jueves, abril 06, 2017

Donde caerme viva o el mundo gay en Caracas y Bogotá

Desde el 2016 se exhibe este  aleccionador espectáculo.
En Colombia, los miembros de la comunidad LGTB pueden adoptar menores, sean o no hijos biológicos de uno de los miembros de la pareja; también están legalizadas las uniones de hecho y tienen derecho de afiliación al sistema de salud; además está autorizado el derecho a la pensión para los miembros de las parejas y, por si fuera poco, garantizados los derechos patrimoniales. El matrimonio no está autorizado y por ahora depende de las negociaciones de fracciones del Congreso de la República, ya que también la clase política colombiana es variopinta en lo que a conductas sexuales se refiere. Mientras que aquí en Venezuela no existe por el momento ninguna ley que reconozca las uniones para las parejas homosexuales. Aunque el Tribunal Supremo de Justicia, tan   de moda ahora por unas interpretaciones políticas de la CRB99, ha tenido una serie de sentencias sobre la comunidad gay venezolana verdaderamente revolucionarias.
Informamos sobre cuáles son los actuales estatutos legales de las comunidades LGTB en Colombia y en Venezuela, porque se presenta en la sala Horacio Peterson, de Unearte, el espectáculo teatral Donde caerme viva, producido por la agrupación Teatrela, cuya temática y argumentación son del ámbito LGTB.
COLOMBIANA Y VENEZOLANA
En dicho montaje, estrenado el año pasado y ahora en segunda temporada, una colombiana se queda sin su pareja, una venezolana, porque se la mataron, después de 15 años de relación; también es quedó sin apartamento y sin cama porque todo se lo espoliaron y con pocas amistades sinceras, no puede dejarse morir así no más; debe seguir viviendo hasta que un Dios o la naturaleza le quiten el peso de tal vida y la lancen a otra dimensión. Mientras tanto debe buscar donde caerse viva y proseguir avanzando y buscando como cambiar o mejorar. No es fácil.
Este el colofón que se nos ocurre después de haber visto y reflexionado sobre la humanísima y actualísima obra teatral Donde caerme viva, precisamente en Venezuela, donde todavía la homofobia es rechazo, aversión, odio, prejuicio o discriminación hacia hombres o mujeres homosexuales, lo cual además involucra a bisexuales, transexuales y travestis.
No es invento periodístico ni vagabundería de teatreros ni de reporteros buscando escándalo para hacerse famosos. Tristemente, la homofobia, a caballo sobre los crímenes de odio, mata a quienes se atreven a practicar tales conductas y por supuesto ha eliminado venezolanos y venezolanas, entre otros. Es una letal realidad, incluso prohibida por la Carta Magna, porque no hay leyes que prohíban y sancionen esos asesinatos de odio y discriminaciones, ni tampoco están autorizadas las uniones libres o matrimonios para hacerles la vida más llevadera a esos “raros” o “raras” que deciden vivir amorosamente juntos o arrejuntares o en concubinato, sin dañar al vecindario. Se necesita una verdadera y auténtica revolución cultural, desde los hogares, además.
En un teatral  contexto venezolano, donde obviamente no hay respeto a los derechos humanos, porque coexisten  homofobia y  nefandos crímenes de odio,  irrumpe el montaje Donde caerme viva, con el cual,  el autor Elio Palencia y el director Costa Palamides, rompen brillantes lanzas para revelar la sobrecogedora historia de la criolla  Maigualida (DaifraBlanco -Marisol Matheus) y la colombiana Raquel (Juliana Cuervos), quienes, durante una feliz noche, cuando festejaban sus 15 años de amores y convivencias,  se ven  tronchadas para su siempre sus vidas en común, por los tiros de unos malandros en la madrugada caraqueña y la mefistofélica irrupción de  la sobrina Yariza Josefina (Norma Monasterios) quien, cual bruja maléfica, procedente de Tinaquillo,  aparece para llevárselo todo y dejar en la calle a la sobreviviente, precisamente a la cachaca Raquel.
CRIMENES DE ODIO
Donde caerme viva es la pieza con la cual Palencia rompe fuegos contra una sociedad que discrimina y suscita crímenes de odio. No es frecuente que los criollos aborden la singular temática de las lesbianas y logren además que sus textos lleguen a escena. Si la memoria no nos falla, fue en 1970, cuando Caracas se escandalizó ante la pieza La buhardilla, de Gilberto Pinto, donde dos cachaperas son sometidas y finalmente muertas por unos tramposos caballeros. Bertha Moncayo, Martha Mijares, Giampero Micucci, Martin Lantigua y Blanquita Pereira fueron los solventes intérpretes de ese texto imborrable e inolvidable, el cual se mostró en el Teatro Triangulo, frente a la plaza Tiuna.  Desde entonces, salvo dos o tres obras más, esos valientes personajes de mujeres venezolanas no se lucen ante la audiencia, están invisibilizadas, porque hay una curiosa misoginia – endohomofobia- de los mismos gays con capacidad de mostrarlas en el teatro.
Como la agrupación artística Teatrela cumple 31 positivos años teatrales, ahora en la sala Horacio Peterson, de Unearte, hace su segunda temporada Donde caerme viva, espléndido y oportuno espectáculo que vimos en estremecedor y degustar también los talentos de Nirma Prieto, María Alejandra Tellis y Ruth Cabeza, para exhibir su valiente y artística denuncia sobre un sórdido estado de cosas, cuya realidad es superior a lo materializado.  
El plantel de creadores en Donde caerme viva continúa con un envolvente dispositivo escenográfico creado por Oscar Salomón para un cuadrado espacio central; el diseño de luces es de Darío Perdomo; la música original de Pantelis Palamides y la producción general de Juan Carlos Azuaje, actor fundador, director y productor general de la agrupación cumpleañera. ¡Creemos que Donde caerme viva hará historia cultural!
Donde  caerme viva  se exhibe hasta el 9 de abril en la Sala Horacio Peterson de la Unearte (Plaza Morelos) en funciones de miercoles a viernes a las 5.00 p.m. y los sábados y  domingos a las 4.00 pm. Y más adelante, en abril/mayo continúa con una temporada de fines de semana, de viernes a domingo a las 7.00 pm. a partir del 21 de abril y hasta el 14 de mayo en la Sala Experimental del BOD, incluyendo dos funciones dentro del marco del Festival de Teatro de Caracas: el 25 y el 26 de abril donde volverá a la Sala Horacio Peterson.   
Se trata, pues, de una explosiva pieza de Elio Palencia que enfrenta magistralmente la relación amorosa de dos mujeres, una venezolana y una colombiana, que no deja de ser también el reflejo de toda la sociedad de ambos países hermanos. Diversos pliegues y vertientes se abren paso a través de cinco caracteres que cubren la diversidad del mundo femenino. 

 De alguna manera, Donde caerme viva refleja la tolerancia, la inclusión y la repulsión de la sociedad venezolana. Ahí la comunidad puede verse y reconocerse en sus actitudes y ver lo que puede suceder cuando no baja el escudo de los prejuicios y se puede apreciar la falta de las necesarias leyes para las nuevas familias que buscan la felicidad.

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