lunes, diciembre 12, 2016

¿Está silenciada la dramaturgia venezolana?

¿Ladran Sancho? ¡Luego cabalgamos!
El director de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), Alfredo Caldera, afirmó que el Encuentro de Dramaturgos “ENDRAMA Rodolfo Santana 2016” constituyó el espacio oportuno para el debate y el reconocimiento de ideas en torno a la producción y la difusión de obras teatrales venezolanas.
 Indicó que el evento persiguió dos objetivos fundamentales: En primer lugar, brindar la oportunidad a las distintas generaciones de dramaturgos del país de compartir y conversar acerca de los temas y necesidades que consideran fundamentales en este campo. Y en segundo lugar, sentar las bases para la construcción de la agenda de trabajo que será desarrollada en el Congreso Nacional de Dramaturgia, a realizarse el próximo año.
 Destacó que como parte de las actividades previstas en esta jornada, se llevaron a cabo varias mesas de negocios entre Dramaturgos (ofertantes) y fondos editoriales y productores (demandantes), como una oportunidad de exhibir obras, proyectos y escritos dramáticos que contribuyan al fortalecimiento de la economía cultural.
Para la primera mesa de trabajo se expusieron las siguientes preguntas generadoras:¿Se invisibiliza la dramaturgia nacional? ¿Por qué los directores teatrales buscan primero autores foráneos antes que los nacionales? ¿Será acaso por el impacto de las culturas más desarrolladas en las culturas menos desarrollada, en un acto aspiracional del teatrero nacional por ser universal contando antes los conflictos desde el exterior para entender los nuestros? o ¿Es una negación a la venezolanidad, porque incluso con las redes estamos anulando los rasgos individuales de las culturas menos desarrolladas para resaltar sólo los de las culturas más poderosas o desarrolladas?¿De qué modo el dramaturgo contemporáneo está respondiendo a las aspiraciones del productor y director contemporáneo? ¿Hemos entrado en una fase de negociación o de negación?  ¿Por qué no ocurrió antes? ¿Por qué razón el teatro comercial de comedias de situaciones ha desplazado al teatro argumental con los grandes temas contemporáneos y de la historia de la humanidad?
Ante lo cual Román Chalbaud, expreso que paradójicamente, con el pasar del tiempo, la labor teatral ha perdido espacio tanto en los medios de comunicación como en la vida misma de los venezolanos, pues el interés y la pasión que existía por las artes escénicas ha disminuido no sólo por razones económicas y sociales.
 Destacó la necesidad de que se escriban buenas obras. Que se eleve el nivel de argumentación y los temas.
Pidió que se amplíen las posibilidades de formación y de encuentro para que los jóvenes dramaturgos adquieran las herramientas y experiencias necesarias, a fin de revivir el teatro, tal como ha ocurrido en los últimos años con el cine en nuestro país.
“Debemos revivir y hacer renacer el teatro venezolano Confía en que los jóvenes escribirán magníficas obras y que el público irá a verlas” Se debe reforzar la formación dramatúrgica que se imparte en las distintas instituciones del país para impulsar este quehacer artístico en todo el territorio, fueron parte de las propuestas debatidas en el conversatorio.
Pidió una crítica teatral profesional que ayude a fortalecer el teatro venezolano.
Xiomara Moreno, profesora de artes escénicas, explicó que: los dramaturgos han buscado desde el texto y la producción la forma de hacerse presentes, mantenerse y resistir ante la demanda actual.
 Resaltó la importancia de reforzar la crítica como un instrumento para contribuir al impulso de esta práctica artística. Aclaró que la crítica no debe ser entendida como una evaluación, sino como una valoración, que permita “el estudio, la revisión y el reconocimiento de los valores”.
 Para Moreno, la dramaturgia no está invisibilizada, sino que requiere de un reforzamiento, sobre todo en lo que respecta al teatro popular.
Argumenta que “si se acostumbra a la comunidad a recibir el producto y no a que genere ella misma el suyo, nunca vamos a tener dramaturgos”.
Invita a proponer Residencias para Dramaturgos para que cuenten con un espacio en el que se pueda llevar a cabo la creación dramatúrgica en condiciones ideales.
El investigador y profesor Óscar Acosta, considera que no existe una invisibilización de la dramaturgia nacional. Lo que existe es una subestimación de la misma, “que comienza en los propios centros de formación venezolanos donde no existe un estudio profundo de esta especialidad, ni el interés por sus maestros”.
Propone una mirada al pasado teatral para entender mejor el teatro contemporáneo.
 La profesora Carlota Martínez, afirmo que el teatro nacional no sólo está invisibilizado en nuestro país, sino que, además, se encuentra silenciado. Precisó que gran parte de este silencio radica en una problemática de tipo cultural, por lo que resaltó que es fundamental aprovechar este momento histórico que vive Venezuela, ocupando un sitial importante en el mundo, “para construirnos nosotros mismos y levantar nuestras voces”.
 Sostuvo que cada una de las personas que hacen vida en las artes escénicas, desde los directores hasta el propio Estado, tienen una función y una responsabilidad específica dentro del impulso de la dramaturgia nacional, la cual debe cumplirse a cabalidad para ser reconocidos y ganar la batalla contra las ideas y formas que se intentan imponer en este espacio.
 El dramaturgo y docente César Rojas, finalizó el encuentro recordando que: los dramaturgos juegan un rol importante en la construcción de nuestra sociedad, razón por la cual nunca podrán desaparecer. “Nuestra intención es hacernos visibles ante el público venezolano. Hacernos visibles ante nosotros mismos, los dramaturgos. Hacernos visibles y recibir el respeto por parte de los directores–productores-actores, la crítica y demás creativos.
Recordar que la importancia del dramaturgo estriba en que, mientras los historiadores cuentan la historia de los ganadores, nosotros la contamos a partir de los vencidos, de los que tienen un sueño, una esperanza y eso es una de las razones por las cuales no vamos a desaparecer nunca, pues el trabajo del dramaturgo tiene que ver con la historia viva del país”, añadió.
 Propone que dentro de los presupuestos que se consideren para la creación artística, sean solicitadas partidas para ser ofrecidas a los escritores de teatro, para que puedan crear sin presiones económicas.
Que se considere un Baremo para el sector de la creación dramatúrgica, que le haga entender a los productores y directores que el usufructo de la obra de teatro tiene un costo que deben cancelar con el escritor de la pieza que está siendo utilizada.
Hacer las consideraciones necesarias para que el dramaturgo disfrute de los beneficios de Seguridad Social.



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