantes avances con el  trabajo  ejecutado para los sectores populares  en coproducción con organizaciones internacionales como ACNUR  o UNICEF  y  las empresas privadas, con las cuales se han establecido alianzas estratégicas para desarrollar la inversión social y la generación de impactos significativos en la ciudadanía a fin de elevar el nivel educativo del venezolano.
Importante es señalar los talleres de: “Cine como herramienta de Desarrollo Social”, emprendidos por Gran Cine con las empresas Repsol y Quiriquire Gas (agosto), una alternativa innovadora para formar y capacitar a la comunidad de Quiririquire (Municipio Punceres, Estado Monagas) y demás poblaciones cercanas en el conocimiento y difusión de valores sociales y culturales (tanto nacionales como regionales), promoviendo el fortalecimiento de las capacidades ciudadanas para producir piezas cinematográficas sencillas, pero con criterios de calidad cuyo eje central sean los valores.
De la misma forma, se busca que también el cine sea una herramienta de desarrollo social y de autogestión comunitaria, permitiendo no sólo producir y exhibir películas, sino que constituya una oportunidad de obtener recursos para satisfacer las necesidades de las comunidades. En este sentido, se ha querido llevar este proceso de formación también a los niños y jóvenes, como método de aprendizaje de ciertos conceptos y habilidades a fin de documentar realidades, convirtiéndose así en una alternativa para los periodos vacacionales.
 En el 2016 el Circuito Gran Cine seguirá fortaleciendo su objetivo de llevar el buen cine al espectador venezolano y de contribuir con mayor amplitud con la difusión de la cinematográfica nacional e internacional, en todos sus aspectos: exhibición, promoción, educación y fomento de valores


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